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Muñecas de papel por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "Muñecas de papel"

∞ Autor: YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

RantingNC17

∞ Pareja: LeeGaa

∞ Declaimer: Naruto no me pertenece. Todo es de su gran autor, Kishimoto-Sensei

∞ N/A. Lo escrito con cursiva es un recuerdo.

∞ Advertencia: Travestismo, y un poquito de palabras mal sonantes

∞ Resumen: Él le miro, desde lejos, con sus coletas rojas y sus abundantes pestañas. Invitándole indecente a que descubriera que había bajo el maquillaje y las bragas. Y el otro le siguió, a ese rincón del mundo para amarle y estar dentro, en se sentido literal que moja y ruegas por mas.

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Stage 5

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Hay demasiado ruido, son gritos que repiten una y otra vez la misma frase, se cuelan a través del pasillo y viajan por la red, como fotos y comentarios que timbran en notificaciones para todo aquel que no se encuentren el área central del espectáculo. Gaara lo nota cuando Temari abre su pequeño Black Berry y lo inclina, en una mueca de labios apretados y ceño fruncido, la duda le toma por un segundo antes de suspirar y pasarle el celular al pelirrojo que ha dejado su jugo a medio terminar y entre cerrado los ojos para que la foto del mensaje sea escaneada en su totalidad.

Lo único que pude pensar en es que Sasuke Uchiha lo ha vuelto hacer, va salirse con la suya y mantendrá a Naruto encerrado en su casa ante cualquier medio necesario. Así que se levanta, su rubio amigo ha caído, lo sabe al ver el plato de ramen desparramado en el suelo y la mancha en movimiento que es Sasuke tratando de detener un golpe que va directo a su cara.

Respira profundo tratando de no perder el control, se levanta abandonando su almuerzo e ignorando el grito de su hermana que le repite  “no lo hagas” sabe por la mirada fría que Gaara intervendrá, no por primera vez, en una disputa que no es la suya, pero que le afecta más aún que la simple discusión de pareja que ha estallado en la cafetería.

Ino lo intercepta en la entrada principal del edificio 2, se ve asustada y el pelirrojo trata de tener un poco de comprensión, es la primera vez que la Yamanka mira una pelea entre dos de sus amigos, más aún de aquellos que representan a la pareja del grupo, que hasta entonces se habían comportado por tres grandes razones, la edad, el lugar y que Itachi era su profesor de matemáticas y hermano mayor de Sasuke. Mismas que han perdido el límite que representaba para el menor de los Uchiha.

r13;Iruka-Sensei, ya viene hacia acá y creo que Hinata y Kiba han ido por Itachi-Sensei. r13;La voz de Ino es rápida, ha dado media vuelta para regresar a la cafetería al lado de Gaara, sintiéndose más segura ante el aura de determinación que el pelirrojo despide con su 1.52 de altura r13;. No sé qué paso r13;. Murmura con las cejas arqueadas, tratando de repasar en su memoria como es que todo estallo r13;. Estábamos comiendo como siempre, Chouji robaba piezas del almuerzo de Shikamaru y Hinata esperaba en la fila a Naruto para que comprara el ramen, Sasuke traía onigiris, si eso. Cuando Naruto llegó Sasuke estaba contestándole algo a Shikamaru y de repente solo estiro su brazo y le tiro la comida a Naruto. No fue un accidente, de eso si estoy segura.

r13;Ese jodido Uchihar13; Masculla Gaara lo suficientemente alto antes de morderse el labio inferior para reprimirse todo el vomito verbal que se le quiere escapar desde el estomago

Ino aún puede verlo, el brillo en los ojos de Sasuke al percatarse de la presencia del sonriente rubio a su lado, teniendo especial cuidado en inclinarse para depositar el tazón sobre la mesa y como es que el de cabellos oscuros espero hasta el último momento para moverse hacia su derecha y girar con el brazo extendido, pretendiendo tomar una servilleta para limpiarse. Pero si tan solo hubiese sido eso y no la sonrisa de medio lado y la voz arrogante que se burlaba de Naruto no hubiese sospechado nada. Sasuke quería pelea y tal parecía que ella era la única que se había dado cuenta, así que tenía que decírselo a Gaara, tenían que tratar de que el rubio saliera lo menos involucrado.

Cuando ambos alcanzaron las puertas de vidrio de la cafetería Ino supo que ya era demasiado tarde, la mayoría que estaba reunida se habían levantado, abandonando sus mesas, abriendo un perímetro para que los golpes que ambos se daban no fuesen al alcázar a ninguno por accidente. Ino apretó sus labios sintiéndose impotente, porque ahora tenía una vaga idea del porque Sasuke lo estaba haciendo, voy por el rabillo del ojo como es que Gaara parecía temblar de ira confirmándole que lo que en ese momento sucedía era a complacencia del Uchiha para impedir que Naruto se fuera el fin de semana a pasarlo con la familia Subaku.

