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----------- Flash Back ---------
4.- LO QUE VIVI CON EL… (3ª Parte)
Capitulo anterior:
-¡Bien! ¡Está bien! ¡Lo prometo! ¡Pero cálmate! – Ron lo que menos quería era ver ese lindo rostro triste. Porque él pensaba que si era lindo y eso jamás se lo diría a Harry. Si Harry supiera lo que Draco le hacía sentir a Ron, lo mataría.
-¡Gracias! – Draco se lo agradeció con una sonrisa sincera, que al pelirrojo le pareció encantadora – Confío en ti – Esa tarde el rubio se sintió tranquilo, la carta contenía todas sus emociones, en ella le explicaba a Harry el porqué de su decisión de traicionarlo (Por que Draco pensaba que era realmente una traición hacia el moreno) pero sopesando todo lo que le habían dicho los profesores, encontraban que tenían razón. Él no era bueno para la vida de Potter. Y de todo corazón le deseaba al moreno lo mejor, porque sabía que Potter saldría victorioso y presentía que cuando todo esto terminara Harry podría vivir una buena vida, feliz y plena, olvidando su recuerdo y encontrado a alguien realmente completo para estar con él. Y por lo mismo, no tenía ninguna duda de que lo que le iba a pasar en la batalla le permitiría por fin irse en paz.
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** El recuerdo se esfumo nuevamente y comenzó otro… Harry no podía creer lo que veía y sentía…
Caminar por el colegio con él a pesar que de todos lo miraran raro y con desprecio, era maravilloso, conversar hasta altas horas de la noche con él y sentirse protegido por sus brazos, era todo un privilegio. Un calor y paz inusual para Draco, sobre todo después de lo que había vivido estos últimos meses. Era increíble como habían cambiado las cosas en tan poco tiempo, había vivido el infierno en carne propia junto a Voldemort y ahora se podría decir que estaba en el purgatorio, pero cuando estaba con Harry, era el paraíso. Se sentía contento. Aunque sabía que terminaría pronto. De hecho, esa noche seria el día que tendría que decirle adiós para siempre, miro con angustia la botellita con la poción que haría dormir a Harry y luego le sacarían el horrocrux. En parte el rubio se sentía feliz de poder ayudar, ser útil en algo, pero no podía evitar sentirse también que lo traicionaba al no decirle la verdad, Potter se había comportado con el casi como un ángel milagroso que lo había salvado de su peor situación. “Un héroe” hecho y derecho. Un salvador.
Un ruido en la puerta lo saco de sus cavilaciones, Potter se asomaba sonriente en ella con una bandeja con comida para dos. Draco quedo mirando el vaso de jugo de calabaza, ese sería el instrumento que llevaría a cabo su plan. Potter se salvaría y él se condenaría más y más.
-Hola – Dijo amigable el moreno una vez que entro y dejo la bandeja en la mesa, todos sus movimientos fueron seguidos por la atenta mirada del rubio – ¿Tienes hambre?
-No – Le respondió Malfoy serio, le estaba costando horrores mantenerse tranquilo. Trato de tranquilizarse y sonrió de medio lado.
-¡Es una lástima porque la comida de hoy huele deliciosa! – El moreno sonrió confiado y sus ojos esmeraldas brillaron más. Draco por la intensidad de su brillo quedo hipnotizado. Pero aterrizo rápidamente, no podía flaquear ahora. Se acercó a la mesa rápidamente y se tomó al seco el vaso de jugo.
-Podrías traerme otro vaso más por favor – Le tendió el vaso vacío y el moreno lo tomo fijo primero y después burlón.
-Claro, voy y vuelvo – Potter salió, Draco aprovecho eso y vacío la pasión completa en el jarro de Harry. Cuando volvió el moreno se sentaron de frente, comenzaron a comer en silencio.
Draco miraba fijo el vaso, Harry ni siquiera lo tomaba para beber, solo engullía su comida como si nada.
-¿No tienes sed? – Dijo inquisitivo y expectante el rubio.
-No.
-Deberías beber osino te trapicaras con la comida – Insistió el rubio, el moreno lo miro fijo y tomo el vaso. Draco trago saliva, su mente quiso gritarle ¡No lo hagas! Pero callo, esto debía pasar. Por el bien de todos, sobre todo de Harry. Sin que el rubio lo previera Harry dio vuelta el vaso en el suelo, cayendo el líquido en el piso, Draco se puso pálido y se levantó exaltado y sorprendido - ¡¿Qué haces?!
