Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Arrulos, Lágrimas y una Cicatriz. por Zoey Namine Taisho

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y con este capitulo terminamos con esta mini-historia

Realmente fue dificil hacer esta parte u.u

 

Realmente espero que les haya gustado :3333 y para los que esperan I want to play a game, no se preocupen el cap va por la mitad ;D

*~…El ultimo arrullo…~*

 

 

 El viendo invernal y helado que provenía del otro lado los rodeo de una manera exquisita, y mientras daba un suspiro placentero al sentir el viendo esquimal de su reino rosando su piel, Farbauti cubrió un poco más al pequeño infante que había comenzado a temblar ligeramente. Apenas siendo un recién nacido, hasta que cumpliera dos meses no podría soportar las altas temperaturas de jötunnheim sin la ayuda de un abrigo.

 

—  ¿Está bien? —Pregunto preocupado Helbli, mientras que con un movimiento de su mano hacía aparecer unas mantas. La magia no era del todo su elemento pero sabía controlarla hasta cierto punto, e invocaba con facilidad los hechizos más fáciles, don heredado de su madre.

 

—  Por supuesto que si querido, solo ah de tener algo de frío, aun es un bebé — Fueron las suaves palabras del monarca, ambos se cubrieron con las capuchas albinas de pieles polares y se abrieron paso en la pura nieve.

Farbauti estaba ansioso, el grotesco olor a sangre derramada se colaba por sus fosas nasales, la constante sensación de vigilancia aumentaba los nervios. Helblindi lo tomo del brazo y le cubrió con su cuerpo cuando otra explosión había hecho temblar el inestable suelo, cuando en temblor paro, siguieron su marcha escabulléndose por las grandes rocas y picos de hielo que brotaban del suelo, eh intentaban escapar de aquellos que cedían ante las vibraciones causadas por las bombas Asgardianas, y el puente Bifröst , que cuando se abría golpeaba con tanta magnitud la congelada tierra que hacías que las columnas de hielo con gravados ancestrales cayeran arrasando con todo lo que se encontrara en su camino.

Farbauti jadeó al ver la crueldad que causaban los Aesir en su tierra.

—  ¡Papá! —El chillido de victoria de su hijo hizo que el monarca saliera de sus pensamientos— ¡Mira allá está el templo! ¡Casi llegamos! —Le grito mientras ambos aceleraban el paso, señalando lo que parecía ser una muralla en ruinas, pero aun así bien protegida.

Una sonrisa ladina se poso en el bellos rostro del mayor, el mismo había creado la ilusión que hacía que el templo tomara esa apariencia pútrida y abandonada. Esa era la estrategia de su pueblo proteger los tesoros más valiosos por medio de las ilusiones ópticas.

 Farbauti exhalo con fuerza y al igual que su hijo aumentó la velocidad de su carrera, forzando de más a sus piernas, solo había que entrar por una enorme ruptura de una pared, esta separaba el valle del otro, como un puente cerrado, una grieta entre las blancas montañas, el cual era un pasadizo hecho de piedra y sin techo,  después, su salvación, el templo sagrado, el refugio.

Se escurrieron por aquella ruptura bañada en blanca nieve y paredes de piedra, el silencio del lugar solo era roto por las agitadas respiraciones de Helblindi y Farbauti, el sonido seco de la nieve resbalando bajo sus pies y el aullido del viento ártico e ulúlate que traía consigo pequeños copos de nieve que se apegaban a los azabaches cabello. Y eso no les gusto nada, desconfiaron del lugar al instante, pero en vez de bajar el paso lo aumentaron aun más.

 La adrenalina corriendo por sus venas, su instinto de supervivencia era el que dominaba su cuerpo, y ese mismo instinto le obligo a detener a Helbli justo en el momento en el que llegaban a la salida de aquella larga ruptura, de la nada se escucharon gritos y una lluvia de flechas bañadas en fuego cayó sobre ellos, entre los dos convocaron un campo de fuerza. Y cuando el fuego se extinguió por la frialdad de la nieve y ártico clima de Jötunheim, una embocada se fue contra ellos.

