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No hay nada que perder por golddie

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Notas del fanfic:

Disclaimer: B.A.P. no me pertence, ni a ninguna de sus fans, son almas libres hasta lo que TSEntertainment permita.

{!} Advertencia pertinente: porn, pero nada muy fuerte(?)

 

“Entonces”, soltó Daehyun.

Youngjae frunció el ceño.

“No es justo”, respondió, ante lo que el otro presente, Himchan, cómodo bajo el cuerpo de Youngjae, le sonrió.

“Vamos, no es para tanto”, le dijo con voz suave para calmarlo, pero escuchar la voz de Himchan a ese tono no lo calmaba para nada. Sonaba como si fuera una especie de malhechor.

Algo no muy alejado a la realidad.

Youngjae miró al mayor en frente de él, este le devolvió la mirada y, por su descuido, las manos de Daehyun se pusieron tras sus hombros y le empujaron hacia el mayor. Youngjae no tuvo más opción que cerrar sus brazos por el cuello del muchacho bajo él y rendirse.

Después de todo, podía confiar en él, ¿verdad?

Himchan no tardó en besar su labio inferior, y si Youngjae tenía algún tipo de duda hasta entonces, se resolvieron al instante. Los labios del mayor se sentían demasiado bien contra los suyos: era muy diferente de besar a Daehyun (quien era realmente desordenado y le era muy difícil seguir un ritmo lento), pues Himchan le besaba con calma, soltando un poco de aire desde su boca como si fuera al propio. Youngjae mantenía los ojos cerrados, ahora por la razón totalmente opuesta al disgusto.

Él estaba sobre Himchan, con sus muslos aprisionando las caderas del otro, sobre la cama de Daehyun y mentiría si dijera que los besos expertos del mayor no estaban comenzando a hacer que su cuerpo se calentara.

Suspiró cuando las manos de Himchan cayeron suavemente contra su espalda baja, acariciándolo atentamente en un ritmo ascendente y descendente, como cuando le hacía cuando estaba nervioso antes de alguna presentación.

“Vamos, quiero ver más lengua”, escucharon ambos a su lado.

Youngjae se separó de Himchan, soportando su peso en sus codos para poder levantarse un poco y mirar la cara del otro presente.

“¿Quién te puso a ti a cargo?”, espetó Youngjae, escuchando, a la vez, la pequeña risa de Himchan por su respuesta.

Daehyun, quien había estado sentado a las alturas de la almohada y tenía una mano sobre su entrepierna por fuera de sus pantalones sin verguenza alguna, le sonrió de lado con una actitud creída que a Youngjae no le gustó nada.

“Yo siempre estoy a cargo”, le dijo como si fuese lo más natural del mundo.

La expresión de incredulidad del menor de la habitación no tardó en hacerse presente.

Youngjae rápidamente extendió una mano hacia Daehyun, intentando golpearle donde sabía que más le dolería: hizo un puño e intentó hacer el contacto, solo para ser detenido por la mano del otro, porque los reflejos de Daehyun habían mejorado muchísimo al estar cerca de Youngjae, quien soltaba los golpes más inesperados ante cualquier comentario burlesco. 

“De acuerdo, de acuerdo”, soltó con miedo luego de la reacción violenta, “no es necesario ser tan extremista, solo continúen de una vez”, le dijo, soltando la mano del otro solo una vez que estuvo seguro que no iba a golpearlo.

Youngjae bufó, volviendo su vista hacia abajo y mirar a Himchan, quien le sonrió de lado de manera casi dulce, y sus manos abandonaron su espalda un instante para ahora sostener su rostro y poder besarlo de nuevo.

Ignorando completamente el requerimiento de Daehyun, su beso continuó siendo lento y amable, pues ninguno de los dos quería apresurar las cosas.

