POV AUTOR
Llevaba más de 20 minutos sin decir nada, su corazón brincaba sin parar.
Había esperado tanto tiempo, soñando el momento en encontrarlo, verlo, decir lo mucho que lo extrañaba, las noches en que había soñado ver una vez mas su sonrisa, sus ojos, sus brazos rodearlos transmitiéndole calidez.
Pero ¿a quien engañaba?, las posibilidades de huir eran más grandes, que le diría luego de casi 6 años, de haberse ido al día siguiente de la graduación, de haberlo abandonado, porque eso era lo que sentía, no solo había dejado a su primer amor, también su corazón o parte de él, ya que la mitad la ocupaba Minhyun, su pequeño, su cuerpo pedía por él, ¿pero qué tal si me odia?, ¿si me ignora?, ¿si solo arruino su vida?, ¿qué le diría?, - Hola Kris, han pasado 6 años, te sigo amando como el primer día, qué crees... tenemos un hijo, se llama Minhyun, te abandone porque quería salvar la empresa de mi padre, y no tuve más opción que casarme, pero te he extrañado...- ese tipo de frase era simple en cuestión de resumen, pero Kris no se merecía eso, no merecía ese pretexto al igual que de un día para el otro apareciera en su vida con un pequeño de unos 5 años, bastante culpable se sentía por tener que ocultar la identidad de su verdadero padre a su bebé, las únicas personas que lo sabían eran sus amigos, y padre, una información muy resguardada. pero las ganas de abrazarlo, sentir sus labios juntos los de él, Tao estaba confundido, su vida no había sido exactamente como lo había soñado hace 6 años, en ese entonces creí que Kris estaría a su lado, pero en cuestiones de segundos, de solo una frase y una decisión inesperada cambio su destino, Tao sentía que Kris se cruzo en su camino por algo, que ambos estaban destinado, pero esas esperanzas se desvanecieron el día en que lo dejo, pero la sensación reapareció en su pecho, en verdad estaban destinados, tal vez ahora si puedan ser feliz.
— Disculpe, señor. — llamó un hombre, Tao abandono sus pensares.
— Uhm...—
— hemos llegado. — habló, Tao se apresuro rápidamente, con cuidado levanto a su pequeño que estaba dormido, pago el dinero al hombre y salió de taxi, con mucho cuidado comenzó a caminar, los ronquidos de su bebé le sacaron una sonrisa, sin mucha demora ingreso al apartamento, subió por el ascensor, con dificultad sacó la llave de su bolsillo trasero, con su pie empujó la puerta, ingreso, dejó la maleta en el living, caminó hacia la habitación, antes de recostar a su bebe le quito la mochila, luego lo acomodo bien, se sentó al lado de Min y su mano comenzó a acariciar su rostro, su cabellos, no pudo evitar sollozar, se mordió el labio evitando que su llanto se escuchara, no negaba que sintió la calidez recorrer su cuerpo al ver a Kris, pero también el dolor lo acompañó, lo había dechado de menos, cada vez que veía a su pequeño, lo recordaba, Tao quería que Kris lo viese crecer tal como lo hacia él, escucharlo decir "Appa", sus primeros pasos, todos esos momento los quería pasar con Kris.
Sin hacer ruido se limpió las lágrimas, a pese de que su corazón dolía, forzó una sonrisa, debía ser fuerte, por su pequeño, por ambos.
Se levantó y caminó hacia el baño, el lugar ya estaba amueblado, sus pertenencias en cada lugar, había valido haber comprado aquel apartamento, cogió una toalla, y se metió en la ducha, se desvistió, encendió la regadero, el agua caliente comenzó a limpiar cualquier suciedad, Tao poso sus manos en los azulejos, cerró sus ojos, al instante el rostro de Kris tomó posición de su mente.
Tao cerró sus ojos con fuerza y apagó la llave, estaba molesto consigo mismo, por no poder olvidarlo, enredo su cintura con la toalla, con otra mas pequeña secó su cabello, cogió una bata y se lo coloco, aun con la toalla en su cabeza salió del baño, se sorprendió al no ver a Min en la cama durmiendo, rápidamente corrió al living, el pequeño Min estaba en el suelo sentado con papeles, y lápices a su alrededor, tao se incorporo a su lado, Hyun no dijo nada y solo dibujaba en la hoja, Tao reconoció inmediatamente el dibujo, era él y Minhyun, pero el infante no se detuvo y continuo dibujando, Tao se sorprendió.
— Omma... ¿Appa es así? — preguntó el pequeño curioso, Tao suspiro y cogió la mano de su bebe que mantenía el lápiz, con cuidado continuo las líneas.
— así es tu padre... él es alto. — murmuro con cariño.
— ¿tómo el señol que me ayudó? — preguntó emocionado, Tao abrió los ojos, pero no dijo nada y solo asintió. Min sonrió.
