Sukook
Capítulo 2: "Parte 2"
Entraron en la habitación y sentó al menor en su cama correspondiente.
—Muy bien, ahora dime lo que te sucede…
—Es que… —de la nada volvió en sí y miró con duda al mayor—. No estoy seguro…
—¿De qué? —se sentó en su propia cama.
—De lo de TaeHyung y HoSeok hyung… —confesó.
—¿Cómo que no estás seguro? ¿No querías que ambos estén juntos?
—Sí, pero… por lo que estaban haciendo… —bajó la mirada, YoonGi sonrió de lado.
—¿Y qué tiene eso?
—Bueno, opino que es un poco raro o extraño… —formó un pequeño pucherito con sus labios.
—¿Raro? —suspiró—. A ver… respóndeme si esto es raro… —se acercó a JungKook.
—¿El qu-? —fue interrumpido por un ligero roce de ambos pares de labios.
—¿Y…? —el mayor se separó.
—Pues… —Kook abrió los ojos lentamente—. No…
—¿Y entonces, por qué se te hace raro el de ellos?
—Supongo que era diferente. No sé, tal vez ¿la duración? —YoonGi rodó los ojos y de nueva cuenta besó al menor, tomando su barbilla entre su mano derecha. Esta vez duró más, pero apenas hubo un ligero movimiento, puesto que el maknae no terminó de corresponder.
—Y… ¿esto es raro? — insistió.
—No…, pero sigue siendo diferente…
Inconscientemente ambos habían iniciado un juego en el que trataban de satisfacer sus deseos propios; el menor había notado que si insistía con eso, tal vez pudiera adquirir algo más del mayor, y éste vio ligeramente las intenciones del otro.
Iniciaron otro beso, esta vez con un poco más de intensidad. YoonGi pasó de su mano de la barbilla hasta el hombro de JungKook y le empujó ligeramente, logrando recostarlo en su cama. Se separaron nuevamente gracias a la falta de aire, ambos intentaban recuperarlo mediante pequeños jadeos.
—Y… ¿Sigue siendo raro, pequeño?
—Esto no…, pero porque es diferente —el castaño se alejó un poco del otro, observando la posición en la que se encontraba.
—Y, según tú, ¿cómo rayos es? m—JungKook estaba acostado en su cama y a un lado estaba sentado YoonGi.
—Así —el peli-rojo se levantó ligeramente y tomó la nuca del mayor con su mano derecha, acercando sus rostros de manera rápida pero cuidadosa, ambas cabezas girándose al lado contrario para que sus labios encajaran.
Un beso de mayor intensidad fue iniciado esta vez por JungKook, quien volvió a recostarse mientras atraía a YoonGi encima de él; su otra mano la posó de igual manera en la nuca del mayor, acercándolo lo más que se pudiese.
El castaño apoyó ambas manos en la cama, a los costados del menor, para poder sostenerse. Después se un tiempo se separaron sólo por un segundo para poder tomar el aire necesario y continuar con el contacto.
YoonGi abrió los ojos durante el beso y observó el rostro del otro pegado al suyo…, era realmente hermoso a sus ojos, no podía creer que en serio estaba besando de esa manera a su pequeño angelito, a quien deseaba ‘probar’ desde hace tiempo.
Apoyó todo su peso en una sola mano mientras que con la otra acariciaba el rostro de JungKook y apartaba algunos mechones para poder verle del todo; se vio descubierto cuando el chico abrió los ojos y se dio cuenta de que le observaban. Terminaron el contacto con ambas miradas conectadas de manera hipnotizante.
Yoon pensaba que en verdad le gustaba el tener a JungKook de esa manera, jadeante debajo de él… tratando de buscar el oxígeno faltante debido a que él se lo arrebató… Rápidamente sacudió su cabeza por un momento; “¿En serio estoy pensando de esta manera de Kookie?”, se reprendió “Es tan sólo un chiquillo…”.
—Entonces, ¿a eso te referías? —siguió un poco con el ‘juego’ mientras se apartaba, alejando algunos malos pensamientos que se empezaban a formar en su cabeza.
—Sí…— desvió la mirada, un ligero sonrojo había aparecido en todo su rostro—. Hyung… —tomó a YoonGi de la muñeca, impidiendo que se apartara del todo, el otro regresó un poco a su lugar—. ¿Po-Podemos seguir haciendo ‘cosas extrañas’? —el tono sonrosado se intensificó en sus mejillas.
El castaño se sorprendió al escuchar esas palabras saliendo de la boca de su ‘inocente’ JungKookie.
