<“Maldición, maldición, maldición, ¡re puta maldición!”> repetía una y otra vez en su mente, era más de lo que podía aguantar, una cosa era visualizarlo en su imaginación con todo el dolor de su corazón esperando tener la mente abierta a lo que pasaría, pero otra muy distinta era estar ahí viendo cómo te roban aquello que tanto has anhelado con toda tu alma, alejándolo para siempre de ti
-¡Jodidas maldiciones!- gritó al entrar en su sala común haciendo que los pocos chicos que estaban frente a la chimenea lo regresaran a ver estupefactos. “James el risueño, burlón, cínico, ¿hecho la furia?” fue muy extraño y más cuando azotó tras de él la puerta de su cuarto dejando tras de sí un rastro de sangre.
-Joder, hombre ¿Qué te pasa? ¿Trataste de detener una estampida de hipogrifos con tu mano o qué? Es demasiada sangre, creo que deberías ir con Madame Pomfrey porque se ver realmente feo parece que de un momento a otro se va a infectar…- dijo Ricard un poco preocupado, pero más que nada estaba preocupado por que las manchas de sangre eran difíciles de quitar, o al menos eso decía su madre.
James solo se abstuvo de hablar y se sentó en su cama frotando su cara con la mano sana, esperando que todo fuera un estúpido sueño, tenía que serlo…
-Hey, ¡di algo! O te llevo a rastras- exclamó chasqueando los dedos. Él moreno negó con la cabeza. Efectivamente estaba cada vez peor.
-Déjalo así, no importa…- fue lo único que dijo sintiéndose un poco mareado, el aire frio de allá afuera había servido de anestesia para su mano, pero no para su alma. Su mano aun tenía trozos de corteza del árbol que había golpeado tan fuerte y tantas veces como pudo acallando el dolor de su pecho amenazando el inminente rompimiento de su corazón.
< “tú hiciste posible aquello, bien merecido te lo tienes”> le decía esa voz burlona en su cabeza y comenzó a tirar de su cabello con la cabeza clavada en el suelo. <“no llorare como una niñita, no lo hare no le daré la satisfacción al inútil de Ricard…”> dijo moqueando mientras que con la esquina de su túnica cubrió la mano lastimada y salió con dirección de la enfermería.
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-Gracias Eddy- dijo con voz baja Scorpius afianzándose del agarre de su amigo mientras sonreía- realmente me has salvado, no tenía ni idea de que decirle… aunque creo que aun así le debo unas palabras por su confesión y todo eso…- comenzó a bajar aun más la voz y el ojiazul solo le dio un ligero golpe con los dedos sobre su frente haciéndolo respingar- ¡auch!-
-Déjalo por un día, hazte del rogar- le giñó el ojo con picardía- señor popularidad- dijo entre risas sacándole una al rubio y caminaron despreocupados a la sala común.
Agni, Lorcan y Hugo estaban recostados en sus respectivas camas y conversaban mientras se echaban uno que otro bollo a la boca, al parecer había pasado a robar un poco de comida para trasnochar y saludando a los que iban entrando alargaron la charola con los deliciosos bollos rellenos de crema que se derriten en su boca como mantequilla.
-¿Cómo hicieron para que se mantuvieran calientes? Preguntó Eddy con la boca llena tomando otro por si acaso se acababan pronto.
-Un simple hechizo de tempus, fue fácil- dijo Lorcan alzándose de hombros y le dedicó una mirada soñadora a Scorpius, quien temeroso se la contestó- ¿y qué pasó con la linda chica?-
-Solo te puedo decir que la trae muerta- dijo Eddy haciendo reír a todos <”aunque un poco loca”> pensó para sus adentros con una sonrisa taimada.
Había pasado demasiado para un día, o al menos eso era lo que pensaba. Con el estomago lleno y una sonrisa en su rostro se puso a contemplar el techo cuando todos se dispusieron a dormir ya muy entrada la noche; tal vez debería de contarle su nueva experiencia a sus padres, quienes seguían insistiendo que se mantuviera en contacto, pero debido a todo los deberes, a veces le era imposible hacerlo con la constancia que a sus progenitores les gustaría.