— Min... ¿qué te dijo ese hombre?...— preguntó temeroso.
— solo me ablazo pala que me talmala... pelo luego empezó a hablar con las pelsonas hasta que me encontlaste... fue muy bueno omma.— respondió min mientras continuaba con su dibujo, Tao acaricio la mejilla de su bebé, su móvil comenzó a sonar, Tao se puso de pie y caminó hasta la habitación, busco su celular, observó la pantalla y luego atendió.
— Hola...
— Tao-ssi... en una hora lo pasaran a buscar, recuerde que debe hacer esa entrevista...
— no puede ser otro día, estoy cansado.
— lo siento... pero es imposible, esa revista es muy importante, tenemos suerte de que nos haya contactado, usted más que nadie sabe que todo es por su imagen, Tao-ssi envié un auto para que lo pasara a recoger, usted solo debe hablar lo bien que esta la empresa, trate de ser muy cuidadoso con los detalles de su vida privada recuerde que debemos causar una gran impresión, buena no mala...
— esta bien, pero llevare a Minhyun...—
— Ok, espero que todo le vaya bien, señor Huang.
Tao soltó un suspiro, guardó el móvil, y caminó hacia el living, Min seguía dibujando Tao se acercó al pequeño y no pudo evitar soltar un sollozo.
— ¡Omma! ¿te gusta? — preguntó el pequeño enseñando su dibujo, Tao reprimió las lágrimas, ¿cómo no llorar cuando su pequeño había hecho un pequeño pero lindo retrato familiar?, el dibujo habían tres personas, en el medio Min con una sonrisa, su mano izquierda estaban sostenida por Tao y la derecha por Kris.
— Hyun... ¿porqué haz dibujado aquel señor? — preguntó Tao, Min observó el dibujo... sin duda era Kris, su cabellos pintado de rubio sin duda lo delataba.
— polque tielo te ese señol sea mi Appa...— confesó el bebé, Tao esquivó la mirada de su hijo, las lágrimas amenazaban con salir, su garganta tenia un nudo casi imposible de romper, al menos dejara salir su llanto. — omma... ¿tuándo podle vel a Appa?..—
— y-yo... pronto Min... solo dame tiempo... — pidió Hyun asintió y con una sonrisa abrazo a su omma, Tao calmo sus emociones. — vamos Min, debemos irnos. —
— si. — asintió sin dejar de abrazar a Tao.
Las personas salían e ingresaban constantemente, y solo le quedaban 3 hs para poder salir del lugar y hacer lo que en verdad le interesaba, de lo que en verdad había estado esperando por hacer, a pese que ahora estaba a cargo como el jefe no tenia ni la mínima ganas de estar ahí, bendita la hora en que el comisario decidió irse de vacaciones sin avisarle, ni su querida JiAe le había avisado, ahora tendría que ocupar aquel lugar hasta que aquellos dos decidiesen volver, sin embargo le causaba risa, aquellos dos aún se seguían comportando como adolecentes, pero a Jongdae no le interesaba si el "puesto temporal" lo beneficiaba, él había estudiado para buscar a los culpables del incidente de su minseok, aunque sus ganas de quedarse con ese puesto eran bajas debía imponer autoridad,, con el tiempo todos comenzaron a tenerle miedo, pues ¿quién no lo tendría?, era joven pero aun así muy serio y estricto, se había ganado aquel cargo con su esfuerzo y responsabilidad, pero le encantaba aquel empleo, con el hacia justicia, imponía la Ley y castigaba a los malos, como en las películas de súper héroes, todo pequeño niño soñaba con ser un bombero, Superman, un policía.
Jongdae suspiró nuevamente, sus dedos jugaban con la forma de la taza, su otra mano golpeaba constantemente el escritorio, unos toques en la puerta hicieron que parara por completo.
— Pase...— dijo mientras acomodaba su cuerpo en la silla, a los pocos segundos se abrió la puerta.
— Señor Kim, tenemos a tres procesados, se le levantaron cargos por haber golpeado violentamente a una mujer...— informó el joven.
— Esta bien, me encargaré de esto, dime cadete Lee... ¿cómo se encuentra la mujer?,
—ella esta en el hospital, esta en un estado de coma tuvo muchos fuertes golpes, le quebraron unas costillas, sin decir que recibió una bala en la columna y las posibilidades de que quede cuadripléjica son altas, su pequeña hija esta llorando y no ha querido separarse de la mujer... pero al final la apartaron.— contestó triste, Jongdae frunció el ceño, apretó los puños con fuerza
— ¿qué clase de personas hacían eso?... no esos no son personas son unos malnacidos. — espetó con ira refiriendose al estado de la mujer, el cadete solo asintió, Jongdae sin decir nada caminó fuera de la oficina, con enojo caminó hacia las celdas, el cadete lo siguió y sin decir nada señaló a los malnacidos, Jong hizo una pequeña señal a los cadetes para que abriesen la puerta, aquellos lo observaban serios, Dae ingreso, trato de no perder la cordura, la poca que poseí, pidió una silla, se incorporo en frente de aquellos.