—¿A-Ahora a qué te refieres con ‘cosas extrañas’? —tenía los ojos un poco más abiertos de lo normal.
—Y-Ya sabes… a… eso —quería que el otro le entendiera para ya no tener que decir exactamente lo que él quería.
—No te entiendo, Kookie. Si me lo dijeras, con gusto haría lo que me pidieras…
—Es que… ush… —regresó la cara hacia el frente y conectó mirada con YoonGi; tenía el estómago hecho un lío, sentía girones dentro de él… gracias al nerviosismo. Quería que le entendiese, pero ya que la mirada de su mayor seguía reflejando duda, decidió aclarar de una vez su deseo— Esto…
Empujó a YoonGi por los hombros y logró acostarlo, acomodándose encima de él, y empezó a besarlo en el cuello, de manera lenta y cuidadosa… pero aun así desesperada. El mayor se sorprendió aún más con aquella respuesta, entró en un pequeño estado de shock, pero reaccionó en el momento donde sintió cómo su cuello blanquecino era marcado, a forma de mordidas, por el menor.
—Eh, espera Kook —intentó apartar al otro, aquel contacto se sentía tan bien, tal vez demasiado…
—Mmm… —se quejó el otro, sin apartarse.
—No, no hagas eso…— decía, como un suspiro áspero que salía de su boca.
JungKook obedeció y se apartó de él, sentándose en su abdomen bajo.
—¿Por qué? —hizo un pequeño puchero.
—Porque, sinceramente no me está haciendo mucho bien que digamos… —sentía que un dolor se empezaba a formar en su entrepierna, tenía que parar de una vez si no quería que esto llegase a algo mucho más serio…
—¿En serio? —puso la cara más inocente que encontró— Porque… según otra cosa, esto es demasiado bueno para ti… —inició un ligero movimiento de caderas.
—Ah… —YoonGi gimió por lo bajo al sentir tal presión sobre su miembro— K-Kookie… en serio… Pa-Para— le rogó.
—Hyung, ya he iniciado esto… y, en realidad, no quiero pararlo… —se acercó peligrosamente al rostro de su mayor.
El castaño no estaba seguro de qué responder… si paraba en este momento, tal vez no pudiera conseguir otra oportunidad como esta, pero, si seguía, no podría controlarse y tal vez terminaría lastimando al menor. Aunque, esta vez, ganó la parte que deseaba lujuriosamente a JungKook.
—Entonces… sigamos, cariño —sonrió ladinamente e invirtió las posiciones.
Empezó a repartir besos por el cuello del menor, dejaba pequeñas mordidas en ambas clavículas y, con su mano derecha, empezó a tantear el borde inferior de la camisa del maknae, subiendo lentamente por cada botón, hasta llegar al primero de la parte superior.
JungKook lanzaba pequeños suspiros al sentir la boca de su hyung por todo su cuello. Entre abrió los ojos y alcanzó a ver cómo le era lentamente desabotonada la camisa desde la parte de arriba. Por botón que se desprendía, por centímetro que bajaba YoonGi en la extensión del pecho del maknae.
El mayor descubrió un punto erógeno al momento en que metió uno de los pezones del otro en su boca; JungKook gruñó con la voz un tono un poco más grave de lo acostumbrado. Pasó de ahí al otro, el del lado izquierdo, y siguió jugando con él mientras que el otro era atendido por su mano derecha.
—H-Hyung…
—Mmm… —la vibración que provocó el sonido afectó en el movimiento de su boca.
—T-También quiero hacer que te sientas bien… —el mayor paró y levantó la mirada, se encontró con el rostro de JungKook un poco sonrojado y una ligera capa de sudor empezaba a formarse desde su frente.
Decidió darle oportunidad y se acostó en la cama, esperando que el menor haga lo que quiera con él. JungKook se puso de nueva cuenta encima de YoonGi; ésta vez no estaba seguro de lo que debía de hacer para seguir al mismo ritmo de hace rato, el mayor se dio cuenta de eso, así que, lo único que terminó, fue quitar la camisa del menor, pasándola por los hombros y lanzándola a algún lugar más allá en la habitación.
Esto le dio una idea al peli-rojo. Tomó los bordes de la camisa de YoonGi y la fue subiendo lentamente hasta que el otro tuvo que subir los brazos, quitó la camisa y la aventó hacia el mismo lugar donde se dirigió la suya momentos atrás.
Empezó a besar el cuello, las clavículas y parte del pecho, pero lo que agregó esta vez era su mano derecha yendo un poco más debajo de lo que verdaderamente debería. La posó encima del pequeño bulto que empezaba a formarse en los pantalones del castaño y oprimió un poco.
