Estoy un tanto nervioso, mañana se cumple ya un año de mi relación con Joonie y debo admitir que a pesar de todos los problemas que hemos tenido, ha sido estupendo. Al principio nadie nos aceptaba, incluyendo nuestras familias y es que en parte entendíamos, yo aún no acabo la escuela media y él iba por su primer año en la universidad, pero eso no fue ningún impedimento para nosotros, poco a poco fuimos demostrando que queríamos algo serio y los de nuestro entorno nos fueron aceptando, eso era un gran paso en nuestra relación.
Me levanto feliz de saber que llegó el gran día. Después de tanto por fin se cumple un año de relación con mi Joonie, aún sigo sin creerlo pero me pellizco fuerte para saber que esto es realidad y no uno de mis tantos sueños en los que Joon es el protagonista. Corro al baño y me aseo lo más rápido posible, eran casi las 7 y mi amado vendría a buscarme a las 8 para irnos a pasar un lindo fin de semana juntos, pero como siempre dejo todo para la ultima hora y aún no alisto mi mochila para salir. Salgo y cojo lo primero que encuentro en mi closet y lo voy depositando en la mochila meto unas cuantas cosas más que de seguro necesitaré y la dejo a un lado de mi puerta, ahora sí es momento de arreglarme, nuevamente voy al closet y saco un polo sin mangas con una camisa a cuadros rojos, unos jeans rasgados que me quedan ajustados, unas converse negras y ese gorro de panda que me regalo por mi cumpleaños, me visto rápido y doy una última ojeada al espejo antes de salir de mi habitación cogiendo mi mochila, aún me quedan 10 minutos para poder desayunar. Al bajar me encuentro con mi mamá y mi hermano Thunder quien me comienza a molestar
- Pensamos que te estaban golpeando de tanto correteo en tu habitación – dijo el gato
- Deberías acostarte más temprano para evitar los apuros Miru –dijo mi mamá
- Má sabes que desde la semana pasada vine esperando este día y ni duerme- dijo mi hermano riendo
- Al menos no duermo por eso y no por andar con videollamaditas a medio noche- dije y empecé a comer el cereal
- Yah! Cállate Mir – dijo haciendo uno de sus tan conocidos berrinches
Mi hermano es dos años mayor que yo y fue por él que conocí a Joonie hace un par de años, eran compañeros de salón y un día me lo presentó, desde entonces Joon y yo éramos muy unidos. Por otro lado Thunder también pertenecía con su cuñadito al club de Tae Kwon Do de la universidad, y como si fuera una de las casualidades de la vida, el gato ahí conoció a un graaan panda: SEUNG HO, el líder del equipo, y bueno de tantas clases privadas que tenían se fueron enamorando y ahora son novios. Es que se nota que el yaoi vive en nuestra familia ><
Tocaron el timbre y yo me atragante con mi taza de leche, mi mamá y mi hermano empezaron a reir mientras ella me daba pequeños golpecitos en mi espalda para recomponerme, el gato fue a abrir la puerta y ahí estaba él, con su perfecta sonrisa y esa mirada que me hacía perderme, me pare de inmediato y cogí mi mochila yendo a la puerta.
- Nos vemos mañana mamá – dije y agarré a Joonie por el brazo mientras comenzaba a jalarlo hacia el auto haciendo caso omiso a que si me decían algo
- Hasta luego señora Bang – dijo él sonriendo y levantando la mano para despedirse mientras seguía jaloneándolo
- Pórtense bien y cuídalo por favor Joon
- No se preocupe, hasta mañana – dijo y yo ya estaba sentado en el auto, el solo sonreía mientras se subía al auto,
Se acomodó un poco y luego me miró, empezó a acercarse de manera peligrosa por lo que inconscientemente me sonroje, aunque lleváramos un año juntos, aún lo hacía sintiendo su cercanía.
- ¿Que que haces? mi mamá nos está mirando… - acercó su rostro al mío mientras se detenía y comenzaba a mirarme y me mostraba de nueva esa perfecta sonrisa
- ¿Debo asegurarte antes de emprender el viaje no crees? – estiró su brazo y jaló el cinturón para poder colocarlo.