— ¿Porqué han hecho eso? — preguntó pero ninguno contesto, Jongdae apretó los puños, suspiro y soltó una risita enfadada. — les repito, y espero que contesten mientras soy amable... quién demonios son para esa mujer?, ¿amigos?, ¿familiares? — preguntó, el silencio volvió a reinar, Jong se levantó con brusquedad de la silla, con una simple pero potente patada golpeo a uno de ellos, los otros dos solo se quedaron callados.
— Cadete Lee, los informes — ordenó mientras se acomodaba el uniforme, observaba a aquellos tipejos, dos estaban quietos, el otro solo tocia, el cadete no demoró en aparecer con papeles en su mano, rápidamente los entre al comisario, Jongdae comenzó a leer en voz alta.
— así que son Chinos... a ver... tienen cargos de robo, contrabando de drogas, de violación..— jongdae apretó los dientes, aquellos tenían un perfil bastante asqueroso, no quería seguir leyendo, entregó los papeles al cadete, nuevamente se acercó a aquellos.
— ¿y bien?, me dirán ¿porqué golpeaban a esa mujer? — pregunto nuevamente, pero obtuvo la misma respuesta, sin dudarlo cerro su mano convirtiéndolo en un puño, su mano golpeo el rostro de uno de aquellos, haciendo que cayera al suelo, de repente el que aun se mantenía de rodillas comenzó a reír, risa que Dae odio, lo cogió del cabellos, su mirada reflejaba odio, fuego.
— ¿de qué demonios te ríes? — preguntó mientras lo zarandeaba .
— ella se metió en donde debía...— fue lo que dijo con una enorme sonrisa. otro golpe de jongdae solo provocó risa en aquel. — te haz metido con la gente equivocada...— murmuro con respiración agitada.
— hijo de puta... ustedes se metieron con la persona equivocada...— escupió con enfado. — se pudrirán en la cárcel, con eso aprenderán a no meterse con una mujer. — finalizó, salió de la celda echando humos, era la parte que no le gustaba, tener que escuchar la frialdad de los presos, Jongdae entró a su oficina temporal, el cadete no se alejó de su lado, Dae lo observó preocupado. — ¿en donde esta la niña?. — preguntó serio.
— ella será enviada a un orfanato temporalmente, según los registros es hija única, ya que no tiene ningún otro familiar, su madre recibió fuerte golpe, aun no saben si sobrevivirá...— respondió, Dae desvío la mirada.
— ¿cómo se llama la mujer? —
— Kwon Bo ha, ella es coreana, su hija es China, al parecer volvió al país hace menos de 1 año. —
— ¿cuantos años tiene la pequeña?...—
— cerca de unos 6 años..— respondió, Jong quedó conmocionado. *igual que mi hijo*.
— asegúrate que ellos reciban todo el peso de la ley, nos vemos mañana. — espeto mientras cogía su chaqueta.
— ¿a donde ira comisario Kim?... —
— a hacer algo por esa niña. — susurro con una sonrisa, sin demorar salió de la comisario, cogió sus llaves y lo ingresó en la cerradura del automóvil, encendió el motor y comenzó a conducir.
en la zona solo había un orfanato, era el mas grande, el mismo que había estado de pequeño, Jongdae nunca creyó que volvería a ese horrible lugar, pero no dejaría tampoco que aquella pequeña niña viviera lo mismo que él, ni por una hora, Jong apretó el acelerador, no importaba si la policía lo detenía, él era el comisario, y eso lo beneficiaba.
En pocos minutos llegó al lugar. no podía quejarse del lugar, lleno de niños, Jongdae se enterneció por los pequeños que corrían sin parar, pero también sabia que aunque ellos tengan esa sonrisa en sus rostro, era factible saber que ellos lloraban, demasiado, sintiéndose solos, no tener a nadie que les aliente, él conocía aquel sentimiento, lo sabia perfectamente, sonreír por las mañanas pero desvelarse llorando por las noches, aun seguía extrañando a su padre, demasiado.
Sin dejar de ver a los niños jongdae siguió el camino hacia la recepción, había mucho orden, pero los gritos eran abundantes, con nostalgia caminó por esos pasillos , aun podía recordar con exactitud el lugar, el día en que lo trajeron, pero también el día en que se fue.
su rostro estaba cerca de la puerta, Jongdae exhaló y golpeo, pero solo escuchaba un sollozo, una voz dijo, "pase", y así lo hizo. abrió la puerta pero fue completamente sorprendido, su cuerpo se congeló. desvío sus ojos al suelo, corazón se oprimió.