Helblindi maldijo en voz baja y empuño su espada de hielo con su derecha y en su izquierda de formo un escudo cristalino del mismo material, y casi al instante se fue en contra de los guerreros, Farbauti jadeó sorprendido y fue cuando saco su daga, invoco una materialización de su propio cuerpo y le entrego la daga, copia y creador se vieron a los ojos y la de falsa identidad asintió sabiendo cual era su tarea.

Helblindi asesinaba a la raza rival a diestra y siniestra con su espada, cada ataque en el punto, moviéndose bruscamente pero a la vez tan elegante como se lo permitía su cuerpo,  asesinando y decapitando cabezas con la hermosa espada de cristal, esquivando cada golpe con el escudo de hielo. Un conjunto completo se le vino encima y lo acorralaron en la pared de la montaña, gruño con salvajismo cuando observo que el escudo de rompía.

Helblindi blandió su espada por debajo del escudo y corto las piernas de algunos sondados que cayeron al suelo mutilados y gritando de dolor,  lo mismo hizo con los que le llegaron como refuerzos amputando brazos, piernas y cabezas, intentado ganar tiempo para darle más fuerza a su escudo que ya no daba más, reparándolo al instante con su magia. Presto atención hacia adelante y observo como su progenitor era rodeado por Aesir, los cuales caían sin remedio y sin vida después de ser degollados con la daga. Sonrió con eficiencia, Farbauti era poderoso y podía cuidarse por sí mismo. Pero entonces el recuerdo del infante llego a su mente y lanzándose también contra los soldados  entre los dos les acabaron, la copia del monarca de Jötunheim desapareció ante sus orbes escarlatas mientras daba una elegante reverencia y le entregada el arma prestada por su creador. Para Helblindi la incógnita fue auto-respondida cuando esto pasó. Estrujó la daga entre sus manos y fue a reencontrarse con su madre.

—  Aquí estamos, cielo. — Escuchó a sus espaldas y se dio la vuelta con una sonrisa orgullosa, pero está desapareció cuando vio que de manera sigilosa un arquero Aesir preparaba una flecha y la apuntaba hacía Farbauti, el cual corría a su encuentro ignorante del mal que le asechaba.

Con un movimiento rápido el príncipe rodeó con sus brazos a su madre, formando un escudo humano justo en el momento en el que el Aesir disparó la flecha, al mismo tiempo en el que Helblindi lanzaba la daga la cual dio directo en su cuello, asesinándolo al instante. Con un gemido de dolor el joven príncipe cayó de rodillas al suelo, y Farbauti aun desorientado por el repentino movimiento se desmoronó a su lado, fue cuando con preocupación, intento curarle con un hechizo, pero su segundogénito se lo negó, alagando que corriese al refugió.

En la infinidad de los polares alrededores el eco de pisadas y gritos de guerra se hacían cada vez más fuertes. El pánico de Farbauti tomó aun más ímpetu.

—  No, no te voy a dejar aquí, bebé, te vienes si o si conmigo. —Chilló con voz asustada el doncel, mientras que de su mano un brillo azul brotaba y colocaba su palma en el hombro derecho de Helbli, lugar de la herida. Levanto ligeramente la mirada al escuchar los gritos y pasos apresurados de las tropas de refuerzo, el cuerno de guerra sonó avisando la ubicación del enemigo. El pánico se apoderó por completo de su cuerpo y apretó a Loki contra su pecho fuertemente—.

 

—  Escucha, —La herida ahora solo era una cicatriz, Helbli se puso de pié, Farbauti hizo lo mismo— Quiero que vayas al templo, yo me encargaré de ellos —Helbli pudo ver la réplica en los ojos de su ascendiente— Hazlo por favor, yo me quedaré aquí, no han de ser muchos y Padre me ha encargado mantenerlos a salvo. Lo voy a hacer cueste lo que cueste, madre.

 

Y al ver la determinación en los ojos del segundogénito de sus hijos, Farbauti no pudo abrir la boca y quejarse, con magia llamo a su daga que sostuvo firmemente con la mano y dando un beso en la mejilla de su adorado hijo, un roto “Cuídate” y una caricia en el cabello, Farbauti emprendió la carrera hasta el templo.

