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Un simple soldado por SHIRONEKO

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Notas del fanfic:

Esta es la primera de una trilogía que pienso realizar, amo a bucky y se me hace injusto que no haiga suficientes fic´s de el así que aquí tienen mi intento.


No sean muy duros, por favor.


Es exageradamente ligero, coste que se los advertí.

Notas del capitulo:

Es exageradamente ligero, se debe a que steve le pertenece a tony y que bucky ese adorable hombre le pertenece a sam. Ya en la secuela lo explicare ustedes tranquilos yo nerviosa ;)

PD: La letra utilizada es de el niño soldado de ska-p

Sin mas que agregar distruten xD

Fui a nacer donde no hay nada


Desde que tenía uso de razón su vida en si solo era cumplir con las ordenes de Pierce sin importar que tan insignificantes y difíciles fueran estas, él no pensaba solo acataba después de todo era la arma más eficiente que tenían y eso le orgullecía de algún modo se sentía útil, ya no temía a esa oscuridad que lo rodeaba al despertar solo en un laboratorio que se le hacía ajeno con tantos científicos observándolo como si se trataba de un experimento fallido.


Las sensaciones de miedo y soledad presentes en cada poro de su maltratada piel, colándose hasta tocar su esencia, dándose cuenta que su mente estaba desprovista de pensamientos o recuerdos de una vida que él ni siquiera recordaba, veía fragmentos, imágenes que no conocía rostros borrosos, sonrisas, voces, palabras sin significados aparentes, todas confusas, desconocidas.


Tras esa línea que separa el bien del mal


Recordaba brevemente la sonrisa de Zola al ver como mejoraba cada vez en sus misiones el cómo no cuestionaba ni una palabra, como las emociones que lo volvían un ser humano era suprimidas cada vez más hasta volverlo un despojo inservible y roto una cascara de lo que alguna vez fue, la alegría y fascinación del científico al ver como ya no gritaba desgarradoramente cuando le producían los electroshock, lágrimas incesantes deslizándose por su rostro, sustituidas por apretones de labios callando todo lo que en un tiempo sintió y se le tenía prohibido expresar.


Las diversas torturas las que fue sometido para enseñarle que un soldado no necesita sentir, que tales pensamientos, era un grave error que le costaría la vida o pero aun el cumplimiento de la misión. La sensación de los latigazos golpeando su espalda una y otra vez, las risas de alegría y goce que sus verdugos daban a cada golpe dado, las navajas cercenando su piel, los constantes golpes que esos bastardos le proporcionaban cuando el intentaba pararlos, las burlas dadas, las cientos de lágrimas desperdiciadas y las infinitas suplicas ignoradas.


Mi tierra se llama miseria


Y no conozco la palabra libertad


Así fueron sus días, llenos de órdenes, torturas diversas con el único propósito de doblegarlo y someterlo, misiones complicadas o sencillas dependiendo del propósito o de los objetivos, heridas y remordimientos pero sobre todo un dolor incesante que se deposita en su nublosa mente que no lo dejaba ir, hasta que las ondas de energía inundaban su sistema borrando toda y cada una de sus experiencias vividas, dejándolo hueco, inservible, vacío y solo, porque así se sentía el, el gran soldado del invierno se encontraba tan perdido y solo en ese línea de tiempo que Pierce y Zola decidieron ponerlo, ni siquiera podía recordar nada de su pasado, ni siquiera sabía si alguien lo estaba esperando en alguna parte del mundo, si realmente esa sensación de nostalgia era suya o solo se trataba de una de las tantas tretas de esos locos científicos para verlo sufrir.


Todos aquellos individuos ansiosos de convertirlo en alguien que no era, de volverlo un monstruo cediendo de sangre, dispuesto a realizar lo que hiciera falta para cumplir el propósito que los dioses le asignaron. Las cientos de vidas inocentes que fueron arrebatadas por su frío e inerte brazo biónica, que era lo que lo diferenciaba de un hombre ordinario, lo convertía en la perfecta maquina asesina, lo identificaba como el gran y peligroso soldado del invierno; ese asesino odiado y temido por todos, el ser que se le adjudicaban más de cincuenta asesinatos en menos de sesenta años.


