Recostado en su cama ocultaba su rostro en la almohada. Casi todos se habían ido a Hogsmeade, pero él había preferido no ir. Estaba tan confundido ¿Qué era lo correcto? No podía pensar en nada bien esos últimos días, la reconfortante sonrisa de Eddy, sus besos, la confesión de James y sus profundos ojos castaños que le provocaban…
-¡¿Qué rayos es esto?!- dijo ahogando su grito en la almohada. ¿Por qué Eddy seguía besándolo si ya no era necesario? Y ¿porque su corazón seguía acelerándose cuando veía a James? Nada tenía sentido.
-Veo que alguien está muy contrariado…- dijo con su usual voz maternal Aris. Scorpius lentamente alzó su cara, dándole vergüenza que su amiga lo escuchó haciendo su rabieta, pero ella solo se limitó a acariciar sus cabellos platinados.
-No entiendo que me pasa…-
-Estás enamorado- dijo como si fuera lo más natural del mundo, Scorpius se sobresalto.
-¿Yo? ¡¿De quién?!- dijo casi en un alarido mientras sus mejillas se tornaban rojas y Aris rió, no le cabía duda que se veía adorable con su linda cara llena de pánico.
-No, el vecino… claro que tu Scorp, aunque la verdad no lo sé… eso lo tienes que averiguar tu… pero deja te doy una lección acerca del amor- dijo acercándosele más como si fuera una confidencia- puedes querer a dos personas al mismo tiempo, pero nunca será de la misma manera… puesto que a veces es muy difícil diferenciar la amistad del amor…- dijo con ilusión.
-¿Y… como lo puedes diferenciar…?-
-Aunque no soy una experta, puedo decir que, aunque en ambos se basan en confianza, cariño y apoyo en el otro, el amor es algo más fuerte, que te invade y llena por dentro, puede hacerte temblar, suspirar sin par, rabiar, sonrojarte con su sola presencia y si cierras tus ojos siempre es la primera persona que aparece en tu mente...- dijo dando un largo suspiro.
-¿Acaso a ti te paso?- preguntó incrédulo Scorpius.
-Algo así…- dijo comenzando a reír nerviosa mientras jugaba con su cabello.
-Y esa persona acaso es… ¿Albus?- la de cabello cobrizo se paró al momento negando fuertemente con la cabeza.
-¡Claro que no!, ¿qué te hace pensar eso? Jajaja- dijo aun más exaltada mirando a todos lados. No era un misterio para ninguno ya que cuando Rose por fin los encontró, fueron a buscar a Albus y Aris para decirles que habían ganado, pero los encontraron, tan pegados uno con el otro, mientras que el azabache estaba tomando la mano de la chica apunto de besarla- El punto es que… dejes de frustrarte y cierres los ojos, la respuesta llegará a ti y estarás más tranquilo- dijo aun sonrojada palmeando el hombro de su amigo y se levantó con la intensión de irse.
El pequeño Malfoy abatido, se sentó en la cama con las piernas cruzadas, cubriendo su cara entre sus manos y meditó las palabras de su amiga, tratando de saborear cada una de ellas, asimilarlas y negó la cabeza, no era posible. Siempre la misma persona aparecía en su mente cuando apenas cerraba los ojos y encajaba perfectamente en la descripción de Aris…
-Hey, Scorp, ¿jugando nuevamente a las escondidas?- dijo entre risas el de ojos azules brillando con ironía. El rubio negó con ávidamente con la cabeza mientras se sonrojaba.
-Eddy… creo que…- el dedo índice del de cabello marrón cubrió sus labios evitando que continuara y con ambas manos lo jaló para que se pusiera de pie.
-Scor, creo que has madurado mucho estos últimos meses y sé que en gran parte ha sido gracias a mi, pero es hora de que te salgas de esa estúpida alberca de indecisión y tomes por los huevos a tu destino parándote bien derecho y con la mirada retadora le digas “cierra tu boca, maldito que las cosas ahora las decido yo”-
-¡Eddy!- gritó ante las palabras de su amigo pero fue nuevamente interrumpido.
-¿Qué haces aun aquí todavía? ¡Tienes que salirte y que vayas al cuarto piso! Muévete- demando casi empujando al rubio que aun estaba aturdido.
-Ashh, que genio- dijo el rubio parándose a trompicones y con torpeza se puso los zapatos mientras salía.
-Ya te alcanzo… más al rato…- dijo mientras su voz iba perdiendo fuerza y se dejaba caer sobre la cama.
-¿Quieres que te consuele?- preguntó Aris al momento que Eddy le aventaba la almohada con fuerza, la cual la chica logró esquivar perfectamente.
