Era domingo por la mañana y estaba nublado,a punto de llover. En la última semana el tiempo había mejorado y ya había más días de Sol. Quedaba poco para que las lluvias pasasen y se entrara de lleno en el verano. Pero ese momento todavía no había llegado y aun salían días con lluvia.
De vez en cuando escuchaba a su tío,El Cid,quien soltaba algún pequeño ronquido,diciendo algo mientras dormía o moviéndose,El Cid se movía mucho cuando dormía. En esos momentos estaba durmiendo solo en la cama de matrimonio,estaba boca arriba y tapado con una sabana,el resto estaba liado por todo lo que se movía. Regulus sabía que El Cid tenía mucho problemas para dormir,pero nunca le había dicho que le pasaba. Sísifo a veces le mencionaba algo sobre pesadillas y sobre algunas personas de nombres griegos que le recordaban a los dioses del sueño,pero todavía no tenía la suficiente información sobre ese tema como para sacar conclusiones.
Regulus estaba en el balcón del cuarto de sus tíos,se encontraba apoyado en la barandilla,mirando al mar y disfrutando de las vistas. No había mucha gente en la calle y los pocos que pasaban,comenzaban a abrir sus paraguas,había comenzado a chispear. El viento empezó a soplar y el mar poco a poco se embraveció. Todo era de un color grisáceo y apenas había sombras. A Regulus el encantaba observar todo eso,le encantaba como las sombras se volvían más suaves cuando el día estaba nublado o como la gente sacaba paraguas coloridos en un día de lluvia.
Se asomó un poco para ver a la gente que iba por la calle,cerca de los edificios. Vio a un hombre de pelo azul que pasaba cerca,lo reconoció en seguida como Aspros,nada más reconocerlo,llamó al timbre.
Regulus se metió dentro de la habitación de sus tíos dispuesto a bajar y abrir,pero se detuvo cuando escuchó la voz de Sísifo.
—¡Ya voy!—exclamó Sísifo desde el salón.
Así que se quedó quieto ahí,pensando en volver al balcón. Caminó con cuidado para no despertar a El Cid,con los problemas que tenía para dormirse,siempre que podía intentaba dormir un poco más. Las personas lo veía como alguien madrugador y tan serio que ni se echaría una siesta. Pero ni siquiera él podía pasar mucho tiempo sin dormir nada.
—¿Quién ha llamado?—Regulus se sobresaltó ante esa pregunta de El Cid,ni siquiera se había percatado de que estaba despierto. Aunque su voz se escuchaba adormilada y ni había abierto los ojos.
—Aspros,Sísifo ha ido a abrir—contestó Regulus.
El Cid emitió un gruñido ante la respuesta,luego de giró y se quedó acostado sobre su costado para luego,encogerse un poco y estirar algo la sabana para taparse un poco más.
—Avísame cuando se vaya—pidió.
—Vale.
Regulus salió del cuarto y se fue al suyo. Hacía tiempo que había notado que El Cid y Aspros no se llevaban del todo bien. Incluso Aspros se molestaba cuando Regulus se refería a El Cid como su tío,pero eso era algo que Regulus no podía evitar. De todas maneras,desde pequeño había visto a Sísifo y a El Cid juntos,aunque en un principio solo como amigos.Pero desde hace tiempo había considerado a El Cid como su tio. Y aunque la gente no lo sabía,El Cid le tenía un poco de debilidad a Regulus y más de una vez lo intentaba contentar o se lo llevaba por ahí cuando Sísifo tenía guardia en el hospital. No comprendía que era lo que pasaba entre Aspros y El Cid,pero no poseía la información suficiente como para comprenderlo,así que no juzgaba a ninguno de los dos por el asunto. Por lo menos cuando estaban con gente se comportaban bastante,le daba curiosidad saber como serían cuando estaban a solas.
Se tumbó en su cama pensando que hacer,era domingo por la mañana y no tenía mucho planeado. Pensó en verse alguna serie en el ordenador mientras estaba Aspros,así haría tiempo hasta que se fuera e iría a avisar a su tío. No le gustaba admitirlo,pero en cierta manera,Aspros le inquietaba.
