-pues asi me duele tu indiferencia
esas palabras habían calado ondo en mi, pese a que me moria por girarme y mirar a Hana a la cara segui caminando.
cuando llegue a la sala decidi no entrar no estaba de animo para prestar atención, camine hasta el patio trasero de la universidad, necesitaba pensar y nada mejor que el viento y el olor a flores tan característico de la primavera, para hacerlo en un ambiente tranquilo.
Me tire bajo un árbol donde me dedique a pensar en la fatídica mañana, que habia transcurrido cuando vio a Hana esperarlo para ir a la universidad se sintió feliz hace mucho que no le importaba a nadie y sentir que el pelirrojo le prestaba atención lo llenaba de alegría, la que rápidamente se disipo cuando vi un corte en su hermosa cara, que estaba lastimada con un feo corte, en ese momento volvi a entender que ese pelirrojo no era para mi, podría obviarme el hecho de que ambos eramos hombres y todo lo que eso conllevaba ya que pese a que la sociedad cada vez aceptaba mas a los homosexuales aun se les discriminaba en algunos casos.
Pero bajo ningún punto de vista podría estar con alguien que andaba por la vida disfrutando el golpear a otro, había visto de primera mano que Hanamichi no se aprovechaba de los débiles pero lo había visto perder la paciencia de manera muy rápida en varias ocasiones.
Y si a eso se le sumaba que el pelirrojo era un mujeriego de gran calibre, ya que estaba acompañado de varias muchachas que se bajaban las bragas con solo una mirada de el, y de varios chicos con los que sabía habían compartido muchos gemidos.
Por eso si tu abrias el diccionario y buscabas la palabra peligro salía Hanamichi Sakuragi, de seguro a penas el pelirrojo durmiera con el se cansaría y pasaría al siguiente y el quedaría solo, arruinado y sintiéndose un idiota por no haber hecho caso a su cabeza.
Por su ritmo de vida había aprendido a alejarse de las situaciones peligrosas, evadia las discusiones había programado su cuerpo para alejarse de las personas con problemas de control de ira, ya que pese a la imagen segura que el mostraba al mundo, existía aun el crio de 9 años que se acurrucaba en su cama en posición fetal para evadir los golpes en su interior.
Suspire, la verdad es que reconocia que desde que conoci a Hanamichi me había comportado como un cabron con el, constantemente rechazaba su contacto, no me reia con sus chistes mostraba indiferencia, pero pese a todo eso el seguía ahí insistiendo, incluyéndome constantemente en sus conversaciones haciendo sentir por primera vez parte de algo.
Pero cada vez que estaba a punto de dejarse llevar y arriesgarse a acercarse mas a Hana este lo abofoteaba, paseandose con distintas niñas del brazo, o cuando se enteraba de que había hecho gemir a algún muchacho toda la noche, entonces ahí se retractaba y volvia a adoptar la posición fría que mantenía siempre.
Sumido en sus pensamientos estaba cuando sintió a su amigo Kogure sentarse a su lado.
-¿Qué pasa Kae, porque tienes esa mirada tan triste?, me pregunto mientras me miraba a través de sus gafas.
-Kimi, a ti no te puedo mentir, tu mas que nadie sabes como es mi vida y como fue mi pasado también todo lo que he hecho para salir adelante, tu me ayudaste en este camino dije mirando a mi amigo y recordando el pasado.
Flash Back
Tenia 15 años y se encontraba jugando al básquet, se pasaba bastante tiempo practicando ese deporte ya que era lo único donde se sentía poderoso y dueño de su vida, en la duela no había nadie que pudiera tocarlo he impedirle hacer lo que quería de repente el balón salto y rodo hasta los pies de un muchacho de lentes que me miraba como reconociendo mi rostro, me acerque para recuperar el balón.
-No lo puedo creer, eres ¿Kaede Rukawa verdad?
Dijo el supuesto extraño que al parecer me conocía, levantando una de mis cejas ya que no podía reconocer la cara del muchacho.
-¿y tu quien eres?
Dije friamentente mientras quitaba el balón de sus manos.