Gaara comenzó a deslizarse entre las personas que gritaban “¡pelea, pelea, pelea!” como si fuese lo más lógico, su pierna choco contra una de las esquinas de las tantas mesas fuera de lugar, haciéndole retroceder sobre sus pasos, murmuro una maldición, para girar por la derecha y caminar por toda la línea en que la barra de comida estaba, la cocinera se mantenía inclinada sobre la caja registradora, sospesando la posibilidad de salir y poner un poco de autoridad. Y eso hubiese sido efectivo durante los primeros segundos no ahora en que Naruto y Sasuke rodaban por el suelo como un par de perros callejeros.

El pelirrojo consigue acercarse lo suficiente como para levantar una de sus piernas y dejarla caer sobre la silla cerca de Hinata que está hundida sobre sí misma, ha vuelto de la sala de maestros dejando a Kiba a cargo de esperar a Iruka e Itachi. Mantiene los brazos cruzados y los ojos dilatados, Gaara no sabe decir si está asustada o preocupada, porque ella es así, callada y apartada, no porque le guste su soledad o sea independiente, sino porque su personalidad insegura no le permite hacer nada más que mantenerse al margen y sombra de los demás, el pelirrojo suele irritarse con ello con facilidad pero no dice nada ante la adoración tan notable que siente por Naruto. Una fidelidad envidiable que muchos querrían de la chica Hyuga y sus grandes tetas saludando la pubertad de 14 años.

Logra pararse sobre la silla, y resalta, con sus ojos aguamarina y su cabello de fuego, su voz que ahora es más profunda ante el salto que ha dado para dejar la niñez suena lo suficientemente fuerte como para que más de uno le preste atención.

r13; ¡Naruto! 

Su voz se cuela entre los puñetazos y los gruñidos, se pasea ante el cabello rubio despeinado y el dolor en la mejilla, vuela por su cuello y resbala a través de su tímpano, resonando alto y claro, Naruto deja de ver a Sasuke para buscarle a él entre esa pequeña multitud que también ha girado a verlo. Gaara se cruza de brazos y le mira con el ceño fruncido, chasquea los labios y niega con la cabeza. Y eso es todo. No se necesita más para que Naruto se dé por vencido y suelte a su contrincante, rueda por el suelo para alejarse y se levanta al mismo tiempo en que el grito de un furioso Iruka retumba sobre la cabeza de todos. Itachi tras de él se abre paso por el medio de los alumnos, el sonido de las voces se convierte en un murmullo hasta terminar en un silencio en donde solo los pasos de los dos adultos se oyen en la cafetería.

Gaara abandona su posición sobre la silla y cierra los ojos con dolor, no lo ha logrado, lo sabe porque Itachi tiene su oscura mirada clavada en el rubio de mejilla hinchada y expresión asustada. Sasuke se ha incorporado de igual manera, pero en cambio de su novio- el mismo que le ha partido el labio – mira de forma arrogante a su hermano que no parece molestarse por el descaro del menor.

r13;Ustedes dos, está en la segunda vez en el trimestre ¿Qué es lo que pasa con ambos? ¿No pueden simplemente ignorarse antes de golpearse? r13;Iruka, manos en la cintura y expresión que augura un mal futuro se ha posicionado en medio de los dos, les mira unos segundos a cada uno y da un largo suspiro de decepción r13;Sasuke, dirigirte a la enfermería con Itachi-Sensei. r13;Sasuke le mira mientras se limpia con el dorso de la mano la sangre que le gotea del mentón, esta por replicar cuando Iruka indica con su mano la salida r13;Ya

Sasuke siente la mano sobre su hombro y la reconoce, esta ejerciendo presión sobre él, le obliga a caminar, su instinto dice que se resista que de un poco mas de pelea, que ahora tiene una nueva furia explotándole en el pecho ante esa entrada de diva espectacular de Gaara y su comunicación telepática con Naruto, que se vio como una muñeca reaccionado ante la voz de su dueña, pero lo reprime, como un abono acumulado de la próxima discusión que seguramente explotara entre los dos, tan inevitable como los besos que ahora quiere darle al rubio que declaran la culpa que siente ante ese rostro asustado que le regala el menor a Iruka y a él.