-Lárgate Aris, déjame en paz…-
-Aquí estaré para apoyarte si necesitas hablar o un hombro para llorar…-
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Mientras caminaba por el amplio pasillo del cuarto piso, lado a lado de sus amigos echando bulla, James no podía borrar la sonrisa que lo embargaba. La felicidad estaba siempre ahí, aturdiéndolo en una mágica sensación que le hacía sentir tan bien, tener a Scorpius tan cerca, poder tocarlo disimuladamente, <”aunque siempre este con ese estúpido cuatro ojos”> se dijo para sus adentros.
-Entonces yo le dije, si te molesta y cuestionas mi actitud, deberías ver tu cara, eso contestaría tu pregunta- todos comenzaron a reír.
-¿y qué te dijo? Seguro y te volvió a mandar otro reporte Jamie- todos regresaron a ver interesados en el desenlace de la historia.
-Nah, ya sabes que Hopkins adora el suelo por el que camino…- sonrió burlón y las chicas tras de ellos rieron más fuerte con sus miradas perdidas en las bellas facciones del mayor.
-Claro y por ello te puso a fregar calderos el resto de la tarde- dijo Ricard tras de él. El azabache pidió que se adelantaran ya que tenía algunas cosas que conversar con su amigo. Los demás se dieron unas miradas decepcionadas ya que querían seguir escuchando las ocurrencias de su amigo, pero tendrían que dejarlo para después ya que una vez que decía que no iría, nada lo movía de su lugar-Esa sonrisa bobalicona en tu cara no te va…- dijo analizándolo su amigo de arriba abajo.
-Ohh, cállate Ric y déjame en paz-
-Parece que el lindo rubio te perdonó…-
-¡Me ha dado otra oportunidad para estar a su lado! ¿Puedes creerlo? ¡Es increíble! Sé que dije que lo haría, pero por un momento lo dudé, pero ahora, estoy más seguro que nunca que podemos volver a ser como antes-
-Claro y el noviecillo que se carga lo tiene bien vigilado- ahora el burlón era el moreno.
-¡No es su novio, el me dijo que no y le creo! ¡El no podría enamorarse de ese tipo! ¡Es un insolente cínico!-
-El burro hablando de orejas- dijo canturreando Ricard haciendo fruncir el entrecejo al otro- Ahh Jem ¿qué hacer contigo? Pero bueno, olvídalo, me alegra que estés feliz con respecto a cómo van las cosas- exclamó desganado su amigo apretando su hombro y moviendo su dedo, señaló a la péquela castaña que camina hacia ellos firmemente afianzada de su mochila y un libro para “lectura ligera”.
Su amigo lo dejó para que hablara con su prima. < “y ahora me esperan dos horas de sermoneo”>pensó desganado y estaba en lo cierto, cuando su prima se lo proponía podía hablar y regañar por todo el día sin la necesidad de respirar, pero no podía decir nada, su hermano ya le advirtió lo que le pasaría si dañaba al ojigris y a falta de tiempo, la castaña no lo había hecho.
-Espero que lo trates como se merece Jamie, no quiero tener que volver a verlo con los ojos enrojecidos por tanto llorar y lamentarse por lo que quizás le hizo a su mejor amigo el cual muy idiotamente pensó que apartarlo era lo mejor, cuantas veces te dije que no era lo correcto- James puso sus brazos en jarrar quien fastidiado llevaba escuchando los regaños de su prima más de media hora, realmente admiraría al hombre que se volviera su esposo ya que debería de ser un santo.
-Sí, sí, lo sé Rosie, no mas estupideces…- dijo suspirando- ya aprendí mi lección y no dejaré que Scorpius se aparte de mi lado, mucho menos ahora que sé que tengo una oportunidad… aunque… creo que si no la tuviera también estaría con el sin importar que…. O tal vez no…- las palabras desaparecieron al instante cuando sus ojos captaron ese par de orbes de plata liquida que lo veían expectante, con una inocente y dulce jovialidad que le resultó contagiosa haciéndole sonreír.
-Bueno, ya me voy- exclamó Rose mirando a uno y luego a otro en intervalos iguales, una parte de ella le alegraba que por fin estuvieran juntos y mucho antes de lo que esperaba, pero por otro lado el miedo la asechaba, miedo al futuro que les depararía, tanto las barreras de las diferencias de carácter entre ambos y las expectativas del mundo, pero sabía que tenía que callar y esperar que todo fuera para mejor- buena suerte Scorp- dijo guiñándole un ojo antes de irse sujetando firmemente sus dos libros con ambas manos.
