Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

En el amor no se manda por MidNightFlower

[Reviews - 155]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buu se que no tengo ni perdon de dios por actualizar hasta ahorita!! sorry!! TOT pero esque entre tantas tareas escolares, mi servicio, mis quehaceres de elfo domestico y otros 2 fic en proceso ( que almenos ya termine uno jeje ya me dara tiempo de continuar mas pronto este fic, entanto me den chance y la señorita inspiracion no salga huyendo xD pero aun asi creo que las actus seran algo esporadicas por el momento... gomen...)

Les mando especial saludo a Kaorugloomy, ninytan, cris,Eliane_snapy y Makoto iki!! muchas gracias por comentar! *W*

Ahora si, a leer se ha dicho~

*/<>/*°/<Vacaciones de diciembre>/°*/<>/*

Removiéndose entre las sabanas de franela, Sirius se aferró mucho mas al cálido cuerpo junto a él, a su “hoguera personal” como le gustaba decirle ya que siempre su tan constante temperatura rayando los 37 grados lo hacia su frazada ideal.

-Estas que ardes Regui…- dijo pegándose contra su nuca, aspirando su singular aroma a canela y azúcar, sentir su tan conocida y rozagante piel, manjar de dioses que adoraba probar cada que podía.

Sus bien definidos risos casi azulados se entremezclaban con los castaño oscuro de su hermano en una especie de caos ordenado que podía contemplar deleitándose de que lo que veía era real.

-Mmm… pareces gusarapo, Sirius…- dijo moviéndose inquieto y se ovilló aun mas -déjame dormir, que tengo sueño… anoche no me dejaste dormir para nada…- dijo haciendo un puchero.

-Pero no puedo evitarlo, estas piernitas me seguían llamando, no pude resistir a la tentación, sé que tengo cuerpo de dios griego, pero solo soy un hombre, por todos los cielos- dijo con media sonrisa dándole leves mordiscos en el pálido cuello.

-Sirius… noo… mmm…- quiso regañarlo por qué estaba haciendo lo mismo que cuando se fueron a acostar y realmente estaba molido porque no se había contenido en absoluto.

-¿Enserio no quieres?- su voz aguardentosa por apenas despertar, tan sensual que era difícil resistirse… sus manos entrenadas comenzaron a delinear la curvatura de sus omoplatos, deslizándose traviesamente hacia sus posaderas.

-Ahh, Sir…Si-Sirius… los niños van a venir a visitarnos… James me mando una lechuza… y…ahhh- sus palabras murieron en su boca cuando su tan libidinoso hermano comenzó a acariciar su miembro, tan lentamente, que comenzó a despertar.

-¿Y a qué hora van a venir?- su voz seductora sobre su oreja le entumía su raciocinio, y su cálido aliento lo encendía más. Con sumo cuidado lo volteó, adoraba verlo con sus mejillas enrojecidas, sus ojos azul oscuro inyectados en placer y deleite que solo él podía darle. Extasiado se relamió los labios.

-A-Al medio…día…- los movimientos fueron haciéndose más rápidos, con tormentosa intensidad, Sirius retiró con su mano libre los rizos ébano de la perlada frente para besarla-Sirius, joder… mmm… ooh mi dios…- chilló aferrándose a sus hombros, mientras suplicaba con su mirada que lo besara, suplicas que fueron escuchadas.

-Solo dime Sirius, amor… los honoríficos, son solo para los mortales…- dijo burlón apresando esos delicados labios entre abiertos que volvieron a gemir su nombre, tan fuerte, tan dulce que se sentía desfallecer, hasta sentirse cerca de la cima del éxtasis y la pasión y con un último jadeo se corrió en la mano de su amado.

-Eres un tonto insaciable…- dijo tratando de recuperar el aliento sin poder evitar esbozar una media sonrisa de placer.

-Regui, no hagas eso que me es imposible no querer devorarte- dijo volviendo a unir sus labios en un tan necesitado beso, hambriento de deseo.

Sirius con sus ojos presagiando la tormenta de su pasión, lo miraba con reticencia,  ansiando continuar, pero el sonido de la chimenea los alertó, haciendo que un escalofrió recorriera la medula de Regulus, quien avergonzado, lanzó un rápido fregotego y corrió a meterse al baño dejando a un Sirus muy necesitado por su amigo de ahí abajo.