-¿Hay algo que debas decirme Draco? – Los ojos verdes del moreno lo miraron con seriedad, fueron segundos de silencio entre ambos. Donde sin hablar se dijeron todo. Hasta que el rubio por fin decidió terminar con el silencio.
-¿Lo sabes verdad? – Dijo avergonzado por la traición palpable que le había hecho al moreno – Ron te lo dijo – Fue más una afirmación, Draco miraba al suelo y se mordió el labio.
-¿Qué si me lo dijo? ¡Por supuesto que lo hizo! ¡Es mi amigo y sabe lo importante que eres para mí! – Draco levanto la mirada con sorpresa y no pudo evitar su sonrojo, la confesión del moreno en el fondo lo llenaba de alegría y esperanza. Los movimientos de Potter fueron veloces ya que apretó al rubio a su cuerpo y lo abrazo con fuerzas – Te amo Draco – Dijo sincero, con una fe y amorosidad increíble, y Draco lo sintió, ese era el calor que le hacía sentir Potter, era amor puro. Se dejó proteger por esos fuertes brazos, quería que ellos lo guiaran por los sentimientos, aunque sabían que esto durarían muy poco, y pensando eso le invadió un gran miedo, por lo que tembló considerablemente – Lo siento, pero de verdad te amo, no me preguntes porque, solo lo sé.
-¡No digas eso! ¡No es verdad! – El rubio trato de salirse de esos brazos cálidos y fuertes, pero le fue imposible, Potter lo agarraba con fuerzas, no quería dañarlos, al contrario, solo quería que lo sintiera.
-Es verdad, TE AMO - Y viendo que el rubio se resistía mucho, acerco su cara a él y lo beso con todo su amor. Lo quería, amaba y atesoraba. Cuando Ron le pasó la carta y la leyó quiso partirles la cara a esos dos estúpidos viejos que jugaban con sus sentimientos, con su vida. ¡¿Qué se creían ellos para decidir lo que era importante para él?! ¡Él ya era grande! Sabía lo quería y a quien quería desde hace tiempo. Y quería a Draco, solo a él. Malfoy se resistió un poco pero después se entregó al beso, él también lo deseaba con todas sus fuerzas. Necesitaba esa calidez que solo sentía con el moreno.
-Y yo a ti – Dijo finalmente bajito el ojigris entregando su corazón en ello. Su amor era solo para él, desde ahora y para siempre.
Y estuvieron así, entregándose amor con besos suaves y a veces apasionados, a pesar de que Draco temblaba por las caricias, Harry se las atribuyo al miedo a vivir lo que paso con Voldemort. El no insistiría más, no por ahora, estaba demasiado contento ya, con que el rubio lo dejara besar.
** El recuerdo se esfumo nuevamente y comenzó otro… Harry sintió angustia, efectivamente el Harry de los recuerdos amaba a Draco, ¿Pero qué pasaba con él? ¿Que sentía el ahora?… Además, el maldito dolor de cabeza aumentaba.
-¡Al parecer todavía no lo entiendes! – Draco estaba botado boca abajo en el suelo respirado con dificultad, el crucio aplicado por Lupin recién estaba dejando su efecto – ¡No entiendes que debes morir! ¡Que eres malo para Harry! ¡Para su futuro y supervivencia! – Otro crucio más fue dejado en su cuerpo. Se había negado rotundamente a seguir las órdenes de Remus, pero este a punta de maldiciones lo estaba haciendo flaquear, metiéndose en su conciencia una y otra vez. No era solo tortura física, sino también mental – ¡Ahora por una maldita vez seguirás mis órdenes y si no lo haces usare un imperio en ti y te hare acostarte con todos en el colegio y Harry no querrá saber de ti nunca más! ¡¿Entendiste?! – Nuevamente un crucio lo hizo retorcerse de dolor.
-Si… - Dijo lastimero Draco, el profesor podía ser muy convincente, si quería que el se sintiera como nada, lo había logrado – Solo pido una condición.
-Depende de lo que quieras – Los ojos fieros de Remus lo hicieron temblar.
-Si llego a sobrevivir, me dejaran en paz y me iré de aquí, lejos ¡Donde ninguno de ustedes me molestara más! – Remus y Dumbledore que se encontraba apartado de ellos y había solo guardado silencio asintieron. El pacto estaba hecho y as cartas echadas.
