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No quiero ser tu amigo por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

wii aqui me tienen otra vez dando lata yey~*

hehe realmente sorry por publicar cada quince dias.. pero no puede ser de otra manera.. las cosas en la uni se ponen tensas y como no quiero renunciar a esto y a ustedes propongo darme un tiempecito cada que puedo jeje 

muchas gracias Kaorugloomy, Luis, Annie, sjare2013 y CaocTaisho por comentar! omgshh!! mil gracias por sus lindos comentarios!! domo arigato!! los adoroo!! :3

ahora si sin mas que decir a leer se ha dicho!~

Cerrando los ojos se recargó sobre el muro más próximo que tenía, en verdad no le gustaba para nada la reacción y las medidas que usó la directora de Hogwarts, pero si quería que su castigo no se incrementara tendría que hacer caso y mantener la boca cerrada, por más que le aborreciera que la causante de sus males anduviera libre por ahí.


*/°*°/*1 hora antes*/°*°/*


-James Sirius y Lily Luna Potter, espero que tengan una buena explicación- fueron las duras palabras que soltó la directora a los alumnos, quienes no estaban ni un poco arrepentido por sus acciones.


-Por supuesto directora McGonagall, esta vil serpiente debe pagar pago por atentar contra mi lindo Scorpius y por utilizarme como móvil para su plan malvado- contestó la pelirroja aun apuntándole con su varita.


-Señorita Potter, haga el favor de guardar compostura y por favor guarde su varita- pidió con toda la tranquilidad posible y volvió a exigir que se le dijera la verdad puesto que su paciencia no era infinita.


Para coraje de los Potter, la acusada fingía demencia y se hacia la desentendida que no comprendía el porqué del bullicio que hacían los hermanos con respecto a su presencia y comenzó a sollozar.


Debido a todo el alboroto que armaron cerca de la enfermería, Madame Pomfrey, uno que otro no tan enfermo y el mismísimo profesor Stump estaban con cierta curiosidad observando lo que pasaba. James rechinó los dientes por la insolencia de la rubia que no sedería ante nadie y se giró enfrentando al profesor de pociones.


-Por favor Grogui, haznos el favor de regalarnos tantito veritaserum, pues esta chiquilla no quiere cooperar- el profesor le lanzó una mirada asesina al Gryffindor por su fresco trato hacia él; pero después de sopesar todas las alternativas en su mente, a regañadientes accedió.


Dicha acción no le cayó en gracia a la directora pero tuvo que aguantarse puesto que todo esa discusión no la estaba haciendo más joven y pensó que tal vez era lo mejor para agilizar la situación.


Tras unas pataletas de la chica negándose a ingerir lo que tenía enfrente, el profesor hizo beber el líquido traslucido apretandole la nariz hasta que abrió la boca. Comenzó a toser violentamente entre quejidos y muecas y el azabache dio dos pasos hacia adelante para situarse en cuclillas frente a ella.


-Ahora sí, Casiopea dime porque lo hiciste-dijo con su más gélida mirada, descubriendo la lucha en el interior de la chica, quien con una mueca lo miró retadora.


-¿Por qué? ¡Porque?! ¿Todavía lo preguntas JAMES?- con una trastornada mirada se le quedó viendo remarcando con fuerza su nombre- ¡me lo quitaste! ¡Corrompiste su dulzura con tus asquerosos besos maldito degenerado! ¡Eres una vil escoria que mereces ser aplastado! ¡Tenias que pagar y ahora no podrás tocarlo nunca más!- y comenzó a reír como una desequilibrada mental sacándolas más de un susto a los espectadores.


-¡Maldita desgraciada!- gritó Lily Luna dándole un aguerrido golpe en la mejilla estampándola nuevamente contra la pared y con un movimiento de su mano jaló de su cabello para atraer su rostro cerca del suyo- óyeme bien, nadie, pero nadie puede insultar a mi hermano y vive para contarlo- amenazó haciendo el ademan de ataque; pero se quedó con ganas de volver a plantarle otro azote por culpa del profesor que se interpuso y la sujetó por los hombros. Se decidió a mirarla con ira.


