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No quiero ser tu amigo por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Holi Hola queridos mios!! wow! no puedo creer que me pasara esto!! olvide definitivamente que ya habian pasado 2 semanas y hasta apenas el miercoles cheque que ya vamos para las 3 semanas que no actualizo y entre en un terrible sock!! realmente lo siento por no actualizar antes!! TOT! pero bueno, por fin ya esta! tarde es mejor que nunca jeje! espero que sea de sua grado!!

Les mando saludines especiales a kaorugloomy, LRMV, CaocTaisho, Diegovarr, yukicandy, LRMV!! muchas gracias!! los adoroo~

A leer se ha dicho!!

Scorpius no podía creer lo que sus oídos captaban, “¿acaso… Jamie… esta…?” ni siquiera podía terminar la idea en su mente y regresó a ver la sortija de oro blanco y dorado entretejido en un complicado entramado con tres pequeños brillantes en el pequeño estuche. En definitiva podría mirar entre mil sortijas y sin rechistar escogería precisamente esa. Su abrasivo sonrojo inundó su rostro hasta sus orejas.


-Scor…-


-¡Eres un idiota James!- el mayor boqueó absorto por esa contestación –me ignoraste por casi tres meses y ahora me estas… ¿pro-proponiendo matri… monio? ¡Realmente no te entiendo!- se llevó las manos a la cabeza sintiendo de de un momento a otro se desmayaría. James se alarmó cuando vio las traicioneras lágrimas nublar esos preciosos ojos grises y se aproximó a secárselas.


-Scor…. No me acercaba a ti porque realmente temí arruinar la sorpresa…- suspiró sonoramente estrechándolo entre sus brazos colocando su barbilla sobre su cabeza inhalando esa delicada esencia a manzana que tanto le enloquecía.


–Desde que me dijiste que podremos tener familia, no sabes lo que ocasionó en mí. La creciente necesidad de pensar en lo que nos depararía el futuro, de compartir nuestras vidas en una amplia casa en el campo con dos docenas de pequeños con tu; con hermoso cabello platinado, tus ojitos grises tan claros y brillantes carentes de cualquier maldad, esos finos labios con la sonrisa más hermosa que he visto… tu dulzura y mi… apellido… y con suerte mi sentido del humor- rió bajito secando con el dorso de sus pulgares las saladas lágrimas para después besar sus parpados- es como el mejor sueño que hasta ahora creí imposible...-


-Ricard me dijo que no era tan descabellado proponerte matrimonio, aunque claro que cuando se me ocurrió quería ir corriendo a pedírtelo… pero mi querida Freya me golpeó con su libro más grueso y me dijo que me dejaría sin descendencia si no te lo pedía de la mejor manera- frotó su barbilla recordando y sobó su cabeza como si aun pudiera sentir el dolor del golpe.


-Así que, como sabes la cursilería no se me da…- ironizó para buen humor de Scorpius que asintió en silencio para que prosiguiera –no tardé en llegar a la resolución de hacer una búsqueda del tesoro… idearla fue la parte fácil, pero hacer ese bendito mapa fue más difícil de lo que pensé… aun no entiendo como el abuelo James y sus amigos pudieron hacer el mapa del merodeador… pero realmente hicimos nuestro mejor esfuerzo entre Freya y yo, incluso me ayudó a escoger el anillo perfecto para ti - Scorpius asintió con media sonrisa “así que por eso habían estado tan juntos” pensó aliviado –aparte también obtuve la ayuda de Rose distrayéndote con las clases extras para los TIMO´s- sonrió con algo de culpa.


Scorpius ahora comprendía; conocía la absoluta necesidad de estudiar de su amiga, pero su actitud parecía aun mas exagerada “de eso se trataba” se dijo más tranquilo, todo encaja liberándolo de un horrible peso.


–Pero créeme que la mayor tortura de todas fue no poder acercarme a ti… moría por abrazarte, besarte y amarte toda la noche…- el rubio se sonrojó nuevamente para deleite del mayor –pero sabía que de ser así, se escaparía la propuesta de la boca y lo hubiera arruinado… aunque creo que de todas maneras la arruiné…- dijo mirándolo como perrito apaleado haciendo que su corazón se estrujara y con una amplia sonrisa, Scorpius tomó su mejilla para que lo mirara.