** El recuerdo se esfumo nuevamente y comenzó otro… Harry sintió una corriente de odio por su cuerpo, sus profesores más respetados se estaban convirtiendo en unos monstruos a sus ojos…
-¿Porque me quieres tanto Potter? – Estaban recostados en la cama de Draco, más bien el rubio estaba tratando de levantarse y arrancar de esos fuertes brazos que lo aprisionaban con afecto. Ese tipo de actos amorosos eran ya casi un ritual de besos y abrazos para ellos. Después del día de la poción y confesión, Harry había enfrentado a los dos adultos y dejado más que claro que si volvían a involucrar al rubio en otra cosa, se iría con el lejos y no lo verían nunca más. Draco solo supo algo de eso, Harry no le quiso entregar más detalles de lo que sucedió. Pero también sabían que no le habían hecho mucho caso. Ya que habían planeado una vez más separarlos y usarlo a el de instrumento.
-Harry… Dime Harry, porque tú eres para mí, mi Dragón – Draco se sonrojo aún más.
-¡No soy tu Dragón! Y ¿Porque debería llamarte Harry? ¡No somos nada! Somos enemigos ¿Acaso no lo entiendes? – A pesar de que el moreno se desvivía en decirle al rubio que lo amaba y este le allá devuelto la confesión una vez, a Draco todavía le costaba asimilarlo y creérselo.
-Tú no eres mi enemigo y si eres MI DRAGÓN.
-¡Esto es ridículo! – Draco trato de separarse de sus brazos – La pelea final esta próxima ¡Deberías estar entrenando! ¡Suéltame! – Pero Harry lo tenía fuertemente agarrado sonriendo por el infantilismo del rubio - Y yo debería estar viendo en qué lado me tocara estar en la pelea.
-¡O no! ¡Tú no vas a pelear! ¡Ni siquiera tienes varita! ¡Así que olvídalo mi dragón!
-¿Quien dijo eso? Voy a ser un señuelo, los mortifagos me odian lo suficiente para perseguirme y así yo poder guiarlos a una trampa – El rubio hablaba seriamente, mentalizando el plan que le había ordenado Remus que siguiera, obviamente no tendría ninguna oportunidad de escapar, su único objetivo era tratar de mantenerse vivo hasta que llegaran a la trampa mortal que tenían para los mortifagos - Lupin me dará una varita para hechizos básicos, los que estén cerca de mí los aturdiré, luego correré y los llevare al puente donde tendrán explosivos que con mis hechizos los hare volar, será fácil – Draco se quedó callado con lo que acaba de decir, supuestamente el plan era un secreto, no debía decírselo a nadie, Lupin se lo había hecho jurar que se mantuviera callado, había estado todo el día amenazándolo y torturándolo para que decidiera hacerlo para salvar a Harry y el venia y lo soltaba sin más, miro fijo al moreno que se había quedado mirándolo seriamente - ¡¿Qué me diste?! – Le grito enfurecido.
-Verisaterum – Dijo molesto Potter, sus odiosos profesores estaban comenzando a sacarlos de sus casillas, pero esto no iba a quedar así.
-¡¿Cómo pudiste hacerlo?! ¡Me diste Verisaterum a escondidas! – Draco estaba furioso, se sentía dolido y engañado.
-¡Y me reclamas tu a mí! ¡Yo debería ser el enojado! ¡Otra vez estas tratando de sacrificarte por mí! ¡Estoy harto! ¡Esto es una locura! ¿Hechizos aturdidores? ¡Te mataran antes de llegar al puente! ¡No voy a permitirlo! – La sonrisa burlona de Draco cayó a Harry, lo malo del verisaterum era que hacía que las personas dijeran lo que uno no quería escuchar, ósea, la verdad.
-¿Y acaso crees que Lupin no lo sabe? ¡Vamos! Me costó mucho trabajo convencerlo para que me pudieran dar una varita ¡Por lo menos tendré una muerte digna!
-¡Acaso no entiendes que yo no deseo eso!
-¡El que no lo entiende eres tú! ¡Jamás me dejaran estar contigo! ¡JAMAS! – Y los ojos grises de Draco se aguaron, no quería llorar, menos frente del. Harry se acercó y lo abrazo, él también no quería llorar, solo quería estar junto al rubio ¡¿Acaso era tan difícil que entendieran eso?!
