Hey!!
Dime A Dónde Vas, Y Si Sabes Tu Destino
Hey!!
Donde Dejaras Tus Sueños Escondidos
Mira Que La Luna Nos Dejo,
Iluminados, Bien De Cerca
Y A Pesar De Aquel Adiós,
Mi Puerta Siempre Estuvo Abierta,
Como Anteeees.
No importa cuanto tiempo pase, ni cuanta gente conozca, no importa cuántas veces intentes matarme, ni cuantas veces logres escapar, jamás desistiré.
-Sabes...- pronuncian mis labios, en algo que aparenta ser solo un susurro- Todavía recuerdo aquel día, el día en que te marchaste, Sasuke. ¿Lo recuerdas?- Espero pacientemente una respuesta, sé que no dirás nada, que para ti nuestras memorias ya no valen nada.
Cierro los ojos lentamente y los recuerdos de aquel día regresan nuevamente como una fría y dura puñalada, sé que para ti ya no importa, no importa nada, pero para mí siempre existirán aquellos momentos.
-Recuerdo, cuando te marchaste. Recuerdo la rabia, el dolor, pero sobre todo… la soledad.- Pronuncio quedo, no necesito alzar la voz, te encuentras frente a mí y sé que tus oídos son lo suficientemente agudos para escuchar todo lo que tengo por decir. No me molesto en abrir los ojos, todavía no estoy listo para enfrentar tu mirada.- Siempre me pregunte; ¿Por qué Sasuke? ¿Por qué?
Abro lentamente mis ojos y dirijo mis ojos azules hacia los ojos negros que se encuentran frente a mí, deseo tanto escuchar una respuesta.
-¿Por qué… nos dejaste? ¿Por qué te marchaste? ¿Por qué… me abandonaste?- Mi voz a sonado un poco cortada, que patético debo lucir. Sin dejar de mirar tus ojos, pude percatarme que por un momento deseabas responder, pero también sé que no existe respuesta.
-Ya no importa-Es todo lo que respondes.
No puedo evitar formar en mi rostro una mueca parecida a una sonrisa. –Tienes razón – no importa cuánto me esforzara por tratar de hacerte entender, cuanto te repitiera que regresaras, ni cuanto te persiguiera, jamás logre hacerte entender que tu lugar estaba a nuestro lado, en la aldea junto a nuestros amigos.
-Tengo frio!!!- Pronuncio quedamente. Y siento como por un instante tu cuerpo vibra y no puedo notar tu mirada entristecer.
Ayer Cabias En Mi Corazón
Y Te Escindiste En Un Rincón
Del Otro Lado
Yo Se Que La Vida Nos Dejo
Saber Que Nuestro Amor
No Se Acabado
No Se cabadooo
-¿Por qué… nos dejaste? ¿Por qué te marchaste? ¿Por qué… me abandonaste?- No puedo evitar sorprenderme por la intensidad de tus palabras y por un breve ínstate titubear.
-Ya no importa- Es todo lo que mis labios logran articular, se que no es suficiente esa repuesta, que deseas escuchar mas, algún motivo, algúna muestra de razón, pero ya no importa, ya nada importa… ya todo termino.
-Tengo frio!!!- Pronuncian quedamente tus labios. Se que el final esta cerca, que ya no hay vuelta atrás y en unos instantes todo terminara, pero… ¿Por qué?
-¿Por qué?- pregunto firmemente. Y espero paciente a que tus labios que poco a poco pierden su color pronuncien palabra.
-No lo se- Respondes, eso no es una respuesta. Y permanesco hay de pie, frente a ti. Observo tu rostro y tu triste mirada, mientras siento como la sangre empapa lentamente mi brazo. Mi brazo… ese que se encuentra atravesando tu cuerpo.
-¿Por qué?- Pregunto en lo que a mi parecer es un brote de rabia. Tu solo sonries y después de unos segundos que a mi parecer son eternos, finalmente me responde.
-Estoy cansado, ya no puedo más. - No puedo evitar sorprenderme.- Supongo que, ya no podía deguir con esta farza, jamas logra que regreses, lo se. Y yo, ya no puedo continuar con una vida asi.
¿Qué dices? Tu, maldito dobe. Tu qien siempre esta luchando, quien jamas se rinde, quien sin importar a lo que te enfrentes luchas con valor y sin temor, te rendiste…
-No entiendo- No me refiero a tus palabras, me refiero a lo que siento en mi. ¿Qué es lo que siento en este momento? Es acaso... ¿Decepción?, no, no es eso. Es… miedo.
-Naruto, yo…- no sé qué decir, no sé qué decirte. Lo único que se, es que el miedo que me invade es a no volverte a ver jamás. Y es entonces que mis labios pronuncian palabras que a mi mismo me sorprenden y me aterran por igual.
-Naruto, no me dejes. Por favor.- tan patético me siento, suplicándote por algo que yo mismo provoque. No puedo evitar bajar mi mirada, me siento detestable. Pero mis ojos se abren con gran sorpresa al escucharte pronunciar esa simple palabra, la cual logro acabar con mi razón.
-Nunca…
Hey!!