— ¡NO ME QUIELO QUEDAL QUIELO IL CON MI OMMA!... — sollozo con más fuerza, Jongdae acaricio la cabeza de la niña, miró a la directora que solo le dedicaba una sonrisa penada por la situación, Dae aparto a la niña y con cuidado limpio su rostro, no podía creerlo, era la pequeña más hermosa que había visto, su cabello castaño, sus enormes ojos, su rostro redondo pero encantador, su mejillas rojas.
— No llores... las pequeñas no deben llorar, además con llorar no ayudas en nada. — sonrió la pequeña asintió hipeando, Jongdae se incorporó pero la pequeña sujetó su mano, acto que impresiono a Jong.
— disculpe oficial... esta niña no ha dejado de llorar desde que la trajeron. — se disculpó la mujer.
negó.
— yo en su lugar hubiese escapado...— río. — no me diga oficial, soy Kim Jongdae, soy el comisario y estoy a cargo del caso de la señora Kwon Bo Ha, y estoy aquí para llevar a Kwon Hanna conmigo, yo seré su tutor temporalmente... — dijo serio, la mujer sonrió por el acto de bondad.
— usted es muy amable señor... supongo que no puedo decir que no. — la mujer se acercó. — Hanna. — llamó a la pequeña. — el señor Kim se hará cargo de ti, hasta que tu omma se recupere. — informó con tranquilidad. — bueno, señor Kim, necesito que usted firme unos papeles, para notificar esto a las autoridades, pero déjeme decirle que me alegra que usted haya aceptado cuidar a una niña que no es su hija... si no fuese por usted, esta criatura viajaría a China, a su país natal. — murmuro.
— gracias, no se preocupe, la cuidare como si fuese mía. — espetó con sinceridad.
La música eran sin duda alegría, más si dos pequeños lo cantaban, los adultos disfrutaban la pequeña balada que organizaban por menores, era sin duda adorable escucharlos, sus inexpertas pronunciaciones les hacia ver más adorables, Mark intentaba decir algunas frases, pero Jin lo opacaba, y su personalidad tímida a su vez fría no lo dejaba cantar con suma confianza, Luhan intentaba animar a su pequeño, mientras que Baek le enseñaba a Jin a pronunciar la "r", Kyung como buen tío los alentaba cantando los coros, Jackson se mantenía riendo por la ternura que radiaban los pequeños ángeles mientras manejaba.
Luego de varias canciones el viaje finalizó, todos bajaron, Jin como siempre corrió hacia el edificio para poder ser el primero en ver el enorme lugar, que a su vez era seguido por Baek que intentaba atrapar a su bebé para que no se perdiese o lastimara, Mark solo caminaba con tranquilidad y seriedad, pero luhan conocía a su pequeño, Mark estaba nervioso, las cosas nuevas lo asustaban un poco pero para eso estaba su omma, para enseñarle a no temer, Luhan sujetó la mano del infante pero antes de dar un paso, el móvil de Luhan comenzó a vibrar, sin romper el lazo de manos cogió el celular, había un mensaje, una sonrisa bosó sus labios al ver el remitente, abrió el mensaje.
De; Jae B.
Espero que hayas llegado bien, perdón por no ir a despedirte al aeropuerto, tuve que viajar repentinamente, Seo nonna me envió por unos papeles a Japón.
Recuerda divertir, y de relajarte, por favor cuida mucho de Mark y consiéntelo por mi, les tengo una sorpresa, hasta entonces.
Luhan no pudo reprimir una risita, sus mejillas se adornaron de un color carmesí, *Idiota* pensó, sin más tardanza siguió caminando, ambos siguieron su destino, Kyung se detuvo a esperar a su pareja que aun permanecía en el automóvil, Jackson apareció a los pocos segundos y se apoderó de la cintura de Kyung, besó su cuello, ambos se quedaron unos segundos en la posición, Jackson suspiro sobre el blanco cuello de Soo.
— quiero que tengamos un bebé. — confesó anonado ante la idea, soo se sorprendió por lo dicho.
Baek no había logrado atrapar a su pequeño, ahora no podía encontrarlo, el chiquillo era muy escurridizo.
jin estaba asombrado, el lugar era gigantesco y muy bonito, como todo niño de 5 años le gustaba experimentar cosas nuevas, las aventuras, se detuvo al ver como las personas ingresaban a una caja de metal, para luego desaparecer, era como en las películas de magia, las que veía con su primo, sus ojos se iluminaron por completo, comenzó a aplaudir mientras corria hacía aquel, sorpresivamente sus pies dejaron de tocar el suelo para solo elevarse en el aire, Jin observó a su derecha, se encontró con una sonrisa, la cual emitió, de repente se encontró con la mirada de su omma, temió lo peor.
