-Ah, ah… ¡Ah! ¡Minho!- sentí que una de sus manos fue hasta mi pelvis y la puso ahí, como deteniéndome así que disminuí el movimiento. –Ah~ tonta…- alcé una ceja.
-¿Qué dijiste?-
-¡Ah! Nada, tonta cama, se está moviendo mucho.- sonreí casi orgulloso y pervertido, dejé su pierna sobre su cuerpo para levantarme de la cama y tomarla de nuevo, así las abrí para meterme entre ellas y volver a penetrarlo. –Ahh~-
-¿Quién no resiste?- pregunté moviendo mi cadera suave, solo para hacer que se acostumbre de nuevo. –¿Ah? ¿Señorito Lee?-
-Tú, Entrenador.- susurró mirándome con sus ojos entreabiertos y desafiándome.
-Eso supuse.- incremente paulatinamente el vaivén, veía como Taemin cerraba los ojos y los presionaba, incluso se aferraba a la cobija mientras contraía su interior.
Mi cadera comenzó a golpear fuerte contra las pompis de Taemin, mi miembro se hundía cada vez más fácil, sentía sus paredes expandirse mientras entraba y sus gemidos se incrementaban.
-¡Me, me riendo!- volvió a detener mi pelvis. –¡Me rindo! ¡Me rindo! ¡Tú ganas!- puso fuerza en su mano para que no volviera a entrar, miré su rostro, estaba presionando sus ojos.
-¿Estás bien? ¿Te lastimé?- parece que sí.
-No… no.- susurró tocándose la frente.
-¿Seguro?-
-Mejor ven y dame un besito en mi colita.- se giró para ponerse a cuadro, pero bajó su pecho hasta pegar su mejilla en la cama, así dejó elevada su cadera. –Porque se portó bien.-
-¿Cómo puedes decir eso? Pervertido.- comencé a masajear los muslos de Taemin, él sólo suspiraba y gemía quedito. –Estás cansado.- me incliné para estar a su altura, soplé levemente haciendo que contrajera sus paredes.
Pasé mi lengua por la entrada dilatada de Taemin, sentí sus grietas contraerse y expandirse al ritmo de sus gemidos y la respiración.
-Minho~ aun no me ganaste, sólo… te di una falsa ventaja.- introduje mi lengua en su cuerpo, se sentía caliente, suave y salado.
Con mis manos separé más sus pompis para seguir disfrutándolo.
-Me… me rindo.- sonreí pero no dejé de pasar mi lengua por su cuerpo. –¡Tú ganas!-
Terminé por darle un beso bastante tronado por su dilatación, luego sólo me hinqué en la cama para dejarlo recostarse.
-Gané.- confirmé gateando para estar a su altura y acostarme también. –¿Estás bien?- porque su rostro no me dice placer si no, no sé, cansancio y dolor. Quizá dolor.
-Estoy cansado.- susurró cerrando los ojos. –Vuelve a hacer eso. En mi colita.- sonreí pero negué sentándome en la cama. –Por favor~ tengo sueño, sólo quiero que me sigas besando.-
-Si te quedas dormido me sentiré como… mal.- casi igual a estar con un maniquí.
-Hazlo pofis~-
-Mejor sólo descansa, más tarde te daré ese besito que quieres.- despeiné su cabello, me levanté de la cama y lo acomodé para que esté cómodo, antes de cubrirle con la cobija vi la notable mancha de esperma que había bajo Taemin, bueno, había un montón pero una estaba bajo el miembro flácido de Minnie.
-Tú sólo prometiéndome besos y besos.- tenía los ojos cerrados, supongo que sí fue agotador. –Mentiroso.-
-Taemin.- suspiré. –Sí un poco, sólo lo necesario.- sonreí, él sólo tragó saliva y no se movió más. –Descansa.-
…
-Sabe muy rico.- susurró Taemin cubriendo su boca porque seguía mascando.
-Me alegro.- terminé de teclear para mirar a Taemin. –Ya le mandé un e-mail a nuestras mamás avisándoles que todo está bien.- asentí cerrando mi laptop. –A mi mamá le dije que estamos ya en el hotel y que si quería venir, lo hiciera. También le avisé el plan que tengo en mente para el primer día.- así sabrá a qué hora puede venir y encontrarnos.
-¿Ya tienes planes?- me miró comiendo parte de waffle.
-Sólo para la noche.- así que mi mamá puede venir de día. –En el día podemos hacer lo que tú quieras.- lo miré y Taemin asintió.
-No tengo muchos planes, pero podemos ir a la playa, estar en la piscina. La última vez que estuve aquí, sólo íbamos a donde Donghyun necesitaba ir.- se encogió de hombros. Asentí por eso, bueno, entonces iremos a la playa.
-Toma una ducha después de que termines, voy a llamarle a mi mamá para que nos oriente con lo que haremos.- me levanté de la silla para ir hacia la habitación, sentí los pasos de Taemin tras de mí y al mirar por encima de mi hombro lo vi. –¿En qué piensas?- pregunté entrando a la habitación.
-En nada.- contestó riendo. –De hecho, estaba viento tu pantalón.- lo miré, quizá me manché de algo mientras comía. –Por no decir tus pompis.- sonreí apenado.
-¿Qué hare contigo?- pregunté caminando hacia la mesa de noche para tomar, ¡oh! Una llamada entrante. –¿Hola Key?- decía que era su número. –¿En serio? ¡Qué genial!- sonreí. –Cada quien puede usar las palabras como quiera, déjame decir “qué genial”.- sentí que Taemin me miraba, volteé por encima de mi hombro, se está desvistiendo. –Llegaremos el domingo muy tarde, creo que lo mejor será ir a la del martes.- para anotarlo en mi agenda.
Si tuviera una.