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TEOTIHUACAN por Duckie

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Notas del capitulo:

No tengo BETA, lo revisé muchas veces y creo que no tiene errores, si los tiene... Ódienme. Bueno, me dicen y lo mejoraré a la próxima(?). 

Esta es una cosita dulce que se me ocurrió hace un par de días y no tenía(nitengo) la valentía de subir, pero va. Aquí está. 

 

El batería se había levantado temprano aquella mañana. La noche anterior, sin importar cuanto comieron y bebieron, se prometió visitar las pirámides de Teotihuacán.

Luego de un desafortunado juego de piedra papel o tijeras, su compañero de dormitorio resultó ser su acompañante. No le molestaba en lo absoluto la compañía de Uruha.

El “problema” estaba en que el castaño realmente no quería acompañarle. Es que eran 3 horas de viaje! Quien en su sano juicio después de haber viajado miles de kilómetros desde Japón hasta México se enfrascaría en un viaje más de 3 horas.

Eso solo podía ser obra del líder de la banda, quien realmente estaba muy animado con el viaje a Latinoamérica, quería hacer mucho turismo a pesar del poquito tiempo que tenían entre país y país y la visita a aquellas ruinas le hacía sentir más que entusiasmado.

Luego de salir del cuarto de baño, realmente confortable, buscar algunas prendas en su maleta y secar su cabello, el castaño hizo acto de presencia en la habitación.

-          Los muchachos irán a visitar el lugar del concierto, no sé cuál sea el itinerario del día, dado que lo pasaré completamente contigo. –

Comentó Uruha con una traviesa sonrisa en el rostro. Vamos que ninguno le era indiferente al otro y eso se notaba en demasía. Sus personalidades eran bastante afines sumándole que Kai era una persona muy tranquila, que respetaba su espacio personal e intentaba complacer siempre a sus caprichos y rarezas. Hacía algún tiempo que su amistad había pasado a ser algo más, algunas noches quedaban juntos para ir a beber, salir de compras un par de veces, incluso simplemente juntarse y pasar algún tiempo juntos. A pesar de conocerse por años en la banda, había un misterio tras el aspecto “íntimo/romántico” de ambos. Quizás el viaje a las pirámides, podría ser una buena oportunidad de pasar un tiempo juntos fuera de sus actividades diarias.

-          El itinerario del día, Uru será visitar las pirámides, supongo que luego alcanzaremos a los demás en el local… Estoy seguro que te gustara. –

-          Perfecto, a las pirámides será. –

Se embarcaron en aquel viaje de casi 3 horas para llegar al sitio y comenzar a explorar. Dos personas del staff les acompañaban. Un traductor y un camarógrafo. Durante el camino rieron de algunas anécdotas del viaje, comentaron de la cena deliciosa y los buenos licores que había logrado probar. No era lo mismo  comer en un restaurante mexicano que probar directamente los sabores del país. Más aun para Yutaka, quien tenía un gran gusto por la gastronomía.

El guitarrista incluso dormitó un par de minutos en el hombro de Kai, quien escuchaba música y miraba con entusiasmo la guía turística del lugar que visitarían, esas ruinas milenarias le causaban una gran curiosidad.

 

 

Cuando llegaron al lugar, nada más al ver a corta distancia, se quedó con la boca abierta. Era un lugar preciosísimo.

-          Uru... Uru despierta– susurró acariciando ligeramente la cabellera suave del otro – Uruha, te estás perdiendo toda la diversión.. Esto es increíble… -

Ante el sutil llamado de su batería se removió de su confortable postura y observo por la ventana, acomodándose sus anteojos de sol, poniendo una expresión en su rostro muy similar a la que el baterista tenía. Aquello definitivamente, era increíble.

Bajaron de la camioneta y comenzaron a caminar juntos, dejando un poco apartados al traductor y al camarógrafo. Sabían de sobra que debían hacer algunas tomas para el documental que lanzarían, pero de momento quería disfrutar de ese hermoso paisaje por su propia cuenta.

Todo era de un misticismo genial. Aquel día no habían muchos turistas por lo que podrían caminar con tranquilidad por el sitio. La música típica de la zona, algunos pueblerinos usando ropajes tradicionales y similares… Era más de lo que ambos habían imaginado y de forma inmediata, el pensamiento de Uruha acerca de no querer ir, fue reemplazado.