Baek había visto todo en cámara lenta, sus bebé corriendo hacía los ascensores lo paralizó, pero un chico lo detuvo, y sin pensarlo corrió para abrazar a su niño.
el chico se dio la vuelta cuando sintió escuchar unos murmurios.
— ¡Young! — gritó Baek.
— disculpa... ¿nos conocemos? — preguntó el chico, Baek frunció los labios confundido.
— no... mi hijo se llama Young — contestó Baek.
— oh.. disculpa. — entregó al infante. — Un gusto soy Park WooYoung. — se presentó con amabilidad.
— gracias y perdón por lo sucedido, Mi jin es muy travieso... me llamo Choi BaekHyun. — sonrió, Baek observó al chico, era muy guapo, un poco más alto que él.
— Un placer BaekHyun... igual a ti Young — despeinó al pequeño, este rio. — ¿eres un nuevo empleado?. — preguntó.
— no, vengo por temas de negocio. — contestó, aquel asintió.
— bueno, Baekhyun debó irme, en verdad fue un gustó conocerlos, espero volver a cruzarlos. — guiño, Baek sintió congelarse su sangre y estremecerse por la insinuación. Hyun no dijo nada y solo asintió, ¿pero qué le podía decir?, a penas lo conocía. el chico se alejó mientras se despedía agitando su mano y con una sonrisa. a los pocos segundos minutos apareció Luhan con una mirada juguetona, pero aun así no dijo nada y siguieron caminando, ambos hermanos se dirigieron hacia la recepción del edificio.
— Buenas tardes, nosotros somos representantes Seohyun Choi, estamos aquí para firmar unos papeles. — hablo con empatía, si, luhan había madurado con los años, su personalidad y apariencia había cambiado por completo, pero eso solo ocurría con personas ajenas a él era su manera de que no le hicieran daño, si bien antes sonreía hasta cuando estaba triste ahora solo enfrentaba aquello que le molestaba, las sonrisas las guardaba para su hijo, para su familia.
La mujer re ojeó a Luhan y Baek, rápidamente marcó en el teléfono.
— Señor, los representantes de Choi están aquí. — murmuro nerviosa, la presencia de los Choi era de temer, eran conocidos como los príncipes en temas de negocios en China, al igual que EE.UU. — por favor sígame, los llevaré hacia la sala de junta. — dijo amablemente poniéndose de pie, Luhan asintió, a los pocos minutos llegó Kyung junto a Jackson los dos se notaban nerviosos, pero era temas de parejas, era algo que Baek ni Luhan se meterían, confiaban en Jackson, pero Kyung a veces le era indiferente, pero su personalidad había cambiado, ahora solo decía lo que no le agradaba, se hacia entender de esa manera, pero también era de temer en el área de negocios.
los tres hermanos caminaron hacia la sala, el inquieto Jin no soportó el silencio y soltó la mano de su omma y comenzó a correr, Mark no se quedó atrás y como buen primo responsable trato de pararlo pero fue inútil, ambos pequeños ingresaron a la sala, sorprendiendo a los que estaban ahí.
Luhan y Baek, no demoraron en correr hacia su bebes, Soo al igual que sus hermanos fue detrás de aquellos, ingresaron a la sala, Luhan levantó a su pequeño al igual que Baek, la secretaria se apuro en disculparse.
— disculpe señor Park. — dijo la mujer, pero el silencio se congelo a Luhan, Baek, Kyung.
— L-luhan...
— B-baekhyun...
— K-kyungsoo...
se escuchó, a los nombrados se les helo la sangre, Luhan bajo lentamente a su pequeño, seguido por Baek.
— Sehun...
— Chanyeol...
— Jongin...
— Omma, ¿él es mi Appa chanyeol? — preguntó Jin asombrado, Baek observó a su hijo sumamente congelado. Chanyeol abrió los ojos a mas no poder, aquel pequeño le sonreía.
— ¿él es Appa sehun?. — preguntó Mark señalando a sehun, este se encontraba perplejo por la situación, su piel pálida se volvió mas blanca, su manos comenzaron a sudar, su garganta se cerro, sus ojos observaron por completo a Luhan, pero como a poco se clavaron en el pequeño niño que lo señalaba.
Luhan se quedó sin habla.
Luego de cancelar su viaje, se encaminó hacia su penthouse, llamó a su nueva secretaria, porque si, en tan solo minutos consiguió un reemplazo, Kris aun mantenía aquella sonrisa, aquella imagen, su corazón latía con velocidad, encendiendo cada célula de su cuerpo, y como auto reflejo sonreía, esa agradable sensación había perdido desde que su panda se había ido, lo invadía, llenaba cada espacio en su pecho, en cada centímetro de su piel.
condujo unos minutos más, llego a su residencia, estaciono su lujo auto, caminó hasta adentrarse a su "hogar", gracias al esfuerzo realizado con la empresa había comprado su casa, estaba orgulloso de eso, Kris se deshizo de la molesta corbata, odiaba ese accesorio, lo sofocaba al igual que los trajes formales, arrojó el saco hacia el sillón, con pesadez sacó su celular y marcó a su nueva secretaria.
