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No quiero ser tu amigo por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Buenas noches personitas preciosas!! ya estoy aqui de rapidito!! (buu... que feo es tener el tiempo contado u.u)

Quiero mandarles saludines especials a Kaorugloomy, LRMV, CaocTaisho, YukiCandy, Srt. Mosi y Eimi Romane!! muchas gracias por comentar!! Espero que este capi se de su agrado!! :D

A leer se ha dicho~

“Ahora comprendo a que se refería Eddy…” pensaba tristemente regresando con aflicción a su sala común. Aunque Rose ya no los hostigaba mucho, las reuniones del club de estudio de los tejones estaban hasta el tope de gente y todos querían al menos una participación para comprender mejor sus dudas haciendo que los estudios fueran aun más pesado y Scorpius no tenía cabeza para eso “¿Porque? Si tan solo hace dos meses estábamos más que bien…” se preguntó dando un profundo suspiro.


James parecía evitarlo cada que podía. En sus ratos libres le buscaba para pasar el tiempo juntos, pero este siempre le recibía con una sonrisa nerviosa, un beso en la frente en conjunto con un “¿como estas precioso?” y le sacaba la vuelta alegando lo ocupado que estaba.


“Esto parece un deja’vu” se dijo angustiado.


No quería creer las habladurías. James lo amaba, le recordaba siempre que su amor era sincero y verdadero; era imposible que lo engañara con ello ¿verdad?


Estaba seguro, o quería estarlo; pero con tantas personas hablando en los pasillos y a toda hora de que James, SU James estaba muy acaramelado con su mejor amiga Freya paseándose por doquier disfrutando de su compañía, buscaban el lugar más apartado para conversar incluso había quien decía que los había visto tomados de la mano e incluso compartir un beso… no lo creería… o al menos no quería creer hasta que lo vio con sus propios ojos.


Apretó los puños tratando de contener las lágrimas que nublaban su mirada gris cuando le divisó pasar tan radiante con aquella chica demasiada cerca de él y entraban a una joyería en Hogsmeade.


Quería aclarar de una vez por todas las cosas entre ellos, estaba determinado y quiso avanzar a su encuentro pero alguien al instante lo detuvo por hombro.


-Scorpi ¿Qué sucede?- su gran amiga Aris lo miraba acongojada seguro por lo que captó de en su rostro y trató de buscar que era lo que estaba observando que lo puso en ese estado. Conteniendo un jadeo se cubrió la boca con la mano y protectoramente lo abrazó.


-Aris… no entiendo…- se frotó los ojos tratando de que no se notara el nudo en su garganta.


-No es lo que parece- dijo sacando su pañuelo de su bolcillo y secó sus lagrimas –estoy segura que esto tiene una explicación lógica-


-¡Hey! ¡Vengan! A que no se imaginan que…- su júbilo murió en sus labios cuando notó la desazón del rubio que a intervalos regresaba a ver aquella tienda y volver a clavar sus preciosos ojos enrojecidos -¿y a ti que te pasó rubito?- Cuando vio a James salir del establecimiento pegado de una Gryffindor, lo comprendió.


-Vámonos de aquí…- dijo en voz baja, aunque quería que James le escuchara sus molestias, por el momento quería enfriar su cabeza, no quería armar una escena.


-¡Si sigues llorando por ese idiota te golpeo Scorpius!- amenazó Eddy limpiándole salvajemente las lágrimas con el dorso de su chamarra haciéndole rechistar –ese troll es un idiota, pero tiene sus motivos… piensa las cosas antes de sacar conclusiones-  el rubio mordió su labio  y asintió. “Confió en James” se repitió dejándose llevar por su amigo que solamente rechistaba e invocaba a los mil rayos para que le dieran en la cabezota del león que se esforzaba por actuar sin meditarlo.


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Se sentía deprimido y ni siquiera podía concentrarse en lo que tenía en frente; suspiró audiblemente y colocó su cabeza entre sus brazos tratando de captar aunque sea un poco de lo que decía su libro de pociones.


-¿Entonces como se elabora el veritaserum?- pregunto Rose llamándole la atención con su pluma; sus nervios estaba a flor de piel haciéndola sentir tan voluble, pero no podía evitarlo, solo faltaba  224 días para los T.I.M.O’s y tenía que estar lista, en especial sus amigos.