YoonGi gimió por lo bajo. JungKook acariciaba por encima de la ropa mientras subía para besar al mayor, quien empezó a mover las manos por la espalda desnuda del otro; las bajó hasta llegar hasta el borde del pantalón que llevaba puesto, rodeó su cuerpo con ambas manos hasta llegar al cierre de la prenda. El maknae repitió sus acciones; ambos estaban con el beso mientras terminaban de desvestir al contrario.
Cuando tuvieron que separarse en busca de aire, lanzaron ambos pantalones hacia donde cayeran, quedaron únicamente con los bóxers puestos. Estaban hincados en la cama uno frente al otro, debido al movimiento que hicieron para quitar la penúltima prenda. JungKook no pudo evitar dirigir su mirada a aquella prenda única en el cuerpo de YoonGi, se sorprendió por lo que encontró.
—H-Hyung… —aparte de la tienda que se formaba en la ropa, notó algo diferente—. ¿No son esos… mis bóxers? —le preguntó, el castaño sonrió de lado mientras se acercó al otro.
—¿Y si lo son…, qué? —volvió a tomarlo de la barbilla y le besó el labio inferior, para luego tomarlo entre sus dientes y jalarle un poco— Sabes que me confundo de ropa muchas veces… —le respondió junto al oído—. Pero, si tanto te molesta… podría devolvértelos ahora… o podrías tomarlos por ti mismo… —se alejó, observando el poema avergonzado que mostraba el rostro del maknae.
—C-Ciertamente… S-Supongo que tendré que hacerlo… —extrañamente, JungKook intentó mostrar lujuria en el gesto que hacía.
Tomó el borde del bóxer de su hyung y lo deslizó lentamente hacia abajo, cuando terminó de sacarlo por los pies, se dio cuenta de la tremenda extensión que se erguía ante él, pero, sinceramente, ver aquello… a YoonGi completamente desnudo sólo para y por él, hizo que su miembro le doliera con mayor intensidad
—Pero… ¿sabes qué he notado ahora? —siguió jugando el castaño. JungKook no podía dejar de mirar por el rabillo del ojo hacia la entrepierna del mayor, aunque intentaba mirarle solamente a los ojos.
—¿Q-Qué, hyung? —tragó duro.
—Que, extrañamente, me gustan más esos que traes puesto… así que tendré que quitártelos, sea o no a la fuerza.
—¿¡Qué!? ¡No! —al peli-rojo le apenaba que le vieran completamente desnudo, aunque pensaba que tal vez sería lo justo.
—Dije: ‘Sea o no a la fuerza’ —y enarcó una ceja.
Se lanzó hacia el otro, recostándolo en la cama, mientras tomaba las muñecas con la diestra por encima de su cabeza y bajaba la izquierda para tomar el resorte de aquella prenda roja. Se deshizo de ella lo más rápido que su mano le permitió, dejando completamente expuesto al pequeño ante sus ojos.
JungKook intentaba zafarse del agarre que aprisionaba sus muñecas, flexionaba sus rodillas para ocultar su miembro del otro. YoonGi decidió dar un paso atrás fuera de la cama para poder observar mejor al menor. La imagen que éste le otorgó fue mucho más erótica de lo que él pudiese haber creado en su mente.
El peli-rojizo estaba acostado en su cama, cabello revuelto, respiración entre-cortada por el esfuerzo anterior y sus pequeñas manos tratando de ocultar su entrepierna desnuda… las sábanas revueltas debajo del otro no ayudaban demasiado a que él tratara de calmarse para evitar cualquier estupidez que pudiera dañar a JungKook.
—N-No, no me veas —suplicó.
—Pero, si eres lo más hermoso que cualquiera pudiera ver jamás, ¿cómo podría evitarlo? —se defendió.
—No digas eso…
—Pero, si es cierto… Eres demasiado bello para mí… y cualquiera que diga lo contrario, debería de buscar un trasplante de retinas por ser ciego ante tal belleza —insistió. JungKook apartó sus manos y las dirigió a su rostro, ocultándolo de esos halagos que le daban vergüenza— No, Kookie —se acomodó encima de él y apartó con cariño las manos—. No debes de avergonzarte… Sólo quería que supieras lo mucho que me gustas, y no sólo físicamente, aunque en verdad seas muy, demasiado, guapo, sino que también por todo lo demás… tu forma de ser, de pensar, de comportarte conmigo, de cómo bailas, cómo cantas… en fin, una y un millón de cosas podría mencionar de lo mucho que me gustas.