-¡Jajaja, crees que con hacerme daño arreglaras algo, Lily?! ¡Ahógate en tu propia bilis maldito homosexual que arruinas la vida de las personas normales! ¡No mereces ser feliz!-


-Dioses esta niña sí que está loca… ¡Palalingua!-James rodó los ojos guardando al momento su varita. La chica comenzó a boquear como un pez fuera del agua intentando hablar, pero las palabras simplemente no salían de su boca, ni una sola palabra más que sonidos que se fueron tornando lamentos mudos de impotencia.


<...-Y te tengo noticias, pequeña, Grog logró curar a Scor, así que tu fallido plan explotó en tu estúpido rostro- exclamó triunfal, comiéndose las ganas de hacerle daño físico.


 Los adultos lo regresaron a ver- ¿Qué? Sí ustedes no lo hacían no me iba a quedar con los brazos cruzados, tenía que defenderme y a pesar de que se trate de una víbora ponzoñosa retrograda cabeza hueca con piel de cordero sigue siendo una chica y no la iba a golpear…- dijo inocentemente, dejando estupefactos a todos.


-Ya vi suficiente, diríjanse a mi despacho- señalando a todos los involucrados.


-Pero Minni…- Minerva McGonagall lo fulminó con la mirada.


-A mi despacho, ¡ahora!- declaró la directora.


*/°*°/*°*/°*°/*°*/°*°/*°*/°*°/*°*/°*°/*°*/°*°/*°*/°*°/*°*/°*°/*°*/°*


-Todas las malditas suertes- pensó desanimado al momento que llegaba a la enfermería y se recargaba pesadamente sobre la silla, le dolía todo el cuerpo de tanto fregar pisos sin magia. Maldecía la hora en la que a la directora le valiera el daño que hizo la chiquilla a quien simplemente acusó con sus padres, siendo estos últimos lo único que declararon fue que la “castigarían” mientras que él y Lily fueron puestos a trabajar como elfos y así seguirían por las siguientes dos semanas.


-¿Jamsie?- preguntó Scorpius incorporándose sobre la cama mirándolo consternado -Aris me contó lo que pasó…-dijo haciéndose hacia un lado de la camilla y le señaló el espacio vacío invitándolo a recostarse. James tragó duro, aun no podía tocarlo y sentía todo su cuerpo vibrando por esa nacarada piel que le enloquecía. Con un movimiento de piernas se subió de un salto y ser acomodó como pudo para no hacerse daño.


El rubio lo miró con tristeza -¿Estás bien?-


-Sí, no te preocupes, Li-Lu y yo podemos arreglárnosla, aunque realmente como que me quedé con ganas de golpear a la viborita en su precioso rostro hasta que sangrara... pero no pude… aunque he decirte que le dejé una sorpresita en su bolcillo que compensa un poco…- dijo con una sonrisa burlona ante la mirada asustada del rubio.


-¿A qué te refieres?- preguntó angustiado por el brillo malicioso de su novio.


-Simplemente un obsequio, cortesía de mi primo Freddy… al parecer mi tío desarrolló un atrapa bullys que aun no está a la venta, ¡pero que es muy efectivo! Para no hacerte el cuento tan lago, cuando la víctima lo toque se activara con un ligero chasquido provocando una breve explosión que detonara en caída de cabello, manchas verdosas en la piel, furúnculos de pus por todo el rostro, ilusión de caída de dientes y una preciosa nariz de cerdo!!- estalló en carcajadas de solo imaginarlo –claro que solo es temporal, pero sería épico verlo…-


-¡James Sirius Potter no puedo creer que seas tan malo!-


-Pero Scor, ideó todo un plan en su cruel mentecilla para hacerme daño y a ti, era para que mínimo sufriera un poco y aprenderá de sus errores, porque ¿quién nos asegura que no volverá con algo más macabro? pero Minni solamente la regañó y sus padres se la llevaron…-