-          Esto es hermoso. Soy agradecido de haber ganado ese juego… - rio –

-           Te lo dije, no te vas a arrepentir de haber venido, Uruha –

Kai sacó su filmadora y comenzó a caminar, mientras el observaba a su alrededor, incluso algunas veces sorprendió al otro grabándole mientras tomaba fotografías o simplemente cuando una sonrisa de admiración e incredulidad se posaba en sus labios.

-          Hey, déjame en paz… Que ya son muchas las imágenes que tienes de mi últimamente –

-          Anda, serán recuerdos lindos de esto –

-          Eres un pillo, lo haces solamente porque estamos en público y no puedo hacer nada al respecto!-

-          Pues entonces huye.. –

Alzó una ceja Kai y le guiñó a Uruha, quien rápidamente se perdió entre algunos pasillos del lugar, siendo seguido por Kai, como niños pequeños descubriendo un nuevo terreno, olvidándose al menos por unos minutos, que habían cámaras en todos lados, que el staff les acompañaba…

-          Es una locura… - Comentó uru tomando un ligero descanso a la sombra, mientras se quitaba la gorra que tenía en el cabello y lo despeinaba ligeramente-

-          No es una locura querer escapar contigo al menos unos minutos, debería enojarme contigo, de hecho. No querías venir! –

-          Es que era descabellado Kai. Viajamos kilómetros y tu querías viajar 3 horas más! Pero bueno... No me arrepiento, este lugar es perfecto.

Se miraron con una gran sonrisa, se acercaron y de un momento a otro, los labios de Kai estaban sobre los esponjosos labios de Uruha. Adueñándose de ellos con suavidad y cariño. No era la primera vez que los probaba, pero le sabían más deliciosos que nunca… Pudo dar cuenta de los acelerados latidos de su corazón al estar cerca de ese muchacho de carácter reservado, en aquellos dos meses que tenían saliendo como algo más que amigos, se sentía cada vez más a gusto con el otro.

Se separaron poco a poco, aun dándose pequeños besos, juntando sus frentes y permaneciendo escondidos en uno de los tantos lugares, agradeciendo que no hubiera gente en sus alrededores que les quedara viendo extraño.

-          Definitivamente, no me arrepiento de este viaje…-

-          Procuraré que sea inolvidable, Kou. Que a pesar de la enorme carga de trabajo, sean momentos que nunca puedas olvidar. Incluso cuando te hagas anciano, recuerdes que visitaste este país junto a mi y estuvimos aquí…

Se sonrieron una vez más y retomaron la marcha. Antes de exponerse nuevamente al sol tan débil que se alzaba, recordó que debía retocarle.

-          Espera, está nublado pero debes cuidar tu piel. – comento Uruha, sacando un pequeño spray de su bolsa, cubrir los ojos del batería y poner en su rostro, parte del cuello y brazos –

-          Gracias, Uru… Es tu turno – Le guiño e hizo lo mismo con el otro, aplicando en su rostro tan blanquito –

Retomaron el camino y siguieron tomando fotografías en sus alrededores, olvidándose de las personas que les acompañaban. Bromeaban entre ellos, y sudaban como condenados, pero eso no importaba, la maravilla arquitectónica que estaban recorriendo valía completamente la pena.

-          Creo que debimos pensar en traer algo más cómodo…-

-          Supongo que tienes razón, las botas me están matando – Comentó Yutaka mientras se detenía un momento –

-          No solo las botas… - Le tendió una botella con agua fresca – Creo que es el cigarrillo y la falta de ejercicio – río –

-          Yo hago mucho deporte, pero la altitud es nueva para mí –

-          También para mí y creo que estoy mejor que tú.. –

Rieron divertidos mientras Uruha tomaba algunas fotografías y Kai se hidrataba. Fueron sorprendidos por las cámaras del Staff. Caminaron junto a ellos, hicieron algunas tomas y pausas, a esas alturas ya a todos les estaba afectando el calor y la altitud del sector. Cuando miraba hacia atrás, se maravillaba de la vista que obtenía de aquel lugar. Bromearon un poco con la gente que les acompañaba y siguieron subiendo por las pirámides, su líder nuevamente sacó la filmadora para registrar el lugar. Hicieron algunos comentarios para las cámaras y continuaron el camino, se adelantó a los demás y se sintió libre cuando llegó a la cima.