Youngjae pasó una de sus manos por el pecho de Himchan, solo sintiendo como este subía y bajaba a un ritmo hipnotizante por la respiración del mayor. Youngjae intentó imitar tal ritmo con sus labios, tomando tiempo de tomar el sabor y las sensaciones que los labios ajenos tenían y le provocaban.

Después de un buen rato, Youngjae sabía que sus mejillas debían estar sonrosadas, porque por mucho que disfrutara haciendo otras cosas de pareja, besar era lo que más le gustaba hacer. No pudo esconder la evidencia de su placer ante los ojos oscuros que le miraban con detalle al separarse.

Himchan le sonrió y se inclinó un poco para depositar un suave beso sobre la oreja que Daehyun no veía, susurrando:

“Vamos a ignorar que está ahí por un rato”, ante lo que Youngjae sonrió y asintió ligeramente, acciones que no pasaron desapercibidas por el tercero en la habitación, pero que no mencionó nada por miedo a arruinar el ambiente.

Daehyun vio a Youngjae y Himchan volver a besarse, pero esta vez ambos mantenían sus bocas abiertas y la lengua de Himchan no tardó en arremeter contra la del menor. Daehyun no podía negarlo, sentía un poco de enojo al ver a Youngjae besando a alguien más, pero tampoco podía negar que era increíblemente excitante verlo en los brazos de otro hombre (y, sobre todo que ese hombre fuese Himchan), pues podía observar cómo era Youngjae desde afuera: como su cuerpo reaccionaba hacia el placer, hacia las cosquillas del tacto y hacia el calor de una piel distinta a la suya.

La mano que tenía sobre su entrepierna había comenzado a hacer presión contra sí mismo, sintiendo como su pene comenzaba a despertar de a poco por la escena frente a sus ojos.

Youngjae, por otra parte, no podía contener sus pequeños gemidos de vez en cuando, pues la lengua de Himchan le acariciaba y besaba por cada rincón de su boca. A veces jugaba con la propia, otras veces le acariciaba suavemente contra su paladar, haciéndole sentir maravillosamente.

De un momento a otro, Himchan puso dos manos sobre sus caderas y se impulsó hacia adelante, quedando sentado, con Youngjae en su regazo.

Se separaron por la fuerza del movimiento, recobrando un poco de aliento antes de volver a perderse en la boca del otro.

“Oh, sí”, escucharon musitar a Daehyun en algún momento, pero lo ignoraron por completo.

Volvieron a separarse después de un buen rato, pero Himchan no le dio receso, pues rápidamente cerró sus dientes contra su cuello.

Youngjae soltó un gemido con mucha apariencia de grito ante la violenta acción, y se calmó progresivamente cuando el mayor le lamió en el mismo punto, a veces alternando con succiones, mientras él lo único que podía hacer era cerrar los ojos, sujetar a Himchan de su camisa a la altura de los hombros y sentir su cuerpo cada vez más caliente.

La boca de Himchan había avanzado progresivamente hasta llegar a su manzana y ahí se entretuvo por un buen rato, hasta tener a Youngjae quejándose y suspirando.

Daehyun quería decirle a Youngjae que mirara hacia su lado. Necesitaba ver las expresiones que ponía, pero el muchacho parecía ignorar su presencia, pues seguía mirando hacia arriba con el rostro inclinado hacia el lado vacío de la habitación. En un intento por hacer que se volteara, Daehyun aclaró su garganta, sin tener ningún efecto.

Tendría que unírseles.

Se puso en sus rodillas y gateó un poco hasta el final de la cama. Himchan detuvo sus besos por un momento, como intentando comprender qué quería hacer Daehyun, pero al no recibir gesto o una miraba significativa, continuó en su tarea. Youngjae tardó en darse cuenta que había alguien más a su lado, perdido en el placer desde que Himchan coló ambas manos bajo su playera y le tocaba suavemente, Daehyun tuvo que sostenerle de la nuca para lograr que Youngjae le mirara, con ojos llenos de pequeñas lágrimas.

“Daehyun”, gruñó el muchacho, lo cual llegó directo al miembro del aludido.

