Compilación de One Shots. por iMrBlair

. . . . . . . . . . . . "I'm in here, can anybody see me? Can anybody help?" . . . . . . . . . . . . 

La piel blanca del joven de ojos grandes y ojerosos estaba decorada con rasguños en todos lados; la enfermera que venía a atenderlo quedó algo sorprendida, porque si bien veía cosas peores, le sorprendía esto, aún sin entender el por qué. Tal vez, porque ella conocía a KyungSoo desde chiquito, y lo veía alguien diferente, alguien que a pesar de su caracter, este era utilizado como escudo para no ser lastimado, pero sucedió. No sabía la historia de aquel joven, la historia de cómo había llegado a ese lugar, y ni bien se acercó a el, Soo se espantó, retrocediendo de dónde estaba, para quedar en un rincón frío de la habitación blanca, contra la pared. 

-Oye, no voy a inyectarte, Soo. Sólo vengo a desinfectarte las heridas.- Dijo amable la señora, mostrándole que no tenía nada que pudiese penetrarle la vena y pasarle una sustancia que no le gustaba, porque lo hacía sentir cosas que le desagradaban, lo dormian, lo drogaban. 
KyungSoo continuaba con sus ojos bien abiertos y las lágrimas que salían por el pánico, pero sin embargo, se dejó curar. La delicadeza con la cual la enfermera lo curaba era increíble, y le hizo  tomar confianza, mientras que aquella mujer le preocupaba el tono y la temperatura tan baja que tenía la piel de aquel menor. -Debes comer, también. No puedo entender por qué te dejas estar así . . . -Le susurró con un tono de voz melancólico, mostrándole al más bajo una preocupación bastante sincera y notable.

-Simplemente, la persona que quería en mi vida, no está. El era mi vida; mi alma se fue con él.- Susurró con su tono de voz apagado y desganado, tono que hizo que el corazón de la mujer presente en aquella habitación se le quebrara en pedacitos pequeños. -Tal vez, te han contado una versión falsa de los hechos, como todos hacen.- Continuó el chico, a lo que la mujer negó.

-Nadie me ha dicho nada, KyungSoo. ¿Me quieres contar?- El contrario asintió débil ante la pregunta de la señora mayor.


. . . . . . . . . . . . "I'm in here, a prisioner of history. Can anybody help?" . . . . . . . . . . . . .

-Te juro que no puedo olvidar, SunHee, aquella noche en la que discutí con mi prometido. Aquella noche cuando vi que LuHan se le acercaba mucho, que intentaba coquetearle como nunca, y sobre todo. . . Sobre todo, ChanYeol se dejaba.- Suspiró. -¿Lo has llegado a conocer? El era una persona alegre, alguien que a pesar de los problemas te hacía alguna broma para que sonrieras, alguien que con su eterna sonrisa te hacía feliz, aunque estuvieras enojado o simplemente triste. . . No sé como describirlo; simplemente puedo decir, que es el amor de mi vida. Sí, es, y aunque esté muerto, lo seguirá siendo. Y no sabes cuanto me arrepiento por no haberlo apreciado como debía...- Continuó, pero pudo ver que los ojos de la enfermera se llenaron de lágrimas.

-¿Murió ChanYeol?... -Respondió con la voz quebrantada; el niño de ojos grandes sólo pudo asentir, y así, continuó con su relato. 

"Llegamos a la casa, el siempre con su maravillosa sonrisa, todo lo contrario a mí. Yo estaba bebiéndome las lágrimas de dolor, pero sin mostrarme ante el de esa manera. ChanYeol no tardó en darse cuenta, y cuando fue a abrazarme lo aparté, mostrándome ante el totalmente debil y sollozante.

-¿¡POR QUÉ MIERDAS TE DEJAS COQUETEAR POR ESA PUTA!?- Solté sin pudor alguno, por el dolor que sentía dentro. Estaba tan cegado de la ira, que no podía hacer más que gritarle toda sarta de insultos que parecían hacer sentir a Channie como un idiota.

-Yo. . . Lo siento, no es lo que parece. . . El . . . -Trató de excusarse, pero a mí las excusas me molestan bastante, y ChanYeol pudo darse cuenta de eso. Decidí entonces alejarme de el para evitar seguir discutiendo, y me fui a nuestro cuarto.
Allí, cansado, me recosté, mientras escuchaba que mi prometido iba a preparar la cena. Justo cuando estaba por cerrar los ojos, escuché el telefono de Yeol sonar; tenía un mensaje. Como solíamos siempre leer el mensaje del otro, por mera confianza, yo leí el mensaje que le había llegado.

