Sintió la corriente de aire frio en su espalda, e instintivamente jalo la cobija para cubrirse. No recordaba con claridad el día anterior, pero estaba seguro de estar en su casa, por el silencio, el olor característico del aromatizante que utilizaba y la comodidad de su cama. Sabía también que no tenía nada que hacer ese día, así que no se molesto en levantarse. Escucho un ruido dentro de la habitación y luego sintió una mano sobre su frente. Se quedo quieto, completamente desconcertado por lo que acababa de ocurrir. Abrió los ojos, separándose bruscamente del borde de la cama y pegándose lo más que pudo al muro.
.- lo siento… ¿te asuste?- Adrik miro incrédulo y aun desconcertado a Desmond, que lo miraba con un deje de curiosidad y arrepentimiento, que se dibujaba en los colores algo mas opacos de su aura, y que contrastaban con el blanco brillante predominante. Gimió ante el colorido cambio de colores y cerró los ojos.
.-tus colores me molestan… me darán dolor de cabeza, y aun es temprano para eso.- murmuro entre los dedos de su mano, con la que se cubría la cara.
No estaba de humor para ver auras incandescentes brillando por su casa…
.-un momento… ¿Qué demonios haces en mi casa?- soltó de pronto, abriendo los ojos y mirando de mala gana a Desmond.
.- ¿asegurarme de que sigas vivo?- Adrik le miro confundido. Desmond le señalo por respuesta el inhalador que estaba sobre el buro, y pudo recordar el desafortunado incidente de la noche anterior.
.- ¿mmm?
.-al final resulto que si se necesito la ambulancia… y encontré la dirección y las llaves entre tus cosas. Estabas semiinconsciente cuando salimos del hospital y no creí prudente dejarte andar vagando por allí en ese estado.-
.- ¿no bastaba con dejarme en la puerta?- respondió mientras se levantaba, y empujaba levemente a Desmond en su camino al baño.
.- no, los accidentes ocurren también dentro de las casas.-
.-tu eres un accidente.- murmuro malhumorado.
.-eres bastante malagradecido ¿sabes?- Adrik suspiro.
.-bueno, ya has visto que sigo vivo, no entiendo el por que tanta preocupación por un desconocido, pero puedes irte.- dijo, y entro al baño, necesitaba una ducha. Cuando salió, cerca de media hora después, la habitación estaba vacía, y no escuchaba ningún otro sonido dentro de la casa. Suspiro. No tenia absolutamente nada que hacer ese día, por lo que pintaba como un día aburrido, así que de dispuso a vestirse. Mientras bajaba la escalera le llego el olor a comida, bajo rápidamente el resto de las escaleras y se dirigió a la cocina. Desmond estaba allí, como el esperaba.
.- creí haberte dicho que te fueras.- dijo, sin intención de ofender.
.-yo creí que tal vez tendrías hambre.- le respondió Desmond, señalando el plato servido con un omelette. La cocina olía mucho más a comida, y con pesar recordó que su última comida había sido la del día anterior, y solo había consistido en una ensalada con soda. Su orgullo luchaba intensamente contra el hambre. Miro alternativamente el plato y a Desmond. Finalmente se sentó, dándole la victoria al hambre. Desmond lleno una taza de café.
.-tienes una casa muy bonita.- Adrik asintió solamente, puesto que tenia la boca llena.- aunque es algo monocromático, ¿no crees?- Desmond miraba alrededor, con la taza en los labios. Absolutamente todo era de color blanco o negro, con algunas variantes de beige y gris.- ¿tiene que ver con lo que dijiste hace un momento de los colores?- Adrik siguió comiendo sin responder, mirando de vez en cuando el color blanco predominante en el aura de Desmond. Termino unos momentos después, y se levanto a servirse café.
.-sabes...- Desmond se sentó tranquilamente en una de las sillas, negra con tapiz blanco.- no recuerdo exactamente de que país es, pero existe la creencia de que si te encuentras tres veces con una persona en determinadas circunstancias, es por que esta destinado a estar con esa persona… y ayer te encontré por tercera vez, y te salve la vida... así que… ¿te casarías conmigo?-
Adrik se atraganto con el café, y lo escupió entre toses y jadeos. Mientras seguía tosiendo, escucho las carcajadas de Desmond.
.- ¡es broma, es broma!-
.- ¿pretendes matarme?- exclamo.
.-solo quería aligerar el ambiente iniciando conversación.- Desmond respondió, quitándole importancia y tomando mas café.
.- pues vaya manera de iniciar conversación: lanzando propuestas de matrimonio.- bufo.- al parecer también olvidaste que soy asmático y esos sustos pueden terminar igual que ayer.- tomo una servilleta y comenzó a limpiarse el café de las manos y la cara. Desmond lo miro apenado.
