Al día siguiente les tocaba entrenamiento de quiddich y todos estaban sumamente emocionados con ello, ya que planeaban una revancha y sabían que ahora sí, nadie podría quitarle el triunfo a Hufflepuff.
Todos estaban en la mejor forma que podían, dando todo de sí (como tejones que eran) pero Scorpius estaba imparable, deteniendo cada quaffle que lanzaban, no tenía idea de donde conseguía sacar tanta energía ya que no había dormido nada y aduras penas y había desayunado, pero se sentía motivado y con sus sentidos tan activos que lo mantenían aleta (y eso que no había tomado café).
-Muy bien chicos, fue todo por hoy- exclamó el capitán Sorell chocando manos con todos los del equipo y palmeando el hombro del rubio le expresó que esperaba que siguiera así de infalible en su encuentro con Ravenclaw.
Los siguientes en entrar al campo fueron los Gryffindor y Tanto Agni como Scorpius se aproximaron a Albus, quien traía unas grandes ojeras negras bajos sus ojos y miraba de reojo a su hermano con su permanente cara bobalicona, “como me repatea” pensó el ojiesmeralda frunciendo el entre cejo.
-Scor- le llamó el de ojos castaños con una amplia sonrisa y sin poder evitarlo estrechó su mano, perdiéndose en esas lagunas de radiantes cascadas de plata.
En ese preciso momento todo dejó de existir a excepción de ellos dos, con cada palpitar y cada roce, les recordaba que lo que había pasado la noche anterior no fue algo inventado por su dolido corazón… James se acercó peligrosamente y Scorpius no estaba sopesando nada más que los sentimientos que le transmitía con esa expresión de devoción pura.
-Wow, no tan rápido león- exclamó Eddy poniendo un libro entre ellos. Scorpius dio un brinquito asustado con las mejillas sonrosadas y se quiso dar una patada mental, desde que cayó en la cuenta de sus sentimientos por el azabache no había pensado en que pasaría después ni mucho menos en la fase impuesta por el de lentes…
-¿Que quieres Kelpdy?- dijo quitando el grueso libro de su rostro. Y el azul y café se fundieron en la ferviente batalla de miradas.
-Puede que él te haya perdonado y todo lo que quieras Trollmes, pero no creas que todo será tan sencillo- dijo dándole una socarrona sonrisa.
-¿Y quién eres tú para impedirlo?- ninguno de los dos se quedaría con los brazos cruzados.
-Alguien sin lugar a duda más listo que tú, ¿no tienes un entrenamiento al cual asistir, cazador?- pregunto al momento que rodeaba con su brazo el hombro de Scorpius. “porque siempre tienen que actuar así?” se preguntó molesto.
-¿Hasta cuándo van a dejar de comportarse como críos ustedes dos? Eddy te agradezco tu preocupación y todo el tiempo que as invertido para mi beneficio, pero yo puedo tomar las decisiones que considere correctas- dijo rechazando el brazo de su amigo- James, por favor no lo insultes y actúa como la persona mayor que eres- dijo dando por zanjada la conversación dándose media vuelta dirigiéndose a los vestidores a grandes zancadas sujetando a Agni por la camisa, quien no entendía que era lo que estaba pasando ya que era el único que no tenía vela en el entierro.
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Ya en la noche Eddy estaba rabioso recostado sobre su cama. Ya tenía mucho que no la usaba y meditaba sus opciones. “yo hice posible esto y debo de sentirme bien” se dijo a sí mismo “¿¡pero porque demonios no!?” dijo dando pataletas.
-Sé muy bien porque- se dijo en voz baja- pero soy una persona inteligente y capaz, esto no cambiara nada- se dijo asintiendo y cerró sus ojos- demonios, el amor apesta…- dijo cubriéndose con el cobertor hasta la cabeza.
-Eddy…- lo llamó esa vocecilla tan familiar que se sentaba en el borde de la cama- perdona por gritarte, pero es que me sacaron de quicio…¿ya no vas a dormir en la cama conmigo?-
-El gran Scorpius Malfoy sacado de quicio, quien lo diría… hace un año alguien tan inocente no podía ser turbado más que para hacerlo reír o llorar…-
-Lo se… pero fue gracias a ti… y James- “y de nuevo el infeliz de James…” pensó el ojiazul con el ceño fruncido.
