Sonreí con picardía para volver a tomarlo de la nuca y reiniciar los besos, esta vez más atrevidos, más pasionales al grado de que me recosté sobre el sofá y Sungmin subió a mi pelvis, todo sin dejar de besarnos.
Pasaba mis manos por su torso, sintiendo lo que la sudadera no dejaba que mirara, yo sentía sus besos en mi cuello, bajando por mi clavícula para regresar a mi boca.
-Sungmin.- susurré poniendo mis manos en su cadera.
Él comenzaba a moverse lento, tímido y hasta torpe. No es como si yo tuviera mucha experiencia en ello, pero si fuera Jonghyun quien estuvieran en mi posición y yo en la de Sungmin, desde hace rato hubiera empezado con lo que él tímidamente inicia ahora.
Aunque las caderas de Sungmin se movieran y se estuviera frotando contra mí, mi cuerpo no respondía como en otros momentos, con otra persona, ¿o será que es la primera vez que tengo el papel dominante que tardo más en responder?
Sin embargo, me encanta besarlo y sentir sus labios.
Así que dejé de tomar su cadera para llevar mis manos hacia sus mejillas y volverlo a dirigir hacia mis labios. Fue un beso demasiado excitante, como si a cada segundo que pasara Sungmin perfeccionara su técnica para hacerlo.
Me recargué en una de mis manos para levantarme, al hacerlo Sungmin retrocedió de mi cuerpo hasta sentarse en el sofá, de nuevo, nos miramos y comenzamos a reír.
-Lo siento.- susurró con las mejillas rojas, o con todo el rostro rojizo.
-No te disculpes.- dije sonriendo, tomando una de sus manos para ponerla en mi hombro y volverme a cercar a él para besarlo. –Que esto no es delito.- susurré sobre sus labios. –Es deleite.-
De inmediato sentí sus manos meterse bajo mi playera, entre mi chaqueta, su tacto era más sutil que las manos de Jonghyun, estas eran pequeñas y delgadas, pero me tocaban los mismo lugares.
El torso, la cintura, la cadera.
No quise quedarme atrás, pero tampoco lo quiero asustar, así que cuidadosamente deslicé mis manos por su torso también, las metí bajo su sudadera y pude sentir su piel.
Sentía el calor en mi cuerpo, me sentía embriagado y posiblemente no esté pensando las cosas, pero se siente bien y eso es lo que importa. Sus manos llegaron a rozar mi entrepierna así que yo también las dirigí a esa parte de él.
Me acerqué para besarlo de nuevo, al tener ese contacto tomé su erecto falo y él el mío. Mientras movíamos los labios nuestras manos comenzaron a marcar un viven lento, luego rápido, no quiero verme como un pervertido así que tengo que contener con lo que quiero hacer con mis manos.
No es como con Jonghyun que ya podía hasta pellizcarlo.
Así que sólo marqué un vaivén firme, pero rozando su miembro cada que me acercaba a su glande, al separarnos noté que Sungmin tenía los ojos cerrados, me sentiría un violador de menores por la forma en la que se movía su entrecejo.
Me incliné para comenzar a besarle el cuello, como él lo había hecho antes.
En otro arrebato de osadía, tomé parte de su piel entre mis dientes y la mordí, Sungmin se quejó pero ese quejido terminó siendo un gemido que disfruté bastante.
-Ahh~- presioné mi mano entorno a su falo, Sungmin juntó sus piernas y sentía su eyaculación bajo la ropa.
Suspiré en ese momento, estaba satisfecho.
Sungmin se dejó caer al respaldo del sofá, su respiración aun estaba agitada y los ojos los mantenía cerrados.
-Aun me gustas.- susurró entreabriendo los ojos, relamí mis labios al mirar los suyos, me senté a su lado y casi al momento Sungmin volvió a tomar mi falo, pero esta vez fue dentro de la tela porque lo gemí levemente al tacto. –Esto es deleite.- me susurró comenzando a mover su mano.
La sensación ahora era diferente, se sentía mejor que hace unos minutos. Lo hacía más rápido obligándome a elevar mis piernas y juntar las rodillas. Presioné los ojos y me mordí los labios para no gemir.
Su mano no dejaba de moverse rápido, sentía la presión sanguínea recorriéndome las venas, en especial la que brota en la sien.
-Ahhh~- tenía todos los músculos tensos durante la eyaculación, pero a los segundos dejé caer mi cuerpo al sofá, disfrutado del post orgasmo. –Oh por Dios.- susurré sonriendo, sintiendo mi pecho agitado.
Ambos nos miramos y comenzamos a reír de nuevo. Sólo que esta vez fue él quien se acercó a besarme.
-Tengo que irme.- susurró separándose. –Tengo que llegar a mi casa si no quiero tener problemas.- me miró a los ojos pero y sólo veía mi reflejo en ellos. –Mañana hay que salir de nuevo.-
-¿Quieres pasar a mi baño a limpiarte?- le pregunté antes de que saliera de mi sala de estar. –Está al fondo del pasillo.-
-Gracias.- contestó ya sin sus mejillas rojas. Suspiré y tomé mi celular, esto lo tiene que saber Minho. Sungmin se fue después de unos minutos, pero antes de irse volvió a besarme o yo a él, no importa el orden, me quedé sentado en el sofá, mirando los créditos de la película.
Noté que mi celular vibró y la pantalla se le prendió. Así que tomé mi celular para revisar qué paso. ¡Es un mensaje de Jonghyun!