Su garganta y pulmones, al igual que sus piernas dolían, el frío secaba la saliva de su boca y mucosidad en sus fosas nasales, el tener que inhalar rápidamente para poder mantener un mínimo de oxigeno en su pecho para poder continuar con aquel rápido paso, que hacía que sintiese la horrible picazón en su tráquea y nariz y esas mismas fuesen en aumento, exhalando el típico vapor que lucha contra el frío para mantenerse cálido, perdiendo al ser minúsculo. Tenía que mantener ese fugaz movimiento si quería llegar a su refugió sin que le descubrieran estando a campo abierto.

Escucho el eco del cuerno de guerra de las tropas de reemplazo Aesir y un aullido de batalla de su hijo, luego, el eco de las magistrales montañas cubiertas en la pura nieve reveló el perturbador sonido de una espada cortando la carne y el de la sangre siendo chispoteada en la nieve.

Pero aun así, en medio de su desespero y terror, el joven Jotun siguió corriendo sin detenerse, sus piernas ya no daban a más pero observo con esperanza la enorme y engañosamente devastada fortaleza hecha de piedras, en la cual estaban talladas runas en Jötnar antiguo. Se veía el frío purificador bañándole, cubriéndole cual abrazo y casi ocultándole completamente, la nieve fría posada con mendaz inocencia sobre la edificación… Era, posiblemente la estructura más antigua de su reino.

Con desasosiego, Farbauti llego a la enorme entrada del tabernáculo, sus pupilas dilatadas y el aliento agitado. Jadeante y desconfiado del silencio,  su instinto le advertía el peligro y por experiencia propia comenzó a caminar silencioso hasta su entrada. Levanto lentamente el brazo y con su dedo índice rosó suavemente la puerta, y observo con auto eficiencia como el poder y reconocimiento de su magia se hacía presente, las runas se iluminaron en un pálido y brillante color azul, y frente a los ojos del joven se rescindo la ilusión que mantenía oculto el templo.

La enrome puerta de piedra y uru cedió a la ligera fuerza usada, sin hacer ningún tipo de ruido delatador. Farbauti al saberse salvado apretó a Loki contra su pecho, el cual se removió inocentemente hacia el pecho de su madre para poder escuchar los acelerados latidos de su corazón. El mayor sonrió encantado y dando un suspiro se adentro a la oscuridad del tabernáculo, a los lados de la entrada dos recipientes de piedra rellenos con paja y madera seca se encendieron gracias a la magia ya empleada dando un mínimo de luz con un fuego azulino y verde, observando desconfiado y agudizando su oído bajo las no muy extensas pero si largas escaleras hasta llegar al comienzo del santuario, tocando una alfombra de color azul oscuro.

Haciendo una elegante movimiento con sus delgados dedos, lanzo un hechizo sencillo y este mismo lo dirigió hacía el centro del lugar creando un candelabro de cristal y hielo, haciendo que una luz mágica se creara e iluminase cada rincón de aquella fortaleza, iluminando las enormes paredes de uru adornadas de runas que se observaban antiguas y muy viejas, telas y cortinas de diversos colores colocadas por el techo y adornando en forma de “U” en las paredes, observó las columnas y vigas hallándolas antiguas, fuertes y fascinantes, presenció cómo unas enormes copas doradas que estaban cerca del terminar del santuario, a los lados de un enorme velador con fotos y estatuas de los reyes anteriores,  se encendían con un fuego mágico de colores azul y verdes suaves. Y el joven pelinegro se dio cuenta de lo antigua que eran las fotos.

Se sintió ansioso por el silenció y sin otra cosa más que hacer se dirigió a aquel velar con pasos lentos y que se escucharon por el eco, escondiéndose atrás de las telas creo con facilidad una hermosa cunita hecha de hielo, plata y escarcha con grabados de estrellas en ella, mantas y almohadones, con suavidad coloco a Loki en ella y acaricio la redondita mejilla, el infante abrió sus ojos escarlata y observo entusiasmado a su mamá, una adorable e inocente sonrisa broto de sus labios mientras que levantaba sus manitas para poder tocarle, mientras que gargajeaba soniditos adorables.

A Farbauti se le derritió el corazón y una sonrisa apareció en su hermoso rostro, dejo que Loki tomara con sus manitas uno de sus dedos y agachándose un poco más beso sus manitas. De pronto su corazón dio un vuelco cuando en su mente cruzo un espantoso pensamiento…

“¿Qué pasará?”

