--3er año—
Tras el regreso a Hogwarts, Scorpius se sintió revitalizado con la presencia de sus amigos quienes traían increíbles historias de sus vacaciones que no esperaron en contar; lucía tan risueño y jovial que hizo que Rose lo mirara inquisitivamente. Pudo sentir una que otra mirada furtiva de ida y venida entre el rubio y el de lentes que le pareció muy curioso, pero no quiso decir nada ya se enteraría por sus propios medios.
La mayor novedad que lo asaltó de lleno fue la entrada a primer año de Lily Luna y Hugo; le asombró muchísimo verlos en el gran comedor, ya que no los había visto en el andén, se veían tan diferente a los pequeños de la cuadrilla que recordaba, realmente los había extrañado mucho.
Pudo notar los nervios de Hugo aflorando por cada uno de sus poros, mientras miraba a todos lados esperando que todo terminara de una buena vez; por su parte, Lily estaba plácidamente con una chica de cabello rubio oscuro platicando como si estuvieran tomando el té de la tarde.
Rose desde la mesa de Ravenclaw le mandaba buenos deseos a su hermano, quien parecía que no la podía encontrar entre toda la gente. Cuando fue el turno de Lily de ponerse el sombrero seleccionador, este solo demoró un par de segundos en decir el nombre de su casa “Slytherin”. Albus y Scorpius solo se regresaron a ver con una sonrisa pero sin una nota de sorpresa ante el anuncio, incluso parecía más que obvio a donde iba a ir a parar la pelirroja, quien sonrió jactanciosa y se unió a los de su mesa que aplaudían.
Con Hugo el sombrero pareció dudarlo un poco más, pero terminó mandándolo a Hufflepuff. El chico con piernas temblorosas suspiró aliviado al ver a Scorpius quien lo recibió con los brazos abiertos, eso sí era una sorpresa; tanto él como Albus habían perdido la apuesta contra Rose de que el pequeño Hugo entraría a Gryffindor, ahora tendrían que cooperarse para comprar los 9 volúmenes de la colección “la invención de los hechizos, hechos fascinantes”.
Sin embargo una mirada disimulada se coló en el radio de su mirada y le recordó esa tarde y el extraño beso que compartió con Eddy que lo dejó paralizado de una forma inesperada… pero era cierto que había impedido que sus pensamientos corrieran nuevamente hacia el causante de todos sus sollozos y por ello le estaba muy agradecido…
Incluso, pensando en retrospectiva, gracias a la constante presencia de su amigo pudo respirar libremente durante esos dos largos meses de verano tanto que incluso volvió a cocinar (claro a hurtadillas de su padre) y tararear gustoso mientras regaba su jardín no tan secreto de violetas, narcisos y mandragoras.
A la mañana siguiente, como era tradición, los amigos se reunieron a desayunar. Los primeros en llegar fueron Rose y Albus; la primera por que se moría de ganas de platicar con su hermano para saber cómo le había sentado el primer día con los Huffle y el segundo traía algo en su cabeza que rondaba una y otra vez y no pararía hasta que lo dijera.
Posteriormente llegaron Aris y Eddy, quienes parecían platicar de música comparando sus gustos que parecían ser muy similares.
-Yo- fue lo único que dijo Eddy a modo de saludo a los chicos que ya habían comenzado a desayunar. Ambos contestaron, pero la vista de Rose se volvió a clavar en la entrada- Tranqui, Rose, tu hermanito está siendo guiado por Scorp, Lor y Ag, te aseguro que el temeroso conejito ya está más relajado- Rose suspiró y agradeció por el reporte.
-¿O soy yo o Scorps se ve diferente, no sé, actúa extraño?- comenzó Albus, al parecer se le quemaban las habas si no comenzaba a hablar. Rose solo rodó los ojos, pero eso no escapó del Gry- ¿Sabes algo Rosie?- la castaña suspiró apesadumbrada.
-La verdad no, de hecho, creo que si quieres saber algo en específico será mejor que le preguntes personalmente…- dijo calmada releyendo rápidamente con la mirada el pergamino de su tarea de transformaciones haciendo de cuenta no darle mucho peso a las acciones de su amigo, aunque por dentro de moría de ganas por saberlo.
-¿Entonces lo encerramos y le damos veritaserum?- preguntó el de ojos esmeralda haciendo que Ed se emocionara ante la idea aunque ya sabía por dónde iban las cuestiones con el rubio, no le molestaba un poco de persuasión <”incluso puede funcionar para avanzar la terapia”> rio por lo bajo muy socarrón mencionando un “incarcerous” de por medio (por si acaso), pero sus ideas fueron censuradas por la mirada de Rose.
-Nada de encierros, hechizos ni veritacerum, ¿entendieron?- dijo Rose modo mamá regañona y dando por zanjado el tema que los demás bufaran molestos. Aris trató de iniciar una nueva conversación cuando vio que los demás se aproximaban.
