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¿Y si nunca te hubiera conocido? por Niyo H

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¿Que hubiera pasado si nunca te hubiera conocido?, me pregunto aun ahora después de estar a tu lado ya cuatro años, que con seguridad no seria capaz de olvidar nunca por el resto de mi vida. Tus brazos me rodean dándome calor y seguridad, mientras siento como tu pecho sube y baja con tu suave respiración que choca contra mi desnuda piel. Tu corazón, que antes corría tan desbocado, ahora tiene un ritmo lento. La oscuridad nos rodea junto con la calma que reclama mi sueño, pero soy incapaz de dormir.

Hoy hemos tenido una pelea y aunque ya todo estuviera resuelto en términos generales, no puedo evitar pensar en que algún día situaciones como esta ya no se arreglaran con una simple mirada, con unas simples palabras y con un simple beso que lleve a algo más. ¿Que haré cuando eso pase? ¿Cuando ya no haya solución a nuestras infantiles peleas? Me apego más a ti, escondiendo mi cabeza en tu pecho. No deseo alejarme de ti. No deseo dejarte. No quiero ni imaginarme con alguien que no seas tu, pero... llegando a pensar todo esto, la pregunta a surgido en mi: ¿Que hubiera pasado si nunca te hubiera conocido? El pensar que seguirías viviendo tu vida con normalidad, ignorando mi existencia, dejándote llevar por otros, el teniendo a alguien más entre tus brazos... Todo eso me entristece hasta el punto de querer llorar, pero lo que más me molesta de esa situación es que, si yo nunca te hubiera conocido, ignorando tu existencia, tal vez hubiera construido una vida sin ti, una vida que pudiera ser tan real como la que ahora vivo a tu lado. Eso es molesto, ¿como puedo llegar a ser feliz sin ti cuando no te he conocido? Con solo preguntarlo me parece irreal, una mentira. Mi corazón es tuyo, mi cuerpo es tuyo, mi alma esta marcada por ti. No tengo más dueño y amante que tu, y nunca llegare a tener otro. Pero aun así, si nunca te hubiera conocido, tendría a otra persona en mi mente, a otra persona abrazándome, a otra persona como amante. Es desagradable. ¿Como podría llegar a creer que lo que tuviera con esa otra persona fuera real? Cuando aquí te tengo, siendo dueño total de mi vida.

Alzo mi vista para ver tu rostro. No puedo evitar sonreír al verte con el pelo hecho un desastre, los labios ligeramente abiertos y tu rostro relajado, mientras dibujas unas sonrisa misteriosa. Ah, se que esto es un locura, pero... Pero estoy seguro de que aun si no nos hubiéramos conocido alguna vez, aun si ignoráramos la vida del otro, estoy seguro de que, sin importar el tiempo o la vida, mi amor hacia ti nunca seria superado por el amor que alguna vez pueda sentir hacia otro. Aun sin conocerte ya me habías capturado. Aun antes de encontrarme contigo ya me tenias perdido en el color de tus ojos, aun sin saber tu nombre siquiera, estoy seguro de ello, ya te amaba.

-Te amo -susurre con débil voz, hundiéndome poco a poco en el sueño.

Aun sin haber nacido, y se que es una locura pensarlo pero, de seguro, los dos... ya estábamos destinados a encontrarnos, tal y como lo hicimos seguramente, en alguna otra vida.

Me deje llevar por esos felices pensamientos, respirando lentamente, disfrutando de tu compañía, sintiendo el confortable toque que me dabas. Sintiendo y llenándome de tu amor.

 

Takahashi Misaki, 22 años, esta apunto de dar un paso importante en su vida: el conseguir un trabajo. Se dirigía a toda velocidad hacia el gran edificio donde debería dar su ultima entrevista para al fin saber si seria aceptado como futuro empleado. Estaba a solo un mes de presentar su tesis, acabar la universidad y al fin graduarse, aunque aun es esos momentos no podía creer que había sido capaz de superar toda la carrera universitaria. Aun cuando le había sido tan difícil dar el examen de admisión, siendo que había necesitado la ayuda de su hermano para estudiar, cuando este se encontraba ocupado con el trabajo. Pero ahora, apunto de convertirse en un adulto definitivo, podría probarle a su hermano que ya no era un niño, ya que aunque se lo hubiera demostrado al vivir solo desde que este se fue a Okinawa por trabajo, su hermano lo seguía llamarlo cada día para asegurarse de que estuviera bien. “Ah, Ni-chan, no es como si fuera a morir por soledad, no soy un conejo. Bueno, al principio fue difícil acostumbrarme a estar solo, pero ahora es algo normal”, pensó deteniéndose frente al gran edificio que ponía: Editorial Marukawa.

Sintió como su corazón latía con prisa, nervioso. No era la primera vez que entraba en ese edificio, antes lo había hecho, ya que antes tenia un trabajo de medio tiempo en el cual ayudaba al departamento de ventas a organizar algunas cosas, pero ahora era diferente. Si lograba pasar la entrevista seria un empleado capaz de mantenerse a si mismo de forma estable. Era ahora o nunca. Entro decidido. Ya le era conocido el edificio, después de todo cuando era trabajador de medio tiempo subía y bajaba entre los pisos entregando diversos recados. ¡Incluso había logrado conocer a su ídolo! Ijuiin-sensei, el mangaka de The-kan, serie que hacia de su biblia. Al parecer sensei tenia un humor un poco inestable, debido al cual se deprimía con facilidad, pero para alegría de Misaki la primera vez que lo vio fue capaz de ayudarlo a subir su autoestima, animándolo a seguir dibujando. Y lo mejor de ese encuentro para el castaño, fue que, después de eso sensei lo invito a comer algo. Ahora eran buenos amigos, aunque sensei siempre actuaba al raro con Misaki, abrazándole de la nada.