-El no te merece, ya lo sabía desde antes, pero sabía que tenías que hablar con el…-
-Realmente no entiendo como alguien puede sopesar eso de “merecer a alguien” ¿hay acaso una balanza? ¿Una cinta para medir? Yo creo que uno no puede establecer realmente eso- estuvo a punto de reír pero prefirió guardar silencio –Aun no contestas lo que te pregunte, Eddy-
-¿Por qué quieres dormir conmigo?- preguntó el de lentes aun dándole la espalda.
-Porque te quiero y eres mi amigo y también porque te necesito para dormir, hace tiempo que olvide como estar solo en la cama- Eddy regresó a verlo y sonrió, “él y su mentalidad ligera, incauto a lo que pase a su alrededor…”
-De acuerdo, pero, no me culpes si te manoseo durante tus sueños- el rubio le contestó la sonrisa y con alegría se metió en la cama.
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Aunque Scorpius esperaba que los enfrentamientos entre Eddy y James terminaran, dándole un poco de paz, no fue así... cada que podían se ponían como gallos de pelea, primero se esponjaban y se abalanzaban contra el otro tratando de atinar al primer picotazo.
La brisa que anuncia la inminente llegada del invierno soplaba fuerte meciendo la cabellera de todos los chicos extrañamente reunidos. Albus charlaba quedamente con Aris sacándole tenues sonrisas mientras que Agni y Lorcan seguían en su mundo discutiendo sobre que dragón era más fuerte si el ironbelly ucraniano o el colacuerno hungaro. Por su pare Rose, Eddy y Scorpius comentaban animados con respecto a la manera adecuada de realizar una transformación.
-Es 1, 2, 3, vera verto- exclamó Rose demostrando el dominio de sus conocimientos, pero ninguno de los dos huffle se amilanó.
-Claro que no Rosie, es 1,2, vera verto, se dice en el tres no después del tres- exclamo Eddy cansado de la misma cantaleta- el hecho de que para muchas cosas seas una enciclopedia parlante, no quiere decir que lo sepas todo, para eso hay volúmenes- Rose se cruzó de brazos.
-Esta conversación no tiene sentido chicos, ¿porque no vamos preguntarle a Mcgonagall para salir de dudas?- los dos chicos lo regresaron a ver con cara de pocos amigos- ¿eso es un no?- preguntó tímidamente, a veces le fastidiaba hablar sobre las clases ya que siempre ocurría lo mismo, aunque siempre era difícil saber quien tenía la razón. Los demás chicos ya calados hasta los huesos por el rápido descenso de la temperatura decidieron irse a cenar.
Sin siquiera esperarlo James llegó dejándose caer pesadamente sobre las piernas del rubio haciendo que se sonrojara al instante.
-Estoy muerto! estúpidos TIMO´s...-
-¿Tus amigos no paran de estudiar?- dijo sonriendo el ojigris haciendo hacia atrás los cabellos de james que estaban mojados.
-¡No! ¿Puedes creerlo? en la sala de los menesteres solo se escucha "wingardium leviosa", "expelliermus" y demás- suspiró desganado.
-¿Y porque estas todo empapado?- pregunto haciendo que los ojos castaños buscaran los plateados y sonriera.
-Estábamos practicando un aquaeructo y digamos que después de empapar a mis amigos se unieron para mojarme a mi- dijo quitado de la pena comenzado a juguetear con un mechón platinado que caía por la frente de Scorpius quien lo miraba en desaprobación
-Te resfriaras estando aquí afuera- dijo moviendo sus piernas que comenzaban a entumieres y James se levantó.
-Pero tenía que verte para tener dulces sueños…- el rojo pálido en sus mejillas subió de tono al instante “porque sigue diciendo esas palabras tan… ahh” pensó frunciendo el entrecejo. Se escucharon voces muy cerca llamando al azabache que le hicieron sobresaltar alejando su dedo que quería juguetear con la pequeña arruga en la frente.
-¡Maldición!- dijo cuando vio a una pelinegra demasiado cerda de su posición y pudo escuchar con claridad que dijo "James, trae tu inútil trasero que aun no hemos terminado! aun falta estudiar runas mágicas!"
-Dios ¿porque son así las mujeres? como si no pudieran estudiar sin mí... como odio runas mágicas seguro y preguntaran ¿qué es demiguise? ¿Qué numero representa? ¿Qué es runespoor? por Merlín, ¿para qué me servirá todo eso?-
-¿Para dejar de ser estúpido?- hablando por primera vez el ojiazul sin despegar la mirada de su libro.
