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No quiero ser tu amigo por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Hola preciosuras ya estoy nuevamente por aqui!! super estresada, pero completa! (claro, por ahora! mañana tengo un examen del mal y no se como me vaya! pff!! merlin ayudame! x.x!) 

bueno, dejando de lado mis lamentos bolivianos, quiero mandarles sugar a mis lindas personitas que me mandan rr!! muchas gracias CaocTaisho, LRMV, Samantha0507 y La rosa!! los adoroo~*

Ahora espero que disfruten el sigiente capi!! A leer se ha dicho~

La madera de la chimenea crepitaba tranquila entre los barullos de la cotilla en el saloncito azul, las tres damas de Malfoy Manor estaban más que entusiasmadas entre sí hablando sobre una boda que ellas juraban sería la boda del siglo, la cual no se llevaría a cabo en el instante próximo (ni si quiera en el año siguiente), pero nadie podía, ni se atrevía abiertamente, a tratar de interferir en su encomienda.


-Tenemos que comenzar con los preparativos de la boda- exclamó jubilosa la abuela Calíope estrechando las manos de su nieto sobre el mantel. Scorpius la miró significativamente tratando de acallar los constantes golpeteos de su corazón en su pecho; aun no se acostumbraba ante la idea de casarse al termino de Hogwarts, pero la sola imagen de hacerlo con el que podía considerar el hombre de su vida, era más de lo que podía soportar sin volverse loco de dicha.


-P-pero aun faltan dos años para que termine la escuela, abuela… y Jamie y yo no tenemos prisa, ¿verdad?- volteó a ver con esperanza a su prometido para que le ayudara; el moreno asintió efusivo.


-¡Tonterías!- dijo Narcisa invocando toda una pila de revistar de bodas –si se van a casar, tiene que ser con el más digno estilo Malfoy del que se puede y si comenzamos de una vez no nos comerá el tiempo-


-Eso que ni que, tenemos que vestir Malfoy Manor con toda la gala del mundo mágico, los manteles, el pastel, los trajes… demasiado que planear y tan poco tiempo- exclamó Astoria comenzando a hojear una revista.


-Viajar a MonteCarlo para la luna de miel sería muy bello- dijo ilusionada la abuela Calíope.


-No, no, Cali, Montecarlo estará saturado de muggle, deberán de ir a algún sitio más romántico, si la boda se celebra en verano, podrán ir a Viena, en esa época del año es más precioso…- Narcisa comenzó a recordad con anhelo so propia luna de miel y se dejó acariciar por la suave seda de la añoranza.


-O tal vez preferirían ir a Nueva York, ahí fue nuestra luna de miel, mía y de Drakis y fue fabuloso…-  Astoria sonrió con suficiencia pues, aunque su boda con fue la mas romántica, fue bastante divertida en compañía de Draco. Antes de que siguiera explicando porque visitar Estados Unidos era la opción más correcta su madre y Narcisa comenzaron a rebatirle.


Después de hora y media hora discutiendo sobre destinos paradisiacos y elegantes, James ya no podía escuchar más, lo único de lo que estaba cien por ciento seguro es que no le importaba mucho el lugar, en tanto estuviera al lado de Scorpius, todo estaba bien. “aunque un lugar con playa no estaría mal” pensó soñador imaginando el brillante sol y su pequeño rubio emergiendo de un mar calmado y cristalino, con muchas gotas rodando por su torso desnudo… sintió ese particular tirón en su parte baja y trató de desdibujar su nube de ensoñación sobre su cabeza. En definitiva tener una erección en plena sala con tres mujeres mayores de cuarenta no era buena idea… ni que decir de la etiqueta.


Mirando de soslayo, notó el poco interés que estaba demostrando su más que aburrido niño quien bostezaba de vez en vez cubriendo su boca con su mano para medio disimular. Sonrió enternecido y con decisión, optó por tomarlo por la mano y comenzar a llevárselo del lugar discretamente, al fin y al cabo, las mujeres parecían no necesitar su presencia.


Scorpius se estremeció con el contacto cálido de la mano de James pero dispuesto a seguirle procuró levantarse de su lugar sin hacer ruido. Tanto sus abuelas como su madre estaban tan sumidas en esa acalorada discusión que salir de ahí sin ser vistos fue más fácil de lo que creyó.