Después de media hora salio de la sala de entrevistas totalmente agotado. No podía creer que Isaka-san le había hecho una pregunta sobre BL, cuando este sabia lo mucho que lo odiaba el castaño. Isaka-san siempre lo molestaba, aunque cuando se trata de animar a sensei, siempre era él quien venia a buscar la ayuda del menor. Realmente no le importaba a Misaki, así era como lo conoció de todo modos.

-Misaki-kun.

Mientras caminaba por los pasillos dirigiéndose al ascensor, una voz lo llamo a sus espaldas. Al darse vuelta se encontró con uno ojos azules oscuro que lo veían con interés. El castaño noto que, como siempre, tenia el pelo negro desordenado y su ropa estaba arrugada, pero aun así lograba lucir genial con esa sonrisa misteriosa en su rostro. Ijuiin-sensei se acerco caminando con tranquilidad hasta llegar al lado de Misaki, cargando una bolsa.

-Ah, buenas tardes, sensei. ¿Esta aquí por alguna reunión? -pregunto el castaño poniendo una sonrisa cortes.

-Saliendo de ella. Y para mi gusto te encuentro justo a tiempo. ¿Quieres ir a comer algo, Takahashi-kun?

-¿Eh? Pero seguro que sensei se encuentra cansado. No quisiera molestarlo.

-No es ninguna molestia, Misaki. En realidad eso me alegraría el día. Por favor, di que si -dijo acercándose un poco más a la cara del castaño, inclinándose para verlo directo a los ojos. Su mirada intensa y cálida hizo sonrojar a Misaki. Sensei siempre hacia cosas raras.

-B-bueno, si a sensei no le molesta, le acompañare -dijo bajando la vista al suelo.

-Que bueno! Misaki, eres el mejor.

“No se que le ocurre por llamarme a veces por mi apellido y otras por mi nombre... aunque supongo que no me molesta”, pensó sin darle importancia. Caminaron juntos hasta llegar al ascensor, conversando sobre el proyecto de anime para The-kan. El menor estaba feliz de tener un amigo como sensei, después de todo pronto comenzaría a trabajar allí, así que le agrada tener por lo menos un apoyo en quien confiar.

-Ah, si. Misaki, toma -Ijuiin le extendió la bolsa que llevaba. Misaki la agarro para descubrir en el interior varios tomos de la revista de The-kan junto a algunas figuras edición limitada-. Siendo el fan numero uno de mi manga, quería regalarte algo a cambio.

-Ah~ ¡Gracias, sensei! -exclamo feliz el castaño viendo al mayor como si fuera un ángel- Ah, pero, no era necesario que me diera tanto.

-Esta bien, Misaki-kun. Además es un agradecimiento por siempre apoyarme cuando estoy deprimido.

-Pero...

-Pero nada -dijo cortando al castaño- Aunque... si a Misaki le molesta, podría agradecérmelo teniendo una cita conmigo.

-¡¡¿Una cita?!! -sus mejillas se tiñeron mirando a Ijuiin alarmado.

-Jajaja. Misaki-kun, que tierno eres. Si, una cita. O tal vez... ¿tienes novia, Takahashi-kun?

-N-no -respondió este en un susurro, totalmente sonrojado.

-Ya, entonces no hay problema que salgamos, ¿no?

-Esto... sensei.

-Vamos, solo como amigos. El sábado en el parque diversiones, ¿que dices? -sonrío tratando de convencerlo.

-E-esta bien -cedió al final el castaño sin verle algún problema.

-Gracias, Misaki.

Llegaron hasta el ascensor y presionaron el botón esperando a que llegara. Mientras Misaki e Ijuiin seguían hablando sobre algunas cosas, sin que ninguno de los dos se dieran cuenta, un hombre de pelo plateado y ojos violetas junto a una mujer pelirroja se acercaron también para esperar el ascensor, como siempre la pelirroja reprochando la falta de cumplimiento de parte del peli-plateado, sin que este la escuchara para nada.

Cuando llego el ascensor los cuatro subieron, intercambiando saludos formales, un simple: “Buen trabajo” por parte de la editora al mangaka y el castaño al cual no conocía, mientras este saludo era devuelto por ellos, aunque siendo ignorados por el escritor que estaba molesto. Llegaron a la planta baja, en el cual cada uno tomo su camino. El mangaka y el castaño salieron por la puerta principal, mientras que el escritor se despedía de la editora y se dirigía al estacionamiento. Ni un toque, ni una mirada, ni una palabra. Nada.

Si nunca te hubiera conocido, ¿que hubiera sido de nosotros? ¿Crees que alguna vez nos hubiéramos encontrado por casualidad? Y si fuera así, ¿crees que de ese encuentro hubiera surgido el mismo amor que siento ahora por ti? O es que... solo nos hubiéramos separado y nunca más nos hubiéramos visto...

Sea cual sea, pase lo que pase, solo diré: Te amo, Usagi-san. Te amo. Aun si nunca te hubiera conocido.


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