-¿Para eso estudias amorcito? porque te tengo noticas por más que leas no puede cambiar el intelecto con el que naciste-
-¿Acaso lo dices por experiencia propia?- profirió Eddy cerrando de golpe su libro mirándolo desafiantemente.
-No, pero convivir con gente como tú hace que me dé una idea- dijo con una taimada sonrisa contestando el desafío visual.
-Ya basta los dos- exclamo el rubio siendo al momento ignorado.
-¿No me digas? ¿Quieres que te felicite?-
-Deberías porque solamente estoy aquí por Scor, si no fuera por el no tendría ni porque charlar contigo-
-¿Eso crees? pues déjame decirte primor que gracias a mi estas aquí con él, no por tus meritos ni nada por estilo, si por ti hubiera sido se hubieran reconciliado hasta sepa la tiznada cuando ya no se pudiera reparar nada-
-Chicos...- pidió Rose comenzando a cabrearse.
-Por supuesto que no, le estaba dando tiempo y a mí también, pero no iba a esperar tanto, de todas maneras fue por mí que Scor me perdonó, el hecho que le hayas dado un empujón no significa nada-
-¿Claro, y crees que por simplemente haberlo besado ya te perdonó? no me hagas reír, yo he estado con el todo este tiempo y le he besado muchas veces...-
-¿Y por eso te crees que lo conoces y a sus sentimientos? buena broma-
-Se dé su manía por tener todo arreglado, su afición a trabajar con sus manos y ese lindo cometa detrás de su nuca- "ohh por dios" pensó el rubio abochornado de ser posible se desaparecería de ahí o mínimo cavaria un agujero para esconderse y sin decir nada más se fue dando pisoteadas alejándose de ahí.
-Por Salazar, eso hasta yo lo sé, pero acaso sabes de sus gusto porque le toquen la cabeza con mimos como si de un gato se tratase hasta caer dormido o su constelación lira en su cintura....- dijo socarrón ante la mirada perpleja del otro -aparte esos ni siquiera se considerarían besos...- dijo apretando los puños
-¿Ahh no? ¿Porque lo dices? ¿Porque no se dejó llevar, eso crees? pues te diré que cerró los ojos acercándose más para profundizarlo tanto que gimió... ¿quieres que te lo describa?-
-Ya fue suficiente ustedes dos que no pueden permanecer como personas civilizadas, ahora si exasperaron a Scorpius, si siguen así conseguirán que realmente se enoje con los dos y no quiera saber de ustedes por un tiempo- dijo Rose poniéndose de pie- ¡si vuelven a hablar de esa forma delante de él juro que les lanzo un petrificus a los dos por cabezotas!- dijo la castaña tratando de alcanzar a su amigo dejando a los dos chicos respirando entrecortadamente, demasiados insultos y golpes psicológicos los dejaron exhaustos.
-Maldición, todo por tu culpa- dijo James poniéndose de pie tratando de quitarse el pasto pegado a su ropa.
-Querrás decir "nuestra" culpa, genio- dijo el menor recargándose en el árbol.
-¿No vas a ir a hablar con él?- preguntó.
-No, me quedare aquí hasta que se me congele el cerebro...- dijo evadiendo mirarlo- el que debería hablar eres tu al fin yo comparto cuarto con el- no quería darle esa ventaja, pero en ese momento no se sentía con ganas de hablar más. James alzó la ceja y comenzó a alejarse, ese chiquillo sí que le ponía los nervios de punta, era muchísimo peor que Albus y Lily juntos...
Sin querer decir nada, a sabiendas que nada bueno le traería abrir la boca frente al impertinente cuatro ojos “y tan buen momento que estaba teniendo con mi hermoso Scor…” dijo entre dientes mientras corría en dirección al castillo.
*°/*Media tarde sábado, Londres muggle*/°*
Debido a las circunstancias de su vida, cada uno con una familia, un estatus social determinado, uno por su parte un héroe reconocido y otro, un aristócrata que estuvo a punto de ir a Azkaban por seguir al bando equivocado por las decisiones erróneas de su padre, todo eso sumado a que eran enemigos jurados desde sus años de escuela, seria todo un escándalo y ardid exponer ante el mundo sus sentimientos más perfectos y por ende debía ocultar su relación a toda costa, sin importar que… solo podían tener unos momentos en el paraíso 3 días a lo mucho, pero nada más…
-Ahh, no... Harry...- su voz entrecortada sonaba rasposa, pero tan sensual a los oídos del azabache que ansiaba escuchar más y volviéndose a meter el prominente miembro en su boca la música volvió a hacerse inundando la habitación. "¡Maldición! solo el fin de semana no es suficiente..." pensó para sus adentros. Como ansiaba tener ese cuerpo pegado al suyo, recorriendo cada rincón de esa tersa piel de porcelana que le embriagaba con su dulce sabor.
