El día se quedó nublado y soplaba algo de aire. Asmita caminaba hacía su trabajo tranquilamente,quería pasar un rato entretenido. Por la calle no había mucha gente,a esas horas o estaban comiendo o simplemente se encontraban en sus casas. Caminó entre las callejuelas hasta salir al paseo marítimo y justo en la esquina por la que había salido,estaba la panadería en la que trabajaba. Era un local mediano y con pinta ser ser algo antiguo. Hasgard alguna vez comentaba que esa panadería había pertenecido a su familia durante generaciones. Era por los materiales que habían usado a la hora de construirla lo que hacían que pareciese sacada de una fotografiá antigua,pero nadie podía negar que tenía su encanto.
Asmita entró a la panadería,que se llamaba Alberaban, y pudo escuchar las campanillas que había en la puerta,por lo que le habían dicho,tenía formas de toros adorables.
—Hola Asmita—saludó Hasgard en cuanto lo vio entrar— Felicidades de nuevo por lo de la boda— le felicitó animado,pero Asmita no podía culparlo,era amigo de la infancia de Aspros,debía alegrarse porque Aspros se casara— Vaya,¿quien lo diría? Nunca me hubiera imaginado que tenías algo con Aspros.
Asmita solo suspiró y fue a prepararse para ponerse a trabajar. Una vez que estaba con la ropa,se trenzó su pelo para hacerse un moño y ponerse el gorro encima. Mientras hacía esto podía escuchar a Hasgard divagando sobre el tema.
—Créeme,yo tampoco lo esperaba— Asmita notó que Hasgard pareció interpretar de otra manera su comentario,pero no le corrigió— De todas maneras,desde que me lo pidió estoy un poco distraído,creo que trabajar un rato me sentará bien para centrarme,así que gracias por haberme dejado.
—Oh,no te preocupes,de todas maneras dudo que a Dohko le siente mal tener un día libre— respondió entre risas,estaba tan animado como siempre— Aunque bueno,a lo mejor esta triste por no poder ver hoy a su...digamos amor platónico.
Asmita asintió a la vez que se colocaba tras el mostrador,esperando a que llegara algún cliente. Asintió a lo que decía Hasgard,tras mucho tiempo con él,se había dado cuenta que lo mejor en estos momentos,era dejarle hablar aunque realmente,el tema no te interesara mucho. Y a Asmita los cotilleos no eran algo que le interesaran y menos si trataban de alguien a quien apenas conocía. Pero bueno,era lo que había.
—Verás,—comenzó—realmente lo que le ocurre a Dohko es bien sencillo,le gusta su turno porque así puede ver todos los días al chico que le gusta. Y este le trata bien y así,pero de lo que Dohko no se entera,es que el chaval tiene novio—hizo una pausa y miró a Asmita— Además creo que tu lo conoces.
—¿Y quién es?—preguntó Asmita deseando que llegara algún cliente.
—Es Shion—respondió y pareció captar un poco la atención de Asmita— Si,ese Shion que arregla barcos y esta con el chaval ese que crió el antiguo Gobernador,Manigoldo creo que se llamaba.
—Si,los conozco—comentó— Aunque no se si decir que la relación de Shion y Manigoldo es de noviazgo.
Ahora fue Hasgard el que se quedo mirando con atención. Asmita negó con la cabeza,no le parecía bien contarle los líos que siempre habían tenido Shion y Manigoldo. Y la verdad es que tampoco sabía en que punto estaban actualmente,hacia mucho que no iba a verlos. En el fondo se sentía un poco culpable por eso.
—No sabía que los conocías— comentó Hasgard.
—Si,es una larga historia,aunque hace casi un año que no voy a visitarlos,ni a Hakurei ni a Sage— dijo Asmita.
—¿Pasó algo?
—No,no pasó nada malo,es complicado,pero realmente estamos en buenos términos.