Por unos instantes se imaginó que haría para las vacaciones de invierno, tal vez irían a pasar un agradable tiempo en Viena contemplando su singular belleza o tal vez a Budapest para visitar a sus abuelos maternos…
Todos cayeron profundamente dormidos y podía escuchar las calmadas respiraciones y uno que otro ronquido de Agni que como siempre estaba hablando entre dientes y pudo ver con el rabillo del ojo a Locan removerse entre las sabanas por quinceava vez. Girándose hacia Eddy lo contempló, se veía tan calmado pero con su singular semblante burlón aun cuando dormía. Tal vez si otras fueran las circunstancias y James aun fuera su amigo, seguro y se llevaría de maravilla con el de lentes…
-Deja de verme y duérmete Scor o de lo contrario abusare de ti…- dijo en voz baja su compañero de cama sin abrir los ojos y Scorpius arrugando la frente le sacó la lengua fingiendo enojo y eso le sacó una sonrisa más amplia a Ed, que al momento tomó su mano- duérmete, que ya es tarde…- su voz sonaba más apagada ante el letargo inminente. El rubio reprimió una risita y se acomodó también cerrando los ojos apretando la otra mano.
< “¿O tal vez no?”> dijo en un murmullo pensando que a veces las personalidades similares se repelen… y acurrucándose entre las sabanas le dedicó un último pensamiento a James antes de dejarse ir a los brazos de Morfeo.
Para la siguiente semana las clases fueron muy animadas y hasta cierto punto emocionantes; en encantamientos les tocó transformar palomas en cajas musicales con funcionamiento verdadero, todos sus amigos lo lograron a la primera, aunque la caja de Agni por una extraña razón quedó cubierta con plumas haciendo que la profesora se asustara temiendo por la seguridad del animalillo.
En Herbologia lograron obtener 20 puntos para su casa al coleccionar bulbos rebotadores maduros que el profesor Longbottom les encargó que recogieran para poner a prueba su destreza, aunque estos resultaron ser muy peleoneros y más resistentes al hechizo knockback de lo que se esperaba, por tanto todos terminaron con uno que otro golpe en brazos y cara.
Para el termino de la semana, la clase de DCAO con los Gryffindor fue divertida y diferente a los clásicos métodos de enseñanza del profesor Hopkins; ya que les impartió la primera hora la maniobra adecuada para enfrentarse a un hinkypunk que es de arrinconamiento, encantamiento y aturdimiento, para que la siguiente hora aplicaran lo aprendido mediante la creación de una especie de laberinto en el que colocó dos hinkypunks gruñones, uno en cada extremo, y dividió a los alumnos en equipos de 3, para que cada uno realizara un paso y se enfrentaron Hufflepuff contra Gryffindor y la casa que tuviera más vencedores se haría merecedor de 50 puntos.
Con dos equipos descalificados de Hufflepuff, terminaron ganando los Gryffindor, quienes vitorearon a todo pulmón su inminente victoria haciendo que los regañara Hopkins con su gutural voz amenazándolos con quitarles sus puntos que aun no les había dado.
Ya en el glorioso fin de semana, todos estaban disfrutando de un tiempo en la sala común, todos sus demás compañeros se habían ido a Hogsmeade y tenían el lugar para ellos solos.
-Estoy muerto- exclamó Agni acostándose en las piernas de Lorcan, quien con sus espectrogafas trataba de atrapar uno de los torposoplos que tenía en la cabeza.- estuvimos así de cerca de ganar esos 50 puntos- dijo casi juntando sus dedos para resaltar su expresión.
-Cállate Agni, que fue tu culpa por espantarme, gracias a eso no pude usar correctamente el lumus duo - dijo arrugando su frente para demostrarle su aun enojo mientras seguía dedicada a su tarea de tratar de trenzar el cabello de Hugo.
-Bueno, no quiero decir que esto no es divertido, y de hecho no lo es, pero el tiempo es oro y yo quiero mucho de ello- dijo Eddy levantándose para recoger un par de pergaminos y tinta- voy a la biblioteca, ¿vienen o se quedan aquí de flojos?-
-¡¿A la biblioteca!?- preguntó alarmado Agni- no gracias, ya suficiente tuve con la semana que tuvimos…-
-Dudo que sea una buena idea que te pongas a estudiar con todas esas cosas que tienes en tu cabeza- exclamó Lorcan atrapando por fin una de las diminutas criaturas que solo podía ver con sus gafas. Eddy sonrió irónico.