Himchan se separó un poco para admirar su trabajo, sonriendo orgullosamente cuando Youngjae le miró hacia abajo.

“Te ves hermoso”, musitó, moviendo sus manos bajo la playera de Youngjae, levantándola apenas viendo el ombligo del menor.

Daehyun entendió lo que Himchan quería, por lo que tomó la prenda de Youngjae con confianza y la levantó por su cabeza, dejando su torso descubierto ante la hambrienta mirada de ambos hombres.

En un acto reflejo, Youngjae se intentó cubrir con sus manos y brazos, lo cual sacó una pequeña risita de Daehyun.

“Mírate, tan tímido ahora, cuando hace unos segundos disfrutabas la atención”, murmuró contra la oreja de Youngjae, usando una de sus manos para a hacer que el muchacho se dejara de cubrir.

Youngjae gimió ante eso, ligeramente irritado pero a la vez excitado por las palabras de Daehyun. Himchan le tomó de las caderas y decidió.

Pronto Youngjae estaba de espaldas contra la cama, soltando un gruñido por la sorpresa, pero no menos complacido por el acto.

Himchan repartió besos por su torso, hasta llegar a su ombligo (a esa altura, Youngjae estaba comenzando a desesperarse) y se levantó sobre sus talones. Se quitó la camisa y se puso entremedio de las piernas de Youngjae, sin dejar de mirarlo un solo segundo.

“Hyung”, musitó, cerrando los ojos cuando Himchan besó su cuello de nuevo y volviendo a bajar por su torso, esta vez acompañando el tacto con sus manos por los costados, hasta llegar al inicio de su pantalón.

Himchan miró hacia arriba, fijando sus ojos con los otros que le miraban con la misma emoción.

Solo hasta entonces, Youngjae notó que Daehyun se había acomodado a sus espaldas, estaba ya sin camisa y pantalones, y con sus manos intentaba tomar por los hombros a Youngjae para apoyarlo contra su pecho. El menor se incorporó en sus codos, para que Daehyun pudiera estar en la posición que quería mientras Himchan ya le quitaba los pantalones y ropa interior.

Sin detenerse a pensarlo, Himchan le sujetó en su mano, haciendo a Youngjae gemir terriblemente. El mayor movió su mano en un ritmo lento que le parecía desquiciante, y era peor con Daehyun besándole la sien y tocando sus tetillas con ambas manos.

Youngjae cerraba los ojos. Jamás pensó que podía sentirse así: no era solo el hecho de ser tocado más de lo que podría estando así con una sola persona, sino que la situación en sí lo excitaba mucho. Jamás pensó que estar a la merced de dos hombres y tener a ambos tocando su cuerpo tan placenteramente fuera alguna sus fantasías, pero ahora podía asegurar que lo era y estaba recién descubriéndolo.

Himchan le sonrió de lado a Daehyun, quien asintió con la cabeza una vez antes que Youngjae sintiera la lengua del mayor contra su intimidad.

“Ohh”, gimió, como si perdiera fuerzas.

Daehyun rió suavemente contra su piel, y Youngjae no podía evitar enfadarse ligeramente por la burla, pero tampoco podía hacer algo al respecto.

Himchan escuchaba los gemidos y quejidos de Youngjae, así que cuando pensó que el muchacho iba a terminar, dejó de tocarlo por completo, obteniendo un fuerte gruñido como respuesta.

“Youngjae se porta muy bien”, soltó Himchan, levantándose ligeramente para soltar besitos sobre el pecho del aludido.

Daehyun no pudo evitar estar de acuerdo.

“Deberíamos premiarlo”, musitó, haciendo que Youngjae frunciera el ceño, porque estaban hablando de él como si no estuviera presente.

Himchan asintió y se levantó un poco para buscar el lubricante que yacía en el buró entre las camas, Daehyun lo había dejado ahí con anterioridad.

