Nos encontrábamos los dos en el salón de química de la escuela, el sol ya se había ocultado y el resto de las personas se habían marchado a casa desde hace mucho.
Estábamos solos…completamente solos.
La tenue luz de luna que entraba por las tres grandes ventanas de cristal a la derecha hacía que los ojos verdes como un par de esmeralda de Derek, resaltaran más de lo que normalmente hacían, nada que ver con mis ojos color ámbar, de igual manera su cabello azabache brillaba a la luz de la luna, otro aspecto en el que diferíamos ya que yo era completamente castaño.
Los dos estábamos de pie; él dándole la espalda a las filas de butacas y yo con el pizarrón y el escritorio detrás.
Me moví nervioso en mí lugar, tener esos ojos clavados en mí no resultaba muy agradable que digamos.
- Y bien ¿para que querías que viniera?- pregunte por fin rompiendo el incómodo silencio que se había formado.
Esta mañana había recibido una nota de Derek para verlo por la noche en la escuela, aunque decir verdad no sabía ni porque había aceptado venir, más bien estaba decidido a no venir, pero simplemente Liam, mí mejor amigo, con su estúpida habilidad de convencimiento era imposible de evadir. Pero es que para empezar, nos odiábamos, por lo menos eso era lo que quería creer. Había sido así desde la primera vez que nos vimos, literalmente.
Aún antes de cruzar palabra había sido así, solamente... se dio y ya.
Cada uno trataba de ser de ser mejor que el otro y de superarlo; deportes, materias, en todo era lo mismo; al final termino por volverse una costumbre y con el tiempo un hecho cotidiano. Así había sido desde primer año de preparatoria hasta hoy...tres años después. Nunca hubo nada más entre nosotros que la rivalidad.
- Derek- repetí- ¿Para que que...-
- Te escuché la primera vez- dijo mirándome directamente a los ojos. Sentí un escalofrió en todo el cuerpo. Instintivamente retrocedí hacia atrás cuando dio un paso adelante con la intención de acercarse. Tal parece que mí acción lo había divertido ya que una sonrisa de lado se abrió paso en su rostro dejando ver sus dientes.
- ¿Por qué tan nervioso? Tampoco es como si te fuera a morder - pregunto en tono juguetón volviendo a dar un paso adelante, solo que esta vez me obligué a permanecer quieto en mí lugar.
- ¿Quién dijo que estaba nervioso?- solté arrugando el entrecejo.
Definitivamente no me iba a dejar intimidar tan fácilmente si es lo que tenía en mente. Me enderece y cruce los brazos sobre me pecho tratando de ignorar los ocho centímetros de diferencia que había entre nosotros. Aunque el ser más bajo que él comenzaba a volverse algo verdaderamente molesto a mí parecer.
- Ahora...-dije con tono estresado; como cuando un profesor explica el mismo tema cinco veces y algún idiota no logra entenderlo aún- o me dices que asunto era tan urgente como para hacerme venir un lunes a las doce de la noche a la escuela o te juro que lo último que veras después de que te pateé el trasero será mí espalda salir por esa puerta- señalé la gran puerta de metal barnizada con pintura blanca a mí izquierda.
- Muy bien, no te enojes jajá- río apoyándose en la paleta de una de las butacas cruzando los brazos de la misma manera que yo. La única diferencia palpable era que Derek no estaba tan tenso como un resorte estirado a su máxima capacidad.
- Para empezar- dijo con voz ronca- ¿No tienes ni la más remota idea de por qué te pedí que vinieras?
- Lo único que sé es que en este momento debería estar soñando con ovejas en mí cama, Derek habla de una maldita vez que me estoy cayendo del sueño- reclame con voz cansada. Los últimos días no había dormido bien solo por terminar algunos proyectos que llevaba atrasados para la clase de literatura así que resumiendo, en estos momentos no me encontraba en mis cinco sentidos.
- Que impaciente- dijo con sorna.
- Tsk...-chasquee la lengua con irritación- ¡Derek, es enserio!
