-¿Eso te tiene así?- pregunté volteando por encima de mi hombro, pero sólo pude ver la cabellera de Taemin. –No tiene por qué…-
-Sí quiero vivir contigo.- mis labios sólo se quedaron separados, los cerré lento y terminé sonriendo. –Pero aún no estoy listo.- sentí que su abrazo se intensificó. Eso sólo me hizo sonreír enternecido.
-Eso lo sé.- susurre. –Cuando lo dije era a largo plazo. Quizá en diez años. Cuando ya tenemos carreras universitarias y podamos mantenernos solos. Por ahora, sé que ni tú ni yo somos autosuficientes, pedirte que te mudes ya, sería un suicidio.-
-¿Entonces no estás molesto?-
-No.- contesté poniendo mis manos en las suyas para separarlas. –Tengo frio.- susurré casi riéndome. –Key nos invita hamburguesas.-
-¿Cómo no estás molesto por eso?-
-¿Debería?- pregunté girándome para mirarlo de frente. –Pero si quieres que me moleste, lo haré.-
-No, no quiero que te moleste, es sólo que no entiendo por qué éstas tan calmado.- sonreí después de suspirar, Taemin regresó caminado a su cama pero antes, tomó la bolsa de hamburguesas. –Eres complicado.- sonrió mientras tomaba una.
-No estoy molesto porque ni yo estoy preparado ahora para vivir juntos.- caminé hacia la cama, noté como Taemin le quitaba la envoltura a la hamburguesa. –No tengo un empleo, ni en Cortadores de Césped gano mucho dinero para mantenerme menos para mantenernos a los dos. No soy complicado, soy realista.-
-Está bien si te ofendes pero, cuando estaba con Niel era todo tan fantasioso que me quedé acostumbrado a esa sensación. Incluso si yo digo “viviré con Minho” me suena a fantasía, a un sueño. Pero si lo dices tú es diferente… es real.-
-“Viviré con Minho”.- repetí esperando notar eso que dice Taemin pero las palabras me saben igual. –Pero todo está bien.- me senté a su lado. –No estoy molesto, ni tú deberías de enojarte porque harás mal la digestión.-
-Je, je… toma una tú también.- me tendió la bolsa con dos dentro, la que sería de ChangMin y la mía.
-También compró papas fritas, pero esta vez decidí que yo me quedaría con ellas y tú con mi hamburguesa.- sonreí un poco apenado pero Taemin también.
-¿¡Cómo es que lo recuerdas?!-
-¡No sé! No lo sé.- contesté riéndome porque me estaba golpeando el hombro mientras se reía pero estaba completamente rojo. –Esa fue nuestra primera cita, debería de recordar eso.-
-Nuetras primera cita fue… ¿fue en los videojuegos?- me miró pero sólo pude notar la mancha de cátsup que se escurría por su comisura, así que estiré mi mano hasta su barbilla, luego le retiré la mancha con el pulgar. No le vi mal así que llevé mi dedo a mi boca, la cátsup nunca debe de ser desperdiciada. –¡No hagas eso!-
-Es cátsup.-
-De todos modos.- susurró haciendo un pucherito.
-No lo haré de nuevo.- contesté asintiéndole. –Descuida.- me recosté en su cama y miré el techo, sonreí porque aún tiene las estrellas pegadas. –No se han caído.- las apunté.
-No, las pegué muy bien.- asentí por eso. –¿No vas a comer?-
-Estuve comiendo papas fritas.- contesté sintiendo como Taemin se acotaba también, pero no, me levanté y lo senté. –Hay una razón por la que no podemos comer acostados.-
-¿Crees que me voy a ahogar?- preguntó mirándome algo desafiante.
Si el digo que sí lo más seguro es que quiera probarme que me equivoco.
-Creo que puedes manchar las cobijas.- eso suena mejor. –Vamos al comedor.- me levanté de la cama y estiré un poco.
-Prefiero quedarme aquí.- susurró volviendo a sentarse en la cama.
-Te llevo.- me giré para mostrarle al espalda, no pasaron dos segundos él me abrazó por el cuello y terminé aferrando mis brazos a sus muslos que rodeaban mi torso.
-¿Hamburguesa?- me la mostró más cerca de mi rostro pues el suyo estará sobre mi hombro.
-Un poco.- contesté abriendo la boca, espero que esta vez no me bromee y me deje con la boca abierta. Pero no fue así, sino que pude darle un mordisco a la hamburguesa.
-¿ChangMin ya no va a regresar?- comencé a caminar para salir de la habitación, me agaché un poco al pasar por la puerta, no quiero que Taemin se golpee.
-Parece que ya no.- contesté caminando por el pasillo. –¿Quieres que venga?-
-¡No!- sonreí por eso. –Es decir, no.-
-Está bien.- susurré comenzado a bajar las escaleras. –Parece que ya solucionó su conflicto.-
-Él de verdad quiere a Kyuhyun, ¿cierto?- terminé de bajar las escaleras para ir hacia el comedor pero en lugar de abrir una silla, preferí sentarlo en la barra que divide la cocina. –Por eso tenía ese conflicto.-
-Ellos estuvieron juntos mucho tiempo, le ayudó a Max a crecer como persona así que es parte importante de él.- susurré cuidado de que Taemin no se resbalara de la barra. -ChangMin realmente lo ama.-