Con cada trazo reflejaba la soledad del teatro y representaba el cuerpo semidesnudo que yacía en el piso, estaba en los puestos de los espectadores, tenía mañas a la hora de dibujar, estiraba en pie por encima de la silla se quitaba el zapato izquierdo y lo apoyaba en el piso, se recogía el cabello totalmente liso y se desabotonaba dos botones de la camisa, su modelo le miraba raro, las expresiones de su cara denotaban un ligero sonrojo, los senos al aire y la zona íntima cubierta por un pañuelo de seda era la única ropa que usaba, con la cabeza apoyada en la mano derecha y la izquierda reposaba en la silueta.
Está quedando bien – articuló moviendo lentamente la cabeza de una lado a otro, buscando su misma aprobación, la modelo miraba a su pintora, hace rato que dejó de pasear sus ojos por la silueta, dándose cuenta reposó en el piso, la rusa se dio cuenta de esto y sonrió un poco, se levanto, apoyo un pie en el zapato y arrastrándolo se dirigió a su modelo.
¿Podrías alzar los pies? – dijo tímidamente, no quería hacerla molestar.
No puedo, mi pie no está dentro del zapato, disculpa si te molesta – la vio fijamente, estaba tirada en el piso con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios – Despierta, tienes que ver lo que hice – era otro vicio, le enseñaba a media facultad lo que hacía, aceptaba críticas positivas y ne3gativas, su mayor obsesión era el gusto de sus modelos por su obra.
Abrió los ojos, levantó su torso, sin pena no se cubrió los senos con la ropa que tenia al lado, se apoyó completamente y miró la hoja dibujada, se sorprendió, era ella misma, el encantó…
Me gusta – miró a los ojos, la rusa sintió su trabajado aceptado, pensaba en besarla, un ambiente tenso se produjo, observaba los senos fijamente, solo una delgada seda les impedía, el corazón de Andrea se aceleró, la mano se deslizaba por su cuello nervioso, se agachó hasta quedar a la altura de los labios de la otra y la besó, dejó caer el block y el lápiz, se afianzó apoyando las dos piernas y dando un brinco para quedar encima de ella, la acorraló entre su cuerpo y la tela del escenario.
El beso se intensificó, su lengua pasó a la boca de otra, con los ojos cerrados Andrea disfrutaba de eso, se excitaba deseaba que la tocara, las manos de la artista se pasearon por su cintura, apegándola más a su silueta, con la mano derecha tocó el seno y con la izquierda deslizó la seda y la quitó por completo.
Terminó el beso, se alejó un poco y lo que estaba debajo suyo le encantó, como otro golpe de inspiración giró su tronco a la izquierda recogiendo el block y el lápiz, se sentó con las piernas cruzadas y empezó a dibujar rápidamente, era una chica que sabía llegar, lo estaba haciendo para darle más realismo a ese papel, se movió vorazmente, Andrea estaba en un pequeño momento de éxtasis, pero Li estaba segura de que en cuestión de pocos segundos, se acabaría.
¿Qué haces? ¡Me dejaste picada! – se levantó dirigiéndose a gatas a la pintora quien volteó la hoja de un manotazo para pintar ese momento, hizo el esbozo con trazos fuertes y marcados, retratando la expresión de necesidad de esa joven.
Te estaba dibujando otra vez, ya tengo tres pinturas – expresó tirándose al suelo completamente, Andrea se le montó y empezaron a besarse…
Concentrada escribía ejercicios en su cuaderno puesto que mañana tenían parcial y anhelaba obtener una buena calificación, entendía cada paso que escribía, pero algo llamó su atención, se preguntaba acerca del paradero de la rusa, quería saber donde estaba, hizo un gesto de despreocupación y prosiguió con la escritura, Pedro notó eso, pero no le preguntó, tampoco era que le interesaba mucho.
Que cruel eres Li – pensó
No era un buen lugar para tener relaciones, perola verdad no le importó, empezaba a excitarse, besando ese cuello, desnudo, poco a poco descendió metiéndose en la boca el pezón rosado, lamiéndolo sagazmente, y tocando toda esa carne, pronto se escapó un gemido y unas palabras de negación a lo cual se detuvo casi por completo, alejándose medianamente y tomando un seno bajo su poder.
Tienes razón – sonrió sádicamente – en otra ocasión será – soltó y se sentó completamente tomando sus pertenencias y poniendo los pies en el suelo.
¿Te vas? – Preguntó vistiéndose
Nos vamos – pronunció acomodándose el zapato del pie que le colgaba.
Ya hemos estudiado mucho, ¿no crees? – se fastidió vehemente mientras miraba el reloj de la biblioteca.
Anda floja – ordenó – sigue estudiando – resolvió el último ejercicio de estadística
Iré al teatro – se levantó y recogió sus cosas ante la mirada atónica de Pedro, hasta donde él sabía, a ella no le gustaba el arte, y solo conocía a una persona en toda la facultad que era lo suficientemente rara y extraña que se le pasaba en ese lugar, no pronunció nada y miró como se largaba de su vista.
Bueno, al fin un poco de paz – exclamó extrañado de la conducta de Luna.
Caminaba con torpeza, tenía que apurarse para poder ganar espacio y verla, si era que estaba ahí, se imaginaba muchos escenarios, que estaría con otra mujer y eso la molestaba, ningún dicho podía con esta situación, se preguntaba a menudo el porqué de su decisión sulfurada de irse detrás de una persona que ni siquiera la quería y mucho después de la pelea que habían tenido.
Avanzaba por los grandes pasillos de la facultad, hasta entrar por fin al teatro, bajó las escaleras lentamente, ella normalmente no se adentró a esta zona, era como el protector de Li, y sabiendo cómo es ella, nunca le hubiese permitido estar con ella en su lugar de debilidad.
Aquí no hay nadie – exclamó – buscó con la vista en el escenario y se dio cuenta de una hoja que colgaba y amenazaba con caerse, corrió y la detuvo lo que vio no le gustó…