Fui secuestrado en una guerra


Todo era muy confuso pero ya estaba acostumbrado a liderar con eso solo lo vio como algo banal sin importancia, aunque muy en el fondo de su alma anhelaba que esa sensación de nostalgia lo envolviera alejando la tristeza junto el dolor y la punzante soledad que lo atormentaba hasta tocar su desgarrado y parchado espíritu. Porque se preguntaba qué clase de desgraciado fue en su vida pasada para que sufriera de esa manera en su presente, si era un ser repugnante que se merecía todo lo que le estaba ocurriendo, estaba solo en ese gran pedazo de tierra importándole a nadie, que se lastimara, se rompiera cada hueso que tenía, recibiendo castigos por su incompetencia, todo lo que conocía estaba hay en esa base escondía en alguna parte de Rusia, rodeada de nieve blanca y cristalina a los alrededores un arroyo que se dirigía al sur, invitándolo en silencio con sus movimientos lentos, contantes y fluidos a seguirlo abandonar toda esta mierda, ofreciéndole un nuevo futuro lleno de esperanzas.


Pero ni el mismo estaba seguro de poder seguirlo, todo lo que conocía estaba hay en medio de esas montañas, aunque sonara masoquista no deseaba dejarlo, había escuchado sobre desertores que huyeron cuando no soportaron los castigos y entrenamientos que los altos mandos mandaban a realizar, muchos habían escapado rumbo al sureste otros al oeste, pero él se había quedado. Estaban en medio de una guerra no se dejarían vencer por los enemigos, aunque tuviera la mente en blanco, un brazo de metal bonico y fuera tratado con más severidad que los demás no se rendiría no sin dar pelea al menos.


Torturado y preparado pa matar


Me han convertido en una bestia


Era después de todo para lo que fue entrenado, por esa simple razón había aguantado todos esos castigos inhumanos, suplicando silenciosamente que se detuvieran que lo dejaran de lastimas, que él no había hecho nada malo, solo obedecía ordenes pero aun así lo lastimaban, herían sin descanso. Él era la víctima en todo ese loco juego de poder que Hydra organizaba, él era sin saberlo realmente el daño colateral de la dichosa guerra que se avecinaba, junto con miles de inocentes involucrados, el como ellos no conocía la palabra libertad y tal vez jamás lo aria. Su mundo eran torturas sin descanso, enseñándole como asesinar, mutilar y desmembrar sin sentir nada por los desafortunados, una sombra en su cabeza obligándolo a matar, convenciéndolo de ser una máquina de guerra, un desgastado gatillo sin vida, sin voluntad propia.


La indiferencia lo rodea, la muerte y sangre era comunes en su entorno que ya a nadie le sorprendía verlo con su brazo metálico bañado en ese vital liquido carmesí, que contrastaba con su rostro sin emoción alguna, largos cabellos negros enredados y sucios. Pero el seguía teniendo esas mismas palabras enterradas en su mente maltratada, no se rendirá demostrara que es un buen soldado leal y digno.


Soy solo un niño que no tiene identidad


Hoy en día se reía con sus propias palabras, esas optimistas silabas que alguna vez dijo en los primeros días de su despertar en ese laboratorio extraño rodeado de desconocidos con batas blancas y caras maliciosas, aun se preguntaba por qué no había olvidado esas palabras porque no desaparecieron como todo lo demás, tal vez era una señal divina o algo así de que no tenía que desmoronarse, no debía de rendirse o sucumbir ante el inminente dolor que lo aquejaba, debía ser fuerte un bien soldado.


El no concia la diferencia entre el bien o el mal o tal vez solo era la monotonía en la que se había convertido su vida, largos periodos de inactividad, rodeado de oscuridad y silencio fúnebre, lo rodeaban de vez en cuanto el tiempo se detenía para él, lo sabía porque al despertar muchas cosas habían cambiado, las caras de los hombres de corbata y traje se volvían más viejas, desgastadas. Incluso Zola se veía cansado agotado, todo poco a poco se trasformaba, pero él se veía exactamente igual como si el tiempo no lo afectara.


Me han obligado a disparar


Me han ensenado como asesinar


Era curioso ver como las personas que conocía se iban muriendo lentamente y él no podía hacer nada para impedirlo, no es que quisiera impedirlo solo era algo curioso toda esa situación, rara pero al mismo tiempo fascinante.


Después de todo fue entrenado y preparado para matar, convertido en un arma, sin sentimientos sin voluntad que solo servía para esparcir el mensaje de los dioses, enseñándole al mundo que Hydra aún vivía y seguía creciendo esparciéndose por el mundo ¡corta una cabeza y dos más la remplazarán! Eran un virus que se multiplicaba contagiando a todo lo que tocaba, corrompiéndolo y volviéndolo uno más y eso no cambiaría nunca.