-¡¡Sirius!!- exclamaron al unisonó Harry y Draco irradiando felicidad mientras salían de la chimenea.

-¡Cachorros!- Ambos chicos.se aventaron a la cama con pesadez, siendo recibidos por un afectuoso abrazo de Sirius.

-¿Y donde se metió tío Reg?-preguntó Harry buscándolo con su mirada verde.

-Espero que no hayamos interrumpido nada...-exclamo burlón Draco señalando el prominente bulto bajo las sabanas.

-Nah, bueno, solo un poco... digamos que a mi compañero se estaba emocionando con los ojitos llorosos de Regui...-

-¡Sirius!- bramo Regulus saliendo del baño secando su cabello con una toalla “esto ni siquiera se puede considerar un baño” pensó indignado - esa no es manera de hablarle a los chicos...-

-Tarde o temprano iban a escuchar algo de esa índole, así que, qué mejor que aprenderlo en familia- el de ojos castaños bufó rodando los ojos.

-Como sea, tienes que darte una ducha, seguro los chicos quieren ir a pasear...- y al ex -Gryffindor no le quedo de otra más que levantarse de la cama y hacer lo que le decía, no sin antes robarle un beso a su amor  que su arrebolado rostro era la mejor forma de comenzar el día -¿Les gustaría unas crepas?- los Slytherin asintieron gustosos y siguieron al mayor a la cocina, puesto que nadie preparaba postres como su tío.

Tanto Harry como Draco, habían pasado esperando ese preciado día con su padrino Sirius por su constante buena vibra y alocadas ocurrencias; no es que no se la estuvieran pasando bien en su peregrinaje por todas las casa, con todos las atenciones de sus padres y mimos, pero ninguno de los dos podían decirle no a una aventura en el mundo muggle.

Harry por su parte estaba cada vez mas radiante de felicidad gracias a que su Severus no lo había apartado mi un poco y, aunque no se dejó convencer con sus planes de tenerlo solo para él, había sido nuevamente besado por él; incluso después de acompañarlo en el expreso dejó que se le colgara en su espalda para después darle un beso (aunque fue en la mejilla porque sus padres estaban viendo demasiado fijo a Snapre como si con los ojos pudieran lanzarle un avada) ¿que había mejor que ser correspondido por su amor?

Por parte de Draco no había sido lo mismo. Aunque Bill no le había insistido en aclarar su relación ni preguntarle su opinión sobre él, tenían un extraño comportamiento demasiado evidente que turbaba mucho al rubio ya que simplemente se dejaba llevar, recibiendo gustoso sus dulce caricias, los maravillosos besos en los labios e incluso había veces en las que entrelazaban las manos cuando nadie veía.

 Pero cuando el dragón se separaba de él, su humor era otro, "de los mil demonios mandados al purgatorio y regresados como inferis" era lo que Harry le decía y como lo ponía de mas mal humor.

Sin embargo, solo había alguien a quien culpar y todos sabían; Charlie y su imposibilidad para informar si tan siquiera seguía con vida. "Maldito sea” insistía en querer cruciarlo cuando lo viera y reclamarle por largarse como si nada.

-Bueno cachorros, ¡¿quién está listo para divertirse?!- exclamó triunfal Sirius ya metido en su tan elegante chamarra de cuero, con sus jeans ajustados que le robó un suspiró a Regulus tanto que estuvo a punto de quemar sus crepas- ¿Estás seguro que no quieres venir, dulzura?- Reg arrugó el ceño y negó.

-¿Ir en ese ataúd andante que tanto te gusta con dos niños? Ni loco, gracias por la invitación, pero paso- su amor le dio un beso en la frente- aparte quede de verme con Remus y Lucius para ir a una firma de libros- el de ojos como la tormenta fingió aburrimiento exhalando un bostezo tratando de acallarlo sin éxito con su mano; con aquello se ganó un golpe en la cabeza con un sartén.