-¿no me recuerdas? Soy Kiminobu Kogure, eramos vecinos cuando pequeños, jugábamos juntos siempre en tu casa o en la mia
dijo mientras acomodaba sus gafas y fue ahí cuando lo recordé ese gesto me hizo recordar al pequeño niño que era mi amigo cuando pequeños, ese niño me había recibido en su casa cuando no quería ir a la mia y yo lo había olvidado.
-Kiminobu no lo puedo creer
dije mientras lo abrazaba, llenándome de felicidad recuerdo que cuando supe que kimi se iba a mudar me sentí muy triste ya que el era mi único amigo, y ahora volvia después de cuanto ¿6 años?, pero su abrazo seguía dándome la misma calidez de antaño, cuando reaccione me iba a alejar, era obvio que el había cambiado ya no eramos los críos de antes y yo me había lanzado a sus brazos como si aun lo fueramos.
-yo también te echaba de menos kae
dijo mientras apretaba mas su abrazo haciéndome sentir que el mio no lo incomodaba en absoluto.
Después de ese dia volvimos a ser inseperables, kimi me ayudo a abrirme un poco mas ya que el conocía mi historia de vida y no tenia que aparentar ser fuerte a su lado, de echo me traslade de universidad solo por que el estudiaba ahí, el era como un hermano.
Fin de Flash Back
-es solo que ese pelirrojo me desconcierta, quiero estar con el pero ya sabes lucha, es mujeriego, es todo lo que no me conviene. Suspire dando por finalizado mi discurso.
-asi que es por Hana que estas tan irascible últimamente dijo con comprensión
–Kae se que hana es pendenciero, rudo y un poco tonto para expresarse, pero es un buen chico es amable y tiene un corazón gigante, hablo pausadamente mientras me miraba.
-lo se kimi, por eso me es tan difícil alejarme de el y mandarlo a freir monos al africa, pero no puedo dejarme vencer por las emociones, ya sabes no es solo que luche o se enoje con facilidad, si no mil personas han pasado por su cama y otras tantas están en la fila esperando.
-jajaja no puedes culpar al pelirrojo por tener varias conquistas, que no sepa mitsui que te lo dije pero ese pelirrojo esta como quiere dijo de manera divertida.
-jajaj no te preocupes tu secreto esta a salvo conmigo dije estirándome al sol como una gatito.
-Kae no todos son tu padre ¿lo sabes verdad?, hablo mirándome divertido.
-lo se, pero no me quiero arriesgar, ya sabes lo que decía mi terapeuta ver lo que nos sirve y alejarnos de lo que no no es huir es ser inteligente.
-lo se kae tu no tienes nada de cobarde, dijo
mientras acariciaba mis negros cabellos
–es solo que no quiero que te alejes de todos, o que evites a quien te haga sentir ciertas emociones porque tiene algunas características que tachaste en tu lista imaginaria por ser similares a las que tenia tu padre.
-si lo dices asi me haces ver como a un narciso bipolar jajajaja dije poniéndome de pie e invitando a kiminobu a hacer lo mismo
–ponte de pie vamos por tu terapia te invito a un helado doble con crema y chocolate, mmmm el solo hecho de pensarlo se me hacia agua la boca.
-acepto mi cuerpo necesita azúcar dijo mientras sacudia su cuerpo de las pequeñas hiervas que invadían su ropa.
Definitivamente la conversación con mi querido amigo había mejorado bastante mi humor ya saben como dicen la mañana había sido mala pero después de la pelea de Hana nada podía ser peor.
convencido de eso estaba cuando íbamos saliendo a la heladería, pero una imagen que vi a lo lejos me dejo mas helado que el mismo helado que me quería comer, y descubri que ese dicho era mentira las cosas siempre se podían poner peor, ya que a lo lejos en una esquina estaba Hanamichi besando a una niña que no alcanzaba a identificar la cual tenia una pierna en su cintura y los brazos en su cuello.
En ese momento se me quitaron las ganas de comer, solo quería ir a mi casa y dormir.