Me han obligado a mutilar


En aquellos días, el tiempo era confuso, había sido conectado a la horrible maquina más de una vez, sin saber realmente porque, pero sabía que era obra de los hombre de traje y corbata ellos eran los causantes del inmenso dolor que sentía y la terrible niebla que cubría su mente cuando era liberado de los cables, no había más dudas no más tristezas, las cuales supo esconder bien para que los hombres de batas blancas no lo pusiera a dormir y todo desapareciera de nuevo, no quedaba un hombre solo un soldado dispuesto a difundir el mensaje, manchar el camino de sangre dejando devastación y muerte a su paso.


Todo se volvía automático, ya nada tenía sentido, para el soldado del invierno todo era simple mecánica tan fácil y sencillo como jalar del gatillo arrebatando una vida.


En un infierno terrenal


El problema en si inicio cuando el soldado del invierno comenzó a soñar.


Soñaba con rostros borrosos que sonreían, susurrando palabras irreconocibles pero no por eso menos alegres, eran fragmentos de una vida que le resultaba ajena, miradas llenas de sentimientos incomodos que nunca había recibido pero por extraño que pareciera el desconocido disfrutaba recibirlas, toques cálidos amorosos que suponían eran dados por una mujer castaña de ojos chispoteantes color chocolate o eso distinguía, todas las imágenes era muy confusas y borrosas incluso pensó que era otro juego de Zola, ese desgraciado nunca lo dejaba descansar siempre deseaba verlo sufrir.


En el silencio caminaba entre el valle de la muerte y miseria.


Eh no, tu indiferencia no tiene perdón


Algunos días los sueños era más aleatorios, pero no por eso menos confusos.


Días gélidos que se sentían en la unión de su hombro con el brazo metálico, los susurros del viento ruso inundando sus sentidos, los sonidos de los animales a su alrededor la soledad y el repetido silencio que inundaba el ambiente; la pesada carga de las constantes imágenes que veía en su mente lo atormentaba, parecían tan lejanas pero al mismo tiempo tan familiares que deseaba, anhelaba poder ser aquel sujeto que veía en esos extraños sueños; sobre todo a ese hombrecito debilucho de mirada azul y cabellos brillantes como rayos de sol.


Eso niño de brillantes ojos azules que le sonreía al desconocido de alegres ojos chocolates y sonrisa coqueta, que sin dura alegraba al pequeño manojo de risas infantiles, el cual se convertiría en ese hombre escuálido y debilucho o eso suponía el.


Quien te robo el corazón?


No te levantes del sillón


Aunque no podía ver bien su rostro sabía que era importante, tal vez algún cercano un hermano, un amigo o algo más ¡Que carajos estaba pensando! Eso no era su vida, era de aquel desconocido, él no tenía a nadie era una simple herramienta que no viva más que para obedecer los mandatos de sus superiores misión tras misión, meta tras meta, muerte tras muerte.


Pero aun así era todo confuso, extraño y escalofriantemente familiar, que le aterraba enormemente. Por segundos desenado poder recordar ese pasado misterioso que se negaba a aparecer y llenar los espacios vacíos de su inútil mente.


Eh no, tu indiferencia no tiene perdón


Las misiones llegaban con rapidez, matar a unos japoneses, infiltrarse en una base secreta y jaquear el sistemas de datos, robar información clasificada de europea, entre otras cosas. Siempre lo mismo cumplía con eficiencia todo lo que le ordenaban, pero por extraño que parezca todo eso era insuficiente las imágenes los fragmentos se apoderaban de su pensamientos, opacando todo lo demás.


Los sueños son importantes para las personas pero no para las armas inanimadas las cuales no sentían, que no podían expresar nada ya que eso eran objetos inanimados.


Eso es lo que él era o no? Un objeto reemplazable.


Quien te robo el corazón?


Apaga la televisión


Allí soñó.


Caricias tiernas en las mejillas, seguidas de besos amorosos una pequeña sonrisa formándose enfrente del desconocido que se parecía tanto al soldado del invierno, trasmitiéndole todo el amor y preocupación que sentía en ese momento, los labios murmuraron algo y el respondía calmadamente.


Soñó con el pasaje de una vida desconocida de alguien desconocido.


Palmadas amistosas en la espalda, incomparables con los azotones violentos que recibía si hacía algo que era indebido. Gestos llenos de amor y amistad, algo que él nunca recibía y que necesitaba urgentemente.