-¡Auch!, no es como si me pareciera aburrido ni nada por el estilo, aunque lo sea, no a mí, no señor-

-Jajaja, muy gracioso- exclamó con sarcasmo y tanto Harry como Draco corrieron a despedirse de él agradeciéndole por el delicioso postre asegurándole que irían nuevamente a visitarlos, puesto que Padfoot tenía tantas películas de acción que podía abrir un Blockbuster y querían hacer un maratón. Sirius solo le aventó un beso antes de salir de la casa.

>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<

Las tiendas estaban abarrotadas de tanta gente con su infinito barullo y risas que apenas y podían pasar “como si estuvieran regalando algo” pensaba Draco observando con una mueca de hastió a las personas caminando a su alrededor.

-Ya va siendo mi turno de que me cargues Drake- exclamó Harry moviéndose de un lado al otro para que su rubio amigo se bajara de su espalda, no es que pesara, pero prefería ser él quien era llevado y no llevar a alguien.

-Como molestas- solo bufó el rubio ignorándolo- ¡Oh! ¡Estate hipogrifo!- el moreno paró su movimiento cuando vio algo curioso acercarse a ellos- así está mucho mejor, te daré una manzana si sigues así- dijo con alegría.

-Uyy Drake, creo que Ron no viene solo- dijo ganando la atención del ojigris quien al instante se bajó de un salto y se quedó mirando con media sonrisa.

Harry le sorprendió esa actitud, puesto que esperaba que se pusiera furibundo e hiciera una rabieta como niño chiquito, pero no, se veía “¿feliz?” pensó con una ceja arqueada; en cierta manera se sentía reconfortado, al parecer ya había aceptado más abiertamente sus sentimientos “ya era hora

-Descuida, yo… ammm… lo invité… es que estaba de pegostioso mandándome cartas y dijo que solo se calmaría si hacíamos algo juntos y lo invité- dijo poniéndose rojo con cada palabra que decía.

-Draquito al parecer Bill te trae loquito- dijo en su oído obteniendo un zape de parte del otro -¡auch!, pero es cierto-

-Ya cállate cuatro ojos, como molestas-

-Vuélveme a decir así y gritaré “¡Escuchen todos Draco ama a…”- el rubio le tapó la boca y comenzaron a forcejear hasta acabar botados en una banca haciéndose cosquillas y riendo.

-Oigan ¿Cómo se atreven a comenzar una guerra sin mí!?- exclamó Ron uniéndose a ellos.

>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<

Tras media hora de discusión sobre la película que debían ver, todavía no se llegaba a una civilizada decisión.

-¡Mejor la lista de Shinler!- exclamaron al mismo tiempo Bill y Draco, siendo este último quien agregó- me debes una soda-

-Buu, que horror, pagar para dormir, no lo creo cachorro, ¡mejor RoboCop3!- exclamó emocionado Sirius siendo secundado por Harry.

-¡Ahh no es justo! Yo quiero ver Viernes 13, Jason va al infierno- los ojos de Paddy y Harry resplandecieron, sangre a toneladas y suspenso a montón, eso era un sí definitivo.

Bill suspiró pesadamente mientras que Draco rodó los ojos “eso es una tontería” se cruzó de brazos y giró la cabeza hacia otro lado, tener que soportar esas tonterías de suspenso que tanto los enloquecía no era algo que le interesara.

-Oye Drake, si quieres podemos entrar a ver la peli nosotros-

-¡Suena bien!- dijo con repentina alegría, peor al notar que sus sentimientos se desequilibraban carraspeó y regresó a su centro- pero mejor entramos a esta, si no estos idiotas me molestaran pensando que no quiero entrar por gallina- dijo cruzándose de brazos, ganándose golpecito con la punta de los dedos del mayor en su nariz.

-Deberías de pensar en lo que quieres hacer, no en lo que los otros quieren que hagas, angelito- el rubio se sonrojó e hizo una mueca esquivando su mirada.

-Como sea, por lo pronto entraremos a ver esa tontería de Jasper o como se llame ese tío…- hizo una pausa- pero si quieres podemos venir luego a verla y de paso Madame Butterfly-

-Considéralo un hecho- dijo besando su mano con ternura- ahora, iré a comprar unas palomitas- exclamó- y la soda que te debo-dijo haciendo comillas con esta última frase.

-¡Oye! Fue lo justo puesto que repetiste lo que dije- exclamó muy digno- quiero que sea de limón- el otro asintió revolviendo su cabello y comenzó a alejarse, seguido muy de cerca por Ron quien también quería algo de comer.