Se acomodó en su asiento y también se colocó el cinturón para ponernos en marcha, puso en el reproductor un CD y le dio play, la música empezó a sonar y yo solo no lo creía
- Esa canción es …
- ¿La recuerdas? Es la misma que sonaba cuando me declaré y me aceptaste – dijo sonriendo mientras miraba a la autopista
- Como olvidarla, desde entonces se volvió en mi favorita
- ¿Lo dices en serio? Como después de eso no te había escuchado nombrarla
- Bueno – bajé un poco la cabeza, era cierto, desde ese día no la nombraba ni nada – no lo hice, pero no porque no me guste, solo que no creía que tú ya no la recordabas – estacionó en auto a un lado de la carretera y se sacó el cinturón para poder acercarse
- Babbo – me dijo mientras cogía mi rostro con una de sus manos y me acercaba un poco hacia él – tengo en mi memoria cada pequeño detalle tuyo a mi lado – terminó de decir y de nuevo podía sentir como mis mejillas se coloreaban, terminó la distancia entre nosotros y me besó, sus labios tan suaves sobre los míos encajando perfectamente mientras seguían sus movimientos, me había vuelto completamente adicto a ellos. Se separó y pegó su frente a la mía – TE AMO MIRU – dijo mientras seguía acariciando mi rostro
- Joonie … - fue todo lo que dije antes de que besara mi frente y se separara para volver a acomodarse en su asiento
- Hasta ahora te sonrojas cada que te beso y luego porque me traes así – dijo mientras comenzaba a reír y volvía a emprender la marcha – eres realmente adorable Miru, a pesar de todo aún no pierdes “eso” que me hizo enamorarme de ti
- ¿Eso? ¿Qué es eso? – pregunte medio confundido moviendo mi cabeza hacia los lados haciendo notar más mi confusión, pero su risa me hizo volver a mirarlo
- Tu ternura, tus ocurrencias, tus bromas, tus sonrojos, el ser tan adorable e inocente, ¿me dejo explicar? – de nuevo volvía a sentir mis mejillas quemar por sus palabras – Lo vez, es imposible no amarte Miru.
Yo seguía de los mil colores y durante todo el transcurso me le quedé viendo hasta que me quedé dormido, Thunder tenía razón, en los últimos días no había dormido viene esperando este día y por fin llegó. Poco a poco me fui quedando dormido mientras nuestra canción seguía sonando.
- Miru despierta, ya llegamos – Joonie me movia suavemente para que abriera los ojos y al ver que no hacía efecto me dio un corto beso – vamos mi bello durmiente, quiero aprovechar cada minuto contigo – eso ultimo me hizo sonrojar, ¿es que acaso pasaría el fin de semana hecho un tomate por las palabras de mi perfecto novio?
- ¿Qué hora es? – ¿en serio? a veces me preguntaba por qué no podía decir cosas buenas cuando estaba con él
- Ya van a ser las 12 – me ayudó a salir del vehículo y me sentía toda una princesa *.* - Ve entrando, yo llevaré las cosas
Levanté la mirada y estaba afuera de una hermosamente perfecta casa de campo, era realmente más grande que la de mi familia y estaba hecha de leños que le daban ese toque rústico pero sin dejar de ser altamente sofisticado. Entre y no terminaba de maravillarme por lo que veía, era más hermosa en el interior, una sala amplia con muebles que se ajustaban a ese estilo rústico con un ventanal que daba una hermosa vista a la parte posterior de la casa en la que había un gran lago con un muelle, al lado la cocina muy bien iluminada y al costado la escalera que daba hacia el segundo piso, quería subir ero yo no salía de mi asombro, sin duda era la casa más hermosa que haya visto.
- ¿Te gusta Miru? – dijo Joon mientras me abrazaba por atrás y colocaba sus brazos alrededor de mi cintura, si bien no me había percatado en qué momento ingresó, su presencia no me molestaba en lo más mínimo – Mis papás dijeron que podíamos quedarnos siempre y cuando no arruináramos nada – asentí aún en sus brazos – bueno vamos a dejar las cosas en el cuarto y luego bajamos a preparar el almuerzo
- ¿En el cuarto? ¿Dormiremos juntos?
- ¿No quieres?
- No es eso, solo que…
- No te preocupes amor, pondré mis cosas en mi cuarto y tú usaras el principal – asentí algo avergonzado, claro que quería dormir con él, es más estaba decidido a que hoy sería esa gran noche.
Subimos y colocamos las cosas en los cuartos, aunque estaba algo desilusionado por lo que dije, no pensaba pasar esa noche lejos de él. Volvimos abajar y nos pusimos a cocinar, si bien no soy bueno en esto, Joonie es un excelente cocinero por lo que me dedique a pasarle algunas cosas que necesitaba mientras no despegaba mi mirada de él. Cuando terminamos nos dirigimos al comedor, comimos mientras nos mirábamos, aunque nadie decía nada no se creaba ese silencio incómodo, si no lo contrario, amaba verlo, cada pequeño movimiento que hacía lo observaba cuidadosamente, fue una de las mejores comidas que tuve en mi vida. Terminamos y salimos a pasear, estar en el campo era una gran ventaja, tan alejados de la ciudad con todo ese ambiente tan tranquilizante nos relajaba al máximo. Pasamos todo el día fuera de la casa, jugando, paseando por los al rededores viviendo cada minutos al máximo, llegamos al lago y empezamos a lanzar piedras para medir nuestra quién era mejor, un juego algo tonto tal vez, pero yo lo amaba y eso Joonie sabía.