Youngjae vio al mayor relamiéndose los labios mientras abría el bote, llenando dos de sus dedos con el producto antes de mirarle. Sus ojos brillaban por el deseo; Himchan separó sus piernas de tal forma que su trasero estuviera completamente expuesto. Youngjae no puso mayor resistencia.

El menor de todos cerró los ojos fuertemente cuando sintió el primer dedo entrando hasta lo más profundo que podía, moviendo su cabeza hacia un lado y afirmándola en el hombro de Daehyun. Ahora, podía sentir como el miembro de Daehyun rozaba contra su espalda y no podía evitar sonreír ligeramente ante eso. Con una mano buscó la mandíbula de Daehyun y lo atrajo hasta su rostro, besándolo en los labios sin cuidado alguno.

Himchan empujaba hacia adentro y después se retiraba hacia atrás lentamente. No porque Youngjae necesitara que fuese lento, sino porque no sabía si la situación (estar así con Youngjae, poder ver a ambos muchachos besándose y probablemente pueda besar y tocar a Daehyun luego) iba a repetirse, entonces quería aprovechar bien el momento. Quería sentir a sus dos menores en profundidad y mantenerlo en su memoria hasta que muriera.

Daehyun no necesitó mirar para saber que Himchan tenía ya tres dedos dentro de Youngjae, solo por escuchar sus gemidos contra su lengua era suficiente. No había que ser un gran genio. Daehyun se separó un poco, dejando que Youngjae recostara su cabeza en su hombro mientras él miraba su expansión de cuerpo frente a él. Himchan estaba besándole los muslos mientras seguía penetrándolo, pero algo en la visión que tenía no le gustó: el miembro de Youngjae está sonrojado y estaba empezando a secretar, por lo que sabía (por experiencia) que el menor no duraría tanto si Himchan seguía así.

“Hyung”, le llamó Daehyun, ante lo que Himchan levantó la vista hacia él, notando la mirada que el chico le mandaba.

Himchan se detuvo, Youngjae gruño. Otra vez lo habían dejado con las ganas, y esa sensación ya lo estaba mareando. Sintió a Daehyun intentar voltearlo y sin pensar en nada, le ayudó a cumplir tal tarea. Youngjae quedó de rodillas y manos, perfectamente expuesto a Himchan y su rostro a la altura de la entrepierna de Daehyun.

“Oh, vaya”, musitó Daehyun al notar eso también.

Himchan se quitó el resto de sus ropas, posicionándose entre las piernas del menor e inclinándose hacia adelante para dar besos por la columna de Youngjae, quien gimió cuando sintió a la perfección la virilidad de Himchan contra su muslo interior, erecto y listo para él.

“Aquí voy, Youngjae”, le susurró Himchan, y el aludido asintió.

Daehyun acarició el cabello del menor cuando este recostó su mejilla contra su muslo, viendo desde arriba como Himchan se hacía espacio entre las piernas del menor y entraba en el mismo a una lenta velocidad.

Youngjae se quejaba y apretaba la sábana que tenía a su alcance, pero por su rostro Daehyun sabía que lo estaba disfrutando.

“Mmh”, soltó una vez que Himchan estaba completamente adentro.

El mayor de todos soltó aire y cerró los ojos, tenía que guardar esa sensación en su memoria, después de todo.

Daehyun seguía acariciando el cabello de Youngjae, en un intento porque el menor se relajara y soportara el tamaño de Himchan, al parecer lográndolo porque Himchan gimió, probablemente sintiendo a Youngjae relajarse a su alrededor.

Cuando Himchan comenzó a embestirlo, Daehyun no podía soportarlo más. Con una mano comenzó a tocarse el mismo, porque no quería obligar a Youngjae a tomarlo en su boca, después de todo se suponía que él solo iba a mirar.

“¡Ah, hyung!”, escuchaba retumbar contra sus oídos. Youngjae nunca lo llamó hyung, porque eran de la misma edad y nunca lo vio como tal. Por eso, Daehyun cerraba los ojos e imaginaba que los quejidos de Youngjae por Himchan en realidad eran para él.