Idiota” pensó entre sonrisas el ojigris, sonrisa que fue borrada cuando su mirada lobuna se enfocó en ese aroma tan familiar que se volvió más fuerte con cada segundo que pasaba y que provocaba que se le subieran los humos.

Cuando menos se lo esperó ya estaba a tras de él aferrándose de la manga de su chamarra color plomo, de una manera posesiva, sin apartar sus ojos de él.

-¡Dragón!- profirió Charlie con una sonrisa genuina en sus labios mirando de quien se trataba “mira que tenemos aquí” se dijo con satisfacción al sentir la fuerte presión de las manos alrededor de su brazo.

-Charlie…- exclamó en un gruñido regresando a ver a las personas con las que previamente estaba charlando.

Una chica morocha demasiado alta, con unos taconazazos de seguro más de quince centímetros, con un vestido rojo demasiado ceñido, un chico con gafas y cabello teñido de morado con azul, que a pesar de eso tenía una vestimenta más casual y  un chico con largas rastas rubias y unos soñadores ojos verde azulados vestido con ropa de excursión sujetando descuidadamente el hombro del Weasley.

-Wow ¿quién es él? es una lindura- exclamó la chica que se tuvo que inclinar para poder ver al chiquillo rubio- es tan bello, casi como si fuera…-

-¡Un opalaye de las antípodas!- exclamaron triunfante los cuatro y empezaron a reír.

-Me deben una cerveza y unas papas a la francesa- exclamó con voz cantarina Charlie “por dios, son unos nerds de dragones” pensó apesadumbrado- como sea, chicos, el es Draco y es mío y no podrán hacer nada- dijo recibiendo abucheos de los otros dos -Drake, ella es Erin Sainz, Kayle Reinalds y este vago es Willy Fray, mis compañeros de de mi antiguo trabajo y viejos amigos-

-Mucho gusto- exclamó el de las rastas profundizando el abrazo al pelirrojo quien parecía no importarle, Draco sentía hervir su sangre ante tal atrevimiento ¿etiqueta y buenos modales? Todo se fue al averno al ver aquello, la bestia en su interior se hizo cargo y comenzó a halarlo con una fuerza impresionante mientras el Charlie solo se alzó de hombros siendo alejado de sus amigos.

-Creo que nos vemos en otra ocasión- dijo haciéndoles un ademan con la mano a sus consternados amigos.

-¡Óyeme Charlie! ¿A dónde vas? Creí que iríamos al cine- el timbre de la chica denotaba su ira.

-Ay será para la otra Eri- exclamó hasta perderse entre la multitud.

El rubio oteó el aire a su alrededor, maldijo por lo bajo, todavía había mucha gente y de un fuerte tirón metió a Charlie en los amplios baños y se recargó sobre le puerta.

-¡Eres un maldito!- chilló- ¿Quién te crees que eres? Te desapareces por casi dos meses y te encuentro muy campante con tus amigotes y ese, ese… ¡urghh!- dijo golpeado con fuerza la pared.

-¿Celosito, dragón?- la profunda mirada plateada con un brillo dorado alrededor del iris le dio a entender que no hacía mucho había sufrido la transformación y sonrió ampliamente-  aparte, no recuerdo que firmáramos acuerdos de que tenía que reportarme si me ausentaba… creí que no te importaba y que me odiabas…- dijo dando un paso hacia atrás metiendo sus manos en los bolcillos.

-¡¡Claro que no te odio, idiota!! ¡¿Qué no puedes leer entre líneas?! ¡Eres un imbécil, bueno para nada que te dejas manosear por cualquiera!- dijo jalándolo por las solapas de su abrigo para que lo mirara directamente a los ojos.

-Creo que no es la manera adecuada de hablar para dar a entender tu punto- dijo acariciando su mejilla -dímelo, Draco… y tal vez te crea…- su tono malicioso le molestaba, aborrecía que se comportara así “¿entonces porque no me puedo alejar?” se preguntaba.

-Yo… no te odio tanto como pensaba…-

-Tacaño…- dijo acerándose tanto hasta casi rosar sus labios Draco cerró sus ojos esperando el beso que no llegó, puesto que se detuvo a tan terribles cinco centímetros de ellos como si se burlara de él.