JungKook se quedó sin palabras ante aquella declaración del mayor; su corazón estaba más que acelerado después de eso, pensaba que tal vez YoonGi pudiera escuchar el retumbar contra su pecho. Se vio con la obligación de decirle algo más al otro, pero fue interrumpido al sentir algo que nubló sus sentidos y le obligó a cerrar los ojos.
—¡Ah! —arqueó su espalda, llevando su cabeza hacia atrás, cuando la mano del castaño se cerró alrededor de su miembro.
Empezó con una lenta felación mientras escuchaba unos suspiros provenientes del otro. Iba desde la base hasta la punta, toqueteándola un poco con el pulgar. Después de un tiempo decidió terminar de una vez con todo eso.
Tomó la mano del otro y la dirigió hasta el miembro propio.
—Tú también —le ordenó.
JungKook no le dijo nada y empezó con un torpe movimiento que consistía en un simple vaivén de muñecas. YoonGi posó su mano encima de la otra y la incitó a mover más rápido. Ya que tomó la velocidad ‘necesaria’, siguió su trabajo con la extensión del menor.
La mano propia y contraria bailaban y masajeaban entre tanto y tanto el miembro de cada uno. Sus bocas se unieron de nuevo, formando otro beso que pronto se volvió una lucha para ver quién dominaría la boca contraria; ahogaban sus gemidos en la garganta del otro, limitándose a escuchar el frenesí movimiento que se formaba en la parte baja de sus cuerpos.
—H-Hyung, me vengo —JungKook logró zafarse del beso que había dominado YoonGi para avisarle que estaba por terminar.
—Y-Yo también.
Aumentaron el movimiento de sus manos y colocaron su cabeza al lado de la otra. Querían escucharse al momento de llegar al punto máximo de ese momento.
—¡YoonGi hyung!— el peli-rojo terminó primero, manchando su mano y la del mayor.
—¡Kookie!— el otro terminó sólo segundos después, manchando la mano del menor.
El castaño se acostó, recibiendo el otro cuerpo encima de él, apoyándose en su hombro y usándolo como almohada.
JungKook pensaba que esa noche iba a pasar algo más que eso, así que le extraño el que YoonGi empezara a quedarse dormido en la posición que se encontraban.
—Hyung, ¿no-?— alzó la mirada, encontrándose con que el castaño le veía… Tenía la intensión de preguntarle acerca de eso, aunque el otro le tachara de pervertido o algo por el estilo.
—¿Qué pasa, pequeño? —preguntó cariñosamente.
—¿N-No…? —nuevamente no era capaz de decir lo que pensaba— ¿No ha-haremos…?
—¿Hacer qué? —YoonGi quería hacer sufrir un poco más al maknae.
—Pues… y-ya sabe… —sentía una mezcla de sentimientos gracias a no saber exactamente cómo expresarse.
—Si no me lo dices, no sabré a qué te refieres… —sonrió un poco, suprimiendo una pequeña carcajada.
—¡Ush! —JungKook sentía un pequeño odio a sí mismo por no ser capaz de decir unas simples palabras. YoonGi le besó tiernamente la frente, el otro entre-cerró los ojos por el contacto.
—En realidad sí sé a qué te refieres —JungKook se sonrojó nuevamente por sentirse “descubierto” — Y la respuesta es no. No llegaremos a algo más lejos por esta vez… — el maknae bajó el rostro, se sentía avergonzado debido a la pregunta que quería formular.
—E-Eh…
—Decidí no hacerlo puesto que no es el momento indicado para eso. Por ahora, descansa simplemente, pequeño —y besó nuevamente su frente.
—E-Está bien, hyung —respondió, mientras se giraba y buscaba una almohada para poder dormir mejor.
—Espera… —el otro regresó la cabeza—. ¿Por qué te mueves? Estábamos tan bien así… —extendió de nuevo el brazo indicándole a JungKook que se volviera a acostar, éste se recostó de lado en el brazo derecho del mayor. El castaño pasó el otro brazo por su cintura, estaban abrazados y listos para dormir.
YoonGi estaba a punto de quedarse dormido, pero pudo escuchar lejanamente las palabras que le dirigía el menor, con la voz más bajita de lo normal.
—Descanse, mi pequeño terrón de azúcar hyung— el menor se atrevió a decir, con el nerviosismo de que el otro le haya escuchado carcomiéndole. Cerró los ojos lentamente y se imaginó el que el otro no haya escuchado aquellas palabras que, en un momento de locura, le vinieron a la mente.
El mayor cayó en las manos de Morfeo con tremenda sonrisa enternecida impregnada en el rostro.
Fin