Mientras,en el salón,Sísifo le servía una taza de café a Aspros. La dejó sobre la mesa auxiliar de cristal que había frente al sillón en el que estaba sentado Aspros. Sísifo se sentó a su lado,el llevaba otra taza de café,la suya era de un hombre mitad humano mitad caballo,alado y con un arco cargado con una flecha,listo para disparar.
—Bueno,¿a qué se debe tu repentina visita?—preguntó Sísifo.
—Nada en especial,solo tenía que hacer un trabajo hoy y como he logrado tener algo de descanso,me he dicho que estaría bien hacerte un pequeña visita—contestó Aspros y luego tomó un pequeño sorbo de café.
Sísifo se río un poco por su respuesta,pero tenía que admitir que le alegraba que Aspros fuera a visitarlo de vez en cuando.
—Un día de estos tenemos que quedar Hasgard,tú y yo e ir a tomar algo por ahí,como en los viejos tiempos—dijo animado.
—Pues si,ojala—comentó Aspros un poco melancólico—Pero mi horarios son una mierda,solo te diré que le quería presentar a Asmita y a mi hermano y en el último momento,me salió una cosa y he tenído que retrasarlo para la semana que viene.
—Que faena—admitió Sísifo,apenado por Aspros— Bueno,tendremos que lograr el milagro de casar nuestro horarios,no te creas que el mio es el mejor del mundo,a veces es complicado,especialmente cuando me toca pasar la noche en el hospital.
—¡Oh! Las famosas guardias—dijo Aspros con un tono más animado—Deben ser divertidísimas—dijo Aspros con un marcado sarcasmo.
—Si,ni te imaginas lo divertido que es intentar dormir y que a las tantas de la noche te venga alguien que ha intentado hacer algo sexualmente extraño y desconcertante,y que va al médico para que se lo solucione—también empleó el sarcasmo.
—¿Sexualmente extraño y desconcertante?—preguntó extrañado.
—No quieras saberlo.
Se quedaron callado un momento,mirándose fijamente,para después comenzar a reírse a carcajadas. Cuando la risa se les pasó,hablaron de varios asuntos más triviales mientras veían su café.
—¿Crees que Asmita se llevará bien con mi hermano?—preguntó Aspros,Sísifo por su parte solo se encogió de hombros y negó,no tenía ni idea.
—No te preocupes por eso,eso de presentar a tu pareja a la familia no es tan terrible como piensas. Cuando le presente a mi hermano a El Cid,al principio estaba muy inquieto y preocupado por lo que pensaría de él o si se llevaría bien y al final no fue tan horrible—se encogió un poco de hombros—Aunque claro,la diferencia es que mi hermano había escuchado hablar de él y más de una vez lo había visto de lejos. Eso sumado a que Regulus si lo conocía antes de que empezáramos a salir—hizo una pausa,se había dado cuenta de que se estaba yendo por los cerros de ubeda y que a Aspros no parecía hacerle mucha gracia— En resumen,parece que es mucho,pero ni mucho menos es para tanto.
Aspros solo asintió,intentando que Sísifo no notara su frustración al hablar sobre esa tema de su hermano con El Cid. Estaba apretando tan fuerte la taza que temía llegar a romperla.
—Bueno,son casos diferente,pero si tu lo dices,seguramente al final no será para tanto—habló,intentando calmarse un poco.
—Te lo aseguro.
Se volvieron a quedar en silencio. Defteros le dio un ultimo trago al café y dejo la taza sobre la mesa,en nada tendría que irse,pero antes tenía que preguntarle a Sísifo sobre algo.
—¿Cómo va tu hermano?—preguntó seriamente.
Sísifo se quedó callado y pareció que toda la alegría se había escapado de él. Miró su taza de café y el café que quedaba en esta,comenzó a moverlo,parecía estar pensando una respuesta.
—Le quedan unos pocos meses de vida—contentó,eso para Aspros fue como un cubo de agua fría— Si sigue así,es hasta posible que lo traiga a casa para que no muera en un hospital.
Aspros no sabía que decir,no tenía ni la mas remota idea de que decirle y le fastidiaba muchísimo.Él admiraba a Ilias y saber que estaba tan mal,le dolía.
— Lo siento...
—Me gustaría traerlo a casa...pero no quiero que la última imagen que tenga Regulus de su
padre,sea de los últimos momentos de su enfermedad,no quiero que Regulus lo vea morir—ese
tema afectaba mucho a Regulus.
