Abril. Un mes en la que todos los días el clima se volvía loco cuando se le antojaba, a veces en la ciudad llegaba a los 6.5 °C durante la noche, pero no impedía a nadie seguir con sus horas de trabajo y sus salidas de la escuela, al igual que Minho, que había salido dos horas antes del trabajo por un pequeño malestar que con tan solo caminar por las calles para dirigirse a su departamento, decidió vivir por su cuenta después de graduarse para independizarse y no ser un mantenido de sus padres. Ese malestar se volvía cada vez más fuerte, opto por caminar hacia un callejón para recuperar fuerzas y seguir caminando, a sus 25 años gozaba de buena salud y jamás se había enfermado de esta manera, estaba transpirando, su respiración se aceleraba más y más, mientras un dolor punzante en su cabeza lo mataba.
Mierda, a este paso voy a desmayarme……
Faltaban solo 15 minutos caminando para dirigirse a su departamento, pero a ese ritmo no lo iba a lograr, desabrocho el primer botón de su camisa y desanudar un poco la corbata para que le permitiera respirar mejor, pero era inútil…… y su visión se volvía borrosa con el paso de los segundos
Necesito ayuda……
-disculpe, se siente bien? –Minho no lograba ver con exactitud quien era esa persona, solo logró tomar su mano. Aquella persona estaba temblando por esa acción-
-no puedo…..-dijo el con hilo de voz-
-e-eh!? Se siente bien!? –fueron las últimas palabras que escuchó Minho cuando la oscuridad invadió su vista.
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Tic….. Tac….. Tic…… Tac……
Al abrir los ojos, el techo blanco de aquella habitación fue lo único que sus ojos ve por primera vez, miró hacia su lado derecho al ver un reloj de pared colgado en la pared, el reloj marcaba las 3:30 p.m.
¿Dónde estoy?
-Oh…. Al fin despertaste –esa voz, minho conocía esa voz- ¿ya te sientes mejor?
Minho observó a aquella persona sentada en una silla pegada a la cama junto a él, era un joven de piel blanca como la nieve, ojos marrones y cabello negro, su flequillo cubría gran parte de su frente, parecía un niño….que lo miraba preocupado por su estado de salud.
¿Quién es él?
-Ah, lo siento –dijo minho mientras se incorporaba de la cama mientras lleva su mano hacia su sien- Tú debes ser el que me atendió.
-E-eh….si –dijo aquel niño mientras jugaba con los dedos de sus manos- estuviste durmiendo durante 2 días.
Minho puso los ojos como platos al escuchar lo último que dijo aquel niño.
-¿¡Dos días!? –esto tenía que ser una broma, aunque, analizando las cosas, hacia tanto tiempo que minho no sufría un resfriado de semejante magnitud.
Lo que si lo dejaba completamente sorprendido es que “alguien” que no sea de su familia, conocidos o…… con quien se haya acostado, lo cuidará durante 2 días sin rechistar.
-Perdón por todos los problemas que cause estos días –dijo minho con sinceridad y mira fijamente al muchacho- ¿Tu nombre?
-Ta-taemin….-tartamudea sin quitar la mirada de aquel hombre- Lee Taemin.
-¿Taemin, eh? Gracias, de verdad me has salvado de esta –esbozó una ligera sonrisa en sus labios- Me gustaría recompensarte por esto, pero…. 150, 000 wons no es suficiente, verdad? (son 2,000 pesos mexicanos y casi 152 dólares)
Taemin se quedó en shock y su piel comenzaba a ponerse más blanca ante las palabras del moreno.
-¿E-eh…?
-¿Entonces 200,000?
-¡N-no….! –Mueve sus manos mientras que sus mejillas se tornaban rojas- ¡Y-yo….yo solo ayudé porque quise! ¡No necesito ese dinero!
-Pero te cause muchos problemas, al menos déjame agradecerte la amabilidad de haber cuidado de mí.
-De verdad no se preocupe….-dijo taemin alterado ante semejantes respuestas por parte del alto- E-es mejor que coma algo….-decidió dar por terminada la conversación al momento que él se levanta de la silla y se dirige a la puerta- Ah…..-el chico se dirige hacia el pequeño escritorio de la habitación y toma el teléfono móvil- A-anoche alguien llamó muchas veces y han dejado demasiados mensajes, será mejor que los revise –le da el móvil al moreno- Y-yo…iré por el desayuno, enseguida vuelvo.
Como si fuera un rayo, taemin sale de la habitación dejando a un minho aturdido ante semejante comportamiento de él. ¿Acaba de decir llamada?
Maldición……
Y por consiguiente, tenía más de 15 mensajes de Siwon y 4 más de su cuñado, también más de 14 llamadas perdidas de ellos. Da un enorme suspiro y procede a llamar a su hermano. Al segundo timbre, antes de que el comenzara a hablar su hermano empieza diciendo:
-¡TIENES LA JODIDA IDEA DE LO PREOCUPADOS QUE ESTABAMOS! –Ok, eso era suficiente para dejar a minho sordo- Papá está a punto de poner una denuncia con la policía por tu desaparición, ¿¡Donde rayos estás!?