— Señor Wu... ¿necesita algo?
— Si, busca información sobre Huang ZiTao, quiero saber que hace aquí, quiero saber todo, esperare tu llamado en 30 minutos. — ordenó, sin dejar que su empleada dijera algo colgó, ser Jefe le aventaba bien, sentía que había nacido para eso, para mandar a los demás.
su espalda le dolía demasiado, el trabajo exigía amplias horas, mucha dedicación, quizás por eso aun seguía solo, aunque la mayor parte se debía a Tao.
El panda que lo enamoro, y luego lo destruyó, verlo le hizo recordar hermosos recuerdos de la adolescencia, los momentos vividos, y al igual que los momentos dolorosos, aun podía sentir aquel amor pero a su vez la traición, Tao había traicionado su confianza, y eso permanecía ahí.
Kris observó por varios minutos a un punto ciego, sus sentimientos hacían un remolino en él, sus ansias subían.
El móvil sonó, sin tardarse contestó.
— Señor Wu he recolectado la información...
— escucho.
— bueno, El joven ZiTao ha anunciado que de ahora en adelante vivirá en Corea junto a su hijo, supuestos foros en China aseguran que piensa expandir sus negocios en Corea...
— ¿qué más?...
— Al parecer tendrá una entrevista con la reconocida Revista New Time, la misma que usted rechazó...
— Llama... diles que aceptaré la entrevista, iré a ese lugar en una hora.. — ordenó. finalizó la llamada. — debo saber si alguna vez me amó...— bisbiseo.
Luego de firmar papeles, de asegurarse de que todo se haya hecho según la agenda del día, sin especular palabra alguna salió de la oficina, Jun se sentí exhausto, cada vez las responsabilidades eran grande, aunque se repartían las responsabilidades con Kris, y la otra accionista, pero igual eran muchas decisiones y de ello dependía el futuro de la empresa, y el salario de cientos de empleados.
La sofocante rutina como dije, era sofocante, podía enfrentar a las personas, presidente estudiantil era un cargo importante, de él dependía la comunicación entre el alumnado y el profesorado, Junmyeon podía estar a cargo de personas, luego de haber tenido a cargo a 500 alumnos, pero el problema eran económicos, no eran malos pero si no calculaban bien era posible ciertas fugaz y eso molestaría a los accionistas.
Salió del edificio con una resaca, ya era de noche, y la cuidad se llenaba de luces paulatinamente, sin dudar piso el acelerador, lo primero que quería hacer es ir a su apartamento, descansar, quería ver a Yixing, hace días que no lo veía, se lamentaba por no dedicarle el tiempo que se merecía, a su vez comprendía que su trabajo necesita atención, a veces cuando quería estar con él, Yixing solo prefería ir al hospital, no le molestaba eso, le encantaba la sonrisa de Yixing cuando se esmeraba en ayudar a los niños, no refutaba que algún día quisiese tener un pequeño, y si es posible con Yixing, sabia que aquel seria la persona perfecta para ello, ese sueño era algo que antes creía imposible, ya que los hombres no podían procrear, pero los "donceles", si.
Se sorprendió mucho cuando descubrió aquello, Yixing le había comentado pero no con muchos detalles, pero existía esa posibilidad, pero lo único malo era que no todos los hombre tenían esa capacidad, y eso temían, que Yixing no fuese un doncel, no quería presionarlo, no ahora.
Junmyeon estaciono el auto, caminar hasta el apartamento fue rápido, ingreso y las luces de la habitación estaban apagadas, eso significaba que Yixing aun no había regresado.
Su enojo se hacia más grande, no quería que su novio se quedase todo el bendito día en ese lugar, no aguantaba la idea que aquel, Taekwoon estuviese a su lado.
Yixing le pertenecía, y por muy egoísta que fuese, él no lo dejaría, no para que Yi corriera a los brazos de otros.
No soportaba escucharlo hablar de lo maravilloso que era, de todo lo bien que hacia, era irritable, pero sabia que reclamarle era algo absurdo, ya que Yixing solo diría que son solo amigos, Xing sonreía con solo nombrarlo, esto era diferente a cuando Yi estaba con Jongdae, le sorprendió cuando su novio le dijo que él y Jong se besaban y mantenían relaciones cuando estaban frustrados, pero era solo por placer, se enojo demasiado tanto que no le hablo durante 1 semana, él quería ser el único dueño de sus besos, y cuerpo.