-Jamie, Rose se enteró de toda su historia… Cassy es una sangre pura… como yo… pero a diferencia de mi, sus padres son en extremo tradicionalistas, la van a casar cuando cumpla quince ¿puedes creerlo?-James frunció el entrecejo -pero ella se enamoró de mí… y pidió a sus padres que llegaran a un acuerdo con los míos… claro que una alianza con el apellido Malfoy era beneficiosa y aunque estuviera manchado por el pasado, eso no opaca la gran cantidad de dinero y empresas a lo largo del mundo ¿verdad? Así que no tuvieron problema alguno en considerarlo... pero al parecer mi padre se negó alegando que él no quiere imponerme un matrimonio arreglado…- esbozó una sonrisa triste –Así que creo que en parte también es mi culpa…-


El azabache suspiró, no podía creer que su lindo tejón fuera tan dulce, con una extraña y extremista nobleza de corazón que le dieron unas inmensas ganas de abrazarlo.


-No es tu culpa, tu no la obligaste, ella de por si está loca… y que ¿acaso hubieras estado dispuesto a poner tu felicidad en lugar de la de ella?- la pregunta era truculenta, pues esperaba una respuesta precisa que el rubio dudó en dar.


-No… pero… hubiera hecho algo…-


-¡Arghh!! ¡No puedo ganarte!- declaró abatido recargándose boca arriba sobre la camilla y contempló el techo. Estaba demasiado serio y no era una buena señal.


-James no te enojes…- dijo acercándose solo un poco cuidándose de que no fuera demasiado. El azabache giró su mirada café y se le quedó mirando.


-Estoy enojado… pero no contigo… ya sé que no puedes dejar de lado tu linda caballerosidad innata- dijo ladeando una sonrisa observándolo con un dulce deseo que hizo ruborizar al menor- ¡Ashh me muero por besarte! ¡Maldita sea es estupida Cassy!- dijo alborotando su rebelde cabellera con exasperación haciendo reír al rubio.


-Descuida Jamie… Madame Pomfrey dijo que el antídoto estaría listo dentro de quince días… pero te prometo que cuando este mejor t-t-te b-b-be-saré p-por cada día q-que no pudimos ha-hacerlo…- dijo sumamente sonrojado ocultando su rostro detrás de almohada.


James también se avergonzó sintiendo sus bajos instintos dominándole “¿porque es tan jodidamente lindo?” se preguntó apretando sus puños evitando a toda costa el deseo de brincarle encima.


-Creo que es hora de irme antes de que me valga un  pepino mi seguridad física y me abalance contra ti como un perro hambriento sobre un filete- dijo chasqueando la lengua para después lanzarle un beso y salir por la puerta dejando a un Scorpius con el rostro en un tono carmesí que prefirió ocultarse bajo las sabanas para que nadie lo viera mientras se le pasaba la vergüenza.


*/°*°/*Dos semanas después*/°*°/*


Tamborileando los dedos sobre la mesa de madera de la sanadora, estaba al pendiente de la llegada del profesor Stump con su antídoto.


Puesto que los efectos de tipo amortenia habían cedido desde hacía cierto tiempo ya había podido regresar a tomar clases como usualmente, ciertamente ya estaba hartándose de simplemente observar a escasos centímetros a James con su caótica mirada; sabia la guerra que se llevaba dentro de su cabeza, pues el también la tenía.


Todos esos sentimientos arremolinándose en su pecho saltando entre el tormento de hacerle daño hacia la emoción por siquiera tomar su mano, sintiendo su calidez sobre su cuerpo y sus dulces besos… pero intentaba ponerle buena cara al mal tiempo.


El profesor llegó con su parsimonioso caminar y sin miramientos con un ligero asentimiento le hizo entrega de su pócima; al parecer era consciente de su gran habilidad para lidiar con magia tan antigua como aquella, porque tras el agradecimiento del Hufflepuff exclamó un “cualquier problema que llegase a presentar, favor de pasar a mi despacho, señor Malfoy” y se dio la media vuelta sin agregar nada más.