Scorpius no entendía el repentino cambio de ambiente a su regreso, pero no le incomodo, todos se veían charlando con entusiasmo acerca de los nuevos estudiantes preguntándose si ellos mismos se habían visto así de confundidos el primer día; sonrió, realmente le habían hecho falta en sus vacaciones.
Antes de siquiera poder sentarse fue sorprendido por un par de brazos que se aferraron a su cuello y siguió por un sonoro beso en su mejilla.
-Mi príncipe Scorpi- la voz tan familiar le sacó otra sonrisa.
-Princesa, ¿Cómo estás?- era Lily Luna cuyos ojos marrones lo miraban expectantes y con verdadera emoción de verlo.
-Vas a ver, Scor, no has venido a verme- dijo haciendo un puchero como niña chiquita y antes de poder excusarse, ella lo interrumpió- pero bueno, no importa, estas aquí y el idiota de mi hermano no va a evitar que pasemos tiempo juntos, recuerda que vas a ser mi linda esposa dentro de poco- dijo guiñándole un ojo mientras reía, esa era siempre su pequeña broma local que nunca fallaba en hacer rabiar a James.
-Lily… ¿no vas a presentarnos?- dijo con timidez una chica que había pasado inadvertida hasta el momento para el ojigris, pero pudo jurar que era la misma chica que había estado conversando con la pelirroja en la ceremonia de inicio.
-Claro, claro, que pasó con mis modales- dijo burlona y se hizo a un lado- Scorpius Malfoy, Cassiopea Carliel, Cassiopea, Scorpius- dijo desganada como si no considerara importante hacerlo y la de cabello rubio oscuro se sonrojó.
-Lily!- reprendió a la pelirroja que ya estaba dando vueltas alrededor de su hermano Albus quien solo movía las manos como si estuviera espantando mosquitos- Solo dime Cassy, porque Cassiopea no me gusta… aparte mi abuela también se llama así- dijo sonriendo con timidez.
-Es un nombre hermoso- expresó Scorpius regresándole la sonrisa, y alcanzó a ver los ojos verdes, un tono más bajo que el de Albus, resplandecer unos breves instantes.
-Espero que podamos ser amigos- dijo estrechando su mano, antes de irse corriendo con Lily quien se veía molesta por no poder seguir molestando a su hermano. <“en definitiva una chica particular”> pensó divertido al momento que se sentaba y seguía el hilo de la conversación animada de sus amigos.
Las clases pasaron como siempre; aclimatación pasiva durante los primeros días, subiendo presurosamente hasta llegar a la presión total con los mares y mares de deberes por entregar, en el que descansar era solamente un sueño guajiro que unos pocos podrían aspirar. Sin embargo para el rubio las cosas machaban diferentes en cuanto a sus relaciones personales.
Eddy seguía pasando mucho tiempo a su lado haciéndose pieza clave en su día a día, aunque a veces era cruel con sus comentarios principalmente dirigidos a Agni quien solo se quejaba cruzándose de brazos, siempre mantenía cierto tacto con él y su mirada azul siempre pendiente de que no se viniera abajo le reconfortaba… aunque estaba muy dudoso del porqué de los besos que comenzaban a hacerse frecuentes.
-Ngh…- salió de su boca y lo apartó rápidamente cubriéndose la boca <“¿Qué fue eso?”> Se preguntó aterrado < “Tal vez fue porque duró demasiado...”> se dijo frunciendo el ceño. Y el ojiazul resopló acomodándose su túnica quitado de la pena- ¿Por qué haces eso?- preguntó con timidez arrastrando las palabras.
-¿Qué prefieres Scorp? ¿Un beso o un golpe? Porque estoy dispuesto a las dos cosas- la cara de estupefacción del rubio le sacó una carcajada a su amigo- mira, T.O.R.P.E. funciona de esta manera, tú piensas en algo incorrecto, en este caso “el innombrable” y yo intervengo bloqueando las sensaciones externas y puede ser de una u otra manera- era cierto que funcionaba, pero bien podría funcionar un chasquido de dedos o cambio de tema ¿o tal vez no?
-¿Acaso también besaste a tus hermanos?- preguntó con curiosidad.
-Claro que no, con ellos era más divertido golpearlos donde se pudiera, a veces con un pisotón, un golpe en la cabeza y mi favorito en el estómago, ahh que viejos tiempos- dijo en tono soñador- sin embargo tu eres especial y te doy la opción de elegir hasta ahorita preferí besarte por ser lo más cómodo y seguro si tu padre, Aris o Rose te ve algún moretón me perseguirán para cruciarme hasta morir- rio de lo lindo como si fuera lo más divertido que se pudiera imaginar.