—E Ilias,¿qué piensa de todo esto?
— Es el que mejor lo lleva de los dos—apretó la taza de café— Dice que sabe que Regulus estará a buen recaudo y que lo he cuidado muy bien durante estos tres años,así que no esta preocupado por él. Dice que sabe que va a tener un futuro brillante y que lo vera este donde este—hizo una pequeña pausa— También dice que confía en que somos lo suficientemente fuertes como para superar su muerte...
Aspros le miró sin decir nada,Sísifo necesitaba desahogarse,se le veía a la legua. Y él era su amigo y estaba para lo que Sísifo necesitara en ese momento tan difícil.
—Solo hay una cosa que ha dicho que lamenta—Aspros le prestó toda la atención a Sísifo. Si Sísifo hubiera sido otra persona,en esos momentos estaría llorando,pero al ser él,no se le escapó una sola lágrima— Aspros,ni te imaginas lo que te envidio por haber dado el paso de casarte con Asmita—Aspros se le quedó mirando extrañado,sin comprender por donde iban los tiros— Llevo años saliendo con El Cid y todavía no me he atrevido a dar ese paso y se que El Cid hace tiempo que quiere darlo—suspiró muy triste— Se que es solo un papel y que es algo más bien oficial. Pero mi hermano me ha dicho que lamentaría mucho morirse sin que yo no me case de una vez con El Cid.
Aspros pudo sentir como su corazón se dividía en dos. Por una parte,la que odiaba a El Cid y la que le decía que el que este y Sísifo no se casaran,porque el que Sísifo no podía dar ese paso,era algo maravilloso y digno de celebrar. Por otra,la que quería que Ilias viera cumplido ese sueño para su hermano,porque no quería que nunca estuviera solo. Miró la hora,se tenía que ir en ese momento o llegaría tarde. No le quedó otra que despedirse de Sísifo y marcharse,se sintió muy mal al hacerlo,dejándole tan deprimido,pero no podía quedarse. Así que se despidió y se marchó.
En su cuarto,Regulus paró la serie que estaba viendo para ir a avisar a El Cid de que Aspros ya se había ido. Subió silenciosamente por las escaleras hasta el cuarto de sus tíos.
—Ya se ha ido—le dijo a El Cid.
—Gracias.
El Cid se estiró un poco y se levantó. Lo primero que hizo fue buscar las zapatillas de andar por casa que tanta gracia le hicieron a Aspros la última vez que fue de visita. Se las puso y salió de cuarto para ir abajo.
Regulus lo vio bajar,no dijo nada. Se acercó hacía el balcón,la puerta de cristal estaba cerrada,no recordaba haberla cerrado cuando entró. Estaba repleta de gotas de agua que no paraban de caer. Se acercó un poco más a esta y pudo escuchar el aire que soplaba fuera. También notó como entraba algo de frío. Con la que estaba cayendo no podría salir fuera,así que pensó en seguir con la serie o decirle a sus tíos de ver una película más tarde,ya vería. Antes de bajarse a su cuarto,vio un paraguas azul pasar volando por la calle.
El paraguas se movía violentamente por el suelo,estaba chipiado y tenía alguna de las varillas salidas. El viento se lo volvió a llevar violentamente por el paseo marítimo,se metió por debajo de los balcones y se golpeó contra uno de los portales para continuar volando por debajo de los balcones.
Un poco más adelante,Asmita caminaba por debajo de los balcones,llevaba su paraguas cerrado,en la mano. Ese día había salido para desayunar con Degel,pero no se había llevado a Spica,llovía mucho y el viento soplaba demasiado como para poder pasearlo. Iba por debajo de los balcones por temor a que el viento se le llevara el paraguas volando. De repente,noto como si algo se le acercara volando,así que en una demostración de sus reflejos,se giró y agarró el objeto que le venía volando. Era un paraguas,pasó su mano por este y lo noto muy mojado y algo roto. Intentó escuchar si había alguna persona cerca,pero no parecía haber nadie.
