¡Mi mamá! Quizá llegó en la noche mientras dormíamos, me levanté del suelo para terminar de cobijarlo, entonces noté que estaba sudando pero no paraba de temblar, le sequé la frente con cuidado.
-Espera, voy por ayuda.- le susurré, noté que su entrecejo se movía pero no podía abrir los ojos, no me quedé más y corrí por las escaleras hasta llegar a la habitación de mi mamá, por favor, que esté en casa.
Abrí la puerta de golpe y suspiré aliviado al verla dormir, me acerqué para despertarla.
-Mamá.- susurré moviéndola del hombro, ella comenzó a moverse también como queriendo despertarse. –Mamá, Minho está temblando mucho.- no paré de moverla hasta que abrió los ojos.
-Cúbrelo con la cobija.- susurró girándose para seguir dormida pero no la dejé.
-Está temblando y sudando. Está completamente cubierto con la cobija y no puede despertarse.- por fin mi mamá abrió los ojos y se sentó en la cama.
-¿Qué cenaron?-
-Lo último que comimos fue cereal.- me retiré de la cama porque se levantó. –Mamá tengo miedo, ¿qué hago?-
-Espera, ¿siguen en el sofá?-
-Sí, estaré con él.- susurré para salirme porque noté que llevaba pijama y bien, es incómodo verla con pijama.
Bajé las escaleras sin dejar de ver a Minho que seguía temblando, sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas así que las bajé corriendo para estar a su lado.
-Minho, ¿estás bien?- susurré moviéndolo, pero no lograba abrir los ojos. –No me dejes, por favor.- seguí limpiando el sudor de su frente, incluso su pecho está cubierto de sudor pero no sé si debería de descubrirlo porque está temblando muy fuerte.
-Déjame ver.- susurró mi mamá. Me hice a un lado para dejarla pasar, puso su mano en la frente de Minho y se le perdió la mirada por unos segundos, en lo que me estuve mordiendo las uñas.
-¿Qué tiene?- pregunté mirándolo.
-Minho, hijo, ¿qué sucede?- le preguntó también retirándole el cabello de la frente, me sorprendí porque él abrió los ojos y miró a la mi mamá.
-Buenos días.- susurró frunciendo el entrecejo.
-¿Cómo te sientes? Ven, siéntate.- me extrañó porque parecía que Minho no se daba cuenta de lo que pasaba con su cuerpo, hasta que para sentarse vio sus manos y las notó temblando.
-¿Qué me pasa?- susurró mirándolas moverse.
-¿Tienes frio?- le pregunté pasando por encima de la esa de centro para ir a su lado.
-No.- susurró negando pero sin dejar de temblar.
-Espera, te daré una pastilla.- mi mamá salió a prisa de la sala de estar para ir a la cocina. Yo me quedé a un lado de Minho y tomé su mano que aun temblaba.
-¿Te sientes bien, bebé?- susurré mirándolo, creo que yo estoy más asustado que él.
-Sí descuida.- me sonrió pero aun tiembla, siento un nudo en la garganta por verlo así. –No pasará nada.-
-¿Pero por qué estás temblando y sudando?- susurré limpiando el sudor de su frente de nuevo. –Si estás sufriendo dímelo para ayudarte.-
-No me duele nada, descuida, pero no sé por qué estoy temblando.- me sonrió y apretó su mano en la mía. –¿Te asusté?-
-No seas tonto, dime si te duele algo. No me perdonaría que te ocurra algo y no haberte podido ayudar.- incluso su playera está húmeda por el sudor de su pecho.
-Es qué no me duele nada, tampoco tengo frió y de hecho sí los oí hablar pero pensé que eras tú de quien hablaban porque me siento bien.-
-Minho.- ambos volteamos hacia la cocina en donde estaba mi mamá con una taza en su mano y una servilleta en la otra.
Me levanté para ir por la taza y la pastilla pero Minho lo hizo antes que yo, me mordí el labio porque aun mientras caminaba estaba temblando. Así que me puse a su lado para ayudarle a caminar hasta llegar al comedor.
-Toma esto y termínate el té.- le entregó la pastilla y yo tomé la taza de té.
-Gracias.- susurró Minho tomándola. –Perdón por todo esto.-
-No seas tonto.- contesté entregándole la taza de té. –No pidas perdón por esto.-
Se me pasó el coraje porque mientras Minho se tomaba el té su cuerpo dejaba de temblar. Eso me alivió sin duda.
-¿Ahora te sientes mejor?- preguntó mi mamá cuando Minho terminó con el té.
-Sí, gracias.- susurró bajando la taza, se la quité de las manos para lavarla, Minho ya no temblaba y creo que había parado de sudar. –Perdón no sé cómo paso.-
-Taemin me dijo que sólo comieron cereal. Pero quizá…-
-No.- dijo Minho mientras me secaba las manos. –Es verdad, sólo comimos cereal.- regresé a la sala de estar. –Pero soy friolento, creo que me quedé dormido antes de revisar que todo estuviera cerrado y simplemente me dio un ataque de frio.- ¿ataque de frio?