-ya tranquilízate, ¿de acuerdo? Maldición –volvió a colocar su mano en su sien para tratar de calmar su dolor de cabeza- tuve un grave resfriado y estuve en cama por dos putos días.
-Al menos hubieras llamado y no tenernos con el alma yéndose del cuerpo, minho ¡Maldición! –A este paso la paciencia de minho se irá a la basura.
-acabo de despertar, ¿Ok? Al menos tuve la suerte de enfermarme en mis días libres
-Muy bien, ¿Dónde estás?
-No lo sé. Estoy en un departamento de un niño. Tuve la suerte de que el atendiera de mi si no quien sabe dios donde estaría ahora –Y vaya que tuvo suerte al encontrarse a alguien que lo ayudara.
-Ok, no diré más. En cuanto puedas regresa a casa –dijo Siwon al otro lado de la línea mientras reacomodaba unos papeles en su escritorio de su estudio-
-Si –cuelga el teléfono y colocar su móvil en la mesita que estaba alado de su cama.
Minho se preguntaba en que barrio de Seúl se encontraba, así que decidió echar un vistazo al departamento del chico.
No era tan grande como lo es su departamento en uno de los barrios altos de la capital. Había fotografías de aquel chico junto a amigos y familia. En todas estaba sonriendo con tanta alegría que se contagiaba. Observa por una ventana y se podía ver la ciudad desde aquella ventana, debe de estar a 25 pisos arriba para apreciar aquella vista. Siguió caminando y en una habitación, era un estudio pequeño demasiado simple, había hojas tiradas y pudo ver una con un dibujo bien hecho del puente Banpo coloreado con los colores que se apreciaba en la noche…parecía real. Ese chico tenía un talento impresionante, siguió explorando hasta dar con la cocina, y justo al lado estaba el comedor…..y ahí estaba el, colocando el café en dos tazas y dos platos con espagueti y albóndigas.
-Perdón, pero tengo que irme –taemin al escucharlo dio un leve brinco ante la sorpresa.
-¿De verdad? –El moreno asiente con la cabeza y taemin lo mira con una leve sonrisa- Al menos desayuna algo, debes tener mucho apetito después de haber dormido tanto.
Esa cálida sonrisa lo dejaba atónito, ¿Cómo no decirle que no a semejante ángel? Era imposible negarle semejante petición, pero tenía que arriesgarse a rechazar su oferta e irse a casa.
-No, no te molestes tanto. Bastante hiciste por mí por estos días.
Pero el rugido de su estómago lo delató, taemin al escuchar ese sonido pudo notar que aquel hombre aclaraba la garganta y evitaba tener algún tipo de contacto visual.
-Insisto. –con su mano señala la mesa ya servida-
-Está bien –suspira mientras se dirige a la mesa a sentarse- pero no creas que con esto vayas a tomarlo como un agradecimiento.
-De acuerdo –dijo el riéndose- Pero no voy a aceptar algún dinero que provenga de tus manos –declaró antes de que el dijera algo.
-Eso ni pensarlo. Al menos acepta el dinero –exclamó él mientras tomaba un poco de café.
-No lo voy a aceptar, el que coma conmigo es suficiente –declaró mientras comía un poco del espagueti- He estado viviendo solo desde que comencé la universidad y desde entonces no eh compartido el almuerzo con alguien.
Demasiado inocente para ser un simple adolescente……
-Con tan solo acompañarte a desayunar algo que tú preparaste, ¿es suficiente?
-Si. Para mí es agradable.
Para Minho esto era insignificante comparado con el dinero, pero Taemin lo veía de otra forma, compartir la mesa con alguien para desayunar era una completa alegría, el ver la tierna sonrisa de aquel niño contagiaba. Después de media hora, Taemin dejó los platos en el lavabo y Minho arreglaba su traje y se colocaba el abrigo.
-Por favor, asegúrate de tomar las medicinas e ir al hospital –dijo mientras se colocaba detrás del moreno que se aproximaba a abrir la puerta-
-Sí, lo haré. –Dio la vuelta y coloca su mano derecha en la cabeza de este y despeinaba sus cabellos mientras esbozaba una leve y atractiva sonrisa- Muchas gracias, de verdad me ayudaste cuando más lo necesité.
-No, no es nada enserio.
-Nos vemos.
Al salir de aquel edificio, hizo señas a un taxi y al subir da la dirección de su departamento, tomó su móvil para avisar a su hermano que iba directo a su departamento a tomar una ducha y después irá a casa para dar a entender que él está bien. Aquel muchacho dejó a Minho con deseos de volver a verlo. Deseaba que algún día volviese a encontrarlo de nuevo, aquél rostro angelical era imposible de no olvidar, aquellas manos delicadas y su blanca piel.
Un sentimiento estaba creciendo en aquel duro corazón……