-Pero eso ya lo sabes.- contestó. –Y si te digo que no hables con extraños, en realidad no disfrutarías tus dos horas porque no tendrías que hablar con nadie.- tiene un punto, creo.
-Pero me refiero…-
-Sé que no harás nada malo.- presionó su mano sobre la mía así que las miré. –Confío en ti.- hice un pucherito porque no quería soltarme a llorar. –¿Tú confías en mi?- asentí efusivamente. –Entonces la única regla es llegar al departamento para comer.-
-¿Y si coincidimos? ¿Nos separaremos de nuevo?- pregunté y miré hacia sus ojos, el lente no fue obstáculo para mirar sus pupilas.
-Sí.- ouh. –Y nos volveremos a ver en el departamento.- supongo que si no, no tendría sentido esto de las horas de privacidad.
-Está bien.- contesté sonriendo, pero suspirando también.
-Lleva tu celular por si ocurre una emergencia.- lo sacó de la bolsa de su short para dármelo. –O si te perdiste.- asentí mirando la pantalla oscura. –O si me perdí.-
-¿Puedo decir algo?- dejé de mirarlo para voltear a ver el rosto de Minho, él asintió. –Te amo.-
Minho tiró de mi mano para abrazarme, también sentí su aliento cerca de mi cuello incluso en mi oído.
-También yo.- susurró dándome cosquillitas. –Cuídate y no comas.- nos separamos lentamente, pero antes de hacerlo por completo, me besó la mejilla e inmediatamente se lo regresé en la suya.
-También cuídate.- susurré al separarnos. –Nos vemos.- me despedí con mi mano, él asintió. Tuve que girarme para seguir caminando en la misma dirección que ya llevaba, volteé por encima de mi hombro para saber si se fue o si me sigue, pero sólo estaba ahí, recargado en la protección del muelle, mirando hacia el mar.
Suspiré y giré en una esquina para ir hacia la ciudad, tengo que encontrar al papá de L.Joe, o al menos una de las tiendas Lee para darle la tarjeta.
Tuve que pedir direcciones y para llegar más rápido tuve que correr porque no traigo mi billetera, sólo mi celular.
Al entrar a la tienda le mostré a la recepcionista que llevaba una tarjeta de la tienda, ella asintió y dijo que tenía que verificar que fuera legitima para que tomara la ropa que me gustara, pero antes de que la revisara le dije que no quería nada, sólo hablar con el Sr. Lee.
Luego sólo me llevó por los pasillos de la tienda hasta llegar al segundo piso, al fondo, en donde se supone debería de estar.
Llamé a la puerta un poco nervioso y asustado, pero es sólo el suegro de Niel, no tiene nada de malo. Ni loco. Ni raro.
-Pase.- un hombre grandote me abrió la puerta. Pasé saliva y entré con cuidado. –Sr. Lee.- supongo que tiene que ser el que está en el escritorio. Pero quien volteó era otro hombre, el que estaba de pie a un lado, mirando el documento que el otro le mostraba.
-¡Yerno!- gritó abriendo sus brazos, miré disimuladamente hacia ambos lados para buscar a Niel, a lo mejor y él ya estaba aquí. –Sr. Bang en otro momento terminamos de revisar las ganancias de esta tienda, ahora déjeme un momento solo.- el otro señor se levantó de su sillas tras el escritorio, hizo una reverencia y luego salió junto con el hombre grandote que me abrió la puerta.
-Buen día.- saludé nervioso.
-Dime hijo, ¿cómo has estado? ¿Te hiciste algo en los labios?- los intenté mirar pero no veo nada raro.
-Creo que me está confundiendo.- susurré mirándolo. –Mi nombre es Lee Taemin.- caminé para estrechar mi mano.
-¿No te llamabas Daniel?- negué lento.
-Soy amigo de él.- dije haciendo que el señor asintiera. –Y sólo venía a entregarle esto.- saqué de mi bolsillo la tarjeta que Niel me dio. –Y si acepta sugerencias, Niel dice que es más fácil hacer una talla más chica para hombres que la línea de pantalones para mujer.- y fin, mi trabajo aquí está hecho.
-¿Su tarjeta?- preguntó leyéndola.
-Tengo que retirarme.- no quiero saber sus dramas, eso es algo que sólo Niel y L. Joe saben, y Chunji… tal vez Minsoo también pero yo no tengo nada qué ver.
-Espera, entrégale esto a Daniel cuando lo veas.- presioné los ojos molesto, no quiero, pero igual tomé el sobre. –Y esto se lo das a Byunhun.- ¿quién es ese?
-Claro.- contesté.
-¿Eres amigo de ellos?- no.
-Sí.- sólo de Niel.
-¿Los has visto juntos?- no.
-Sí.- si me pongo a pensar, tal vez sí los recuerde pero últimamente sólo he visto a Niel.
-¿Crees que tengan futuro juntos?- ¿qué es esto? ¿Las mil preguntas?
-No sé, eso sólo ellos lo saben.-
-¿Crees que sí… ellos dos, se amen?- no.
-No tengo nada qué opinar de ellos dos.- contesté, y tal vez sea maleducado, pero es la verdad. –No sé si L. Joe ame a Niel ni si Niel también lo ame, pero dicen que sólo la persona correcta te hará cambiar, y Niel ha cambiado bastante.- de menos a cuando estábamos juntos sí. –Y creo que eso es bueno, ¿no lo cree?-
-Pues sí.- contestó riendo.