“Doitsu…”
Ya no puedo seguir ocultándolo, debo decírselo.
“Estoy ocupado, dime lo que sea que quieras después”
Dijo Doitsu, entregado a su trabajo como siempre, se dedicaba arduamente a proyectos y tareas como nación. Sentado en su escritorio, con pilas y pilas de carpetas y papeles, lápiz en mano y escribiendo cosas en su laptop casi al mismo tiempo…
Esta vez, no es como todas aquellas veces en que lo molesto diciéndole querer pasta, esta vez, tiene que escucharme. Decidí probar entonces una última vez a llamarlo con mi tono alegre de siempre, antes de llamarlo en serio.
“Doitsu-“
“Que estoy ocupado”
No quería hacer esto, nadie me había escuchado hablando en serio hace ya décadas…pero necesito hablar con el…
“Esto no es broma Doitsu, te estoy hablando seriamente”
Mi voz sonó grave, no aguda y dulce, como la del adulto que no aparentaba ser, como había de esperar, Doitsu dio un respingo en su silla, dejando sus útiles con los que trabajaba de golpe en la mesa y dándose vuelta bruscamente como si no lo creyera.
“¡¿Itali--?!“
Cerré los ojos y tome una fuerte inspiración, luego voté todo el aire como si tratara de sacar de mi cuerpo la preocupación y ansiedad que tenía en ese momento, incluso si sabía que mi voz desvariaría y finalmente terminaría en llanto, necesitaba decírselo.
Abrí los ojos por completo, mirando directamente a los ojos celeste cielo de Doitsu, forzándome a recordar todas las cosas malas que había hecho gracias al parecido que tenía Doitsu con esa persona.
“Doitsu, lo que te diré a continuación no es un juego como los de siempre, ni tampoco será una broma, lo que te diré será 100 por ciento serio y, solo espero que, algún día, me perdones.”
Doitsu solo asintió, mudo y sorprendido.
“Todo este tiempo…
Tomé aire de nuevo, forzándome a mantener la vista hacia el rubio.
Doitsu, yo...siempre, desde que te conocí, te he usado como un reemplazo- sonreí falsamente mientras que en mis ojos se agolpaban lagrimas que me nublaban la vista hacia él-
la primera vez que nos vimos, esa vez en la que me había escondido en la caja de tomates, me di cuenta que tenías las mismas facciones, los mismos ojos, el mismo cabello…incluso después del paso del tiempo desde que te conociera, tenías la misma actitud… recordando bien...no respondí enseguida por pensar que eras él.
si te das cuenta de todo esto Doitsu, nunca fuiste en realidad mi amigo, nunca te vi realmente como "Doitsu"…solo fuiste mi egoísta deseo de llenar ese vacío que dejó mi primer amor, quien era sacro imperio romano, quería que tú fueras mi sacro imperio romano, no quería creer que él había muerto, así que te use a ti como reemplazo
Lo lamento…Doitsu”
Ya lo había dicho, no hay vuelta atrás.
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