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Lux et Tenebrae por Choconyan

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Notas del fanfic:

Es la primera vez que escribo fantasía, así que espero que les guste de verdad, porque no sé, aún tengo mucho por evolucionar.

Además, esta historia está siendo publicada en mi Tumblr y Wattpad. Sólo aviso.

Notas del capitulo:

Comentad que ustedes alimentan mis musas :v

Las flores de los campos parecían marchitas, la luz del sol había desaparecido, el reino estaba desolado y las casas completamente destruidas. Él se encontraba solo en medio de todo, portando un gran báculo de luz en su diestra, el cual recordaba haberlo visto en algún lugar. Frente a él se encontraba un ser, posiblemente otro elfo, pero era difícil de distinguir, tinieblas se encontraban a su alrededor y emitía un hedor casi insoportable. Todo lo que él conocía estaba destruido y no entendía el porqué. No entendía nada de lo que ocurría en ese momento. ''La oscuridad... se apoderará... de todo... pronto'' Oyó en el aire o tal vez era aquel ente frente a él. Intentó avanzar pero su cuerpo no le respondía, aquel ser comenzó a acercarse, cada vez más rápido hasta quedar exactamente frente a él. La desesperación se apoderaba de su cuerpo, no podía moverse, no podía siquiera gritar, no podía hacer absolutamente nada. ''Huye'' susurró el ente mientras las tinieblas se apoderaban de su cuerpo. Finalmente un grito desgarrador salió de su garganta a causa del miedo, las venas de su cuello se habían marcado notoriamente y era posible que su voz se hubiera rasgado.

Despertó, había sido una terrible pesadilla.

---

Un suave claro de luz se asomaba por el horizonte, a lo lejos se comenzaba escuchar algunas cánticos suaves y alegres, seguramente se trataba de las criadas, ya que tenían la costumbre de despertar así a su príncipe desde que éste era tan sólo un bebé.

Kia, su fiel sirvienta, tocó suavemente la puerta de este avisándole que iba a entrar. Al hacerlo, grande fue su sorpresa al encontrarse que las sábanas de la cama estaban perfectamente arregladas y él se encontraba ya vestido, parado frente al gran ventanal, observando el campo de flores que se podía ver desde este.

-Buenos días príncipe- Dijo con suavidad la mujer mientras se acercaba lentamente.- ¿Hace cuánto lleva despierto? -

-Buenos días, Kia- Le saludó mientras se giraba dedicándole una sonrisa a la contraria- En realidad, desde antes que amaneciera.- Respondió restandole importancia al asunto.-

-¿Y se puede saber la razón?- Kia había sido prácticamente una madre para él, cabellos castaño y largo, unas muy poco notables arrugas, y orejas ligeramente en punta, como toda elfa.-

-Tan sólo… desperté sin sueño.- Se excusó, y es que en realidad había despertado poco antes de amanecer a causa de la pesadilla, pero no quería preocupar a la mujer. Ésta, algo desconfiada, tan sólo le dirigió una mirada dudosa y le indicó que el desayuno pronto estaría listo.

Desde que había nacido, Kia se había hecho cargo de él ya que, lamentablemente, su madre había fallecido al darle a luz y su padre era un elfo muy ocupado, por lo que no podía criarlo. Ahí entraba Kia, ella conocía todas las facetas del príncipe, todos sus ideales, lo que le gustaba y lo que no, prácticamente su segunda madre. 
Y el príncipe también lo sentía así, posiblemente ella era la persona a quien más quería. 

El castillo comenzaba a volverse más vivaz, se veían criadas caminar por todos lados, la gran mayoría limpiaban cada rincón del lugar. El joven por fin llego al comedor real, encontrándose ahí a Kia terminando de colocar los platillos que desayunarían él y su padre. Se sentó suavemente en la silla que le correspondía y comenzó a comer sin esperar a que el rey llegara, siempre tardaba y él tenía permiso de comer sin su presencia. Lo entendía y quería mucho a su padre, cada vez que este no estaba ocupado le dedicaba tiempo al joven, ya que ese había sido el último deseo de su fallecida madre, que el príncipe no creciera sin la presencia de su padre, todos lo sabían. 

-Príncipe, ¿Irá usted hoy al templo de luz? - Preguntó Kia mientras le acercaba más platos con comida. -
-Puedes tutearme Kia, te lo he dicho mil veces. - Comía con tranquilidad tratando de ignorar todo lo que la mujer le acercaba, siempre era así y esta se excusaría con que el desayuno era la comida más importante del día, pero no por ello se iba a volver tan gordo como un orco, aunque comiera lo que comiera seguía siendo demasiado delgado y pequeño, pero ese no era el punto. -
- Su padre puede entrar en cualquier momento y no me perdonaría si me encontrara hablándole de esa manera, joven príncipe. - Explico la mujer- Ahora, ¿Podría responder mi pregunta? - Él bufó. -
- Iré, mi padre tampoco permitiría que no vaya un día, dice que el controlar la luz adecuadamente debe ser lo más importante para mí en este momento. - Dijo mientras comía un poco de los huevos revueltos que habían en su plato. -
-Los modales príncipe, cuídelos- Le recriminó.- Nadie sabe cuándo la oscuridad puede volver a atacar, y su padre, sólo con algunos sacerdotes, no podrían proteger el reino.-

-La oscuridad no ha atacado desde hace más de un siglo, ¿Qué le hace pensar que podría hacerlo ahora? -