r13;Todos los demás recojan sus cosas y diríjanse al salón, la campana esta por sonar. Aquellas personas que perdieron su almuerzo o se vieron afectadas de alguna forma por esta situación pueden ir a la sala de maestros y dirigirse conmigo o Itachi-Sensei después de clases. Ahora dispérsense

Tras la última indicación de Iruka, la cafetería poco a poco se ha empezó a vaciar. Gaara mira a Kiba acercarse contra la marea de estudiantes que abandonan el lugar murmurando entre ellos como si temieran que el adulto los escuchara y terminara dándoles un castigo como una extensión de haber sido testigos y no haber hecho anda para detener la pelea. El castaño ubica a Hinata no porque sepa el lugar donde pueda estar, sino porque le mira a él, tratando de atrasar el cumplir la orden de irse, quiere saber qué es lo que pasara con Naruto.

r13;Es mejor irnos al salón r13;Es lo primero que dice Kiba una vez y ha llegado hasta a ellos, se inclina hacia Hinata que parece querer llorar r13; ¿Te sientes mal, acaso recibiste un golpe o algo así? r13;Le interroga preocupado, la chica solo niega con la cabeza, ojos en el suelo y espalda temblorosa. Kiba le da una mirada de arriba abajo y le cree. r13;Ino está en la salida esperándote, dice que Temari te esta mandando mensajes y no contestas.

Gaara asiente, mirando cómo en que Kiba le pone una mano en la espalda a la chica para comenzar a guiarla afuera. Y él piensa que ella parece más la victima de un ataque que la simple testigo de una riña de amigos. Esto le afecta, más de lo que quisiera y que se nota en todo su cuerpo. Porque Hinata no solo es la nueva amiga de la secundaria, sino la chica enamorada que no sabe resignarse a que su primer amor ahora vaya directo a la dirección por un novio que parece que no le ama. Gaara siente cierta empatía con ella, pero a diferencia de los pensamientos de la Hyuga, él sabe que es por amor por lo que Naruto le da una última mirada de disculpa mientras camina tras Iruka en dirección a su ejecución.

Ese solo es, el primero de muchos fines de semana en que Sasuke interferirá para que Naruto deje de irse de viaje con el pelirrojo y el rubio rompa con él por dos semanas. Pero ese día no es hoy, y Gaara se ve entonces a sí mismo, parado frente al espejo del baño, en esa cabañita de verano junto a la playa, con nuevo maquillaje que no puede estrenar y los moños de Naruto tirados por todo el lugar.

El ruido de la puerta le hace abrir los ojos, esta tendido boca bajo en la cama, el reproductor de la computadora con Calvin Harris suena contra el cristal de la ventana cerrada, atenuando el arrullo que el aire encendido provoca. Mira los pies desnudos sobre la alfombra y chasquea la lengua, puede reconocer la piel pálida y esa tendencia de uñas negras que no ha abandonado su propietario. Gira sobre sí mismo, trae un pequeño short y una camiseta sin magas, es domingo por la mañana y Sai no ha encontrado otra forma de romperle los pensamientos que instalándose a unos centímetros de él y el tocador donde descansas las extensiones de cabellos y el maquillaje regado.

r13;Capuchino y crepas, ahora.

r13;Helado

r13;Se derretiría, así que solo crema batida.

Gaara le mira con pereza, Sai sonríe ajeno a la depresión de recuerdos que parece atacarle últimamente, piensa que es la fecha, las tradiciones rotas que va dejando su relación con Naruko y su insana curiosidad ante un Lee que parece pasar horas corriendo por la pista de 100 metros planos y los kilos de libros tras su espalda cada vez que visita la biblioteca. Estira su mano, Sai la toma, dejándose caer en el suelo, abandona la bolsa de papel y los cafés junto a él, depositando un beso de mariposa en el dorso que esconde un tatuaje con base liquida diluida. Ha sido una larga semana, entre parciales de primera unidad y trabajo de medio tiempo en la agencia de arquitectura en lado este de la ciudad.

El pelirrojo se deja entonces hacer, por las manos de artista que le dan de comer crepas con fresas y nutella y un largo trago de capuchino cargado.

r13;Pensé que Naruto estaría aquí r13;confiesa Sai entre bocados de fruta y crema batida r13;He traído una crepa de mas. Que desperdicio r13;murmura con el conocimiento de que ninguno hará el intento de dar una mordida a esa llamada de diabetes que es el caramelo, chocolate y muchas moras con azúcar glas que al rubio le gusta sobre su postre. Gaara le ignora con maestría aprendida, Sai no se lo toma a mal, sabe que lo que quiere hablar es más difícil en realidad que resaltar el hecho de la falta de Naruto en ese día que debería ser una alianza contra la terquedad del pelirrojo. r13;Sabes porque he traído una ofrenda de paz ¿cierto?