Poco a poco prendió las luces del living, todo estaba como en la mañana, con pesadez caminó hacía la habitación, arrojo su corbata a la cama y entró al baño, desabrochó los primeros botones de su camisa blanca, se detuvo al notar las marcas rojizas en su cuello. *Estúpida* pensó, tenía chupetones en su blanca piel, se mordió el labio inferior, se sentía sucio, asqueado, sin embargo la sensación era excitante, se sentía mal por engañar a Yixing, pero todo era temporal, ya había perdido la cuenta de las semanas de la última vez que estuvo con Xing, presionarlo era solo apretar la soga que rodeaba su cuello, comprendía que Yi siempre estaba cansado, y la mayor parte del tiempo ausente, y lastimarlo era algo que se lamentaría con el tiempo, no tuvo otra opción que recurrir a "una amante", necesitaba desahogarse, y con esa mujer podía hacerlo, Yixing era su pareja oficial y así seguiría siendo, y aquella era solo un pasatiempo, algo momentáneo.
Junmyeon soltó un bufido, observó el baño en busca de su toalla pero ni rastro de ella, salió del baño y caminó hacía el placard, abrió la puerta de aquellos, sus ojos se abrieron, en el mueble estaba vacío, no había nada, con preocupación caminó hacía los otros muebles, empezó a abrir los cajones, pero la ropa de Yixing no estaba, su pecho se oprimió, se detuvo por completo, miró hacía la mesa de noche, abrió. pero nada, todo estaba vacío, los documentos, fotos, entre otras cosas, habían desaparecido, caminó hacía el living, pudo visualizar un papel blanco, sin tardar lo cogió.
Junmyeon... en verdad me haz decepcionado, espero que seas muy feliz con esa perra, en definitiva olvídate de mi... no quiero volver a verte.
No me busques.
Sus ojos se cristalizaron, con su maga limpió sus ojos, cogió su campera y con rapidez salió del apartamento, luego del edificio, subió a su auto y condujo a toda velocidad saltándose los semáforos, Yixing no podía dejarlo, no por eso, tenía que explicar todo.
Antes de seguir una ruta, pensó las opciones que tenía aquel, Jongdae no era una opción, por que si aquel se enterase de lo que hizo era seguro que a estas alturas estaría en el hospital.
TaekWoon
Sus manos apretaron con fuerza el volante.
El caminó se hizo muy corto, y agradecía eso, salió casi volando del vehículo, subió por el ascensor, una vez en frente de la puerta comenzó a golpear, unos pasos se acercaron pero eso no detuvo sus golpes, la puerta se abrió, Junmyeon no le importó e ingresó al departamento, caminó por el pasillo a pese del grito de Taek que se lo impedía, cuando llegó al living pudo ver a Yixing recostado en el sillón, sin demorar cogió su mano y bruscamente lo levantó, Xing se quedó perplejo al ver a Myeon ahí, pero reaccionó al ver las marcas rojas en el cuello de su ex.
—sueltame. — con dificultad apartó a Jun.
— iremos a casa, busca tus cosas, no te quedaras aquí. — ordenó con enfado.
— no eres nadie para prohibirme. —dijo cabreado.
— ¡POR UN DEMONIOS YIXING SOY TU MALDITO NOVIO!. — gritó exasperado. Yi tembló, sus ojos se llenaron de lágrimas.
— ¡NO!, ya no lo eres Junmyeon. —lo último lo dijo en un susurro. — eres un maldito... eres un mentiroso. — comenzó a golpear en el pecho a Jun. —no te quiero más, no quiero que me vuelvas a tocar, te quiero fuera de mi vida. — comenzó a gritar sin dejar de soltar lágrimas, Myeon sujetó las muñecas de yi.
—no te dejaré... nunca. — bisbiseo acercándose a su rostro, Xing apartó su rostro.
— no junmyeon... no quiero que me vuelvas a besar. — bramó entre lágrimas.
—sueltalo...— exigió Taek apartando bruscamente a Junmyeon de su amigo.
— ¿QUIÉN DEMONIOS ERES TÚ PARA PROHIBIRME TOCAR A MI NOVIO?. — gritó con furía.
— tú no eres nada para Yixing, y estas en mi casa y no te permitiré que lo toques...— espetó.
Junmyeon se acercó a Taek, y lo golpeó, Woon retrocedió un paso pero no se apartó de Xing.
— ¿tanto te gusta? — preguntó al borde de la locura, no iba a dejar que aquel se quedará con SU novio.
—si. —confesó sin apartar la vista de Xing. —te dejaré en claro algo... Yixing ahora esta conmigo, tu solo lo usaste, no mereces que alguien como él te ame, ni que aguante tus tonterías. —un balde de agua helada sintió Jun en su cuerpo, observó a Yi, esté tenía la mirada en el suelo.
— mientes... Yixing me ama...— negó.
— es mejor que te vayas... y no vuelvas. — dijo Taek mientras se posicionaba cerca de su amigo.