Cuando estaba dispuesto a simplemente soltar el paraguas y así olvidarse de él. Escuchó como entre la lluvia,se acercaba una persona corriendo. Esta persona se quedó frente a él,le escuchaba cansado,probablemente por haber estado corriendo detrás del paraguas. La persona que venía le hacía señas con la mano y le gritaba un poco,Asmita no pudo ver las señas,pero si que escuchó los gritos,por lo que dedujo que sería el dueño del paraguas
—¡Mi paraguas!— exclamó Defteros cansado de correr bajo la lluvia y el fuerte viento. le costó un poco caer en que la persona que estaba frente a él era Asmita—¡Vaya!—exclamó de nuevo Defteros al notar quien era—Nos volvemos a encontrar—comentó.
Asmita cayo se dio cuenta de que era Defteros y se le quedó mirando un momento,luego pasó la mano por el paraguas roto y mojado,
—Buenas—saludó sonriendole un poco,no conocía mucho a Defteros,pero le caía bien, no comprendía muy bien porqué. Su cabeza le traicionó y le trajo a la mente las palabras de Manigoldo sobre Defteros e intentó quitárselas de la cabeza rápidamente,así que procuró volver al presente—Creo que sería buena idea comprarte otro paraguas,este esta algo roto—comentó mientras tocaba una de las varillas dobladas.
Defteros se quedó mirando a Asmita algo cortado y asintió cuando Asmita le demostró el mal estado en el que estaba su paraguas. Luego extendió las manos y lo cogió,intentó cerrarlo para guardarlo mejor,pero ya no se cerraba. Por fortuna,estaban bajo los balcones y no se mojaban mucho,aunque de vez en cuando les llegaba alguna que otra gota de agua por culpa del viento.
—No pasa nada con eso,tengo otro en casa y la verdad,este estaba algo roto—comentó Defteros—Y tampoco es que fuera mi paraguas favorito,así que en cuanto me encuentre un contenedor lo tiro.
Asmita asintió a lo que Defteros le decía,notaba como el viento húmedo soplaba entre ellos,luego pensó en Degel y se preguntó si estaría llegando tarde a su desayuno con él.
—¿Hoy no has salido a pasear con Meb?—preguntó Asmita,por hablar de algo.
—La he sacado hace unas horas,hoy tengo ir a un sitio y sino no me daba tiempo—contestó—Espero si no te molesta que te pregunte lo mismo por Spica.
—No me molesta—contestó con una pequeña sonrisa—Hace muy mal día y he preferido dejarlo en casa hasta que amaine un poco—explicó Asmita— ¿Tienes prisa? es por no molestarte.
Defteros negó en seguida a la pregunta de Asmita,tenía cosas que hacer,pero no tenía la suficiente prisa como para no pararse unos minutos a hablar con Asmita.
—A ver,no es que me sobre el tiempo,pero por hablar un poco contigo no voy a llegar tarde—respondió Defteros—¿Y tú?¿Tienes prisa?—Por alguna razón,Defteros siempre se sentía un poco estúpido cuando hablaba con Asmita.
—He quedado con un amigo aquí cerca,pero no se que hora es,así que no se llego tarde o no.—Ante ese comentario,Defteros miró su reloj para ver la hora y decírsela a Asmita—Estoy al lado,pero creo que debería irme ya—dijo Asmita.
—Si bien,ya nos veremos de nuevo,para pasear a nuestro perros—dijo Defteros.
Asmita se le quedó mirando durante unos instantes y Defteros se sintió extrañamente nervioso.
—¿Vas muy lejos?—preguntó de repente Asmita.
—No voy precisamente cerca—contestó Defteros. Asmita extendió su mano con el paraguas para ofrecérselo a Defteros—No hace falta,no quiero que tú te mojes—dijo Defteros algo apurado.
—Yo voy aquí al lado y no tengo ninguna prisa—insistió—Y me lo puedes devolver cuando nos veamos otro día para pasear a nuestros perros—dijo Asmita con una suave sonrisa.
—Vale—acepto Defteros con algo de resignación,la situación le apuraba mucho y le daba algo de vergüenza.
Ambos se despidieron y cada cual fue por su camino. Asmita siguió caminando por debajo de los balcones,en menos de dos minutos llegó junto a Degel. Por su parte,Defteros se pegó una palmada en la frente,de nuevo se le había olvidado preguntarle a Asmita su nombre.
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