- ¡La mía ganó! – dijo Jonnie mientras me sacaba la lengua y daba pequeños saltitos a mi alrededor, amaba que se lado infantil suyo solo lo mostrara conmigo
- ¡Yah! Eso es trampa – dije y lo empuje, pero no medí mi fuerza y terminó cayendo al lago
- Aaaah! ¡Está fría Mir! – dijo mientras se movía queriendo salir y yo no paraba de reír– Ayúdame
- Si me agacho me botarás Jonnie
- Como crees Miru ¿ayúdame si? – un hermoso puchero se formó en sus labios. Hice caso y me agaché para ayudarlo, pero como lo había predicho, me jaló haciéndome caer con él
- ¡Joon! – grité en sus brazos – de verdad está muy fría – lo miré y ahí íbamos de nuevo, esa mirada y sonrisa tan perfecta que me brindaba me ponía en las nubes, me dio un corto beso y me susurró de nuevo
- TE AMO PEQUEÑO – ahora yo quién lo cogía del cuello y lo pegaba más a mí, nuestros labios se unieron y empezamos a besarnos, no nos importó el frió ni que ya estuviera anocheciendo, solo éramos él y yo. Nos quedamos así por rato, el beso se fue intensificando y su manos que estaban en mi cintura empezaron a bajar acariciando mi cuerpo mientras yo jugaba con sus cabellos, se separó un poco de mi y empezó a besarme el cuello, empezaba a notar cuanto me deseaba, nos aferrábamos más a nuestros cuerpos como si eso fuese posible, pero como todo lo bueno debía terminar.
- ACHIS! (estornudo) – por mis adentros me maldecía por eso
- Lo siento, será mejor que salgamos de acá o te enfermarás- solo asentí y Joonie me cargo entre sus brazos hacia la casa – Anda a bañarte en el cuarto principal, yo en un rato subiré con algo caliente
- ¿Tú no te bañaras?
- Si lo haré, pero en el otro baño, anda en un rato subiré – me pasó una toalla y despeino un poco mi cabello.
Sabía que no se iría a bañar de inmediato por lo que me apresuré y me metí al cuarto rápido, parecía loco mientras me movía y hasta me golpe por atolondrado, pero no importó y terminé. Salí y me sequé un poco, me puse un camisón que le quité unos meses atrás uno que me quedaba hasta los muslos, el ser más bajito que é tenía sus ventajas y empezaba a notarlo. Salí de mi cuarto y comencé a caminar hacia el suyo, abrí la puerta despacio y como lo suponía, él aún estaba bañándose ya que se podía oír el gua cayendo. Me dirigí hacia la puerta del baño y la abrí quedándome impactado por lo que mis ojos veían. Me acerqué un poco tratando de no llamar su atención pero ahí estaba yo de nuevo haciéndome notar como siempre.
- Aau – alcancé a decir cuando sentí bajo mi cuerpo el duro piso
- ¿Estás bien? – alcé la cabeza y pude ver a Joonie, aunque en varias ocasiones lo haya visto sin camisa o hasta en bóxers, lo que veía ahora me tenía anonadado, estaba viendo a Joonie desnudo y aún no me la podía creer, su cuerpo tan bien tonificado, sus músculos en el abdomen, sus brazos y piernas marcadas, parecía haber sido esculpido por un artista, lo veía con detenimiento hasta que fijé mi vista en un punto clave, uno que me hizo sonrojar a horrores y que él notó de inmediato tapándose con la toalla – Yah Miru, no pensé que fueses un desvergonzado – ahora era él quién tenía el rostro de colores
- Lo lo siento – fue lo único que dije mientras él me estiraba un brazo para poder levantarme, si bien yo estaba buscando este tipo de acercamiento después de ver a su amigo me estaba empezando a dar un poco de miedo.