— vete Junmyeon... es mejor que esto acabe ahora, antes de que nos hagamos más daño. — habló Yixing.
Junmyeon sintió su corazón romperse, Taek entrelazó su mano con la de Yi, Jun no dijo nada más, retrocedió y sin decir ninguna otra palabra abandonó el departamento.
Yixing quedó paralizado por completo, pero luego sus parpados se sintieron pesados, y no pudo aguantas, su mirada se perdió, y su cuerpo cayó.
Taekwoon lo sujetó antes de que Xing tocará el suelo.
No podía dejar de sonreír desde que salió de aquel lugar, pero los nervios también formaban parte de su sonrisa, ¿cómo cuidaría de una niña?, nunca lo había hecho antes, con suerte se podía cuidar de él mismo, pero ahora en su departamento habría una pequeña con él, ¿ y si llora?, ¿y si se golpea?, ¿cómo se hace papilla?, no sabía que hacer en ninguna de esas situaciones, tenía miedo de no poder ser un adulto responsable, solo sabía que tenía que protegerla, cuidarla hasta que su madre se recuperara saliendo de aquel estado de coma, Jongdae observó a la pequeña que ya hacía en el asiento de atrás, luego de haber llorado todo el día la niña se durmió, Dae sintió pena por la criatura, estar sola, no ver a su madre, o no saber si algún día pudiese volver a verla, haber vivido una escena en donde malnacidos la golpeaban con salvajismo, era algo traumante para cualquier niño pequeño o ya adolecente, Jongdae solo entendía que la cuidaría, no dejaría que aquella niña pasase lo mismo que él.
Con mucho cuidado y precaución condujo hasta su departamento, la niña no tenía nada consigo, apenas unos vestidos y una campera, luego se ocuparía de eso.
Cargó consigo a la pequeña, por suerte ya habían arreglado el ascensor, lo cual le fue muy útil para transportarla, subió hasta la segunda planta, con cuidado y paciencia abrió la puerta, se encaminó hacía el pequeño living, sin hacer el mínimo ruido dejó las pertenencias de Hanna, luego la llevó hacía su habitación la recostó y la abrigó muy bien, la niña dormía como un tronco, y eso quedaba adorable en ella, jongdae estaba completamente hipnotizado por la belleza de la niña, nariz pequeña y redonda, ojos enormes color café, lindas mejillas, su piel era muy blanca, ella era toda una muñequita de cuentos.
Mientras Hanna dormí Jongdae se dispuso a limpiar el departamento, guardó los papeles importantes en los cajones, ordenó cada cosa en su lugar, lavó los platos sucios, tiró la mercadería que había caducado, arrojó la ropa sucia al sesto, abrió un poco las ventanas, y por último limpió el baño, todo debía estar a las condiciones de una niña, no podía ser desordenado, tenía que corregir eso, ser más responsable, tenía su departamento algo descuidado.
Luego de una hora intensa de limpieza jongdae se dejó caer rendido al sillón, hace bastante tiempo que no limpiaba adecuadamente su apartamento, pero ahora todo estaba impecable, cerró sus parpados exhalando el aire limpio en sus pulmones.
— tengo hambre... —a dulce voz resonó en el oído de Dae, esté abrió los ojos, encontrándose con una adorable escena, Hanna se frotaba los ojos y sus labios formaron un puchero, Jong sonrió y se acomodó en el sillón.
— dime... ¿qué quieres que te cocine= — preguntó el mayor, la pequeña posó su dedo acusador en la barbilla.
— no sé... ¿algo comestible? — sugirió obvia, Dae comenzó a reír, la nena llorona se había esfumado.
—esta bien.... entonces vamos, que te llevaré a comer a un lugar por aquí. — propuso, la niña dudo pero su barriga comenzó a hacer ruidos y no vaciló.
Jongdae se puso de pie y buscó su campera, y sin falta su billetera, por último comenzó a buscar las llaves, tanta limpieza olvido en donde las colocó, la pequeña solo lo observaba impaciente, su estomago exigía comida.
— señor, tengo hambre....— chilló Hanna.
— no me digas señor me haces sentir viejo... — bufó jongdae.
—¿No lo eres? — preguntó la niña, Jongdae la observó ofendido pero a su vez gracioso.
— soy inmortal niña... — contestó, hace mucho que no decía eso, la niña rodo los ojos. — y también sé que tienes hambre, somos dos.... ¡AQUI ESTA! — gritó feliz, la llave estaba en su campera.
— por suerte tienes la cabeza pegada... — murmuro bajo, pero Jongdae la escuchó.
—bueno, vamos... —dijo. Hanna asintió, ambos caminaron por el pequeño pasillo, jongdae abrió la puerta.
Su cuerpo se paralizó por completo, sus ojos se abrieron a más no poder. sin pensarlo abrió sus labios.
— M-minseok...— susurró.