-Déjalo en paz Rosie que Scorpius no tiene cabeza para una tontería como el veritaserum ni sus magníficos componentes- pidió Eddy sin dejar de leer su interesante libro de encantamientos especiales.


-Pero si no estudia no aprobará-rezongó dejando caer su libro en la mensa con un golpe sordo.


-Eso se lo sabe al derecho y al revés, no por nada tiene el tercer puesto de los mejores promedios de la escuela…- bufó –aparte, si quieres captar su atención dile lo que sabes de Trollmes y lo que se trae entre manos - retó. La castaña titubeó y eso le confirmo sus sospechas.


-No sé mucho... pero lo que sé, no te lo diré, eso es entre James y Scorps, ahora si me disculpas voy por otro libro- declaró muy digna dirigiéndose al estante más alejado.


-Esa Rose- gruñó cuando vio a su amigo sorber su nariz ocultando su rostro con el dorso de su brazo -deja de lloriquear, ese tonto no vale la pena...- Scorpius ya no quería seguir armando remolinos con sus suspiros y decido se puso de pie emprendió la marcha hacia la torre de Gryffindor, si James tenía algo que decirle, lo escucharía, sea lo que sea.


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Eddy le seguía muy de cerca, pues si recaía por culpa de aquel mentecato que parecía no tener tiempo para el ojigris, mínimo lo hechizaría por su estupidez. Caminaron en silencio pues Scorpius no sentía la necesidad de hablar y Eddy lo comprendía, aparte no era algo incomodo.


Agradecían que fuera fin de semana pues había poca gente en el castillo por la salida a Hogsmeade y que el pequeño barullo que restaba en el castillo no era el molesto escándalo de siempre en los pasillos, aunque como siempre, había sus excepciones.


-Tal parece que Potter por fin dejó de su penitencia rubia y ya está de nuevo en las andanzas…- exclamó una chica con cierta burla al notar la tención de Scorpius que no quería si quiera fijarse en ella ni en el demás grupito que estaba amontonado en la entrada del gran comedor.


 -Ya te vas a dejar de tus aires de grandeza de tenerlo para ti solo- dijo una chica de ojos almendrados con una potente voz chillona riendo como si fuera muy gracioso lo que decía. Con la frente en alto pasó de largo pues aunque le angustiaban sus palabras punzantes e insanas risitas, no les daría la satisfacción de verlo bajar la mirada.


-Oye hijo de mortifagos, debes de mirar a quien te está hablando- dijo una chica de Ravenclaw deteniéndolo por la mano a lo que Scorpius la retiró con fuerza.


-Te sugiero que no vuelvas a hacer eso- murmuró mirándola fijamente sin amedrentarse, desafiando con su mirada a la chica que rejuntó sus cejas no creyendo posible que se atreviera a responderle.


-¿Creíste que eras el único solamente porque te regalaba un poco de su tiempo?- ironizó una chica de rizos rubios cuando vio que se tensaba y agregó –ni siquiera fuiste el primero, ni mucho menos serás el ultimo… James es de todos y tu pequeño teatro se acabó- abrió mas los ojos. No creía que alguien en la escuela supiera lo suyo y de James. Pero cualquier duda o inquietud lo supo ocultar muy bien para su sorpresa.


Eddy apretó su varita queriendo atacar al club de fans de tal aclamado Trollmes, pero esperaba que Scorpius se defendiera, sabía que sería difícil por su dulce y calmada personalidad, que solo lograría sentirse mal por aquellas palabras; pero confiaba en el, que no se dejara pisotear.


Scorpius sonrió con suficiencia y ladeó la cabeza sacando su varita –cuanta lastima me dan, piensan que por sus banales encuentros del pasado tienen el derecho de reclamarlo como suyo… no saben ni una pizca de lo que tengo con James que es mucho más sincero y profundo de lo que con palabras vacías las convenció- las chicas resoplaron ofendidas y de un salto se prepararon para atacar, pero Scorpius siendo más rápido con un floreo de su varita y un  inocente Lacarnum Inflamarae quemó la túnica de la chica más cerca que tenía, con un chillido comenzó a armar tremendo alboroto y aprovechó para retirarse.