-Acepto- el Gryffindor se quedó petrificado.


-¿Qué? ¿Cómo?- Scorpius rió.


-Acepto Jamie… claro que quiero casarme contigo- de un brinco se abalanzó contra él para besarlo en los labios. Un muy turbado James lo recibió, que segundos después le correspondió con toda su pasión y necesidad.


-Oh como te extrañé, pequeño- dijo besándolo con fuerza mordisqueando esos deliciosos labios que siempre sabían cómo robarle el aliento.


-Yo también Jamie…- suspiró al sentir los labios de James viajar traviesos hasta su cuello -¡pero ni sueñes que tendremos dos docenes a de hijos!- declaró algo acalorado.


-¿Por qué no?- hizo un puchero volviendo a chupar sus labios, sediento de su sabor -¿Qué tal media docena?-


-Jamsie…- abrió sus ojos sorpresivamente al notar que la gente se comenzaba a agazapar a su alrededor –estamos dando… show- dijo avergonzado. James refunfuñó al alejarse de esa boquita y regresó a ver a los extraños que los miraban entre expectantes y turbados por la efusiva muestra de afecto entre los hijos de dos figuras emblemáticas.


-Mmm… creo que ya sé donde podríamos ir- dijo en voz baja meditando rápidamente su proceder y tomándolo de su mano lo guió lejos del ojo público.


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-¿El caldero chorreante?- pensó en voz alta examinando el lugar umbroso y colmado de gente disfrutando de sus tarros de Whisky e Hidromiel. El mayor se alzó de hombros rascando el puente de su nariz.


-Se que no es el lugar más elegante ni romántico, pero no se me ocurre otro lugar donde podamos tener un tiempo para nosotros…- jugueteó con sus dedos entrelazados –aparte Mini nos dio chance de regresar hasta las seis…- exclamó inocente señalando que aun faltaban dos horas.


-Pensaste en todo- dijo disimulando una sonrisa avergonzada y se dejó conducir escaleras arriba hasta el cuarto que al parecer previamente alquiló.


En la sencilla habitación con nada más que una cama, un pequeño buro destartalado y un raquítico closet, Scorpius más que tranquilo por cómo se habían transformado las cosas, se sentó sobre la cama recargándose sobre sus brazos y observó el nerviosismo del ojicafe aun recargado en la puerta.


-Entonces… ¿puedo ver mi anillo?- James suspiró como apartando una idea de su mente y se aproximó para volver a arrodillarse delante de él.


-Totalmente olvidé dártelo- dijo con media sonrisa y tomando su mano izquierda, deslizó la pequeña sortija por su dedo anular sintiendo el ligero estremecimiento del menor –no sabes lo feliz que me hace que aceptaras Scor…- murmuró acariciando su mejilla sobre su dorso para después depositarle un casto beso.


-A mi también Jamsie- dijo perdiendo sus ojos en esa alianza. Era muy bella y más aun con el grabado que tenía por debajo. Dos corazones entrelazados por un infinito.


“El amor eterno que sentimos el uno por el otro…” pensó alborotado interpretando aquella simbología celta y lo  miró como si no lo pudiera creer. Sentía su rostro arder y trató de ocultarlo, recargándose en el hombro de James. –¿Cuándo nos casaríamos?-murmuró entrelazando sus dedos suavemente -Porque todavía no terminamos la escuela y…- el azabache selló sus labios con su índice.


-Lo sé… créeme que si por mi fuera, huiríamos a Las Vegas y me casaría hoy mismo contigo- sonrió de lo mas tiernamente que Scorpius sentía que su corazón se saldría de su pecho por la convicción en la voz de James –pero, aunque no lo parezca, soy un caballero y quiero ser capaz de mantenerte…-


-James, no soy una chica- dijo haciendo un adorable mohín.