Aunque agradecía que a la fase T.O.R.P.E. estaba dando frutos ya que la cercanía de cierto azabache durante los torneos de quiddich no turbaran sus sentidos ni coordinación a lo hora de detener las quaffles, aunque su cuerpo temblaba cada vez que veía sus ojos castaños, sus manos parecían ser lo único firme y seguro. Con suerte no se repitió ningún “accidente” que lo dejara inconsciente, pero aun así, le ruborizaba besarse con su buen amigo…
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James estaba cada vez más y más contrariado y confundido. ¿Por qué ya ni siquiera podía encontrarse con esos preciosos diamantes resplandecientes que usualmente lo miraban de reojo? ¿Qué le había pasado? Incluso cuando se encontraban en los pasillos prefería darse la media vuelta que pasar a su lado; como le cabreaba aquello…
Que estuviera con sus amigos estaba bien, lo hacían sonreír sin una pizca de mentira en su mirada, era tan transparente y puro que sabía que se merecía ser feliz aunque no estuviera a su lado; pero de las muchas otras veces que lo observó a escondidas, odiaba que se viera la mayoría de las tardes con la chica rubia amiga de Lily y otras tantas con su “amigo cuatro ojos” que siempre lo tocaba demasiado que de solo pensarlo sentía como su sangre hervía.
¿Se merecía aquello? Claro, él lo había alejado a propósito, pero no podía evitar esa ira asesina que lo invadía. Tenía que golpear a alguien o a algo; la pared había sido una buena compañera para esos menesteres, aunque eso no quería decir que un pobre diablo con el que se cruzara se ganara unos golpes que varias veces le dieron sanciones bien ganadas.
Una chica de cabello rizado lo atrapó con ambas manos y lo besó sin pedirlo. James suspiró pensando que tal vez con ello se podría calmar, aunque sus labios eran suaves, no sentía nada, ni amor, tranquilidad o paz nada mas era como lanzarse un obliviate temporal para desfogarse por unos instantes de ese apremiante delirio de hacerse con el ojigris...
-S..cor…- dejo salir en un gruñido a lo que la joven lo empujó ligeramente con la ceja arqueada.
-¿Qué dijiste?- con el golpe de realidad de ver esos ojos cafés que no eran los que estaba buscando, <”mierda”> pensó <”realmente estoy jodido”>
A la hora de la comida, James se aproximó a su mejor amigo Ricard; se veía muy abatido sobándose la mejilla izquierda con su mano y desplomó su cabeza contra la mesa.
-Oye hermano, Freya te está buscando, seguro quiere tus… hum… servicios- dijo burlándose con la última palabra sacando un gruñido de su amigo-¿Qué te pasa? Parece que alguien te dio una buena tunda- rio imaginándoselo.
-Helena también quería un “servicio” como dices tú y la rechacé, así que me lo merezco- dijo recargándose sobre sus codos<”sin decir que dije el nombre de mi tormentosa locura…”> esto último no se lo diría a su amigo ya que seguro y solo se burlaba de él- creo que el tiempo de gigoló terminó, por ende dile a Freya que no me interesa lo que me ofrezca-
-¿Tan duro te golpeo la Ravenclaw que te revolvió la cabeza? No me digas que resulta que ahora vas a hacer celibato- dijo diciendo la mayor estupidez que se le ocurría pero su compañero no se inmutó- estás loco James y como tu amigo que soy sé que no lo conseguirás, eres un lobo insaciable…- dijo riéndose y el otro lo miro molesto.
-Tío, estuve en celibato durante 13 años, creo que otros trece no me harán daño- el otro solo podía seguir riendo- aparte yo creo que ya viene siendo hora de enfrentarme a Scorpius y decirle la verdad, me disculpare y…-
-¿Y todo regresara a la normalidad? ¿Estás bromeando? ¿Qué le dirás? “hey Scorp me alejé de ti porque estoy jodidamente enamorado de ti y me he estado acostando con medio mundo porque temía violarte de un momento a otro”- la exasperación nubló la vista de James.
-No con esas palabras… pero si- dijo mirando hacia las otras pocas personas en el gran comedor y siguió buscando con la vista hasta que lo vio caminar demasiado pegado con esa odiosa chica que insistía en apretarse al brazo pálido de Scorpius. James maldijo por lo bajo parándose de un brinco para caminar presurosamente en la misma dirección; Ricard por su parte solo rodó los ojos ante las tonterías de su amigo, pero de corazón esperaba que todo se solucionara de una maldita vez por todas.
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-Oye Scorp, alguien te busca- dijo Agni con picardía señalando a la entrada de la biblioteca. Cassy, la amiga de Lily. El rubio se levantó de su mesa sonriendo con cordialidad. Las anteriores semanas, la chica de ojos verde claro había estado muy apegada a él y curiosamente siempre se encontraban después de cada clase; no es que le disgustara, es más le parecía una chica interesante con un aura rosa y flores alrededor de ella, pero lo único que consideraba raro, era que siempre que se topaban, ella quería estar a solas con él en lugar de disfrutar de la compañía de todos.