Gran error.

<Channie, bebé... No te olvides que te espero esta noche, desnudo como te gusta. Atte.: Tu gatito LuHan.>

El mundo se me desplomó ni bien terminé de leer aquel mensaje. Caí de rodillas al suelo, soltando un grito por el dolor que comenzaba a crecer en mi alma. Mi hombre, alarmado, corrió a ver que sucedía, y adivinó aquello con tan solo mirar mi rostro lleno de lágrimas, y su móvil en mi mano.
La discusión se hizo muy fuerte, y muy pesada. Las cosas que nos dijimos fue de lo más triste que uno pudo haberle dicho al otro. Pero sobre todo, algo que me hizo mierda el alma, fue lo siguiente. 

-¡Tuve que buscar apoyo en otra persona porque tú no me demostrabas tu amor!- Me lo gritó prácticamente en la cara. Yo me quedé mudo, sin saber que más hacer. Había sentido que mi alma se hacía mierda, y que no había forma de recuperarse. Pero poco tiempo pasó para que ChanYeol se arrepintiera, aunque ya era tarde, el daño estaba hecho.

Le pedí con todo el dolor del mundo que se retirara por un rato, que no quería verlo hasta que se me pasara y lo llamara, y por su puesto le devolví el móvil. 
Pero no sabía que el ya no iba a volver jamás."

. . . . . . . . . . . . . . "Can you hear my call? Are you coming to rescue me?" . . . . . . . . . . . . . .

"Tardó mucho tiempo en recibir noticias de él. Hasta yo estaba saliendo a buscarlo, cuando por fin un efectivo policial llamado JongIn Kim me dio la data de que mi novio. . . El futuro padre de mis hijos que iríamos a adoptar, mi futuro esposo. . . había sido atropellado por un camión de carga pesada, y había muerto en el acto. No sé como pude hacer para aguantar mi llanto hasta cortar la llamada, tal vez de nuevo mi orgullo, que no servía para nada, tal vez el no poder creer que la persona que tanto quería se había ido de este mundo. Ahora sí, SunHee, me había quedado solo. 
Tuve que ir a reconocer el cuerpo para estar segura la policía y así enterrarlo. La familia Park no quiso velarlo, por motivos que desconozco, pero ya no podía cuestionar nada, no tenía el permiso; toda la familia Park me echó la culpa, y sobre todo, me dio la espalda, aunque era lo que yo me merecía.

Aquello me había dolido tanto, que no me iba a permitir seguir viviendo después de todo la culpa era mía, se había ido la única persona que me quería en el mundo.
Fue en ese entonces que agarré combustible que había en el baúl del auto de mi padre, vehículo que me habían regalado, y lo esparcí por toda la casa, mientras lloraba fuerte, detestándome profundamente. En el lugar donde más eché combustible fue en la cama que compartía con él, y sollozante, prendí un fósforo, lanzándolo a la cama, la cual se incendió rápidamente, expandiendo el fuego a gran velocidad. 

Para mi mala suerte, el fuego no logró alcanzarme, y me llevaron a ésta mierda de hospital. Sí, estoy enfermo, ¿cuál es el problema? Sólo quiero desaparecer, huir de toda esta miseria de mundo, mundo en el cual te hacen creer más mierda de lo que ya eres, y te envenenan juzgándote. Yo perdí a alguien que amaba, entonces, para qué debería seguir?"

La enfermera SunHee quedó con la boca abierta, y dejando que lágrimas salieran de sus ojos.

. . . . . . . . . . . . . . " I've been waiting for you to come rescue me. " . . . . . . . . . . . . . .

-Todas estas marcas. . . ¿Son por que te quieres morir?- Preguntó ella, mirándolo a los ojos. Él asintió.

El resto del tiempo que ella estuvo allí fue todo silencio, hasta que se fue, cuando escuchó al debil Kyungsoo susurrarle un "gracias" que le llegó profundamente.
Luego de escuchar aquella puerta cerrarse, sintió un dolor en el pecho, que le avisó que su corazón dejó de latir.
Y con ello, sus ojos se cerraron, abandonando para siempre, aquella vida que tanto mal le había hecho.


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