Miro a su alrededor y se olvidó de todo, aquello definitivamente tenía que ser obra de los aliens y agradecía a sus ancestros el poder presenciar aquellas hermosas ruinas. Tomo muchas fotografías en las alturas, cuando el resto de los acompañantes llegaron a la cima apagaron las cámaras y ya no siguieron filmando más… Era mejor apreciar con sus propios ojos y por un momento, dejar de hacer su trabajo.

-          Kai, ven aquí – llamó al líder, acomodando su celular.

-          Que pasa, Uru?-

-          Quiero una fotografía de recuerdo… -

Le dijo cual niñito caprichoso y accedió a su petición, tomando algunas imágenes con el iPhone del guitarrista castaño, risueños, relajados y disfrutando de todo cuanto había a sus pies.

Se sentaron en la cima y se quedaron ahí cada uno haciendo sus propias reflexiones. De alguna forma, sabía que ese viaje los marcaría a ambos. Tenía que ser especial.

El traductor miro la hora y le recomendó a los muchachos que era mejor regresar, luego había demasiadas complicaciones con el tráfico. Asintieron y comenzaron el retorno, claramente con más facilidad que cuando habían llegado. Uruha sentía ya sus piernas algo tensas y cansadas por el largo camino, además que el calzado le jugaba un poco en contra a ambos. Regresaron a la camioneta y suspiraron, tomando los asientos últimos. Uru hizo un par de declaraciones más, puesto que el líder estaba tomando contacto telefónico con Reita, quien le comento que ya no estaban en el teatro si no en un mercado de suvenires.

El hombre de la cámara y el traductor se durmieron, había sido realmente agotador el paseo. Para cuando se dio cuenta, Yutaka también estaba dormido. Sonrío cálidamente y lo atrajo un poco hacia su cuerpo, le quito el sombrero y sus largos dedos se perdieron en la cabellera ligeramente húmeda del otro. Se sentía tan a gusto con el castaño, con sus atenciones, con su sonrisa, con sus palabras y sus besos. Conocer a Kai en un sentido “intimo” le estaba resultando una experiencia demasiado agradable. El solo se estaba dejando llevar por esa corriente de sentimientos. Era todo un secreto de ellos, ambos eran los suficientemente reservados como para ir ventilando sus planes por ahí, incluso con sus amigos de años. Tomo su móvil y capturo a Kai durmiendo, una imagen demasiado tierna, incluso para el mismo. Casi a la mitad del camino, el líder despertó, aprovechando que nadie miraba robo apenas un roce de labios a Uruha. Mirando por la ventana y manteniendo sus manos enlazadas desde sus meñiques. El conductor tenía prohibido revelar cualquier información, había sido muy bien pagado.

La camioneta les llevó de regreso al hotel y ellos rápidamente se fueron a la habitación que le asignaron a Kai, había espacio suficiente para ellos dos, pero las habitaciones siempre eran individuales. De sobra sabían que necesitaban un baño, pero el cansancio era más grande que todo eso.

-          Ven a la cama, habrá tiempo para todo después. Los chicos están divirtiéndose fuera y yo no puedo con mi propio cuerpo… - rio –

-          Es cierto, aún no creo que nadie regrese… -

Comentó el líder y se acercó a la cama. Se arrodillo un poco y se encargó de las botas de Uru, retirándolas y dejarlas apartadas, así mismo se deshizo de sus calcetines y masajeo ligeramente sus pies cálidos y bien cuidados.

-          Sigue así y me quedaré rendido… Tus manos son perfectas para esto… -

-          No te aproveches… Te ves mal hombre… -

-          Ven aquí, conmigo –

-          Suena realmente tentador… -

Dejo la tarea de masajear el otro y se montó en la cama. Uruha se aprovechó en hacer lo mismo, se sentó un poco y le retiro el calzado y calcetines al batería, regresando a su lado y acomodarse entre sus brazos.

-          Ha sido un día provechoso… Más si lo hemos disfrutado juntos – comento Uru mientras cerraba sus ojos, le gustaba ese aroma sutil del perfume y sudor de su líder –

-          Tienes mucha razón, ha sido un día grandioso, pero... me prometí que debía ser especial… Supongo que lo estoy logrando, no? –

-          Lo logras, Kai. Todos los días.

Notas finales:

Well, eso fue todo. No es una obra maestra pero que va, perdí la práctica y mi musa escapó. (?).


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