A veces los caminos no se cruzan y cuando no se cruzan es porque el destino así lo quiere. Y ante eso no puedes hacer nada, o tal vez si, algo como resignarse, si, esa era una buena opción.
Las caminos que él tendría que cruzar parecían fáciles pero la verdad era otra esos caminos eran más difíciles de cruzar que cualquier otro camino y él lo sabía más que otra persona.
Él sabía que tarde o temprano eso pasaría pero nunca pensó que pasaría tan rápido.
Cuando Eunhyuk le comenzó a decir que tenía el permiso de su mamá para visitarlo al terminar el semestre, era algo que en vez de alegrarle, le deprimía. Quiso sonar lo más normal que pudo para no preocupar a Eunhyuk. No quería romper la ilusión de él, no quería romper sus ilusiones. Y su mejor opción fue cortarle el teléfono antes de que no pudiera morderse más la lengua y terminara soltando la verdad que tanto quería ocultar.
Donghae no aguanto más, se recostó en su cama después de cortarle la que sería la última llamada que haría con él, con esa persona especial que aún no podía creer que era suya, pero que pronto dejaría de serlo, para ser la persona especial de otra persona, que si supiera amarlo como é lo merecía, que le diera ese cariño y ese juntos para siempre que él mismo le había prometido a Eunhyuk y no le podría cumplir. Con esos pensamientos rondando su cabezo se quedó dormido.
Un mese….
Había pasado un mes y el aún luchaba, luchaba por ese amor, luchaba por esa persona que aún le esperaba, aunque él desease lo contrario.
Luchaba por cumplir su más sagrada promesa, por cumplir ese SIEMPRE JUNTOS.
Era su cuarta semana internado, era esa cuarta semana que sentía que el alma se le iba pero tenía que aguantar. Tenía que ser fuerte.
Hace bastante tiempo que había dejado de asistir a clases su enfermedad se empezaba a agravar hasta que llego el punto donde ya no podía salir del hospital. Le había avisado a su mamá que él estaba enfermo y que la necesitaba, su madre que en realidad era su tía, pero que lo había criado desde pequeño desde que su mamá falleció, estaba ahí junto a él. Ambos esperando ese momento cúspide del final de esa luz que aún se negaba a marcharse.
Esa cuarta semana en la que Donghae no resistía más y pido papel y lápiz, y comenzó a escribir aquella cruel pero necesitada despedida.
Querido Eunhyuk.
Hola, amor. Tal vez solo debería decirte Eunhyuk, si, aunque suene algo frio, creo que es mejor.
Hola Eunhyuk, vaya. Ahora es cuando todo lo que había formulado en mi cabeza hace 5 minutos desapareciera así de la nada. Por donde comenzamos amor, disculpa. ¿No te molesta, verdad?
Sé que te debo mil disculpas y un millón de perdones. Pero después de este espero entiendas, que no quería verte llorar o sufrir por mí, eso me lastima me duele, más que mi enfermedad.
Mi enfermedad.
Desde aquí partimos, supongo que cuando leas esto es porque por más que luche no pude resistir y me rendí, me rendí al destino, me rendí ante la vida, me rendí ante todo. Absolutamente a todo, pero ahora que te escribo esto quiero decirte que estoy eso dicen los médicos, estoy tranquilo. Pero te extraño y mucho. No te imaginas cuanta falta me haces.
Cuando leas esto lamento decirte que será tarde para vernos.
Será tarde para darnos un abrazo o darnos un beso, o el simple hecho de vernos.
Quiero decirte que fuiste lo mejor que me pudo pasar en mi vida.
Te doy las gracias por haberme hecho feliz tanto tiempo, gracias haberme soportado y gracias por haberme amado y por sobre todo gracias por haber aparecido en mi camino de una manera que jamás olvidare. Supongo que en esta parte ya debes de estar llorando cual niño, moqueando y sollozando y pensar eso me parte más el alma. Ahora es cuando pienso y ¿Por qué no lo llame?. Tal vez por querer evitar escuchar tus lágrimas y tus porque eres tan idiota Donghae.
Viene la parte cruel de todo esto. Eso deduzco yo.
Ahora estoy internado, pero cuando te llegue esto creo que ya no estaré internado.