Ya en su cuarto podían respirar tranquilamente sin todo ese ajetreo de la boda ideal. Agradeció que en el camino no se hubieran topado con sus abuelos pues estaba seguro que no soportaría otra turbia discusión con respecto a si James era o no el mejor prospecto. Exhalando perezosamente se recostó en su cama estirándose como estrella de mar y suspiró.


-No quería decir nada allá atrás, pero tus abuelas parecen más entusiasmadas en planear la boda que tu y yo juntos, y nótese que eso es bastante- sonrió de lado sentándose en el extremo de su cama, mirándolo de esa manera que tanto le gustaba, con la más pura adoración que podía derretirlo en cuestión de segundos.


-Incluso pareciera que ninguna se casó con tremenda celebración por todo lo alto- ironizó con una risita apartando la mirada.


-Vamos, déjalas ser, seguro que nunca pensaron que su nieto favorito fuera a casarse con tremendo galanazo que te echaste a la bolsa- Scorpius se aguantó la risa que burbujeaba por brotar de su boca e imitó una expresión seria.


-¿Cuál galanazo? que no lo veo- dijo haciendo un la finta de estar buscando algo por el horizonte de su habitación.


-¡Scor!- chilló con un mohín proyectándose contra su cuerpo apresándolo contra el colchón, inmovilizando sus manos por arriba de su cabeza y lo miró medio divertido y medio ofendido. El rubio no pudo más y se echó a reír.


-Te vez tan lindo así enfurruñado- dijo liberando sus manos para acariciar su rostro. Como adoraba la fuerte barbilla de James a veces tan suave o tras veces como esa un poco rasposa por la prematura barba que apenas asomaba.


-Solo me estas tomando el pelo… aparte, tu eres el lindo- dijo recargando su frente contra la suya. Su corazón al instante comenzó a acelerarse a una estratosférica velocidad que pensó que le daría un paro cardiaco con solo sentirlo así sobre él, con su abrumadora calidez y sus ojos cafés que lo miraban como si realmente le afectara sus palabras.


- Ay Jamsie, está bien, no eres lindo… eres guapísimo- el azabache arqueó una ceja incrédulo – ¿lo dudas?- no contestó y mas que enternecido lo jaló para abrazarlo –James, medio Hogwarts esta que babea por ti y no es precisamente porque seas uno de los mejores en el quiddich- acarició los cabellos negros de su nuca por unos instantes antes de que se girara sobre sí mismo para quedar a su lado.


-Pero no me interesa lo que piensen los demás…- dijo haciendo un berrinche como niño chiquito –solo tu-


-Ya te dije que estas guapo, así que ya no te enojes- pero no parecía que fuera a dar su brazo a torcer y Scorpius suspiró como comprendiendo a que se debía su estado de ánimo -¿es por mis abuelos?- James entornó los ojos. “Así que era eso” dijo volviendo a acercar la mano a su rostro para besarlo.


Sabía que en solo una semana, sus abuelos se habían esforzado con sus afrentas “inocentes” contra James, principalmente cuando este se separaba de su rubio amor ya sea para ir por un refrigerio o para ir a explorar la biblioteca, diciéndole cosas que el azabache prefería guardarse haciéndose daño él mismo.


Scorpius suponía que era sobre “no ser un buen prospecto” para un Malfoy-Greengrass… “eso es ridículo” se dijo en un suspiro; para él no había nadie más adecuado que James… solo esperaba que con el tiempo sus abuelos vieran la maravillosa persona que era su prometido, si no ellos se lo perderían pues no estaba dispuesto a dejarlo ir.


Así que por el momento, esperaba que con sus besos se le pasara el mal trago, pues tanto Lucius y Perseus no se lo dejarían fácil.


Beso primero suave y pausado, probando sus labios que indecisos se movieron contra los suyos con suaves caricias como pidiendo permiso para ahondar en su interior; con su lengua accedió gustoso degustando su delicioso sabor a té de canela y mucha azúcar.


Jadeando con sus respiraciones entrecortadas, más que mareado y embriagado por ese repentino beso que se atrevió a iniciar, se separó par poder hablar –no dejes que te afecte lo que te dicen, Jamsie… no son malas personas, pero, son demasiado exagerados y pueden hacer daño sin quererlo… pero es porque no te conocen, estoy seguro que si lo hicieran, te adorarían casi tanto como yo- eso suavizó a James quien le dio un nuevo beso y sonrió.