- Okey, okey ya, entonces...-vacilo por un momento abriendo y cerrando la boca como un pez al que acababan de sacar del agua, como tratando de encontrar las palabras adecuadas antes de decir algo- Bueno es que...más bien se trata de una pregunta
- ! Por Dios, Derek ¡ ¡¿Era eso?! Habla ya.
- Está bien, entonces… ¿Por qué tanto odio?
- ¿Qué? - pregunte desconcertado.
- ¿Por qué hay tanto odio entre nosotros? Es decir, nunca hicimos algo que molestara al otro, o por lo menos no hasta donde yo recuerde.
Para ser sinceros él tenía razón. Como ya dije, ni siquiera nos habíamos dirigido la palabra cuando ese "instinto" de rivalidad, por decirle de alguna manera, ya había nacido entre nosotros. Siempre me pregunte por qué había sido de esa manera. En mucha ocasiones sentí la necesidad de hablar con él para intentar hacer las paces entre nosotros pero el orgullo siempre era más grande, así que simplemente me resigne a permanecer como estábamos.
- Chris...-dijo con un hilo de voz apenas audible a la vez que se ponía de pie acercándose a mí. Titubeé y di un paso hacia atrás golpeándome contra el escritorio.
Aprovechando mí descuido Derek posicionó una mano a cada lado de mí cadera, acorralándome entre su cuerpo y el escritorio.
Desvié la mirada con las mejillas teñidas de un color escarlata apenas perceptible "¡Idiota! ¿Por qué reaccionas así?". Estaba demasiado nervioso con Derek tan cerca.
- Chris...-repitió-levanta el rostro y mírame- exigió pero yo permanecí sin moverme. Al ver que no planeaba hacerle caso me tomo de la barbilla haciéndome mirarlo a la cara. Trate de alejar la vista de él pero sostenía mí barbilla de manera firme, impidiéndome hacerlo “¿Por qué no me muevo?”; entonces de la nada, me besó, pude sentir sus húmedos labios besar los míos con desesperación.
Abrí los ojos con desmesura por la impresión; puse mis manos sobre su pecho y lo empuje con todas mis fuerzas para intentar alejarlo de mí, cosa que no sirvió de mucho por dos razones: Una, él siempre había sido más fuerte que yo, y dos, aprovechó la posición de mis manos para tomarlas y empujarme hacia delante de manera que quedara recostado sobre el escritorio; o por lo menos una parte de mí lo hiciera ya que este estaba en sentido horizontal.
- ¡¿P-pero qué coño haces?! !Derek, suéltame ahora! -
Grité entre irritado y asustado, pero no hizo más que ignorarme. Sostuvo mis muñecas con una mano mientras que con la otra se sacaba el cinturón, tomó éste con los dientes para tener ambas manos libres y poder hacer que quedara con los brazos en la espalda, los cuales amarró después.
- Derek es enserio, esto no es para nada divertido así q...
- ¿Desde cuándo se supone que comenzó a serlo?- dijo tajante cortándome a media frase.
Paseo sus manos por el borde de mí sudadera provocándome pequeños escalofríos cada que sus dedos rozaban con mí piel. Tomó el borde de esta y la subió hasta la clavícula dejando gran parte de mí pecho expuesto.
Se relamió los labios con deseo y presionó uno de mis pezones con su pulgar.
- Mng! ¿Qué… que crees que haces?
- ¿Qué es lo que parece que estoy haciendo?- respondió con voz seca, casi distante.
- Derek esto no me gusta, ¡para ya!- grite y mordí mí labio para intentar callar los sonidos que se empeñaban en querer salir de mí boca. ¿Qué rayos le pasa a mí cuerpo?
Con un rápido movimiento se deshizo de mí cinturón dejándolo caer en el suelo, y de un tirón, a pesar de haber lanzado patadas al aire, me quitó los pantalones haciendo que quedara solo con bóxer y la sudadera a medio quitar. Tomó mis rodillas con la intención de hacer que abriera las piernas pero las cerré con toda la fuerza que tenía antes de que pudiera hacerlo. No estaba dispuesto a perder el orgullo que me quedaba.