-Cómo si supieras que traigo en mi cabeza, amigo mío- dijo moviendo con lentitud la cabeza antes de salir. Scorpius de un salto se levantó.
-Creo que lo acompañaré, no vaya a ser que se le ocurra una nueva forma de extorsionar a los Sly- dijo dándole una mirada comprensiva a Aris quien asintió, en eso tenía razón y dejó que siguiera al de ojos azules.
-Sabia que me seguirías- dijo risueño el de cabello marrón atrapándolo, quien al momento lo rodeo con su brazo y lo llevó a grandes zancadas a la biblioteca.
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Sintiendo como si un fuerte dolor se plantara de lleno en su interior, como un golpe en el estomago que rápidamente como un relámpago a travesó su cuerpo tornándose en brutal y tormentosa ira.
<“¡¿Qué hace ese mocoso?!”> gritó en su interior, al ver al lindo rubio tan sonriente siendo apresado por ese insolente que se atrevía a tocar sus labios con sus sucios dedos; lo más probable era que no quería solo una amistad, no señor seguro abusaba de la pureza y dulzura del menor quien inocentemente no caía en cuanta de las intensiones del otro.
-¡Maldición!- ladró iracundo empujando a la primera persona que se encontró.
-Hey, ¡¿qué te crees?!- dijo un Slytherin que jamás había visto en su vida y lo ignoró- ¡Potter te estoy hablando!- gritó el individuo jalándole su túnica.
-Cierra tu estúpida boca y suéltame si no lo lamentaras- dijo dándole una helada mirada haciendo que el otro también comenzara a rabiar.
-¡Discúlpate!- demandó
-¡Oblígame!- contestó el azabache haciéndose a un lado cuando sintió un golpe proviniendo del sujeto que se tambaleo y James aprovechó para atestarle un golpe certero, pero el otro no se rindió y lo golpeo con fuerza en la cara. Pronto todos los que pasaban por ahí los comenzaron a rodear gritando emocionados “¡pelea, pelea, pelea!”.
El profesor Longbotton los separó al momento con un expulso y se podía notar desde lejos su vena de la frente saltando con la ira comprimida. Les quitó 30 puntos a cada uno por echar broncas y por ser el que comenzó James obtuvo un nuevo reporte, el noveno en lo que va del año valiéndole su segunda suspensión y su tercera vez en la enfermería en la semana.
-¿Me extrañaste Poppy?- preguntó con una sonrisa forzada a la sanadora quien frunciendo los labios le puso alcohol en sus heridas- ¡auch! ¡Eso dolió!-
-Sanaras de forma normal Potter, ya no pienso gastar mis pociones en alguien que se empeña tanto en lastimarse- regañó la mujer mientras pasaba una venda por los nudillos del joven <”genial”> pensó molesto mientras veía como la sanadora salía del lugar- te daré permiso de estas aquí hasta que te calmes-
-Gracias Poppy…- exclamó dejándose caer a la cama, era imposible que siguiera comportándose como un crio echándose pleitos todo el tiempo, pero le era imposible, porque cada vez que se repetía que tenía que estar lo más ecuánime posible procurando ser feliz por la persona que Scor eligiera para ser su pareja siempre ocurría algo que le obligaba a retractarse con sus palabras y actuar como un psicópata.
-Hey chico listo, what’s up?- James de un salto levantó la mirada cuando sintió una voz poco conocida. El chico de cabellos marrones y ojos azules que siempre andaba pegado a SU Scorpius <”cállate que no es tuyo, no tienes poder alguno sobre él…”> respondió en automático su subconsciente y apretó los puños rechinando los dientes.
-¿Qué quieres? ¿Te perdiste de tu sala común tejón?- dijo riendo con sorna el azabache a lo que el de lentes le contestó.
-Claro que no gatito, yo no estoy perdido por mis propias acciones- su cinismo le hervía la sangre al Gryffindor ¿Qué quería con él?- te sugiero que más al rato nos veamos en una de las salas en desuso del tercer piso, que tengo algo que platicar contigo y estoy seguro que te va a gustar-y con paso altivo comenzó a alejarse.
-Maldito mocoso…- gruñó por lo bajo cubriendo su rostro, ¿de qué podría hablar con un criajo como aquel que le resultara importante?