De pronto, una mano que no era suya se unió a la propia y comenzó a masturbarlo. Daehyun gimió, notando que Youngjae le miraba desde abajo y relamía sus labios, para luego soltarlo y acomodarse sobre sus manos.

Himchan siguió embistiéndole a un ritmo que tenía a Youngjae haciendo ruidos de vez en cuando, pero ahora estaban siendo callados por el miembro de Daehyun, quien tenía el cuello estirado hacia arriba y solo podía gemir por el placer que le daba la boca de Youngjae sobre él, teniendo una mano sobre su cabello pero sin imponer el ritmo.

Himchan tenía una vista privilegiada de eso y no podía más que disfrutar de aquello: veía como Youngjae movía su cabeza, y gemía en su garganta por no poder exteriorizarlo, veía a Daehyun con los ojos cerrados y moviendo ligeramente sus caderas para llegar más adentro. Él solo necesitó mover sus caderas a un ritmo más fuerte para que Youngjae se perdiera totalmente, dejando de lado a Daehyun y reposara su frente en la cama.

Contrario a lo que Daehyun creía, él tenía el control.

“¡Hyung!”, le llamaba Youngjae, entre quejidos y gruñidos. Himchan sujetó sus caderas con sus manos y comenzó un ritmo más rápido y profundo, siendo recompenzado por los nuevos sonidos de placer que soltaba el menor. El mayor cerró los ojos, enfocándose en lo que sentía.

De pronto, Daehyun sintió un impulso: El de tomar a Himchan, apartarlo de Youngjae y golpearlo, porque dentro de su concepción, nadie más tenía derecho a tocar a Youngjae de esa forma más que él. Pero se contuvo, en parte porque la vista era hermosa y en parte porque sabía que Youngjae lo estaba disfrutando.

(Y Himchan también.)

Se sentó a un lado de la cama con una pierna sobre la misma y la otra con su pie tocando el suelo. Tomó su erección en su mano y cerró los ojos, dejando que la estimulación fuese solo por los gemidos de Youngjae y los de Himchan (que Daehyun, trataba de bloquear). Sin embargo, después de un momento, Himchan había empezado a embestir con tanta fuerza que Youngjae tenía ambas manos en el suelo y el mayor se giró un poco para besar los labios de Daehyun, quien, a pesar de la sorpresa, solo se dejó llevar.

Tenía que reconocer que Himchan besaba bien y no quería que se detuviera, pero un grito de Youngjae (más alto que los demás), les hizo separarse a tiempo para ver como el menor terminaba en las sabanas y sollozaba por el clímax de su placer.

Himchan salió de su interior para no sobre estimularlo, ahora concentrándose en besar y tocar a Daehyun, quien le sonrió un poco por su atrevimiento: eso no era parte del acuerdo, pero no estaba en posición de negarse.

Daehyun masajeaba el miembro de Himchan mientras éste le imitaba. Youngjae, quien apenas había recobrado la fuerza como para no quedar en el suelo y subir a la cama, les observó con una sonrisa.

“Vamos, quiero ver más lengua”, musitó el menor, ante lo que Daehyun de inmediato soltó una risita contra los labios del otro.

Himchan terminó un poco antes que Daehyun, con un fuerte gruñido, el otro muchacho siguiendole un poco después con una maldición, ambos tomando aire sentados uno en frente del otro.

“Eso fue divertido”, dijo Youngjae, captando la atención de los dos mayores, “a la próxima yo quiero mirar”, exigió, haciendo que Daehyun y Himchan se miraran.

Ambos se sonrieron maliciosamente. No hay nada que perder de todas formas, ¿verdad?

 

Notas finales:

 

 

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PERDON, ME QUEDÉ CON GANAS DE ESTO POR EL OTRO FIC QUE HICE, OTL


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