Hace aproximadamente cinco meses me detectaron un quiste, una pequeñísima bolita en mi espalda, y que crees amor, era cáncer. En ese momento no me preocupe tanto, los médicos me habían dicho que aun podía tener cura, evite el decírtelo por miedo, por egoísta. No quería que te fueras de mi lado por culpa de algo que tenía solución. Cuando tu mamá nos separó volví a hacer me estudios y resulto que todo se agravo y que mis días estaban contados con los dedos de la mano, ahora veo que se equivocaron porque de eso hace un mes y aquí sigo.
Cuando me llamaste aquella vez lo recuerdas yo sí, tú estabas muy feliz porque nos veríamos terminando el semestre, yo no quería romper tus ilusiones y después me dijiste lo que choco hizo eso me llego a mi delgada alma, lo único sabio que se me ocurrió fue colgarte y no llamarte. Y agradecí que tú no intentaras llamarme y si lo hiciste lo siento, apague mi teléfono.
Realmente no sabes lo difíciles que han sido los últimos días y tú estás presente siempre en mi mente.
Lamento mucho no poder cumplir la promesa que te hice aquel día cuando me dabas besos sabor a chocolate y mocos, esa promesa que ahora se me hace demasiado difícil de cumplir y espero me perdones por eso.
Mientras escribo esto, a mi mente se vienen todos aquellos momentos que pasamos juntos, tantas cosas que hicimos y cuantos momentos memorables, todo me lo llevo en mi corazón.
Quisiera seguir escribiendo para ti, pero ahora ya no aguanto más y tengo muchas ganas de llorar, ahora es cuando de verdad veo que ya no hay vuelta atrás.
Espero que tu sigas tu camino siempre adelante y nunca veas hacia atrás, hacia ese pasado tormentoso. Cuando yo no este. Quiero que seas feliz.
¿Me lo prometes?
No quiero que llores por mí y por lo idiota que fui, solo quería tu absoluta felicidad.
Cuando leas esto, yo estaré junto a ti.
*Sin importar cuantas veces anochezca y amanezca quiero hacerte sonreír sin importar a donde lleguemos.
Sin ti, el color del cielo estará vacío nada funciona sin ti.
Tu y yo mano a mano nos conectamos, tú y yo sigamos sintiendo el viento, sincronizando nuestros pasos, cruzando miradas tú tan solo dame el amor que necesito.
Un pedazo de nuestra canción quiero decirte que te mentí, esa canción no la compuse por tarea de la escuela, la escribí en un momento de óseo pensando en ti, en mí y en nuestra historia.
Estas son mis últimas palabras, justo ahora me toca la quimioterapia y cuando salgo de esas cosas termino bien amolado. Podría seguir escribiendo por días, contándote como me va o que tal estoy pero no quiero hacerte sufrir más.
Te amo, nunca lo olvides por favor. Te prometo que nos volveremos a ver, mi amor.
Tu estúpido, Lee Donghae.
Justo cuando Donghae termino de escribir aquella despedida definitiva se soltó a llorar como jamás lo había hecho.
Entre sollozos le hablo a su mamá, y ella que leía un libro lo dejo sobre la mesa de noche y con el rostro dulce se acercó a él, dejándolo llorar todo lo que necesitaba llorar.
–Ma.. mamá, qu.. quie.. quiero q. que es.. esto s.. se l.. lo de.. des a.. a a Eunhyuk cu..cua.. cuando y.. yo ya n.. no es.. este po.. por fa..favor –Donghae hablo con un hilo de voz a su madre que estaba al pie de su cama.
Dos Meses.
Dos meses
Dos meses
60 días más bastaron para que de la noche a la mañana una máquina que checaba el cardío de los pacientes comenzara a soltar un pitido, un simple pitido.
Dos meses de lucha, de sufrimiento, de lamentaciones y de felicidad por los recuerdos creados.
Dos meses más bastaron para que a Eunhyuk le llegara un sobre.
Dos meses más bastaron para que Donghae soltara su último aliento, su último suspiro, su último pensamiento, y su última añoranza.
Dos meses, un segundo bastaron para que Lee Donghae recordara que su relación con Eunhyuk había sido un AMOR ESCOLAR.