-Te extrañé- dijo James contemplándolo, en absoluto se cansaría de esa hermosura como un eclipse solar, casi enceguecedora, tal que valdría la pena quedar ciego con tal de verlo destellar un par de minutos - no tienes idea de cuánto eché de menos hacer esto- dijo poniendo su barbilla sobre la cabeza con lacios cabellos platinados.
< “Yo también…”> pensó hundiendo su cara en la túnica de James que olía tan bien, su jabón neutro y la deliciosa colonia de vainilla que tanto le gustaba usar desde hacia tiempo, tan vivificante que con ensoñación le recordaba las hermosas memorias del pasado.
-¿Y el entrometido de Summers?- preguntó buscando al par de gruesos lentes de pasta que siempre le molestaba. Y el rubio frunció los labios.
-James, se bueno, Eddy es mi amigo- el otro bufó <“claaaro, los amigos se besan por disque “terapias”> se dijo de muy mal humor, pero no podía reprocharle nada al rubio, no tenía ese privilegio…- y dijo que al rato me alcanzaba- los ojos se le iluminaron a James, por fin otro rato solo con su rubia obsesión, sentía que no cabía dentro de sí.
Conversaron acerca de lo que habían hecho después de la entrada de Scorpius a Hogwarts como el menor había sufrido ante la frialdad del otro y el azabache que no se la estaba pasando tan bien, como el primero había logrado sobre ponerse mientras el otro se sentía hundirse más…
-¡Ricard tiene razón, soy un pervertido!- exclamó dolido
-¿Por qué dices eso?- preguntó con curiosidad.
-¿Por qué no? Digo, me enamoré perdidamente de mi mejor amigo, menor que yo por dos años, me devanaba los sesos pensando la mejor opción posible para no hacerte daño y no enloquecer, pero aun así no podía evitar observarte, incluso seguirte-
-Que miedo, James el acosador silencioso- dijo entre risas. Esa linda risa que amaba más que el canto del fénix.
-No cabe duda que has cambiado, ¿Qué hay con ese sentido del humor no tan tierno?-
-No lo sé… ¿madurez, tal vez?- ambos rieron, se sentía tan bien, la cercanía, riendo descuidadamente de trivialidades solo los dos como en los viejos tiempo, sin embargo los sentimientos almacenados en su interior latían desbocados, constantes. Podría observarlo toda la vida de ser necesario.
Cuando estuvo a punto de tocar la sonrosada mejilla pudo captar a lo lejos una mirada verde. Su hermano. Este de seguro una vez que los viera no los dejaría en paz hasta que cada quien se fuera a su propia sala común y se maldijo a lo bajo tomando la mano de Scorpius y lo guio a una sala en desuso. El rubio se sorprendió pero no dijo nada, más bien le pareció divertido.
-¿Porque estamos aquí?- pregunto incrédulo el rubio con una disimulada sonrisa.
-Porque nos iban a interrumpir y aun no quiero dejarte ir- dijo con una mirada seria que hizo temblar su cuerpo evadiendo sus ojos. Demasiado calor en su interior.- mira, te quería enseñar esto- dijo pasando lentamente su mano a la otra para sostener su varita con la diestra. Scorpius quería alejar su mano, salir de ahí, pero su corazón le imposibilitaba el moverse de su lugar, estando al pendiente de James… con un suave movimiento de su muñeca, y pronunciando “suavium glacius” un halo blando inundó la estancia y lentos copos de nieve comenzaron a descender.
-Esto es…- abrió aun más los ojos. Era algo hermoso pese a que el salón de desuso estaba muy sucio y con olor a humedad, pero por el momento no importaba, esa pequeña ventisca personal no era fría, si no agradable como un cálido abrazo dedicado con amor y ternura en un nevado invierno frente al hogar.
-Lo sé… siempre te ha gustado la nieve y el frio, así que estuve practicando este hechizo para dártelo en tu cumpleaños 12 pero… debido a nuestras…ammm… circunstancias no pudo ser, así que es un adelanto de lo que te quiero dar para navidad…-
-James… es hermoso…-
-No más que tu…- dijo perdiéndose en esa mirada sonriente que encendía todo el lugar con su dulzura- quiero decir… este… sé que no es mucho, pero aun así me esforzare por redimirme contigo y, ya me decidí a hacer lo que sea necesario para ganar tu corazón… se que suena egoísta y absurdo puesto que aun estamos en ¿Cómo lo llama tu amigo? ¿P.E.D.A.A.? o algo así…- dijo riendo con nerviosismo, no había salido como esperaba ya que siempre que se imaginaba eso, lo decía con tal confianza y con cadencia y prosa y Scorpius siempre le sonreía mientras el rodeaba su cintura…
< “Ohh no, es cierto ¿Por qué?… creo que estoy enamorado de James…”>