-¿Te importaría si vamos al lago negro?- preguntó bajando la mirada con su usual timidez. Scorpius accedió y vio como sus amigos enseguida recogieron sus cosas con la intensión de seguirles y el rió por lo bajo, sabía que no querían perderse el chime y los dejó.
Durante esas semanas Agni le había hecho innumerables preguntas y deducciones con respecto a esa chica. Diciendo que cumplía los 3 parámetros indispensables para darle permiso a Scorpius de enamorarse de ella: inteligencia, hermosura (casi a la altura de Scorp) y clase, pero ¿Qué le hace sentir? ¿Podía verla como algo más?; él sabía que ella le inspiraba muchas cosas, pero sentimientos de amor no… era linda y tierna, pero sabía que si había alguien para él, debía de ser… Eddy en un rápido movimiento atrapó su rostro y pegó su frente contra la de él, deteniendo esos sentimientos que aturdía sus sentidos en sensaciones inexplicables…
-Sigue caminando y no pienses en nada…- dijo suavemente. Antes de guiñarle el ojo y salir con dirección de su sala común. <”Por unos momentos creí que me besaría en frente de todos… espera... ¡¿Qué?! ¿Acaso esperaba eso?”> Se preguntó al momento que se golpeaba ambas mejillas que ardían por su sonrojo y se aproximó a la Slytherin.
El aire refrescante de finales de septiembre olía a tierra mojada y a pasto recién cortado, nunca se cansaría de ese paisaje tan lleno de matices de diferentes colores que era tan cálido como el hogar, su hogar durante 3 años y los siguientes 4… Se limitaron a andar hacia donde sus pies los guiaron, a ese lugar tan común que no era necesario plantearse firmemente donde quisiera ir porque era lo más fácil el mundo llegar.
-Scorpi, ¿la chica Withmore es tu novia? ¿o es la prima de Liy, Rose?- dejó ir la chica cortando al momento la línea de sus pensamientos, lo dejó pasmado por unos momentos.
-No…- negó con la cabeza como si no entendiera el motivo de sus preguntas- Aris es mi amiga y Rose es como mi hermana- <”aunque pensándolo mejor son como mi segunda y tercer madre…”>. La chica relajó sus hombros y volvió a mostrar su tímida sonrisa acercándose más a él. Instintivamente Scorpius retrocedió y la chica se detuvo.
-Entonces… ¿puedo ser tu novia?- se quedó atónito, su cerebro no podía procesar las palabras que había escuchado- ¿qué te parece si lo intentamos? Podemos tener un tiempo de prueba para que descubras lo que sientes por mi…- se veía contrariado ¡¿porque la conversación se había ido por ese lado?! Se sentía avergonzado, nadie le había dicho directamente algo así y una parte de él, le gustó, pero por otro lado sabía que tenía que declinar su oferta ya que sería cruel si aceptaba sabiendo que no podía librarse de su amor por James <“¿acaso es amor?”> Se preguntó moviendo negativamente la cabeza, no era el momento para ello.
-Cassy, yo…- la chica lo calló antes de que pudiera decir algo y con los ojos cerrados puso sus labios sobre los suyos. Fue una extraña sensación. Se sentía suave y algo húmedo, pero nada más, no sentía ni la pisca que sentía cundo los labios reconfortantes de Eddy lo protegían ni mucho menos cuando veía a la persona que siempre asaltaba sus sueños. Pudo ver el rubor en las mejillas de ella y como se aferraba con sus pequeñas manos a sus hombros. Se sentía mal y con delicadeza la separó. Suspiró buscando las palabras adecuadas para no lastimarla…
Escuchó un ruido entre los arboles e instintivamente regresó a ver distrayéndose de la pequeña tarea que se había propuesto segundos antes. Se había escuchado como un crujido de ramas secas y hojas… <”que extraño…”> pensó regresando a ver a la pequeña rubia que solo lo miraba expectante, pero antes de que pudiera hablar, Eddy apareció en escena poniendo su brazo alrededor de sus hombros atrayéndolo hacia él.
-Lo siento, preciosa, pero aquí mi amigo está muy ocupado con sus terapias para no enloquecer y no tiene tiempo para echar novia, pero como es muy cordial te hubiera dicho que lo pensaría- dijo con una desazón bien actuada- eres bella y joven, seguro y tendrás muchos pretendientes, pero si te interesa esta lindura tendrás que esperar- chasqueó la lengua y se llevó a su amigo dejando una chica muy perpleja que no había recibido respuesta alguna de la boca de su pretendido.