Scorpius dudó unos segundos, examinando el antídoto. Era un extraño color rosado turbio con una pequeña efervescencia, seguro su padre amante de las pociones estaría fascinado con ella, pero estaba seguro que no era adecuado que se enterara de lo que había pasado “seguro se pondría furioso y haría una locura como la de James…” pensó angustiado.


-¿Vas a tomártelo o no? Que tu gatito está sacando humos en el gran comedor- preguntó ladeando la cabeza Eddy –Claro que por mí no hay problema que este así, es muy gracioso…- canturreó divertido ganándose una mirada desaprobatoria.


Tomando una gran bocanada de aire procedió a ingerir el liquido que a pesar de su apariencia tenía un sabor agridulce como limas con miel “¿eso fue todo?” pensó al no sentir absolutamente nada diferente.


-¿Te encuentras bien, blondo?- preguntó recargando su frente contra la de Scorpius quien asintió avergonzado por que recordó como se le había pegado como lapa cuando estaba bajo los efectos del filtro, lo apartó estrepitosamente.


-¡Lo siento Eddy! Perdón si te incomode con lo que paso anteriormente, ¡qué vergüenza!- dijo moviendo sus manos como si con ello pudiera borrar sus acciones. El de lentes rodó los ojos y como siempre le dijo un golpe en su respingona nariz para que se concentrara y dejara de dispersarse por la incomodidad que lo invadía.


-Hey, está bien, aunque mirándolo por el lado amable, creo que ya voy a tener un mayor repertorio para mis fantasías sexuales…- dijo con mirada muy seria frotando su barbilla. La quijada del rubio se abrió y comenzó a temblar –ya, ya, ya chill out… era pura guasa no me hagas caso, ya ponte en tus cabales Scorp- el rubio exhaló con dificultad y le dedicó un aprensivo mohín.


-Eres de lo peor Eddy…- dijo sacándole la lengua para después sonreírle taimadamente antes de salir de la enfermería.


Casi corriendo bajó los escalones hacia el gran comedor, quería descubrir que había funcionado la fórmula magistral, tenía que ser así, de lo contrario Grogan Stump no se hubiera ido sin comprobarlo antes.


Detuvo su andar estrepitosamente cuando tuvo frente de si a la persona que más ansiaba ver en ese instante. James contuvo la respiración y avanzó dos pasos, temía que de acercarse más de alguna forma desaparecería su adoración personificada.


-Scor… ¿ya…?- tenia tanto que decir, pero las palabras se aglomeraron en su boca que no pudo terminar, empero el rubio sabía exactamente lo que le iba a preguntar y se limitó a asentir gustoso y dio un nuevo paso. El corazón le latía con fuerza, pero no desistiría, tenía que tocarlo, pues poseía la certeza de que nada malo pasaría, quería eliminar cualquier rastro de duda de su mente.


Con timidez unieron sus manos temiendo a lo que podría pasar y el daño que ocasionaría, pero su sentimiento fue más fuerte que el miedo y el alivio posterior cuando no pasó nada. Suspiraron con una encandilada mirada de emoción que por fin podía expandirse y mostrarse que el mayor no tardó en estrechar los delgados dedos entre los suyos, maravillándose con su preciosa textura que tanto añoraba


Lorcan y Agni que caminaban por ahí sonrieron de oreja a oreja al ver a su amigo que resplandecía de felicidad, pero las facciones  de Agni se tornaron una mueca que no pudo evitar brindarle al Gryffindor, tanto así que estuvo a punto de reprocharle de no contaminara la mente del ultimo ángel caído del cielo con sus pervertidos y diavolicos movimiento.


Pero para suerte de los novios, Aris y Rose que ya tenian rato viendo la dulce escena llegaron al rescate y se llevaron a sus amigos sujetándolos de los hombros sin siquiera permitirles reprochar.