-Eres un tonto, Charlie Weasley…- dijo abriendo los ojos con el ceño fruncido, realmente ansiaba volver a probar el sabor tan característico del domador de dragones, tan agridulce, una mezcla de tabaco y menta que sentía que le como una droga le hacía falta y enloquecía por volver a probar.

-Bésame dulce dragón, dime cuanto me extrañaste- ese regodeo le molestó infinitamente pero ni tardo ni perezoso se abalanzó con todas su fuerzas contra su cuerpo y con sus manitas apresó el cuello del mayor.

-Te maldigo…- susurró en medio del beso mirando esos ojos que estaban oscurecidos como el caramelo quemado, tan duro pero que no quería dejar de ver por nada del mundo. El beso demandante, tan arrollador como la marea en una tarde de lluvia torrencial. El pelirrojo cargó el pequeño cuerpo tan entregado para sentarlo en los lavabos sin descuidarlo ni un segundo.

Besó con gula esos suaves labios que como el infierno había añorado volver a degustar, tan entregados con la electrizante pasión que siempre le demostraba en ese acto, que dejándose llevar comenzó a descender por ese pálido y tan apetecible cuello, llenándose de los dulces gemidos de su dragón plateado que solo sentía y se dejaba llevar por el desenfreno, revolviendo los largos cabellos tan rojos como el atardecer.

-Te amo, dragón…- dijo succionado la piel expuesta solo para él. Draco abrió los ojos aturdido, embriagado con todo lo que le hacía sentir ¿realmente había escuchado bien? Y apretando los ojos trató de acompasar su respiración sin éxito, el hábil pelirrojo no dejaba cabo suelto y seguía en su afrenta de enloquecerlo, puerto que cuando menos lo notó, ya tenía había deslizado sus manos por debajo de su playera, haciéndolo retorcerse y ahogando sus jadeos con su mano.

-Yo tam..ahh… ¡Charlie!- gritó cuando sintió esas manos ásperas en su piel desnuda acariciando con descaro sus botones.

-Eres tan delicioso, Draco…- su nombre pronunciada con esa voz impregnada de pasión que estuvo a punto de lanzarse en esa llamarada que inició, que crecía y se expandía sin control por su cuerpo- Espera…- dijo separándose ligeramente.

-Pero ¿Qué? ¿Porque?- preguntó molesto cuando el pecoso se separó nuevamente de él mientras le acomodaba su arrugada playera.

-Te esperan, Draco y seguro y se preguntan dónde demonios estás, seguro y Bill no tarda en invocar una brújula para encontrarte- dijo besando su perlada frente.

El rubio carraspeó con pesadez y se bajó del lavabo avergonzado por lo que acababa de hacer tan deliberadamente y con temeroso alivio suspiró, agradecía a todos los santos que no hubiera habido personas en el sanitario y que quisieran usarlo, aunque tenía una alta sospecha que el domador de dragones seguro y utilizó un hechizo para encargarse de ello.

-Estuviste a punto de decirme que tu también me amas- canturreó el mayor ganándose un golpe del ojiplata.

-Claro que no, ni te hagas ilusiones, Weasley… solo fue el calor del momento…- dijo evadiendo su mirada.

-Seguro, dragón… y yo soy un arenque- dijo guiñándole un ojo para abrirle la puerta.

>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<>/º.*/<>/*.º/<

Todos se sorprendieron de ver a Charlie ahí y más que nada Bill, quien no podía creerlo ni evitar la molestia que le causaba que estuviera tan junto a su angelito.

Tras una pelea de miradas los mayores Weasley declararon que se sentaría lado a lado del rubio para evitar que el otro se aprovechara, siendo el único perdedor el rubio, puesto que, la calmada tarde en el cine junto a sus amigos se desvaneció.

-Alégrate, Drake, lo que daría porque Sevi estuviera aquí- dijo Harry dándole ánimos antes de ingresar a la sala.

La película fue lo que se esperaron y tanto Harry como Ron, Sirius y Charlie no cabían dentro de sí reviviendo las escenas que les habían parecido más impactantes.