Maravillado, Edmund observaba entre risas el pánico de las chicas con algo tan inofensivo como ese hechizo y siguió al rubio que tras alejarse una distancia considerable se recargó en el primer pilar que encontró y respiraba pesadamente tomando entre sus manos su cabeza aun sin poder creer lo que había hecho.


-Rayos… yo…-


-Calma Scorps-


-¡Pero yo! Oh por Merlín ¿Qué hice? ¿Ataque a esas chicas?- entró en pánico –yo… ¿les lancé un hechizo?- no podía creerlo, su cuerpo temblaba y con trabajos depositó su varita en su bolcillo, no se creía capaz de tal acto.


-¡Fue brillante! ¡Ojala lo hubiera grabado que su rostro de miedo no tuvo precio y tu cara tan impávida y con esa mirada tan Malfoy fue asombroso!- asintió ayudándolo a poner en pie pues sus piernas aun temblaban por lo que acababa de presenciar.


-¿Una mirada Malfoy?- arqueó una ceja conteniendo una risilla nerviosa.


-Claro, tu padre seguro y está orgulloso de ti de que te supiste defender y en qué forma- sonrió de lo lindo.


Scorpius jamás creyó posible sobreactuar de tal modo. Pero el hecho de escuchar las voces agudas regodeándose con su momento de tristeza y hablar de ese modo de su Jamie, no lo permitiría. “confió en james” se repitió. “Lo que no fue en tu año no es tu daño” se dijo seguro con un asentimiento, no dejaría que la duda lo sumiera en el dolor e incertidumbre.


Escuchando un revoloteo de alas, observaron a Icarus  sobre volar por arriba de sus cabezas.


-¿Icarus? ¿Qué sucede?- le preguntó cuando se posó sobre su hombro y con un temeroso ulular acarició su mejilla y le mostro un mensaje en su pata.


-¿Que es Scor? ¿Tu madre? Seguro es algún mensaje chusco como los que siempre te manda- dijo aun saboreándose la actuación previa del rubio que seguía catalogando de invaluable. Scorpius sonrió ante ese comentario pues sí, su madre podía ser muy graciosa en sus cartas y a la vez tan maternal que siempre era una sorpresa de qué modo le escribiría; pero tal fue su impresión de que la carta no era de ella.


-No… es de… James- dijo desenrollando el trozo de pergamino que venía acompañado de otro más pequeño. Con trabajo leyó el más grande que solamente decía en la parte de arriba “la búsqueda del tesoro de James S. Potter” y tenía dibujado una especie de croquis.


-¿Ahora te manda mapas?- preguntó con burla a lo que se alzó de hombros, tampoco tenía sentido para él – ¿y el otro que dice?-


-Es un permiso… para ir al callejón Diagon…-


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Entrar al despacho de la directora para solicitar usar la chimenea fue más vergonzoso de lo que esperó. La directora McGonagall solamente le dedicó una mirada de reproche y un sonoro suspiro dándole paso. No quería ni imaginarse que le dijo James para pedirle tal permiso.


El mapa del callejón Diagon le recordaba muchísimo al mapa del merodeador que un par de veces James le mostró, porque lo más curioso es que cuando se apareció en la chimenea al lado de la Librería de Florish & Blott’s, comenzó a resplandecer en el mapa y apareció una pequeña inscripción ahí.


“La primera vez que nuestros caminos se cruzaron, jamás pensé que me sentiría así, pero desde ahí descubrí, que eras la persona más maravillosa que en mi vida conocí”


Scorpius sintió la característica calidez en su pecho que cada que pensaba o miraba a James se instalaba en su pecho y crecía calentando todo su interior. No pudo evitar rememorar en su mente aquella primera vez que se encontraron por azares del destino; su mano alargada ayudándole a levantarse, su calidez y sonrisa peculiar; no le cabía duda que a partir de ese solo momento sus vidas quedaron entrelazadas.


-¿Qué planeas Jamie?- preguntó en voz baja observando que el mapa señalaba otro punto, la Tienda de Bromas Mágicas de Gambol & Japes.


Con media sonrisa se dirigió a ese lugar. Uno de los favoritos de James pues siempre recalcaba que era la segunda mejor tienda de bromas, pues la mejor seguía siendo la de su tío George.