-Ven…- dijo James señalándole el camino con su cabeza sin soltar la pálida mano que se apretaba fuerte sobre la suya. El menor asintió sintiendo su cara arder por la vergüenza de caminar de la mano por todo el castillo, aunque por una parte se sentía dichoso porque era una forma de expresar en voz alta su relación.


Llegaron hasta el séptimo piso y ahí el ojicafe soltó su mano para pasar tres veces frente al tapiz de Bárnabas el chiflado, el rubio ladeó la cabeza “¿será lo que pienso que es?” se preguntó, pero casi al instante su cuestionamiento fue resuelto al ver aparecer una puerta que James no dudó en abrir.


Era una amplia recamara con dos enormes estanterías de madera oscura a los lados repleta de libros, una amplia cama con un brumoso edredón azul y muchos cojones de varios tamaños que se antojaban suaves y bajo sus pies había una elegante alfombra color perla; pero entre todo eso, lo que más le llamó la atención fue la enorme ventana que tenia la vista del cielo nocturno con la luna tiñendo de plata los arboles del bosque prohibido.


-Bienvenido a la sala de los menesteres, Scor…- susurró en su oído atrayéndolo junto así, que no pudo evitar ponerle los brazos alrededor de su cuello y James comenzó a balancearlo sacándole jubilosas risas.


Con una mirada de pleno regocijo y armonía en su corazón, el azabache se recostó sobre la cama con el rubio que por nada del mundo quería soltarlo y lo contempló maravillado, sentía fuerte y claro la necesidad de estar así con él y repaso con sus manos las facciones angulosas de su amado sintiendo con satisfacción que cada parte la conocía como la palma de su mano. Las delineadas cejas que estaban arqueadas, expectantes por cada uno de sus movimientos,  los vivarachos ojos castaños en los cuales le encantaba perderse tan claros como su alma en la cual se veía reflejado, el puente de su nariz, algo pronunciado, la calidez de sus mejillas trigueñas un poco ruborizadas, que su corazón se aceleró cuando James tomó su mano y se la llevó a su boca depositándole un gentil beso.


Tembló bajo ese toque de pluma que se prolongó por solo unos segundos que no desaprovechó para también sentirlos con sus yemas “son tan suaves…” pensó hipnotizado por ellos, quería más que tocarlos. Al parecer el mayor captó el mensaje, o tal vez ya estaba demasiado encendido como para contenerse aun más, pero fuera lo que fuera con el brío del momento unió sus labios.


“Joder, que bien se siente” pensó extasiado ante esa deliciosa presión y el exquisito sabor de Scor, tan adictivo que no podía dejar de degustar moviéndose en un acompasado ritual de entrega pasión que le contestaba con tanto ímpetu que le dejaba hambriento por más.


-Ya… había leído sobre la sala que viene y va… pero jamás había estado aquí…- pronunció entre beso y beso recorriendo con sus dedos los perpetuamente alborotados cabellos negros –Es preciosa…-


-No tanto como tu…- dijo dándole tenues mordiscos en el níveo cuello, sintiendo el cuerpo bajo él responder moviéndose en acompasados movimientos que James sentía un lujurioso entumecimiento que subía y bajaba en su espina, pero que lo incitaba a seguir, y bien obediente lo probó con su lengua sintiendo el instante estremecimiento del rubio que apretó los ojos.


-Mghh…- se cubrió la boca espantado “¿yo hice es sonido?” aunque sabia la respuesta se sentía vulnerable al responder así.


Regresando a ver a su acompañante, parecía que se lo tomó de la mejor forma posible, porque lo único que vio en su rostro fue una maravillada expresión.


-Vamos Scor… déjame oírte…- susurró en su oído para después morder su lóbulo con una media sonrisa, causando más espasmos en su vibrante piel.


-No… Jamie… mmm…- trató de acallar sus gemidos a toda costa, pero era inútil, sus manos expertas lo recorrían con gula haciéndole imposible concentrarse en otra cosa más que dejarse llevar.