-¿Entonces si estoy majo?- Scorpius rió radiantemente y asintió más que convencido –ya decía yo que mi madre no podía estarme engañando todo este tiempo- se pudo pensativo acariciando el puente de su nariz.


-Y tienes razón… pero no por ello es que estoy contigo-


-¿A no?- James abrió más los ojos con incredulidad.


-Nup- negó efusivamente y se le quedó viendo como si fuera secreto de estado; eso solo pico la curiosidad del mayor.


-¿Entonces?-


-¿Realmente quieres saberlo?- asintió fervientemente –pues, es un secreto- James con una picara mueca se abalanzó a hacerle cosquillas para obtener su confesión, como ansiaba saber –está bien, está bien- dijo deteniendo esas manos que conocían más que bien sus puntos débiles y con timidez se colocó encima dibujando trazos con su dedo por su pecho no queriendo verle a los ojos.- eres dulce, bastante atento y cariñoso conmigo… tan detallista y honesto… pero con esa chispa tan refrescante de jovialidad que cada que la veo me quedo sin aliento…-


James sintió que si no fuera porque Icarus revoloteó en su percha habría dejado de respirar-Oh Scor, dime como terminé prendado con un chico tan maravilloso como tú y como logré convencerte…-


-Mmm… digamos que tienes unos métodos infalibles para conquistar…-


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Ambos sabían que sería momento para dar la gran noticia en La Madriguera y curiosamente Scorpius no tenía miedo, de hecho se sentía aliviado por el ambiente cálido de ese lugar tan familiar y acogedor que sabía que la tan preciada familia Potter-Weasley no pondría traba alguna para su unión y lo mejor de todo sería que podría liberar a James de las constantes palabras y miradas reprobatorias de sus abuelos.


-Ten un buen fin de semana pequeño- dijo su madre besando su mejilla –ni te deseo suerte porque sé que todos los Weasley te adoran-


-Claro, a excepción de la comadreja que se empeña a resistirse a sus encantos Hufflepuffescos- siseó Draco recargado en el marco de la sala. Scorpius negó con la cabeza y evadió la mirada inquisitiva de su padre. Aun no podía verlo bien, algunas imágenes eran mejor no verlas nunca en tu vida y ver a tu padre con su amante casi en plena acción así de escasos de ropa, en definitiva ocupaba el puesto número uno.


-Tenga por seguro que mi tío Ron adora secretamente a Scor, aunque si se lo pregunta lo negará olímpicamente pues exagera diciendo que es como si dijera que usted es agradable, ya sabe, problemáticas de antaño Gryffindor- Slytherin- James se alzó de hombros engarzando su mano con la del rubio menor y se despidieron con la promesa de regresar para la fiesta de año nuevo.


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Tal como ambos esperaban, el barullo aprobatorio de todo el clan Weasley no se hizo esperar y comenzó todo un estruendo de abrazos de oso de parte de Molly Weasley, Rose y de Hermione quienes solo se regresaban a ver emocionadas para regresar a ver a Harry quien solo se alzó de hombros fingiendo inocencia. Ginny arqueó la ceja y le dio un codazo amistoso pues intuía que él sabía desde antes dicha noticia y no se dignó a revelarla con delicadeza antes de que los chiquillos desataran la bomba.


-¿Pero no están un poco jóvenes para casarse? Digo, se que en las tradiciones mágicas es normal que se casen a los 17 o 18 pero son tiempos modernos ¿no preferirían esperar un poco?- preguntó afable Arthur dándole un apretón de manos a Scorpius y una palmada en la espalda a James.


-Abue Arthy solo nos comprometimos, no es como si nos fuéramos a casar la próxima semana-


-Así es señor Arthur, por ello decidimos que la boda será dentro de dos años, así podremos planear con calma las cosas- dijo Scorpius con solemnidad recibiendo un beso en la mejilla de James.


-¿Pero cómo es posible?- comenzó a balbucear Ron dejando caer su enorme trozo de pastel de moras –James, eso… esto… ¡Es un Malfoy!- la mirada severa de media familia hizo que sus mejillas enrojecieran.