.- lo siento… me parece que tendré que informarme sobre las cosas que puedo hacer sin matarte.-
.-hablas como que si nos volveremos a ver.-
.- ¿y por que no?-
.- por que no.-
.- técnicamente te salve la vida, además te prepare el desayuno.-
.-…-
.-así que deberías ser más agradecido… no pido mucho...-
.-no voy a dejarte vivir aquí.-
.-yo también tengo casa ¿sabes? Aunque me gustaría poder venir para hacer algunos cuadros desde aquel ventanal.- Desmond le señalo el lugar.- tiene una hermosa vista, y creo que podría venderlos muy pronto y aun buen precio.- Adrik miro por la ventana.
.-saldré del país estas vacaciones.-
.-no te escuchas muy convencido.-
.-iré a Inglaterra.-
.-oh, bueno, si ese es el caso, no importa.- Desmond se levanto.- no te salve para que me pagaras el favor. Espero vernos luego, por ahora me tengo que ir.- Desmond sonrió y se dirigió a la puerta, Adrik se quedo en su lugar, y alcanzo a escuchar como la puerta se cerraba.
.-no te levantes, no vallas… deja que se valla… no te levantes.- suspiro mientras se levantaba de la silla y corría a la puerta. La luz de la calle le encandilo. Era mucho mas tarde de lo que el pensaba, y había muchas personas andando por las calles. Cerró los ojos, doblemente deslumbrado, por el sol y por las brillantes auras de los caminantes. Miro con dificultades a los lados de la calle, y sin más se dirigió corriendo sin mucha velocidad hacia la derecha. Cerro los ojos, y continuo con su camino, sintiendo como golpeaba a algunas personas. El final de la calle le tomo desprevenido, así como el auto que estaba a punto de arrollarlo. Se quedo paralizado, y luego sintió el jalón en su ropa, sacándolo del camino del auto y regresándolo a la calle. Tropezó con sus propios pies y la persona que lo había jalado lo sujeto para que no callera. De nuevo no podía respirar, esta vez su inhalador estaba en el bolsillo de su pantalón, así que no tuvo muchos mas problemas.
.- ¿de nuevo corriendo con los ojos cerrados? esta es la segunda vez que te salvo la vida… debería comenzar a cobrarte.- mala suerte la penosa situación a la que se había metido. Desmond le sonreía aun sujetándole del codo. Adrik se enderezo.
.- Esta bien.-
.- ¿eh?-
.- que puedes ir a pintar lo que quieras a mi casa.- soltó, tratando de no arrepentirse.
.- ¿en serio?-
.- solo por que no quiero ir a casa de mis padres… nada de quedarse a dormir ni entrar sin mi permiso.- añadió, caminando de regreso a su casa. Desmond sonrió.
.-nos vemos luego.- le grito de nuevo, atrayendo la atención de la gente que circulaba por allí.
Ese nos vemos luego significo exactamente cuatro horas. Cuando Adrik escucho que tocaban a su puerta, estaba seguro que seria algún vendedor del cual podría deshacerse con facilidad, en cambio se encontró con la cara sonriente de Desmond, que cargaba con la mochila que le había visto anteriormente, y con un lienzo y un caballete. Suspiro y le dejo pasar.
.- ¿sabes que no es fácil encontrar vistas como la que tienes allí?-
.-mmm- fue todo lo que dijo mientras se sentaba en un sofá y tomaba un libro, que había estado leyendo antes de la interrupción. Desmond comenzó a acomodar sus cosas.- procura no ensuciar.- Desmond soltó una risita. Adrik trato de continuar con su lectura, pero esta no era la mitad de interesante de lo que era ver pintar a Desmond, así que en lugar de estar leyendo, su atención se enfoco en los finos trazos que Desmond creaba, y en el color completamente blanco que tenía su aura. No recordaba haber visto antes a una persona con ese color de aura, si bien el blanco en ocasiones se mezclaba con otros, o aparecía completamente turbio.
.- ¿te gusta?- la voz de Desmond lo saco de sus pensamientos. Se sonrojo al darse cuenta que había estado mirando sin disimular.
.- ¿llevas mucho tiempo pintando?- prefirió desviar un poco el tema.
.-algo, si.-
.-no lo haces mal.- reconoció al fin.
.-tus novelas tampoco están mal.-
.- ¿mis novelas?.... ¡leíste mis escritos!- acuso.
.- fue una noche larga… en algo tenia que entretenerme.- Adrik cerro los ojos, tratando de calmarse.
.- bueno… es todo por hoy, afuera esta oscureciendo y no puedo ver ya… ¿puedo dejar las cosas aquí? Seria un fastidio cargarlas de regreso.- Adrik asintió.- en ese caso, hasta mañana.- Desmond salió, cerrando con cuidado la puerta.
Adrik se reclino en el sofá, mirando el cuadro inconcluso de Desmond, y luego decidió irse a la cama. Había sido un día bastante pesado, y no le sorprendió que apenas se acostara el sueño comenzara a invadirlo. Su último pensamiento coherente fue el que no le había tan desagradable como esperaba la presencia de Desmond.