-No debes confiarte, Alejandro, puedes pagarlo muy caro si lo haces.- Un hombre mayor, algo robusto, con basba y una cuantas canas, apareció por la gran puerta vistiendo ropajes reales.- Así que irás al templo, ¿Verdad? -
-Buenos días, Padre.- Saludó el joven príncipe haciendo una ligera reverencia al igual que Kia, la cual se retiró rápidamente del lugar- Lo entiendo, y estaré preparado para lo que pueda suceder, ya me marcho.- El Rey asintió.-

Un 'Ve con cuidado' susurró Kia una vez el joven estuvo fuera del salón. Tomó un caballo, el blanco ya que era su favorito, y salió. El viaje no era corto, pero tampoco demasiado largo, siempre disfrutaba como el aire fresco le golpeaba la cara, y el olor a flores lo embriagaba. 
Todos los días iba al templo de luz por órdenes de su padre desde que tenía 10 años. Era de suma importancia que el príncipe controlara sus poderes, de lo contrario no podría defender sus tierras de la oscuridad, decía su padre, y tenía razón aunque esa tradición había estado desde sus ancestros y sólo una vez la oscuridad había atacado, pero de ello había pasado más de cien años y para el príncipe eso era algo con muy pocas probabilidades de volver a suceder. 
Llegó al templo, y como era de costumbre, algunos monjes lo esperaban para poder saludarlo y recibirle su caballo. Aquel era el único lugar donde lo tuteaban, y eso realmente hacía feliz a Alejandro, su vida entera lo habían tratado con demasiado respeto y eso en un punto le comenzaba a molestar. También era el lugar donde había conocido a sus mejores amigos, Rubén y Miguel Ángel, aunque al último todos lo llamaban Mangel. Tenían la misma edad que él, 17 años, y casi los mismos gustos, por lo que cada vez que no estuvieran practicando magia, conversaban y salían fuera del templo a pasar el rato.

Al entrar ellos lo recibieron con un fuerte abrazo aplastante, todos los estudiantes del templo vivían ahí, menos Alejandro por obvias razones. 

-Alex, hoy tardaste en llegar.- Dijo Rubén mientras sonreía y se alejaba del mencionado, dejándolo respirar.-

-Estuve hablando con mi Padre, lamento la tardanza.- Respondió sonriendo.- Y… tengo que contaros algo.- La seriedad se había apoderado de él-

-¿Qué ocurre? - Dijo esta vez Mangel con preocupación.-

-He tenido un sueño muy extraño.- Y es que hasta ahora no se lo había contado a nadie y el momento en que su Padre mencionó la oscuridad lo recordó más claramente.-

---

-¿Saben que puede significar?- Preguntó luego de contarle a sus amigos lo que había soñado, ahora no podía dejar de pensar en ello, y mucho menos si tal vez se trataba de alguna premonición.-

-Deberías hablar con el Clef, anoche hizo el ritual del lago, posiblemente sepa algo.- Habló Rubén con seriedad, él nunca era así, lo que demostraba que ese tema le importaba.-

La oscuridad no era una broma para nadie.

Todos sabían, algunos por los libros de historia, lo que esta podía hacer si despertaba. 

-De acuerdo, entonces será mejor que vaya con él.- Sin dejar que alguno dijera algo más, el príncipe se dirigió a la habitación del Clef.-

Él era el que dirigía el templo entero, y por ende, era el más poderoso del lugar. Habían días en el que le enseñaba algunos conjuros a Alejandro de manera personal. 

Todos los cánticos hacia Odin, la luz y el bienestar de todos eran supervisados por él. 

Tocó suavemente la puerta y esta se abrió segundo después, ahí estaba Luzu Clef.

-Alejandro ¿Qué se te ofrece?- Se hizo a un lado dándole permiso para pasar al príncipe, este entró sin oponerse.-

-He soñado con la oscuridad- Lanzo si más, el Clef, guardando la compostura, cerró rápidamente la puerta.-

-¿Qué ha sido?- Le indicó al más joven que se sentara en la cama y le explicara con tranquilidad.-

Y así lo hizo, cada detalle se lo dijo.

-No puedo estar seguro que sea una predicción.- Habló finalmente Luzu Clef, todo el tiempo en que el príncipe había hablado este se había mantenido callado.-

-Entonces ¿Qué puede ser?- La preocupación del joven era notoria.- Rubén dijo que anoche usted hizo el ritual del lago ¿No le dijo nada?-

-El ritual del lago no es como piensas que es.- Explicó el Clef.- Las visiones del lago no son sólo peligros que acechan las tierras, pueden ser buenas visiones, cosas que ya han ocurrido o hasta mensajes personales.-

-¿Anoche no le mostró nada parecido?- Decepción era lo que sentía ahora el joven elfo, tal sólo había sido un simple sueño, un demasiado realista simple sueño.-

El Clef negó con la cabeza, le prometió a Alejandro que en la próxima luna llena volvería a hacer el ritual, tal vez ahí decía algo.

El príncipe salió de la habitación algo cabizbajo, no sabía exactamente el por qué, tal vez si el sueño era real podía haber tenido algo de acción en su vida. O tal vez habría sido el fin de todo, no lo sabía, tal vez nunca lo haría.

Tal vez.

La oscuridad realmente no era algo con qué bromear.

Tampoco era algo a lo que pedir para poder tener acción.

Pero él no lo entendía.

Ya que nunca la había visto, tan de cerca, como el sueño. Pero eso no se comparaba con la realidad. 

 

Nada se comparaba con lo cruda que podía ser la oscuridad.

Notas finales:

Espero que les haya gustado :v dejen Reviews♥ 


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