-¿Y eso que tiene tío Ron?- preguntó peligrosamente cordial James.


-Es que, no es que me caigas mal Scorpius, eres un buen chico, pero… también te estás casando con su familia y su padre es nada más y nada menos que Draco Malfoy y cómo olvidar a Lucius Malfoy que son unos malditos Mor…-


-¡Papá!- llamó la atención Rose avergonzada antes de que Ron terminara de pronunciar la palabra.


-Pero…-


-¡Suficiente!- interrumpió Harry, aliviado e irritado a partes iguales. A veces detestaba que su pelirrojo amigo se pusiera en ese plan de intolerante crio de Howgarts, en lugar que el maduro padre de familia que era. No podía permitir que se ofendiera de esa manera a las personas, particularmente a los Malfoy quienes ya habían saldado sus cuentas con creces y en especial no permitiría que le faltara el respeto a Scorpius y a su Draco…


-Señor Weasley, puede que mi padre y mi abuelo durante la guerra contra V-Voldemort cometieran el error de aliarse en el lado equivocado y no los disculpo por ello, sin embargo, en su debido tiempo pagaron sus errores obtuvieron la indulgencia de la comunidad mágica, se han vuelto ciudadanos respetables y honrados, así que si ha de jugarlos, júzguelos por lo que son ahora y no en el pasado- ron gruñó pues no podía rebatirle sin conjugar “malditos Malfoy en su oración” y sabía que eso solo lo haría dormir en su nada cómodo sillón de su casa.


-Eres la sensibilidad en persona Ronald- reprendió Hermione dándole un zape.


-¿Ahora que hice?- dijo sobando su cabeza –aparte, no creo que a Draco Malfoy le agrade la idea de tenerte por yerno, James-


-¿Por qué dudas que mi hijo no pasa los estándares de los Malfoy, Ronny?- habló Ginny dando un paso hacia Ron quien por instinto de supervivencia dio un paso hacia atrás.


-Yo no lo dudo, pero ellos siempre han considerado inferiores a los Weasley…-


-Para tu información tío, el señor Malfoy con todo el gusto del mundo me dio su bendición de casarme con Scorpius así que así está la cosa-


-Pero…-


-Pues siendo así, me alegra por ti James- interrumpió Hermione socorriendo a su esposo evitando que callera mas en el lodo. Dándole un sonoro beso en la mejilla a James y otro beso a Scorpius les deseó todo lo mejor del mundo.


-A mí también me alegra, por los dos, oh pequeño Scorpius espero que no te ofendas por lo que dice mi hijo, a veces habla demás- dijo Molly sacándole el aire nuevamente al rubio con su efusivo abrazo.


-Descuida Molly, no le guardo rencor pues sé que mi padre no fue la mejor persona con ustedes, pero lo que quiero que sepan es que amo a James y nada me gustaría más que casarme con él y formar parte de su familia-


-¡Oh tesoro!- dijo con ojos llorosos la regordeta mujer.


-¿Y cómo van a acomodar sus apellidos una vez que se casen? O se los van a dejar tal cual- preguntó Ginny mirando los con un brillante interés. James no entendía porque los adultos insistían en adelantarse a las cosas en lugar de que siguieran su curso, pero no por ello iba a dejar de contestarle a su madre, mucho menos cuando su niño se tensó a su lado y con ternura le rodeó la cintura.


-Pues la verdad no hemos hablado de eso…-


-Yo quiero tomar tu apellido, pequeño- Scorpius se ruborizó hasta las orejas y boqueó preguntándose ¿Enserio quiere hacer eso? Y no pudo más que ilusionarse.


-¡Pero James!- chilló Ron en un decibel nada masculino.


-Si tío, quiero ser James Malfoy, así nuestros hijos podrán tener el apellido Malfoy-Potter- esa seguridad y terquedad fue más que soportar y como tabla, Ron cayó al suelo desmallado.


-Que dramático- rodó los ojos Ginny y se giró a su hijo -¿estás seguro?-


-Claro, Scor es hijo único y sería injusto que la línea Malfoy muriera ahí, aparte estoy seguro que con gusto Albus será el encargado de seguir el linaje Potter- le guiñó el ojo a su hermano menor quien primero le mostró la lengua para después sacar el pecho orgulloso como accediendo silenciosamente a hacerlo –y supongo que Lily con su humorcito le pondrá a la fuerza su apellido al santo que sea su marido- la chiquilla bufó y se colgó a la espalda de Scorpius.