-Claro que se que no eres una chica, pequeño- dijo mordaz acariciando su pierna, dejando ver entre líneas algo mas subido de tono – y no lo decía por ello, si no porque quiero y ansío ofrecerte todo lo que más desees… y para ello trabajaré… toma esto como una promesa de un futuro compartido- Scorpius se mordió el labio inferior y asintió.


No podía disimular la sorpresa que lo embargaba y con una radiante sonrisa aceptó el dulce beso que James le ofreció. Besó que creció ávido entre sus entrecortadas respiraciones acompañado del sincrónico movimiento de sus cuerpos que se reconocían, se adoraban en el silencio de sus gemidos. Sus lenguas se probaban enroscándose entre ellas, perdiéndose en las sensaciones de su intimidad. Con un coqueto movimiento, James lo recostó sobre la cama comenzando a desvestirle mientras el otro se dejaba dócilmente perdido en el éxtasis de su amor.


-Como extrañé tenerte así-murmuro repartiendo besos en su cuello y su clavícula. Aunque solo pasaron tres meses sin tocarse de aquella forma como Merlín manda, era más de lo que podía soportar que quería darse abasto para recuperar el tiempo perdido -déjame probar tus lindos lunares...- exclamó mordisqueando su lóbulo enrojecido por las succiones que le prodigaba.


-¿Mis qué?- pregunto arqueando una ceja como si no entendiera a que se refería. Su cuerpo ardía y temía que llegara a combustión solamente por los certeros roces de James.


-Tus once adorables lunares repartidos por todo tu cuerpecito-  artículo nervioso ¿de qué iba eso? Y tomándolo de sus suaves cabellos murmuro haciendo un puchero.


-No son tantos…- James sonrió.


-¡Claro que si, mira! los contaré para ti- sonrió travieso como solo él sabía hacerlo, derritiéndolo de paso.


Reptó por su cuerpo hasta llegar a sus pies donde tomando una de sus piernas. Scorpius se retorció por su caricia -uno en tu tobillo...- besó la manchita café con religiosidad comenzando a deslizar sus manos por la sensible piel.


-El escondido en tu muslo… ya son dos…- el lengüetazo le hizo arquear la espalda maravillando al mayor que trazaba círculos alrededor del lunar.


El aliento cálido, sus hábiles dedos apresándolo, lo estaba enloqueciendo. Como ansiaba que atendiera su más que despierta erección, pero James parecía que lo estaba ignorando a conciencia el muy malicioso que pasó al lado de su falo sin reparar en él y siguió el camino con su lengua. Apretó los ojos tratando de concentrarse en lo que decía pero estaba resultando bastante difícil.


-Tu constelación Lyra en tu cadera… ya son siete…- depositó un húmedo beso en cada uno –este es el ocho… que por cierto es mi favorito- expresó en voz baja besando una pequeña mancha casi imperceptible bajo su pezón. Scorpius sintió la sonrisa de James a la par que mordisqueaba los botones rosados mientras su cuerpo no paraba de temblar.


-James…- sollozó cuando sintió la respiración nuevamente en su cuello y como una de las manos del azabache jugueteaba con sus piernas, subiendo y bajando, provocándolo apropósito.


-El nueve…- dio una nueva lamida antes de recorrer hacia  la parte posterior de su nuca –el diez…- practicó la misma ceremonia que en todos los anteriores – y el once…- regresó al punto de partida; el lóbulo de su oreja más que roja.


-Por favor…- rogó el ojigris con sus ganas más que reprimidas buscando una salida.  James sonrió complacido por la necesidad manando de cada poro de la piel de su rubia obsesión.


-Tus deseos son ordenes, precioso…- dijo abrasándose nuevamente con los enrojecidos labios tan apetitosos empeñándose en satisfacer en descargas de pasión, todo lo que sentía por su prometido.


Entregándose tiernamente, amándose sin moderación, sin la incordia del qué dirán ni las escusas vacías de los demás; se pertenecían y era lo único real y sagrado que existía para ellos. Con incontables besos y caricias, sus manos siguieron entrelazadas mientras se observaban embelesados; sus saciadas y plenas sonrisas permanecían estáticas mientras sus respiraciones se acompasaban.