Para fortuna de Asmita,el cual no se sentía muy cómodo hablando sobre el tema,entraron en la tienda Teneo,Selinsa y Saro. Tres jóvenes a los que Hasgard había adoptado y cuidado como si fueran sus hijos. Estos entraron muy animados a la panadería. Todos los días después de las clases iban a comer a su casa,la cual estaba unos pocos pisos por encima de la panadería y luego se bajaban a ayudar un poco. Se quedaban haciendo algún alimento de repostera,la verdad es que le ponía bastantes ganas y se esforzaban mucho porque les saliera lo mejor posible. Con ellos rondando el rato que estuvo Asmita en la panadería se le hizo mucho más entretenido que de normal,los chicos no callaban y le daban bastante ambiente al lugar. Pasaron unas horas,al principio casi no llegaba nadie,pero poco a poco fueron llegando clientes y Asmita les fue atendiendo, solía haber más gente a las mañanas.
Durante un rato Hasgard se fue a descansar,Hasgard podía ser muchas cosas,pero el que se metiera todas las horas que se metía ahí,era algo que tener en cuenta y por ello no le parecía mal que se fuera durante unas horas,siendo que se pasaba casi todo el día en ese lugar.
Poco después de que Hasgard volviera,en torno a los ocho y media. Entró alguien a quien Asmita conocía,Shion. El cual acababa de salir del trabajo. Al entrar se extrañó un poco de encontrarse a Asmita,pero luego se alegró de verlo.
—Hola Asmita—saludó—¿Qué tal estas? Ha pasado mucho tiempo.
—Bien—respondió Asmita—Si,ha pasado mucho tiempo,¿cómo estas tú?—preguntó sin mucha emoción,la verdad es que no sabia bien como reaccionar.
Notaba a Shion buen humor,o eso le pareció a Asmita. Shion y él nunca se había llevado mal,pero al principio tampoco había tenido una relación muy buena aunque había vivido juntos. Su relación había sido un tanto complicada,pero Asmita tenía que admitir que conforme fueron creciendo,mejoró mucho y se podría decir que al final se volvieron amigos,o algo parecido.
—Bueno,bien,como siempre—Shion le echo un ojo a Hasgard y este entendió lo que quería— Manigoldo me dijo que ayer a la noche te vio y te invitó a comer a casa,que coincidencia que nos hallamos encontrado hoy.
—Si,realmente es una coincidencia— comentó Asmita sin mucho animo.
Mientras,Hasgard fue hacia una nevera y saco una tarta de limón,a la vez que Shion y Asmita hablaban se dedicó a meterla en una caja.
—Por cierto,¿al final lograron que no robaran nada? Se notaban bastante apurados—comentó Asmita.
—Si,lograron que no robaran nada,realmente lo de los robos en el puerto esta siendo bastante molesto.
— Por lo que he oído,hace una temporada estuvieron robando,pero lograron detenerlos,no sabia que ahora había vuelto a robar— dijo Hasgard mientras metía en una bolsa la caja con las tartas.
—Si,veréis,es que cuando comenzaron a robar,pusieron un perro guardián y con eso lograron que los robos se detuvieran—comenzó a contar Shion— Pero hace unos tres meses lograron entrar al puerto,cogiendo una perra que había en celo,la perra era de un hombre que vive cerca del puerto y bueno,lograron entretener al perro y esa noche robaron—hizo una pausa—Y durante unos meses dejaron de robar,nos sorprendió a todos,pero no nos quejamos. El problema es que volvieron a robar hace como una semana y como lo del perro ya parecía inútil y no se podía poner a ningún guardia en el puerto. Así que decidimos turnarnos todos los pescadores y los que trabajamos ahí para hacer guardias y vigilar que no roben nada.
Hasgard le pasó la bolsa con las tartas a Shion por encima del mostrador y este le pagó lo mismo de siempre. Shion iba todos los días a comprar el postre para la cena,así que ya no hacía falta decidle el precio.
—Pues no me había enterado de nada—comentó Asmita— Lo que no comprendo,¿por qué no podéis poner a ningún guardia?
Shion cogió la bolsa y agradeció a Hasgard. Luego miró a Asmita y se encogió de hombros.
—No se,preguntale al que por lo que he oído,es tu prometido,él fue el que dijo que no.
Por el tono que uso Shion para referirse a Aspros,Asmita intuyó que no era del todo de su agrado,cosa que en el fondo le gustaba. No quería ser el único en toda la isla al que le desagradaba Aspros.