- Vamos Chris, no hagas esto más difícil.
- ¡¿Esto?! - chillé ya exasperado y al borde del colapso- esto ni siquiera debería de estar pasando.
- Tsk…-frunció el ceño como enojado .Dejó las manos en mis rodillas y se inclinó hacia delante. Cerré los ojos pensando que me haría algo, y lo hizo, pero no lo que yo esperaba que hiciera.
Por el contrario, sentí sus dientes y lengua pasearse por mí cuello, dejando pequeñas mordidas y chupetones, los cuales obviamente dejarían marca. Afloje las piernas ante su toque, arrepintiéndome al instante de hacerlo ya que aprovecho mí descuido para abrir mis piernas y colocarse entre ellas para que no las cerrara de nuevo. ¿Qué mierda acabo de hacer?
- No, ¡Basta! Esto ya fue demasiado lejos.-
Forcejeé tratando de por lo menos aflojar el amarre del cinturón pero solo conseguí hacerme una quemadura en las muñecas. Paseo sus manos por mis piernas hasta dar con el elástico de mí bóxer comenzando a bajarlo. Comencé a patalear y a revolverme con más fuerza sin importarme mucho el hecho de lastimarme. Pero a pesar de intentar detenerlo, logro bajarlos hasta poco más abajo de mis glúteos.
Levante la vista a pesar de que temía lo que me pudiera encontrar y entonces vi su rostro… ¿Sonrojado? Bajé la vista incrédulo y note un bulto en su pantalón ¿Estaba excitado? Pero... ¿Por qué?
- Ahh...Chris, y-ya no puedo aguantar más- jadeo dando un tirón brusco a mí ropa interior logrando que quedara a la altura de mis rodillas.
Okey, si antes tenía pánico lo que sentía ahora era terror, el cual se intensifico aún más cuando lo vi bajar su pantalón junto con su ropa interior, dejando a la vista su miembro completamente erecto.
Me retorcí tratando de alejarme lo más posible, pero tomó mí cintura con ambas manos atrayéndome a él, lo suficiente como para llegar a sentir su miembro palpitar contra mí entrada. ¿¡Qué rayos le pasa a mí cuerpo!?
A la mierda el jodido orgullo, ¡el imbécil iba a llegar hasta el final! Tragué saliva y cerré los ojos.
- P-por favor...Derek p-por favor…para, es s-suficiente…B-basta-mí cuerpo temblaba asustado y mí corazón latía apanicado.
- Mírame a los ojos.
- ¿Q-qué?
- Dilo mirándome a los ojos y te dejare ir...- ¿Hablaba enserio? Estaba por hacerlo pero aun así me dio la oportunidad de acabar con todo esto en un 2x3.
Pero es que… ¡no lo sé! ¡No tenía lógica en lo absoluto! Aun así ¿De qué carajos me estaba quejando? Fuera cierto o no, en este momento estaba lo suficientemente asustado como para intentarlo. A pesar de eso abrí los ojos para mirarlo, pero...me quebré ante él, o mejor dicho, esos ojos verdes que clavaban su mirada en mí me quebraron.
- -Y-yo no...D..Derek…esto no...n-no me gusta...ahh- jadeé completamente frustrado, desviando la mirada ó otra cosa que no fuera él.
- -Lo suponía...- regresé de golpe la mirada a él mirándolo con horror. Aferro ambas manos a mí cintura y presionó la punta de su miembro contra mí entrada
- -N-no...agh… m-me estás…lastimando…b-basta…por favor Derek...deten...te- apreté los labios con fuerza y me sacudí tratando de alejarlo, pero era inútil.
- -Mngh…maldición deja de moverte…o te dolerá más…- forzó más mí entrada con su enorme erección logrando que la punta de esta entrara. Sentía un dolor inmenso ahí abajo, las lágrimas salieron de mis ojos y lo miré suplicante. El muy bastardo ni siquiera me preparó antes de entrar en mí.