-Te amo mi amor- murmuró James sobre sus labios bebiéndose su aliento, saboreando con su ansiosa lengua su néctar.


-Yo también…- dijo mientras araba con sus dedos el suave cabello azabache –Jamie… creo que ya debemos de irnos…- dijo frotando sus parpados, se sentía tan bien estar en el calor de los fuertes brazos de James, pero, no quería que la directora los regañara.


-Noo… Mmm… otra ronda más…- dijo apretándolo mas comenzando a serpentear por su perceptivo cuerpo besando su húmeda piel.


-Jamie… se nos va a hacer tarde…- gimió bajito al sentir los dientes del Gryffindor mordisqueando uno de sus pezones.


-Pero sabes tan sabroso…- exclamó trazando círculos con su lengua mientras sus manos repasaban esa delicada espalda.


-No- declaró entre risas cuando vio el mohín de James al no obtener lo que quería –vamos James que McGonagall seguro y nos baja puntos si no regresamos a tiempo- tomó entre sus manos su rostro para depositarle un ardiente beso antes de empujarlo hacia a un lado para poder colocarse nuevamente su ropa.


-Hum…- rechistó James alborotando su cabello molesto. Sabía que Scorpius tenía razón, pero simplemente no podía evitar querer tenerlo para siempre junto a él. Refunfuñando se puso de pie para buscar su pantalón.


-Vamos, no hagas berrinche Jamsie…-dijo anudando correctamente la corbata roja y dorada en el cuello de un muy malhumorado Gryffindor –además, no es como si ya no vayamos a pasar tiempo juntos ¿no crees?- dijo mostrándole su argolla y aliviado vio como el azabache bajaba los hombros.


-Tienes razón mi vida- contestó condescendiente mordiendo sus labios para no abalanzarse contra él y comenzar a devorarlo nuevamente.


-Además…- dijo dedicándole una mirada juguetona –Po-Podremos continuar lo q-que estábamos haciendo ma-mañana en la sala de Menesteteres… ¿no c-crees?- “¿se puede ser mas adorable?” se preguntó James limitándose a abrazarlo. En definitiva jamás podría dejarle ir.


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Regresaron animadamente tomados de la mano. Aunque la directora los recibió con el ceño fruncido y una larga reprimenda por llegar tarde, ninguno de los dos podía dejar de sonreír.


Aunque tuvieron que separarse para ir a sus respectivas salas comunes, quedaron en verse temprano para desayunar.


Nada más entrar captó los oscuros ojos de Agni mirándolo inquisitivamente -¿se puede saber dónde estabas?- Scorpius amplió su sonrisa, al parecer su amigo estaba en modo “mamá gallina” como solía decirle Lorcan de broma “aunque algo de cierto hay en ello” pensó con alegría.


-Estaba en Diagon- dijo quitado de la pena sentándose en el sofá frente a la chimenea sintiendo que jamás había estado tan feliz como en ese momento.


-¡¿Y qué hacías allá?!- exclamó horrorizado buscándole en la cabeza alguna contusión o chichón que era la opción más lógica de sus desvaríos.


-Calma Agni- exclamó Lorcan pasándole un brazo por los hombros –estoy seguro que tiene una explicación ¿verdad Scorps?- los ojos soñadores de Lorcan se posaron en los suyos analizándolo, como si supiera más de lo que revelaría y lo hico ruborizar.


 -¡¿Cómo cual?!- volvió a alzar la voz el moreno -¿te perdiste? ¿Te raptaron? ¿Por qué no fuiste con nosotros?-


-¡Sereno, moreno, ya deja de atosigarlo Ag-Ag!- exclamó Eddy entrando en escena seguido por Rose y Aris que esta ultima cuando vio al rubio se aproximó para abrazarlo. Agni no podía creer la tranquilidad con que se lo tomaban y estuvo a punto de reprocharle –aparte, yo le di permiso de ir ¿contento?-  el otro frunció las cejas.


-¿Estuviste con James, verdad?- preguntó Aris en un susurro con una picara sonrisa, que se amplió mas cuando recibió por contestación mas sonrojo en las pálidas mejillas.