r13;Puedo imaginármelo. Pero vamos, sorpréndeme con que Naruto no ha corrido hacia ti con la crisis de no saber cómo tratar el tema. r13;Gaara disfruta del sarcasmo en su voz, es más dulce que las fresas y lo regocija más, porque hay un parte pequeñita de él que se siente molesta ante la resistencia que tuvo el rubio antes de claudicar y buscar ayuda porque la preocupación por él le supero.

r13;Dice que no quiere que vuelvas a abrirte de piernas como con Kiba. Esa ha sido la peor caída que has dado desde que te conozco y créeme nadie de nosotros quiere romperle la cara a otra persona, tengo que cuidar mis manos, que de eso vivo pelirrojo.

r13;No es lo mismo de Kiba r13;suspira, resignándose a que Naruto jamás va superar ese acontecimiento. r13; No hare nada.

r13;Mientes, Ino y Ten-Ten me han dicho el plan que tenían y que fue aprobado por Naruto, aunque nada es realmente difícil de que él apruebe con las palabras bien escogidas r13;Sai sonríe, ante la ingenuidad del rubio y su gran corazón que ha provocado muchas revoluciones sin pretenderlo r13;Lee, parece ser el nuevo topic entre el grupo, por si no lo has notado. Incluso Sasuke- bastardo sabe quién es, creo que jugaron futbol hace unos años r13;. Gaara le mira con atención esta vez, eso no es bueno r13;. Conexiones pelirrojo, sabes que siempre hay que buscar conexiones, Gaako no se verá involucrada en algo que pueda ponerla en riesgo, y no pareces percatarte de eso.

r13;Exageran, Naruto y tu están llevado esto muy lejos. Lee no es nada, fue solo con quien me divertí en mi cumpleaños, termino.

r13;Te rechazo pelirrojo. No sabría decir si por estúpido y caballeroso.

r13; ¿Caballeroso?

r13;Ino lo menciono, que es ese tipo de hombre, con cartas por correo postal, y flores silvestres en ocasiones especiales. Ya sabes una especie rara a punto de la extinción. Eso me hizo pensar que dejarte en ese callejón fue más que un solo acto de rechazo, algo más complicado. Querías follartelo, pero él no hace ese tipo de cosas, va contra sus propias reglas. Neji me lo ha confirmado esta mañana, ambos estuvieron juntos en la misma preparatoria y jamás ha tenido novia, solo un enamoramiento por una tal Sakura, no más.

r13;Tonterías r13; Gaara abandona la cama, deslizándose al lado de Sai, y robándole un trago a su café r13;. Me dejo en un callejón el idiota r13;. El pelirrojo se toma una pausa antes de mirarlo con fijezar13;.  Ni siquiera sé porque hablamos de esto.

r13;No me engañas pelirrojo, tienes el orgullo herido, así que harás algo para raparlo, si Naruto no ha sido suficiente consuelo como siempre, lo harás.

Gaara aprieta los labios, Sai le conoce demasiado bien, nunca como Naruto, aunque el rubio también haya notado el leve cambio de rutina que a adoptado para poder vigilar a  distancia a Lee. La curiosidad se le esta convirtiendo en obsesión. Pero lo negara.

r13;Solo tengo que decirte esto, si por alguna razón pienso que Lee puede poner en peligro a Gaako, se acabo, y no solo hablo por mi sino por Naruto también, intervendremos igual que hace dos años.

Gaara observa a Sai, sacudiéndose las manos y abandonando su café entre los labios. Se inclina para darle un beso sobre la frente y se va. El pelirrojo se muerde el interior de la mejilla, porque no es un estúpido que arruinara todo solo por querer tener un nuevo encuentro con Lee, solo eso. Cuando lo obtenga lo dejara como lo ha hecho con todos los demás que han venido después de Sai.

Gaara se toca el lugar donde la caricia fue depositada y la limpia, la molestia se acrecienta en su interior.

La vibración de su celular en la cama, le hace girar, un nuevo mensaje de Naruto.

“Ya voy hacia allá, llevo emparedados, jugo y barniz”

Gaara sonríe echando la cabeza hacia atrás, sobre el colchón, porque puede que él se siente enojado con el rubio pero Gaako ama demasiado a Naruko como para negarle una sesión de uñas de color y película infantiles con comida casera. Gaara deja ir su conversación con Sai, sus planes para Lee y sus ropas de casa, para que el vestido blanco primaveral le recuerde cuan feliz le puede hacer cuando todo en la vida real no parece funcionar.

 

 


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