Consideraba que hubiera sido mejor aceptar la insistencia de Eddy en acompañarlo, pues no tenía idea de que iba esa búsqueda del tesoro. Se sentía inquieto y a la vez emocionado, pero aunque era divertido como en los viejos tiempos, hacerlo solo no era tan genial.


El siguiente punto era la Tienda de Dulces Sugarplum y con prontitud se dirigió a ese lugar.


“¿Recuerdas las tartas de jalea de fresa y miel junto con los merengues de regaliz que comíamos aquí y siempre decía que era lo más delicioso que existe? Pues cuan equivocado estaba porque lo más sabroso y delicioso que he probado, mucho más que la delicadeza de la miel, la dulzura del regaliz y la carnosidad de la fresa, son tus dulces labios…”


Se sonrojó súbitamente llevando sus dedos a su boca y cerró los ojos  casi sintiendo el fantasma de los besos de James y jadeó. –Tengo que continuar- se dijo tratando de calmar el alboroto que se armó en su cuerpo, siendo presa del anhelo de poder tocarle y estrecharlo contra su pecho. Sabía que cuando terminara su juego él le estaría esperando en la meta.


Pasando de Borgin & Burkes a la Tienda de Calderos de Potage sentía que el corazón se le iba a salir del pecho pues caminar por el callejón knockturn era escalofriante, aunque no era la primera vez que iba ahí, jamás lo había hecho por sí solo.


Pudo respirar más calmado cuando llegó a la  Heladería de Florean Fortescue donde había poca gente alrededor, unas pocas transitando  y otras cuantas en el interior del negocio. Regresó a ver al mapa donde apareció una nueva inscripción:


“Un divertido y dulce recuerdo compartimos en este lugar, donde entre risas y momentos de alboroto, tomaste mi mano por iniciativa propia prometiendo una amistad sin par… amistad que con todas mis fuerzas trate de conservar sin caer en cuenta que mi corazón ibas a robar”


Mordió su labio nervioso al notar que el mapa ya no señalaba ningún punto más y con la respiración agitada y las mejillas aun sonrojadas alzó la vista hacia el frente para captar esa mirada confiada y tan radiante realzada con esa amplia sonrisa dedicada exclusivamente a él.


-¿Jamie?- preguntó cuando lo vio acercarse y comenzó a sentir un ligero estremecimiento al no querer perder de vista ninguna de los movimientos felinos de James que no decía nada y solamente se dedicó a aplaudir hasta llegar hasta él.


-Muy bien precioso, realizaste la búsqueda del tesoro- dijo acariciando su mejilla.


-¿P-Por qué hiciste… e-esto?- preguntó nervioso por la repentina cercanía. Por una parte necesitaba una explicación, una buena y clara explicación de porque estaban haciendo ese juego en el callejón Diagon, que le desmintiera los absurdos rumores en torno a él, pero más que nada lo dominaba esa otra parte que ansiaba abalanzarse contra él y besarlo hasta que el aire le faltara.


- ¿Ya revisaste el mapa?- preguntó ansioso, sus ojos castaños brillaban aun mas con el sol en el poniente reflejándose en sus ojos que en automático hizo lo que preguntó y lo que vio hizo que su mandíbula se desencajara,  Un brillante corazón se formaba con los puntos que previamente había pasado y se preguntó ¿Cómo no lo notó cuando leyó las inscripciones?


–Mira tiene un pequeño truco… - dijo metiendo su mano en medio de corazón que resplandeció aun mas dejando ver una pequeña caja blanca que Scorpius ahogó un gemido cuando vio como descendía tomando su muñeca izquierda para depositarlo en su mano a la par que se ponía sobre una rodilla.


-Ja… Jamsie…- jadeó sin poder creer lo que estaba pasando.


-¿Scorpius Hyperion Malfoy te gustaría casarte conmigo?-


 

Notas finales:

como creen que reaccione nuestro lindo Scorpi? jeje (solo les dire, que no muy bien o ¿tal vez si? :P)

Realmente me tarde mucho en desidir como quedaria el capi aunque por fin consegui algo desente jeje!

Espero que haya sido de su agrado!! Los adoroo~


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