-Draco, gime para mí... grita mi nombre...- dijo moviendo ávidamente sus manos expertas estirando esa sensible piel de arriba a abajo que comenzaba a manar su dulce néctar, pidiendo más fuerza para llegar a la cima.
-Eres un idiota...p-pervertido...mmm...H-Haahhh..rry... ¡Ohh Harry....! ¡HARRY!- gritó sintiendo su inminente orgasmo llenarlo expandiéndose como una suave nube por todo su cuerpo. El azabache lamió sus dedos con satisfacción, aun sintiendo como el eco de esa deleitante voz retumbaban en sus oídos.
-Te adoro, mi dragón...- dijo dándole un profundo beso en los labios, para que probara su agridulce sabor, tan exquisito tan suyo que no compartiría con nadie más. El rubio con seductora mirada pedía por más sintiéndose insatisfecho, deseo que el ojiesmeralda cumpliría gustoso.
Con un suave movimiento lo volteó para que quedara en cuatro sobre la amplia cama y comenzó a acariciar con ambas manos sus hombros, recorriendo el familiar camino de su espalda, que vibraba en éxtasis por el ligero roce de sus yemas.
Masajeó los deleitantes glúteos del rubio, que gemía por lo bajo "joder, ¿porque es tan hermoso?" se repetía mordiendo su labio inferior y de una estocada entró haciéndolo gritar nuevamente. Su interior era tan caliente, húmedo pero tan estrecho que le hacía jadear.
-Draco... mi amor... ahh...me estas succionando tan jodidamente delicioso...- dijo manteniéndose quieto, sintiendo esa sensación que nunca dejaría de parecerle única y embriagante… Con manos temblorosas se abraso a su estrecha cintura.
-Cállate y muévete... Potter...ngh...- Harry sentía la necesidad de hacerlo sufrir un poco mas y comenzó a moverse tan estúpidamente lento haciéndole pensar al rubio que las hojas de un árbol crecían más rápido que aquello- Harry... No...- dijo suplicante con ojos vidriosos.
-¿Que quieres, DRACO...? si no me dices, no lo sabré...- "estúpido Harry que se hace del rogar" pensó molesto, cuanto le dolía que en esos momentos dejaba de lado su orgullo (el cual el azabache no dudaba en tirar de lado) con tal de seguir recibiendo su amor carnal que con tanto ansia pero demasiado preámbulo entregaba.
-Por favor... más... rápido...- como adoraba esa escena, tener el control sacaba su Slytherin interior haciéndole sonreír con satisfacción y contestando a las plegarias de su rubio atacó, subiendo la intensidad del vaivén, fuerte y rudo volviendo a llenar el cuarto con gritos de placer. Tanto daba uno al otro que recibía gustoso devolviendo aun más de lo que se le daba que no podía ser de otra manera. Con cada golpe certero llegaba más profundo, embargándolo en oleadas de placer y más placer.
-Draco, mi vida...- dijo aumentando el movimiento, respirando erráticamente su aroma natural, el sudor, saliva, amor y sexo.
Besó en un arrebato los labios del rubio sintiendo sus gemidos ahogados en su garganta. En automático, llevó su mano libre al miembro desatendido del rubio y comenzó a masajear al ritmo de las estocadas; sentía que en cualquier minuto llegaría ese delicioso momento de explosión de sentimientos que los llevaba al éxtasis rotundo que casi podían tocar el cielo.
-Te amo... Harry...- profirió al momento que se corría en la mano del azabache siguiéndole espasmódicas vibraciones a lo largo de cuerpo haciendo que débil se dejara caer contra el torso desnudo del azabache, quien no tardó más en venirse dentro del rubio ahogando un gemido para clavar su cara en el cuello de su amor.
-Yo también... Draco...- dijo antes de caer rendido mientras le daba tiernos besos cansados, tiernos demostrándole todo lo que le provocaba desde tiempo atras…