Y se rompió, ya no podía más con esa fachada, con esa cara engañosa de tranquilidad. Sus ojos de rubí se llenaron de lágrimas, lágrimas traicioneras que se perdieron en su cuello, pronto los sollozos se hicieron audibles y separándose ligeramente de Loki se tapo la cara con las manos, pensó en su gente, en la sangre, en sus hijos mayores, en su esposo y todo ese miedo se hizo presente en su pecho y los gemidos ahogados por el llanto fueron escuchados por el infante, que sintiéndose angustiado por ver en tan lamentable estado a su madre comenzó a removerse en su cunita para intentar llamar su atención mientras que ruidillos inocentes brotaban de su boquita. Al escuchar los indicios de llanto de su bebé, Farbauti destapo su rostro y bajo la mirada, sintiéndose culpable por preocupar al infante, tomó a Loki suavemente.

 

—  No, no, no, no, no mi amor, no llores cielo,  estoy aquí mira —Loki observo con ojos cristalinos a su madre y a Farbauti se le ocurrió la idea perfecta para arrullarlo, tomó aire y comenzó a cantarle una nana muy antigua, aquella que su fallecida madre le cantaba cuando aún era un pequeño niño con terror a la soledad y a los Aesir—:

 

Ummm… ummm… ummm…

Hush, child, the darkness will rise from the deep and carry you down into sleep. 
Child, the darkness will rise from the deep and carry you down into sleep. 

 

Y la voz dulce del joven Jötnar se escucho por todo el templo, produciendo un eco encantador, resonando de manera armoniosa y logrando que toda la atención del bebé se resumiera solo en su madre, quien observando con dulzura a Loki cantó el primer párrafo.



Guileless son, I’ll shape your belief. 
And you’ll always know that your father’s a thief. 
And you won’t understand the cause of your grief.
But you’ll always follow the voices beneath.

 

Por alguna razón, las frases de la canción le producían cierta angustia, un sentimiento de agobió. Pero que al impúber parecían calmar de sobre manera.



Loyalty (x6) 
Loyalty only to me. 

Guileless son, your spirit will hate her. 
The flower who married my brother, the traitor. 
And you will expose his puppet behavior. 
For you are the proof of how he betrayed her.

 

 


Loyalty (x6)
Loyalty only to me.

 

 

Loki comenzó a cabecear al llegar a este punto de la canción. Pero un sin quitar esa mirada de pura inocencia, observaba con obligada atención a su madre.

 



Hush, child, the darkness will rise from the deep and carry you down into sleep. 
Child, the darkness will rise from the deep and carry you down into sleep.


Loyalty (x6)
Loyalty only to me.


Guileless son, each day grow older. 
Each moment I’m watching my vengeance unfold. 
For the child of my body, the flesh of my soul. 
Will die in returning the birthright he stole. 

 

 

De la nada lagrimas comenzaron a correr por su rostro, sentía que estuviese marcando el destino del pequeño cada vez que pronunciaba una de las palabras. Loki se durmió en sus brazos.

 


Loyalty (x6) 
Loyalty only to me.

 

El joven hechicero jamás sabrá que nunca estuvo equivocado…



Hush, child, the darkness will rise from the deep and carry you down into sleep. 
Child, the darkness will rise from the deep and carry you down into sleep. 


Loyalty (x6) 
Loyalty only to me.

Justo al terminar la canción, un estruendoso golpe llego desde la puerta del tembló. Ignoró los pasos acercándose, beso con cariño la suave frente del pequeño y se permitió observarlo, mientras que oía como la cruel risa de aquel que había empezado todo esto resonaba a sus espaldas, no tenía fuerzas ya.

 Las lágrimas rosaban con insistencia sus mejillas, abrazo al pequeño contra su pecho, hasta que sintió la hoja de la espada atravesar su abdomen, el aire abandonar sus pulmones, la sangre derramándose en el sagrado suelo, y con sus últimas fuerzas e intentando un golpe final, su mano derecha se envolvió de un fuego blanco, y dándose la vuelta bruscamente golpeo con sus últimas fuerzas la cara de su agresor, quemando su piel en un golpe certero. Sonrió, al menos dejo una marca… Aquella cicatriz servirá para que nunca olvide su pecado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

realmente espero que les haya gustado :3333

perdonenme lo errores xD aun toy chiquita(? xDD

buenas noches


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).