- Tranquilo pequeño, ¿pero qué haces acá? – me tenía ahora abrazado con una mano mientras con la otra seguía sujetando su toalla, el agua aún caía a sus espaldas
- Yah! Sabes que no soy ningún pequeño! – deshice su agarre y lo empujé contra la pared de la ducha metiéndome en ella y acorralándolo – al menos no después de lo que tengo planeado hacer – le susurré al oído de la manera más sensual que pude, a estas alturas me sorprendía de lo que estaba haciendo, pero ya no iba a echarme para atrás por lo que empecé a besarle el cuello mientras colocaba mis brazos por su fuerte espalda. Al principio no reaccionaba, era entendible, ni yo me creía esta faceta mía, pero no tardó mucho en acercarme más a él con sus brazos rodeando mi cintura tirando la toalla lejos a donde no molestara y luego comenzando a acariciar mi cuerpo como podía, me levantó lo necesario para que nuestros labios pudieran encontrarse y comenzaran a devorarse como si se nos fuera la vida en ello, empezó a levantar un poco el camisón y de inmediato se dio cuenta de que no traía bóxers.
- Tenías todo bien planeado Miru- ronroneo entre el beso mientras con sus manos apretaba mis nalgas acercándome más a él, lo que provocó que nuestros miembros se tocaran haciéndonos gemir y aprovechando para introducir su lengua en mi boca, empezando una guerra con la mía. Sus manos seguían acariciando todo mi cuerpo y las mías no se movían de sus cabellos atrayéndolo más a mí, se separó de mis labio y empezó a bajar por mi cuello, podía notar como su miembro endurecía al igual que el mío por lo que bajé una de mis manos para comenzar a masturbarlo, era mi primera vez haciendo eso pero al oír sus gemidos, me indicaba que lo estaba haciendo bien. El camisón comenzaba a hacerse molesto por lo que me lo quitó en un solo tiro, ahora si estábamos completamente desnudos los dos, sin nada que se interponga entre lo que ambos queríamos. Volvió a atacar mi cuello mientras me cogía por las nalgas para apegarme más a él, nuestros miembros rozaban y nos hacían gemir ante el contacto, quise volver a tocarlo, pero cogió mi mano y la subió hasta mi cabeza, no entendía porque pero no protesté, solo me dejaba llevar por lo que estaba sintiendo. Fue bajando por mi cuello besando cada parte de mi piel que sus labios tocaban, se detuvo en uno de mis pezones y comenzó a jugar con él, lo chupaba mordía haciéndome gemir por el placer que eso me provocaba y que notó al ver como mi cuerpo reaccionaba ante sus caricias, siguió bajando por mi abdomen, que a diferencia del suyo no estaba tan bien marcado, soltó mi mano y cogió mi miembro, empezando a masturbarlo lentamente, para ese entonces ya no estaba consciente de nada, solo me dejaba llevar y vaya que lo disfrutaba, no tardó mucho y pude sentir su lengua en mi miembro, me sobresalté un poco y agaché la cabeza para poder verlo, sin duda la mejor vista que pude tener : Joon tenía mi miembro en su boca, mientras con sus manos no dejaba de masturbarme, sentía su lengua pasar por toda mi extensión, sus dientes mordiendo de poco en poco cada que metía lo metía o sacaba, hasta entonces pensaba que no podía pedir más. Seguía en mi mundo de fantasías disfrutando el inmenso placer que provocaba en mí, hasta que sentí como uno de sus dedos iba entrando en mí, sentí cierta incomodidad y lo notó, por lo que siguió con distrayéndome mientras jugaba con mi miembro en su boca. Podía sentir ese cosquilleo en mi parte bajar por lo que supe que estaba demasiado cerca y traté de alejarlo.
- Me aah ... me ven … - fue todo no pude seguir debido a que mi semilla salió de mi y fue a parar en él, me sentía sumamente avergonzado por eso, pero de pronto sentí como subía y sus labios se pegaban a los míos haciéndome probar mi propia esencia.
- Eres delicioso – seguía con los espasmos de mi orgasmo cuando sentí como otro dedo entraba en mi interior y comenzaba a moverlos para dilatar mi entrada, seguía sintiéndome incómodo pero debido a sus besos y caricias fui olvidando la molestia y empezaba a disfrutar – Relájate – alcanzó a decir entre suspiros mientras volvía a besarme e introducía un último dedo en mi interior, volví a removerme, pero como dijo, me relajé y al rato ya no sentía nada que no fuera placer. Mi miembro empezaba a despertar de nuevo y lo notó, por lo que empezó a masajearlo haciéndome más placentero el momento
- Joon aah … hazlo ya – parecía casi una súplica, pero en serio necesitaba tenerlo dentro ya, me besaba mientras con sus manos cogía mis piernas y me hacía rodearlo por la cintura con ellas, me acomodó bien y ahora tenía sus manos en mis nalgas, podía sentir como se introducía lentamente en mi, sin duda el tamaño de su miembro no tenía nada que ver con el de sus dedos, no esperé más y terminé por enterrarlo en mí completamente, provocándome un dolor mezclado con placer, traviesas lágrimas empezaban a escapar de mis ojos, claramente sentía como si me estuvieran partiendo en dos, pero no me importó.