-¿Co-como sabes?- preguntó con timidez.


-Hueles a su perfume- dijo con un toque malicioso que el rubio ya no sabía ni donde esconderse –descuida, no les diré a nadie- le guiñó el ojo divertida y se giró hacia Agni que estaba en grandes discusiones con Eddy que parecía más que a gusto haciéndole enojar.


-Oye Lorcan deberías de pajearlo de vez en cuando para que se le pase lo amargado-  El moreno se sonrojó mirando peligrosamente a Eddy. El de cabello esponjoso se alzó de hombros.


-Ya lo intenté…- dijo pensativo.


-¡LORCAN!- chilló tomándolo de la solapa en advertencia. Scorpius y Aris dejaron escapar una risilla nerviosa y Rose se cubrió los ojos con la mano; no podía creer que estuvieran abordando ese preciso tema en ese momento.


-Pero parece que la amargosidad es parte de él- ignoró las protestas del moreno restándole importancia moviendo su mano para molestia de Agni.


-Bueno, como sea- Eddy dejó ir las protestas del Hufflepuff iracundo que sacudía vehemente a Lorcan por hablar de mas –Bonito anillo Scorp- dijo con voz cantarina sentándose a su lado.


Aris apenas y cayó en cuenta de las palabras regresó a ver su mano y su sorpresa no se hizo esperar.


 -¡Wow Scorpi! ¡Estoy tan feliz por ti!- profirió Aris extasiada mirando la argolla de compromiso que le quedaba a la perfección en su pálida mano –así que de eso se trataba todo el secretismo- Rose asintió orgullosa, pues había participado en semejante sorpresa que su amigo se merecía –y tu también lo sabías ¿o no, Eddy?- se le quedó viendo al castaño que solo se alzó de hombros fingiendo demencia.


-Lo que hace Trollmes es un misterio… y honestamente no era de mi incumbencia…- dijo poniéndose cómodo recargando su cabeza en el hombro de su amigo rubio que traía tremendo sonrojo y sonrisa bobalicona que no se iba por más que lo picara para molestarlo.


-Gracias Rose- exclamó jubiloso a siendo contestado con un asentimiento de cabeza de la Ravenclaw.


-Pues confío que el zoquete pueda merecerte- apretó los labios cuando vio el creciente rictus en su amigo –como sea, espero que tu estés feliz por ello- le dio un golpecito amigable en su nariz y el rubio no pudo mas afirmar.


-Lo estoy-


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Las semanas transcurrían lentas, demasiado para los alumnos que ya estaban más que cargados con las materias y la infinidad de tópicos que debían estudiar para los exámenes. Pero para Scorpius todo iba de mal en peor.


Cualquiera pensaría que con una propuesta de matrimonio terminando sus estudios y maravillosos días al lado de su querido James sería como un sueño, pero al parecer Salazar se empeñaba en hacerle ver que no sería tan fácil; los hechizos zancadillas y de piernas de gelatina parecían que siempre terminaban lloviéndole a la hora de la comida o entre cambio de clases. Y solamente había un culpable. El grupo de seguidoras de James, que cada que pasaba lo miraban con suficiencia y con cada hechizo soltaban risitas.


¿Quién hubiera pensado que las de séptimo curso fueran así de inmaduras? Al menos Scorpius no. Suspiró agotado. Sus amigos sospechaban lo que pasaba, pero él no quería armar el embrollo en grande, podía dejarlas ser pues los sentimientos de James eran solo suyos y nadie podría separarlos.


Pero al parecer, James no era de la misma opinión. Al principio no entendía a que se debían los tropiezos de su lindo rubio o los golpes que debes en cuando le encontraba, pero cuando vio en plena acción a su grupo de seguidoras, alzar la varita en contra de su amor, ahí si no lo permitiría.


-¡Con un demonio!- gritó en pleno gran salón a la hora de la comida –Scorpius es mi pareja y lo van a dejar de molestar de inmediato ¿está claro?- el rubio sentía su corazón palpitar al mil por hora y no podía detener su adoración reflejada en su mirada.