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Eddy corrió para encontrarse con Scorpius que aun seguía en la biblioteca y ya estaba muy aburrido, lo único que lo podría animar era un cálido baño y probablemente un trozo de tarta de calabaza antes de dormir, hasta ese momento caía que realmente estaba molido por las clases.
-¿Nos vamos?- preguntó el ojiazul por arriba de sus lentes y el rubio asintió levantándose de su asiento estirándose como un gato y sonrió desganado soltando un silencioso bostezo.
-¿Adonde fuiste tan secretamente?- preguntó el rubio con curiosidad y esperó a que su amigo le contara, el de rizos lo miró divertido.
-Si te lo dijera, dejaría de ser secreto- le guiñó el ojo y comenzaron a caminar. A Scorpius le sorprendió el camino que comenzó a tomar el de lentes, ya que comenzaron a subir las escaleras, en lugar de irse en dirección de la cocina…
-¿A dónde vamos?- preguntó sin dejar de caminar, pensó que tal vez tenía una mejor idea para pasar el rato <”en tanto no sean más libros”> pensó haciendo una mueca graciosa.
-Ya lo sabrás cuando la veas...- no le cabía la menor duda que su amigo se estaba comportando de manera muy peculiar y misteriosa, no es que no le gustaran los enigmas y sorpresas, pero si se trataba de ello era preferible que estuvieran todos.
Sin proponérselo recordó una búsqueda de tesoro que James había organizado en La Madriguera donde tanto Rose, como Albus, Lily, Hugo y él participaron; el objetivo: buscar una rana saltarina de chocolate, pero enseguida los más pequeños se enfadaron, siendo Albus el único que la encontró sintiéndose el invencible rey de los misterios. Sin embargo cuando nadie miraba, James tomó su mano y se lo había llevado al patio para mostrarle un pequeño truco que su tío George le había enseñado. Puso la ultima rana de chocolate que tenía en la pequeña mano el rubio y cuando intentó saltar, el azabache lo transformó en un hermosa mariposa transparente que desprendiendo al vuelo…
Suspiró golpeando automáticamente su frente. Dicho comportamiento no escapó de la mirada de Eddy.
-Mmm… -fue lo único que dijo mientras lo examinaba de arriba abajo y miró su reloj- 5 días y aproximadamente 18 horas… nada mal Malfoy- dijo asintiendo. El rubio no entendió a que se refería y temía preguntar- al parecer acabas de romper tu marca, eso quiere decir que T.O.R.P.E. funciona de maravilla- volvió a asentir emocionado y Scorpius suspiró aliviado, al parecer esa vez no habría golpe o mas besos.
Regresando a ver el pasillo pudo notar con claridad algo que era imposible no captar con su mirada gris, ese caminar tan singular y ese alborotado cabello negro…Súbitamente sintió que algo cubría sus ojos. La mano de Eddy quien estaba demasiado pegado a su cuerpo que sintió su respiración en su oído.
-Ya es hora de entrar a la fase tres…- dijo en una voz muy pero muy baja- Confrontación para Aclaración de Fundamentos no Expuestos…- Scorpius estuvo a punto de decir que no le estaba entendiendo a que se refería, <“¿confrontación de qué?> Pero antes de siquiera poder pronunciar algo los labios de Eddy callaron los suyos.
Era demasiado fuerte, agresivo, nada parecido a los anteriores, y el ojigris abrió los ojos con sorpresa, eso no pintaba bien, nada bien…
-Espera…no…- trató de apartarlo pero Eddy le dedicó una mirada fugaz que no logró descifrar y lo volvió a besar-Detente, ¡Eddy!- Lo siguiente pasó demasiado rápido para poder siquiera procesarlo. Una potente fuerza lo empujó a un lado y aun aturdido pudo ver cómo le atestó un golpe a Eddy y lo sujetaba por la túnica.
-¡Te dijo que no quería!- gritó- ¿que no puede entenderlo?- ese par de ojos castaños se aproximó a él y su corazón comenzó a latir desbocado, por sorpresa de que estuviera ahí, en ese preciso momento.
-…James- salió como un suspiro de su boca, pero antes de siquiera poder decir algo, el azabache con una mirada iracunda lo tomó del brazo demasiado fuerte; este comenzó a jalarlo mirando por última vez a Eddy con una mirada asesina y entraron al salón en desuso sin decir ni una sola palabra.