- ¿Mir por qué hiciste eso?
- Estabas tardando demasiado
- Sabes que no quiero lastimarte verdad
- Lo siento, te necesitaba dentro ya – su mano empezó a limpiar mi rostro mientras me llenaba de besos, nos quedaos así por un rato mientras esperaba a que me acostumbrara a su tamaño en mí, pero necesitaba más contacto por lo que empecé a moverme indicándole que estaba listo. Su reacción no se hizo esperar y comenzó con un lento vaivén, nuestros gemidos de mezclaban con el sonido que provocaba el agua de la ducha al caer, los azulejos totalmente empañados por el vapor mientras nuestros cuerpos se complementaban encajando perfectamente.
- Más aaah más … rápido – fue todo lo que pude decir, pude ver como una sonrisa se aproximaba en los labios de mi novio quien no demoró más en acatar mi pedido, podía sentir como entraba y salía de mi interior rápidamente provocándonos más placer, nuestros cuerpos pegados lograban estimular mi miembro ahora totalmente despierto mientras el vaivén seguía, mi espalda totalmente pegada a la pared y mis uñas arañando la espalda de Joonie mientras pronunciaba incoherencias que ninguno entendía debido a lo que ahora estábamos viviendo. De nuevo sentía ese cosquilleo en mi parte baja, lo que me indicaba que pronto terminaría.
- Joonie ah me vengo – fue todo lo que dije y me corrí manchando nuestros abdómenes sentía como mi interior se retraía apretando más el miembro de Joonie, quien dio unas estocadas más y también se vino en mi interior. Estábamos totalmente agitados tratando de recuperarnos de nuestro reciente orgasmo y comenzamos a besarnos pero ahora de una manera más tierna. Me ayudo y poco a poco salió de mi interior, algo que me molestó un poco, me había acostumbrado a sentirlo ya dentro de mí. Quise quedarme de pie pero no podía, mis piernas no me respondían lo necesario y aún sentía como la semilla de Joonie descendía por ellas haciéndome sonrojar. Me volvió a acercar a su cuerpo cogiéndome por la cintura para evitar que me desplome ahí mismo.
- Había soñado con este momento por mucho tiempo ¿sabes? – me dijo mientras comenzaba a besar mi rostro – aunque no era precisamente así, no pudo haber resultado mejor – levanté un poco la mirada y me encontré con esos ojos marrones que me hacían perderme en ellos, estiré mis brazos y lo rodee por el cuello, pegándolo más a mí y así poder besarlo, como amaba besarlo y sentir esa calidez suya en mis labios. Lo siguiente que hicimos fue terminar de bañarnos, estaba realmente agotado por todo por lo que Joon me ayudo como si fuera un niño pequeño y que no me molestó en lo absoluto, cuando terminamos se colocó una bata y me cubrió con otra cargándome hasta la cama. Parecía un niño mientras me secaba cuidadosamente, primero mi cabello y empezó a descender por mi cuello, sentía sus labios besando esa sensible zona mientras seguía secando mi cuerpo. Se levantó y sacó otro camisón para poder podérmelo, lo hacía con tanto cuidado y cariño que hasta yo sentía que en cualquier momento me iba a romper, el seguía en bata por lo que se secó un poco el cabello y se la quitó para ponerse unos pantalones sueltos que solía usar como pijama. Terminó y se metió a la cama conmigo, me arropó bien y me acercó a él, podía sentir su corazón latir mientras mi cabeza estaba pegada a su pecho, como amaba sentirlo así.
- ¿Ha sido la mejor experiencia de mi vida sabes? – dije mientras repartía cortos besos por su pecho desnudo
- Sin duda alguna, la mía también – volvió a acariciar mi rostro mientras me levantaba un poco para poder besar mis labios – Te amo Bang Cheol Yong – lo mire directamente, nadie me llamaba por mi nombre a menos que fuera mi madre mientras me regañaba, pero él que lo haya dicho él cambiaba su significado, su mirada solo me transmitía amor y ternura.
- Y yo te amo a ti Lee Chang Seon – fue lo último que dije antes de quedarme dormido.
Sin duda este era el comienzo de algo nuevo y mucho más grande, después de esto estaba completamente convencido que mi felicidad solo la podría encontrar a lado del hombre que me tenía entre sus brazos.