—¿En serio os dijo que no? ¡Qué extraño!—dijo Hasgard extrañado.
—Bueno,él sabrá lo que hace—dijo Shion,tampoco quería hablar mucho del tema— Por cierto Asmita,nunca me hubiera imaginado que te casarías con Aspros—comentó algo extrañado.
—Hablas como si eso fuese malo,Aspros es una gran persona—habló Hasgard defendiendo a su amigo.
—No he dicho eso,solo que...bueno,da igual—Shion no se quería meter a hablar sobre el tema Aspros. Miró a Asmita con una sonrisa—De todas maneras,felicidades.
—Gracias—agradeció cortante,ese tema le estaba comenzando a sobrepasar.
Shion observó el reloj que había sobre la pared,se le estaba haciendo un poco tarde,debía irse si quería tener lista la cena para la hora de comer.
—De nada— comenzó a andar hacia la puerta—Bueno,he de marcharme ya,así que adiós,me alegra de verte Asmita y hasta la puerta—se despidió,Hasgard y Asmita se despidieron de él. Pero,cuando estaba ya en la puerta,se acordó de algo y paró en seco. Se dio la vuelta— ¡Oh cierto! Casi se me olvida—se descolgó la mochila que llevaba y comenzó a rebuscar en ella,de esta sacó una hoja— La perra que usaron para distraer al perro guardián ha tenido cachorros y el dueño no puede hacerse cargo de ellos,así que los regala. Y por lo que pasó con su perra los del puerto le hemos dicho que le ayudaremos a buscar dueños para los cachorros— fue de nuevo hacia el mostrador y le dio el papel a Hasgard,era una hoja de papel donde se indicaba que regalaban cachorros,una foto de la camada y el número de teléfono— ¿Te importaría pegar eso en la puerta? Seria una ayuda.
—Claro que no me importa,luego lo haré,así que vente tranquilo y anda,vete ya a casa que ha este paso vamos a cerrar y aun estarás aquí—dijo Hasgard con su buen humor característico.
Shion sonrió y ya se fue definitivamente. Asmita se puso a limpiar el horno,pronto cerrarían y ya no lo iban a usar,así lo dejaría limpio para el día siguiente. Hasgard salió del mostrador y fue a pegar el cartel con celo al cristal de la puerta. Pero en cuanto se dio la vuelta,se encontró con Teneo,Selinsa y Saro. Quienes le miraban fijamente y con la clara intención de querer algo.
—¿Qué queréis?— preguntó Hasgard,pero estaba claro que era lo que querían.
—¿Podemos quedarnos con uno?— preguntó Teneo,refiriéndose a los cachorros.
—Lo cuidaremos entre los tres,tú no tendrás que hacerte cargo de él para nada— aseguró Selinsa.
—Por favor,sería genial tener un perrito— pidió Saro.
Hasgard suspiró y se les quedó mirando pensando seriamente el asunto,realmente no le importaba tener un perro,le agradaban y los chicos parecían tener muchas ganas de tenerlo.
—Si me prometéis que lo cuidareis vosotros,lo alimentareis,lo paseareis y demás,por mi de acuerdo— los tres niños le miraron muy ilusionados—Pero a la mínima que vea que lo descuidáis,ya no habrá perro—aseguró tajante.
Los tres niños se miraron mutuamente y asintieron entusiasmados.
—Lo haremos,lo cuidaremos en todo lo que haga falta— aseguraron ilusionados.
Hasgard asintió y les dijo que al día siguiente irían a hablar con el dueño de los cachorros para llevarse uno. Los niños estaban alegres y se pasaron hasta la hora de cenar discutiendo sobre que nombre le pondrían. Durante todo momento Asmita los estuvo escuchando,mientras él se dedicaba a limpiar la pastelería para el día siguiente,fue un rato muy animado y hasta él propuso algunos nombres. A la hora de cerrar,se despidieron y cada cual fue a un lado siguiente,Hasgard y los chicos se despidieron de Asmita desde el portal de su casa,el cual estaba junto a la puerta de la panadería.
Mientras Asmita se marchaba,podía escuchar todavía las discusiones sobre el nombre del perro. Sonrió,le había ido bien ir a trabajar ese día,se sentía mucho más relajado.