-Oh Scorpius ¿Cómo escogiste a un idiota como él?- negó con la cabeza –pero descuida, te salvaré de tan terrible matrimonio y te robaré del altar- dijo traviesa dándole un beso en la mejilla haciendo rabiar a James.


-¡Oye Li-Lu, suéltalo, que es mío! consíguete el tuyo- dijo halando hacia si un risueño rubio que fue apresado con sus fuertes brazos.


-Bueno, realmente me alegro por ustedes y espero que no nos dejen fuera de la planeación- dijo Ginny mirándose con Hermione quien asintió.


-Descuiden, mi mamá y mis abuelas, seguro y les gustaría tener una opinión distinta-


-Sí, seguro que podrán debatir más a gusto- la mirada cómplice que compartieron los prometidos hizo sonreír a Harry, en definitiva aquella unión era inesperada para él, pero a la vez tan lógica y real… ellos parecían tan compenetrados entre sí como una sola alma en dos cuerpos que sin decir palabras entendían el silencio. Aquella imagen mermó en él su interior con gusto y tristeza pues de haber sido las cosas diferentes, su pasado no hubiera distado mucho del de los pequeños…


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Tras una sustanciosa comida y una doble ración de postre de almendra cortesía de Molly en el plato de Scorpius subieron al cuarto de James.


-Mmm… ya no sabes a dulce de leche…- murmuró James sobre su boca, invadiéndola y proclamándose dueño de esa dulzura, deleitándose con su humedad. Con sus brazos apresó su cuerpo para que sus piernas rodearan su cintura y así poder refregarse más sus bulliciosos cuerpos.


-Me acabo de lavar los dientes Jamsie…- jadeó enterrando sus manos en el alborotado cabello. La pared ya estaba contra su espalda y sus piernas apretaban firmemente la cintura de su amado, se sentía tan bien y mas acompañado de las duras manos de James explorándolo… pero una pequeña alarma comenzó a repiquetear en su mente diciéndole que no era correcto lo que estaba haciendo –no… espera…- se estremeció con el frio contacto de las manos de James contra su cálido pecho. La densa nube de éxtasis comenzó a desdibujarse y recordó donde estaba -¡Espera!- lo detuvo por los cabellos alejándose un poco –quedé con Albus de ir a su cuarto a jugar ajedrez- el mayor hizo un puchero.


-Pero eres mío Scor… quiero retozar de lo lindo contigo…-


-¡Jamie! No vamos a-a hacer e-el amor en casa de tus abuelos ¿me escuchaste?- preguntó alejando un poco su cabeza para acariciar los rebeldes cabellos y el mayor abrió la boca ofendido y se llevó la mano al pecho con dolencia.


-¿Sabes lo que es tener que contenerme en Malfoy Manor sin poder besarte, acariciar tu dulce piel? Y luego para colmo dormir en otra habitación durante TODA la noche solo… todo porque tu viejito Luc se le ocurrió que es “inapropiado” dormir en la misma alcoba y ya ni decir la misma cama con tu prometido, ¡el escándalo!- comenzó a acariciar el delicado rostro de su prometido disfrutando de su hermoso estremecimiento.


-Créeme que te entiendo mejor de lo que crees- dijo riendo dejándose dar breves besos.


-Entonces quédate conmigo… que vamos a jugar algo mejor…- la sugerencia en su voz le hizo temblar y más aun la mordida que le dio a su cuello –aparte todavía tengo un pase para hacer magia fuera de la escuela- se tuvo que morder el labio para no jadear ante la presión de la parte baja de James exigiendo fundirse con él.


James pudo notar como ganaba la aceptación de su rubio y sonrió, como agradecía a su tía Hermione por hacer esa reforma para permitir a los adolescentes hacer magia básica fuera de Hogwarts


-Mghh Jamie… ¿Cómo decirte que no?-


 

Notas finales:

Espero que les haya gustado jiji!! ay cualquier cosa me mandan rr! claro, si lo quieren y si creen que lo meresco :D

nos vemos pronto estrellitas~ les mando muchos besos :*

 

pd. donde estas kaoru-chan?!! T^T


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