-¡Maldición Scor!, no hagas eso que no respondo…- dijo en hilo de voz regresando un poco a la realidad al ojigris que cayó en la cuenta que tenia rodeado con sus piernas las posaderas del mayor haciendo que sus no tan dormidos miembros se restregaran con cada exquisito movimiento; aflojó el agarré  y el león sonrió.


-Lo… siento… pero… se sentía muy bien…- dijo con inocencia con todo su rostro enrojecido hasta las orejas, que, aunque un poco decepcionado James suspiró y besó su frente.


-Descuida cariño, todo a su tiempo- declaró y se recostó a un lado sin dejar de contemplarlo. Seguía siéndo tan irreal que la persona a la que más amaba le correspondiera sin reservas, pero que ya en ese punto no se iba a detener a pensar que si era correcto o era solo un sueño; si era feliz ¿Qué más podía pedir?


-Te amo… Jamsie…- declaró con una brillante sonrisa viéndolo directamente a sus ojos.


-¡¡Ahh Scor, como ansiaba que me dijeras eso!!- dijo apretándolo en un abrazo.


-Pero… si ya te lo había dicho…- dijo pensativo.


-¡Claro que no! Siempre me has dicho que me quieres mucho, pero no que me amas… no tienes idea lo que me dolió que tan fácil se lo hayas dicho al cuatro ojos ese...- quería reprenderlo por insultar a su amigo, pero pensandolo bientenía razón, ni una sola vez le había dicho la profundidad de sus sentimientos, pero tras haberlo hecho se sentía muchísimo mejor, tanto que sentía ganas de gritárselo al mundo que su corazón pertenecía indudablemente a su tan querido James.


-Pues te lo diré de ahora en adelante…- dio besándolo con suavidad en los labios -Te vez cansado...- dijo peinando con sus dedos los desordenados cabellos –no será que…- pensó en una respuesta, pero era imposible.


-Sip, me quedé contigo en la enfermería gracias a mi capa de invisibilidad… no te iba a dejar solo…- declaró con firmeza- aparte sigo sin confiar plenamente en el idiota de Summers, así que si quería estar tranquilo tuve que montar guardia por esos días…- dijo solemne alzándose de hombros.


-Pero… ¡Estuve una semana internado Jamsie! ¡Por Salazar debes de estar exhausto!-  la consternación en sus ojos le hizo sentir tan bien que solo se acurrucó sin soltar a su rubio.


-No era nada… tu salud es primero…- dijo entre bostesos sintiendo súbitamente su cuerpo pesado.


La tranquilidad del cuarto, la tersa y cálida piel de Scorpius junto a la suya tampoco y para rematar la mullida cama.


-¡Pero si te enfermas no ayudas a nadie!- le regañó con una expresión severa que encantó al azabache que lo abrazó con fuerza.


-Tienes razón… pero estoy seguro que tú me cuidarías…- dijo sonriendo ganándose una golpe en el hombro; que aunque estaba molesto por su falta de auto cuidado, sabía que así era él y por más que le dijera no cambiaria.


-Pero no te excedas Jamsie ¿ok?- el ojicafe asintió dándole un rápido beso en la nuca y susurrándole un quedo “te amo” se aferró con ambos brazos de la cintura de su amado –Como me hubiera gustado recibir el chocolate que me ibas a regalar…- dijo en trémula voz antes de caer en los profundos brazos de Morfeo “parecemos cucharitas de anaquel” pensó con alegría.


-Ya te daré muchos más Jamie…- dijo con una dulce sonrisa acariciando los brazos que lo tomaban posesivamente y decidió imitarlo.


“Ahora si podemos estar juntos…” se dijo gustoso, aunque no tenía idea de que se les atravesarían otras cosas que les arruinarian sus planes.


 


 

Notas finales:

wow creo que es el capi mas largo que he escrito para esta historia jeje xD pero por mas que queria detenerme seguia escribiendo y escribiendo lolz!

bueno lindas personas nos vemos dentro de quince dias! los adoro~ estare esperando sus lindos rr (claro, si creen que meresco alguno jeje :9)


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