Apenas y había metido la punta y sentía que agonizaba del maldito dolor que sentía -¡Maldito idiota! Aghh...-su pene entró de un solo golpe haciéndome soltar un alarido. Los ojos de Derek tenían algo distinto, algo que jamás vi en ellos y siendo sincero, jamás creí ser capaz de ver eso en su mirada, sus ojos verdes estaban llenos de lujuria... ¿En serio me desea tanto?
Ese día experimenté algo que me inquietaba demasiado, se supone que lo odiaba desde que nos conocimos, sin embargo y muy a mí pesar, no lograba apartar la vista de sus ojos esmeralda. ¿Por qué si me está lastimando, necesito ver la manera en que me mira hoy?
- Aghh...Chris, hace mucho deseaba hacer esto-
¿Pero de qué habla?, él me odia tanto como yo a él, entonces porqué dice eso tan repentinamente y encima parece disfrutarlo sobremanera. Sus manos me agarraron la cintura, acariciando mis costados, mientras que yo me estremecí al tacto de su piel en mí. Soy imbécil por sentir esto, de eso no cabe la menor duda.
- Ahh...no vayas a...-sin darme tiempo a terminar mí frase, me embistió con fuerza y mi espalda se arqueo sobre mis manos las cuales seguían tratando de zafarse sin conseguirlo-...d-duele...duele mucho...por favor Derek. Agh...ah, ¡ya no!- traté de nuevo de empujarlo usando mis pies, pero mis pocas fuerzas se iban con solo mirarlo fijamente.
Mientras, él jadeaba excitado jalándome hacia su cuerpo, tomándome de las piernas y dejado rasguños en mis muslos, que seguramente serían difíciles de borrar.
- Mngh...t-tu boca dice...todo lo contrario a tu cuerpo.
- Aghh... ¿de qué...ahh...d-de que hablas, imbécil?-me era difícil articular palabra debido a sus duras estocadas, mis ojos llorosos miraron los suyos confundidos.
- D-dices que me detenga...s-sin embargo me estás apretando ahí abajo-negué con la cabeza y cerré los ojos asustado de mí mismo- Eso quiere decir que tú también lo deseas, ¿no es así?
- Ahh... ¡c-cállate idiota! Eso no...n-no es verdad - escuché un gruñido molesto, parecía que entre más decía, más lo provocaba sin darme cuenta de ello.
Sus penetraciones aumentaron a cada segundo, mi cuerpo golpeaba el escritorio fuertemente, seguro dejaría marca en mí espalda, debido a la fuerza con que Derek me empujaba su erección. No recuerdo en que momento pasó, me cuesta aceptarlo, pero en algún punto mis gemidos dejaron de ser debido al dolor, eso creo que es a lo que llaman placer.
- Mngh...ahh...Chris, no lo niegues más, lo estás disfrutando también-llevó su mano a mí pene frotándolo de manera placentera, mordí mis labios, quería callar esos ruidos extraños.
No podía escuchar más que el palpitar de mí corazón, lo miré a los ojos cuando sentí su mano tocar mí mejilla y la deslizó por mis labios y cuello, parecía que me quería decir algo más.
- Ahh...mmn...d-detente....-mí cuerpo ardía con cada caricia suya, pero no podía admitirlo,.. No quería admitirlo - ahhh...no sigas...voy a...-sentí caliente dentro de mí y me embistió más rudo, al tiempo que mí erección palpitó dejando salir algo de líquido y ambos nos vinimos casi a la par.
Jadee tratando de recuperar el aliento. Mi cuerpo pesaba, sentía como todos mis músculos se relajaban de sobremanera al grado de dejar de sentirlos. Todo se estaba tornando oscuro, ya casi no podía ver nada. Sabía que Derek estaba hablando por el movimiento que hacían sus labios pero apenas y podía escuchar susurros.
- Chris… te…
Y antes de que pudiera terminar de oír lo que decía todo se esfumo tornándose negro. Deje de oír, deje de sentir, simplemente, todo desapareció.