-Te amo Draco, y quiero que entiendas que yo no me voy a alejar de ti ¡Nunca! – Se besaron nuevamente, porque se necesitaban, a pesar de que el rubio sabía que durarían muy poco, el mundo no estaba de acuerdo a que ellos estuvieran juntos
Estaban besándose cuando un estremecimiento en la barrera del colegio los distrajo. El día de la batalla había llegado.
-Él está aquí – Dijo serio Harry mirando por la ventana y luego miro al rubio que tembló de miedo al saber a quién se refería.
-Pero… Yo debería ir al puente – El rubio trato de tranquilizarse, se separó de Harry y trato de ir a la puerta.
-¡No, tu no iras a ningún lado! – Y Potter lo tomo en sus brazos llevándolo a la cama, Draco forcejeo con todas sus fuerzas, pero el moreno no lo dejo ir, lo tiro a la cama y luego se subió encima de él, besándolo con una intensidad nunca vista – Déjame demostrarte cuanto te amo Draco – Comenzó desvestirlo rápidamente el deseo era mayor, Draco se asustó al ver a lo que se refiera Harry – Dame fuerzas para enfrentar la batalla.
-¡¿Qué haces?! – Potter lo desvistió con magia y al tenerlo completamente desnudo, besos sus blanca tetillas, su pecho lampiño y recorrió con su boca desde el cuello hasta la pelvis del rubio, Draco desvió la cara avergonzado, ya a penas se podía resistir a las caricias, el también lo deseaba, pero tenía miedo, aparte que encontraba que no era el momento para hacerlo. No, cuando las explosiones se escuchaban más fuertes.
– Dame una razón para no morir Draco, espera por favor por mí, ámame y entrégame tu alma – Ahora el moreno se metió en la boca el miembro del rubio y bombeo con ella toda la erección, no paro hasta que Draco se vino en la boca – Te amo, nunca lo olvides – Y lo beso con fuerza y pasión. Draco se dejó hacer, estaba atontado y enamorado, si moría en la guerra quería por lo menos llevarse el recuerdo de estar en los brazos de Harry, de pertenecerle completamente.
-Yo… también te amo – Se abrazó al moreno con fuerzas – Borra con tu piel las marcas de el en mi cuerpo ¡Purifícame! – Y de ahí ambos se entregaron a la pasión, aunque sentían temblar y crujir el castillo, no les importo. Ese momento era de ellos, de nadie más. Era su entrega, podía ser incluso su comienzo o su adiós, porque cuando salieran de esa habitación no sabían si habría un futuro, por lo que ahí se entregaron para siempre y se prometieron amor eterno.
Cuando terminaron el acto de amor, se abrazaron y esperaron que sus respiraciones se calmaran para volver a besarse. Estaban desnudos y sudorosos, pero en esa habitación solo se podía sentir la corriente cálida de magia que solo daba el amor, un sentimiento que podía traspasar cualquier tipo de barreras e infortunios.
-¿Estas bien? – Dijo Harry acariciándole la mejilla al rubio – ¿No te hice daño?
-No, estoy bien, gracias, tú me has liberado – La cara sonriente del rubio ilumino al moreno, ese era el recuerdo que se quería llevar a la batalla, su insignia. Sintieron una explosión a lo lejos y recién ahí se acordaron que la batalla final había comenzado – Empezó la pelea, debemos ir…
- Es cierto, debo ir – Dijo levantándose y vistiéndose el moreno, Draco iba a hacer lo mismo pero estaba paralizado.
-¡¿Harry que me has hecho?! – Le grito angustiado ya que su cuerpo no le respondía.
-Espérame mi amor, aquí es un lugar seguro – Le dijo Potter mientras lo tapaba con las mantas de la cama – Yo voy a pelear por los dos, para que seamos felices y podamos vivir en paz, juntos.
-¡No me hagas esto! ¡No me dejes aquí! – La voz quebrada del rubio destrozo al moreno, pero Harry sabía que estaba haciendo lo correcto – ¡No me dejes solo después de cómo me hiciste el amor! ¡Harry!
-Te amo Draco, nunca lo olvides y espera por mí - Potter emprendió su camino hacia la salida, ahí lo esperaba Ron. Por más que Draco grito él no se volteo. Antes de cerrar la puerta lanzo un hechizo al rubio par que durmiera.
-Lo harás llorar Harry, lo sabes – Dijo serio el pelirrojo escuchando los lamentos y gritos de Draco.
-Lo sé – Dijo abatido el moreno – Pero volveré, lo juro – Y eso fue lo último que escucho Malfoy antes de quedarse dormido con lágrimas en los ojos.
********** Continuara *********