Tu Mirada Dice Estar Arrepentida
No Se, Dime Si Es Verdad O Solo Idea Mía
Di Que No Es Locura Ni Obsesión
Que Es Capricho Simplemente
Dile Que Lo Sientes Y Que Yo
Nunca He Dejado De Quererte
Como Anteeees
-Naruto, no me dejes. Por favor.- Teme, eres un idiota…
-Nunca…- es todo lo que necisito decir y en esa palabra van impliocados todos mis sentimientos, todos mis anelos.
No llores Sasuke, no me gusta ver ese nuevo rostro en ti, mucho menos si soy yo quien lo provoca. Tus ojos llenos de lágrimas, tus labios ligeramente apretados y tu mirada buscando en vano esquivar la realidad, mientras miras a todas partes buscando alguna solución. Pero ya no hay solución, ya es tarde, todo terminara pronto. Al fin seras libre, ya no te seguire como una sombra, podrás dedicar tu vida a tu venganza y después… ¿qué viene después Sasuke?
Me miras sorprendido, al parecer he dicho lo anterior en voz alta, ya no controlo mi conciencia. Deseo tanto tocarte, ¿Me lo permitirás? Con lentitud y esforzándome en sobremanera levanto mi mano derecha, la izquierda a quedado inutilizable ya, ya no siento la mitad de mi cuerpo. Rozo con la llema de mis manos tu mejilla, lentamente delineo tus ojos y finalmente tus labios, no puedo evitar formar una sonrriza.
-Sabes… - Te amo, Sasuke. Lo comprendí hace tanto tiempo, que el dolor de tu perdida día a día fue formando un agujero enorme en mi corazón, hasta que finalmente el dolor y la desesperación ganaron. Lo sé, pude esquivar tu golpe, pero… no pude más, sasuke. Estoy cansado, herido, triste y hecho pedazos.
-Te amo!!! - es lo último que pronuncian mis labios. Entonces lo veo, veo en ti la desesperación que mis palabras te provocan. Lástima, al no poder corresponderme ¿Es eso? No te preocupes, no espero nada, solo este momento, el último momento frente a ti, junto a ti… por siempre.
Ayer Cabias En Mi Corazón
Y Te Escindiste En Un Rincón
Del Otro Lado
Yo Se Que La Vida Nos Dejo
Saber Que Nuestro Amor
No Se Acabado
Ayer Cabias En Mi Corazón
Y Te Escindiste En Un Rincón
Del Otro Lado
Yo Se Que La Vida Nos Dejo
Saber Que Nuestro Amor
No Se Acabado
No Se Acabadoooo
No, no puedes. ¿Por qué? ¿Por qué me lo dices así? ¿Por qué ahora que no queda nada?
-Naruto- pronuncio y lentamente saco mi brazo de tu cuerpo, te acerco a mí, hasta tenerte de pleno cerca de mi cuerpo, envuelvo tu cuerpo con mis brazos, todo esto en un vano intento por brindarte calor… calor que no obtendrás ya jamás.
-Perdóname!!!- Pronuncio con desesperación, mientras siento a tu cuerpo tensarse un poco.
Lentamente me arrodillo junto a ti, para de esta forma estar más cómodo y brindarte un abrazo más fuerte, en el que intento transmitir lo que siento por ti. Que estúpido soy, que estúpido e sido siempre, ¿Cómo no me di cuenta? ¿Cómo no lo comprendí antes? Por eso jamás me dejaste de lado, por eso tu busque da incansable y una vez que comprendiste que de mí ya no podías esperar nada más, simplemente te rendiste. Pero no sin antes darme todo de ti, siempre dando todo de ti. Yo ocasione todo esto, te lleve a los límites de la desesperación.
Escucho a cierta distancia el llanto de Sakura y sé que Kakashi también estará sufriendo. Pero ya no importa, ya no importa nada. Fui un idiota, lo sé, sé que jamás podre ganar tu perdón pero quiero que entiendas antes de partir, todo lo que siento por ti.
Lentamente separa tu rostro de mi pecho, todavía respiras y con gran esfuerzo abres tus ojos y me diriges una última mirada, llena de amor. Tu sonrisa ilumina todo alrededor y solo puedo atinar a acercar mi rostro al tuyo y con sumo cuidado rozar tus labios con los míos. Estas sorprendido, lo se, tus ojos han comenzado a derramar lágrimas, no de dolo, de felicidad. Y nuevamente uno mis labios a los tuyos, saben a gloria… pero están tan fríos.
Ya no hay marcha atrás, es el final para ti y para mí.
Te beso nuevamente con un poco más de pasión, deseo tu esencia en mí. Deseo que lo último que sientas sean mis labios sobre los tuyos, mientras nuestro mundo desaparece lentamente.
Con lo último de cordura que hay en mí, deslizo a Kusanagui lentamente fuera de su funda y la dirijo a tu espalda. Detengo el beso, porque ya te has ido, y mi mano por un momento titubea, pero al ver la sonrisa que se ha quedado en tu rostro no puedo evitar el sonreír y ya sin ningún temor atravesar tu cuerpo junto al mío.
-No me dejes- Pronuncio.
-Nunca- escucho tus palabras en mi mente y con una sonrisa me dejo perder para siempre en este amor.