-Fue una decisión madura.- no me imagino cómo ha de estar Donghyun, tomando en cuenta que Minwoo aun trabaja en el café, a menos de que lo haya despedido pero no creo que sea capaz de ello.
-¿Ese no es tu camión?- apuntó hacia la parada, volteé a verlo, afilé la mirada.
-No.- ese no dice que vaya a CU –Aun falta para que llegue.-
-¿Quieres que me lleve tu mochila a tu casa? ¿O a la mía?- me miró.
-Si puedes sólo lleva el regalo, traje las cosas para el diplomado también.- palmeé mi mochila, porque hoy no toco portafolio.
-¿A qué hora vas a llegar?- me miró sonriendo.
-Espero a las seis ya estar aquí.- dije. –El crucero que tomaremos para ir a Jeju sale a las ocho de la noche, para que hagas tus maletas.- eso hizo que sonriera aun más.
-¿Tú ya las tienes listas?-
-No.- se me olvidó hacerlas, lo importante era tener el cortometraje listo. –Pero ya las podré hacer.-
-Si quieres yo las hago por ti.- me sonrió, pero me da miedo el tipo de ropa que pueda empacar. –Ándale, déjame hacerlo. Tengo un montón de fotos tuyas así que sabré que tipo de ropa llevar.-
-Está bien.- sonreí. -Has mis maletas.- sólo espero que no empaque una tanga o algo similar.
-Gracias.- susurró abrazándome. –Empacaré también tu traje de baño.-
-Ah, ha, ha.-
-¿Ese es tu camión?- afilé la mirada, sí es ese.
-Ya me voy.- susurré abrazándolo. –Regreso antes de las siete.- tomé sus mejillas para darle un beso en los labios. –Estate listo para ir a Jeju.- sonreí.
-Estudia mucho.- susurró mirándome, antes de volver a caer en su mirada giré mi rostro. –Vendré a recogerte.-
El camión se estacionó en la parada, abracé a Taemin una vez más y luego subí. Pagué mi boleto y caminé hacia los asientos medios, mientras el camión avanzaba seguía despidiéndome con la mano de Taemin hasta que lo perdí de vista.
Escuché una arcada cerca de mí así que volteé para ver qué pasaba.
-Nicky.- susurré.
-Ustedes me dan eso.- tomó su mochila e hizo que me cambiara de asiento para que él se sentara a mi lado.
-Hola.- lo saludé.
-Hola.- me sonrió. –¿Vas a tu diplomado?- asentí levemente. –¿A qué hora sales?-
-Ya tengo planes.- contesté mirando por mi ventana.
-Oh por favor, no te quería invitar a ningún lado, sólo quería charlar.-
-¿Cómo vas con Victoria?-
-Bien, supongo. Ya no trabaja en ese lugar, ¿lo recuerdas?- cómo olvidar se club +18 en el que me arrastraste.
-¿En dónde trabaja ahora? ¿O no lo hace?-
-Es ayudante de una pintora.- alcé las cejas por eso. –¿Puedes creerlo? De estar vendiendo bebidas alcohólicas pasó a esta ayudándole a una pintora.-
-Eres bueno.- dije asintiendo. –Le haces bien a las personas.-
-Júntate conmigo más seguido.- me sonrió, pero negué lento.
-Así estoy bien.- susurré riendo. –¿Por qué estabas aquí?- en Seúl.
-Para la siguiente voy a mandarte un mensaje cuando venga.-
-No es necesario.- contesté negando.
-Sigues con ese chiquillo.- asentí.
-Oye Nicky.- susurré mirándolo. –¿Te cae mal Taemin? ¿O por qué siempre hablas con un tono despectivo de él?-
-No me cae mal, me cae mal quién sea que esté contigo. Cuando ya no sea nada de ti hasta podríamos ser amigos. Hablar de cómo eran tus besos y cómo se sentían tus manos, pero ahora no.-
-Oh wow, ¿entonces eres como mi protector?- pregunté bromeando, Nicky negó riendo. –Oh perdón, perdón eres mi mago.-
-Era TU mago.- susurró mirándome. –Recuerda, te dije que ya no lo era.-
-Cierto, ya no he visto tu avatar en el juego.- a veces que quiero charlar con él ya no lo encuentro y tampoco le quiero hablar a su celular porque podría volver a malinterpretarlo.
-Lo borré, te lo dije.- contestó fastidiado. –Encontré un juego mejor y más entretenido. Luego te lo paso.- asentí sonriendo.
-Yo también encontré un juego diferente, pero muy entretenido.- dije sonriendo. –Luego te lo paso.-
-Estás muy enamorado de ese tipo, ¿verdad?- miré a Nicky, iba a decir algo pero me miró y sólo cerré la boca. –Intenté hacerte mirar por qué no es bueno que estés con él, pero como la burra al trigo, ahí estás.- alcé aun ceja sorprendido. –Ya es tu problema, yo quería salvarte pero bien dicen, no puedes ayudar a quien no quiere.-
-¿De qué estás hablado?- pregunté algo serio y semi molesto, no de nuevo por favor.
-De que Taemin…- me miró por unos segundos, yo esperé a que siguiera hablando. –No tiene caso que te lo diga, mejor olvídalo.- ¡no!
-Dime.- dije serio.