-Que mentalidad de percebe tienen…- dijo desganado el rubio, puesto que para él fue una de las peores películas que había visto, aunque claro, solo había visto la mitad, puesto que ninguno de los dos disque adultos le dio tregua, Bill estrechando su mano o recargándose en él y Charlie manoseando sus piernas cuando el otro no veía “son de lo peor” pensaba desganado.

-¿Que van a querer comer?- preguntó Sirius señalando la sección de comida y a los tres niños se les iluminó el rostro.

-¡Hamburguesas y papa fritas!- exclamaron corriendo hacia el lugar que ofrecía lo que buscaban. Bill y Charlie seguían sin detener su pelea silenciosa, pero con un suspiro decidieron darse tregua al ver la tierna sonrisa de su rubio.

El auror con un gesto de tranquilidad se sentó en la mesa en la espera de los cachorros que estaban en el séptimo cielo deleitándose con la comida muggle que seguro nada bueno tenia, pero ah que rico sabía.

Con la ayuda de los pelirrojos mayores acomodaron las mesas y trajeron la dotación de cada uno.

Para martirio de Draco y Bill la conversación siguió sin aparente sobre los maravillosos efectos de la película y la gran actuación que realmente les puso los pelos de punta, asegurando que esperaban que hicieran una secuela.

-Tienen cera en los ojos que no saben diferenciar una buena película de una mala…- dijo el ojigris por lo bajo para que solo lo escuchara el mayor de los Weasley.

-Déjalos Drake, hay para todos los gustos, eso depende de la percepción de cada uno… aunque he de admitir que su percepción es pésima- el menor sonrió tratando de contener la risa.

Cuando terminaron su comida Draco se levantó de su asiento al escuchar una melodía conocida, seguido muy de cerca por Bill y después de Charlie, quien no se quedaría con los brazos cruzados.

Los tres que se quedaron en la mesa pusieron los ojos en blanco. Para Sirius aquello era más claro que el veritaserum y realmente no le afectaba en nada el extraño trío y al igual que Severus estaba dispuesto a ayudarlos en lo que pudiera.

-Esos tres van como bichos tras la luz- dijo Harry con divertimiento al momento que le daba un sorbo a su refresco.

-Sip, están más emocionados que dan miedo…- declaró Ron sin dejar de devorar sus papas fritas-¿Creen que debo detenerlos?- preguntó.

-No, yo que tú los dejo, si no seguro se la agarran contra ti por interferir… además, se trata de Draco, ese cachorro sí que se sabe defender si así lo considera- declaró orgullo so Sirius.

Y tenía razón, aunque las defensas del dragón trastabillaban cuando de esos dos se trataban.

-¿Qué uno ya no es libre de ir a donde se le pegue la gana sin tener sombra que le siga?- preguntó furico al ver a los pelirrojos tras de él.

-No está bien que vayas solo, a parte ya sé lo que te impactó, no crees que no lo escuché- dijo Bill señalando los postes de la pequeña orquesta sinfónica que daría una demostración gratis y estaba tocando “invierno” de Vivaldi.

-¿Y debemos aplaudirte Billy?- preguntó sarcástico Charlie cruzándose de brazos. Esa no se la dejaría ir así como así.

-No lo dije para obtener reconocimientos, Chazzy, simplemente para hacerle ver que me interesa lo mismo que a él… aquí la pregunta es que estas haciendo tu aquí si ni te interesa- el otro entrecerró los ojos ante tal desafío.

-¿Y quién eres tú para saber lo que le interesa?- preguntó exasperado.

-¡Sucede que yo me tomo la molestia de conocerlo a diferencia de ti, que solo quieres propasarte con él!- Draco se sonrojó a vivo color al notar que las cosas iban subiendo de tono y la gente a su alrededor comenzaba a intrigarle la pelea.

-¡Ya basta los dos que me tienen harto! ¡Tenemos que hablar!-

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado! sino, pues haganmelo saber para ya dar por terminado este fic ;P 

Y otra cosa, relamente me disculpo si no hay mucha accion entre mi dragoncito y Bill (pero esque estoy planeando mas cosas subidas de tono para el ojojo *¬*)

y si esperan mas snarry, sera para el siguiente capi ;3 (claro si aun les gusta lo que hago lolz)

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).