-Pero James, él no vale la pena ¿Cuándo vas a dejar de juguetear con ese niñato y volver a las andanzas? Nosotras creímos que…- la cabecilla del grupo lo encaró con una determinación de primera instancia que comenzó a menguar cuando James con una fiera mirada la taladraba. Golpeó la mesa sobresaltando a los que le rodeaban.


-¿Qué creíste? ¿Qué lo dejaría? ¿Por quién? ¿Por ti Helen? No me hagas reír- esbozó una irónica sonrisa cuando la Gryffindor amedrentada apretó los labios. Una de las chicas quiso contradecirlo -¿Tienes algún problema, Paulette?- la chica se encogió en su lugar y boqueó buscando las palabras adecuadas que, aunque tenía bastantes en la boca, James no la dejó hablar –no hay nadie mejor que Scorpius, ¡NADIE! ¿Me escucharon?- regresó a ver a todas las mesas que lo miraban estáticos –Aparte, jamás he tenido algo más serio con alguien mas que con él, ni siquiera con ustedes-


-Pero tu ni siquiera conoces esa palabra James y nosotras lo sabemos- dijo una chica de cabello rubio haciendo alarde de su valentía.


-Te tengo noticias Crisseida, Scorpius  es MI prometido ¿así o más serio es mi interés en él?- hizo una pausa dramática –y a quien vea que se atreve a tocar siquiera un solo de sus cabellos, se las verá terriblemente conmigo… ¿está claro?- siseó para espanto de todos.


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Una visita a la oficina de la directora por amenazar a sus compañeros, más los regaños y el castigo de lavar los baños durante una semana sin magia, dejó más que calado a James. “Al menos les llegó claramente el mensaje a los demás” pensó satisfecho.


Scorpius le esperaba afuera pacientemente pues sentía que en parte fue culpa suya por no encargarse previamente del club de fans y con preocupada mirada examinó el rostro de su amado esperando que no estuviera muy molesto.


-¿Por qué no me lo habías dicho?- hizo un puchero abrazándose a él. No podía creer que la estuviera pasando tan mal y así prefirió guardar silencio.


-No quería preocuparte…- apretó los labios pues ¿para que eran prometidos si no le decía todo lo que le pasaba? Scorpius como intuyendo por donde iba su línea de pensamiento acarició sus mejillas con el dorso de sus manos –pero gracias por defenderme mi amor…- dijo besándolo lentamente acallando las protestas aglomeradas en la mente de James que comenzó a corresponderle gustoso –aunque yo podía hacerlo por mi mismo- aseguró con media sonrisa.


-Lo sé… pero quería que les quedara claro que eres mío, no por nada estamos comprometidos…- Scorpius se permitió soltar una risita “en definitiva eras un posesivo, pero como me encanta que me quieras de esta forma” pensó.


James en vilo comenzó a olisquear su dulce esencia antes de besar su delicioso cuello -aparte creo que esto me sirvió como practica para pelearte con tu papá- esbozó su picara sonrisa.


-Jamie… mi padre ya aceptó que estemos juntos- jugueteó con sus alborotados cabellos enroscándolos en sus dedos para después liberarlos –por ello no creo que haya problema alguno cuando sepa que nos comprometimos…- se sonrojó tiernamente –aunque de mis abuelos no estoy seguro como se lo tomaran…- incluso temía por su seguridad pues su abuelo Lucius cuando se confabulaba con su abuelo Perseus, podían ser peor que una aglomeración de gorros rojos junto con una turba de kelpies furiosos.


-Descuida mi vida, por ti me enfrentaría hasta con el mismísimo Vodemort si fuera necesario…-


 

Notas finales:

jojojo ¿que creen que pasara despues? muchas cosas bonitas les puedo asegurar!! jijiji (y tambien para compenzar mi ausentismo y el lemon muy por ensimita que les traje n//nU)

Nos leemos prontito queriditos!! espero que puedan pasarse por mi nuevo fic jamius!! (que me deprime porque no tiene mucho publico bububu TOT) http://www.amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=150573&warning=5

Los adoroo~


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