Una pistola en mi cabeza


Todo era muy confuso, hasta que una noche susurro un nombre que para sus oídos era irreconocible ¡Steve! ¿Quién era Steve? Un nuevo blanco, el objetivo a eliminar o simplemente no era nadie, nunca hubo respuesta y nunca la habrá, los hombres de batas no les gusta que murmure ese nombre.


Era algo malo y se lo demostraban con las descargas eléctricas, que recorrían todo su sistema dañándolo, lastimándolo borrando todos esos sueños o eso creían, porque al poco tiempo volvía a percibir esos fragmentos.


Me está obligando a asesinar a mi papa


Soy una máquina de guerra


El dolor intenso de la cabeza, lo dejaba en el limbo un ligar frio rodeado de oscuridad, un vacío entre este mundo y el otro.


Todo era automático después de eso, era como si su corazón fuera un motor, hecho de circuitos descompuestos que estaba funcionando mal y tenía que ser reparado, tal vez todo eso era producto de su mente la cual estaba dañada por cada golpe, cada acción que ha tomado para cumplir las misiones asignadas, solo tal vez estaba averiado.


Mi dedo aprieta ese gatillo sin mirar


Tal vez ni siquiera era esa su realidad, nada es real.


Solo quizá estaba en una especie de limbo recorriendo toda una vida de mierda, recordando todo lo que había cometido.


El destino le gritaba a la cara que era un asesino que los de su especie se merecían lo peor, que era la escoria de una sociedad que se derrumba a pedazos y que muy pronto encontrara su fin como él lo encontró.


Me han obligado a disparar


Me han enseñado como asesinar


Los sueños venia y se iban a veces por días incluso horas, el ni siquiera le importaban, hasta que soñó con una caída larga blanca e interminable, un blanco que quemaba los ojos que parecía un manto puro y pacifico pero que prometía muerte y dolor.


Un vacío interminable, como el cielo mismo.


El soldado del invierno soñaba con su propia muerte, con un dolor sofocante en todo el cuerpo, con huesos rotos, lagrimas deslizándose por sus mejillas, impotencia, sufrimiento y el cielo como único testigo de su miseria.


Me han obligado a mutilar


En un infierno terrenal


De ahí se despertaba se alistaba colocada cada arma en su sitio correspondiente y se iba a cumplir con el trabajo, eso era él y nada cambiaria ese hecho ¡Menos alucinaciones espontaneas! Porque eso eran alucinaciones producidas por los hombres de traje y corbata que trataban de torturarlo con imágenes de una vida que era ajena a él, que no le pertenecía porque ese hombre era feliz en esas viñetas al contrario que el soldado del invierno debía ser una trampa de Zola incluso podrían ser un experimento de los científicos que lo hacían acostarse en esa horrible máquina y le producían dolores incesantes.


Su mente tenía un simple objetivo cumplir la misión encomendada eliminar a la pelirroja y al hombre de traje decorado con franjas y estrellas, nombres que se añadirían a la gran lista de asesinatos, cometidos por los mensajeros de los dioses.


Pero lo vio, y su mundo se desmorono, se supone que eran enemigos debían matarse entre ellos, entonces por que el sujeto de expresivos ojos no lo atacaba, no quería atacarlo evadía todos sus golpes lo mejor que podía, mientras repetía la misma frase.


Bucky, soy yo, soy tu amigo….. ¡Bucky!


¿Quién era Bucky?, ¿Por qué lo repetía tan desesperadamente? Se supone que debe conocer a ese sujeto, porque su mirada se encontraba rota como si hubiera perdido algo valioso para él, se debe a que lastimo a la pelirroja o lanzo y destrozo la armadura con alas del otro tipo.


Estaba confundido pero eso no debía interferir en su propósito.


No dejaría que pasara.


No por nada lo llamaban el soldado del invierno; el no sentían dolor, no derramaba lágrima alguna, era tan duro como el hielo mismo y se lo demostraría aplastando su cráneo y extinguiendo esos ojos tan expresivos e inquietantes.


Sin importar que en proceso saliera lastimado, toda su presencia lo perturbaba no deseaba mirar ese pozos de agua se sentía sucio, indigno no le gustaba sentirse de esa manera, no debía de sentirse así, después de todo era un objeto inanimado.


O eso era lo que le hicieron creer por años, las lágrimas contenidas por décadas estaba congeladas, negándose a salir.

Notas finales:

Espero sinceramente que les haya gustado, ya sabaen aplausos, alabansas, amenazas de murte, cartas de odio todo es bien recibido.

Nartare un poco en continaurla ya que tengo muchisima tarea de la uni, pero arre mi mayor esfuerso.

Besitos.


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