-¡Oh, Taemin!- volteé por encima de mi hombro. –Estaba revisando tu proyecto.- me giré para ver mejor a la profesora Jung.
-¿Está todo bien?- en ese me ayudó Jonghyun hyung.
-Sí, pero como te fuiste corriendo cuando sonó el timbre no escuchaste las indicaciones.- ¡ah!
-¿Qué indicaciones?- pregunté.
-Has una pequeña exposición de cinco minutos para presentarla en clase. La exposición vale la mitad de la calificación, la otra mitad es el examen para que te prepares.- asentí efusivamente.
-Gracias por avisarme.- dije e instantáneamente volteé hacia el pasillo para ver que Minho salió de las oficinas.
-Entrenador.- me quedé con la boca abierta porque Jung se me adelantó. –Buen día.- ¡maldita!
¿Cómo se atreve a coquetearle enfrente de mí?
-¡Buen día!- vaya. –¿Listo?-
-Sí.- susurré. –¿Por qué te sigue coqueteando?-
-No me estaba coqueteando.- contestó tomando mi mano. –Y si fuera así no importa. A mí no me interesa.-
-Bueno… pero a mí me molesta.-
-No debería.- contestó. –Porque aunque me coquetee yo jamás le preguntaría “¿prefieres el rol del profesor o el del policía¨?” a mí me gustó más el del policía.- sentí que de nuevo mis mejillas se ponía rojas.
-Minho~-
-El del Profesor no se me hace tan excitante porque si lo hago será más difícil tenerte en mi clase, pero ¿cuándo serías policía? Oh espera, ¿todavía quieres ser policía?- negué efusivamente. –Lo vez, es más improbable esa del Policía.-
-¿De verdad quieres hacer lo del rol?- pregunté un poco nervioso, asustado y excitado.
-Sí.-
…
-Creo que yo no puedo entrar.- susurré mirando el letrero con letras moradas pero brillantes. –Dice que no menores de edad.-
-Luego vendremos.- susurró tomando mi mano para girarnos y dejar de ver la sexshop. –O podemos verlo en línea.-
-¿Qué no también dice que no menores de edad?- pregunté caminando a su lado, me sigo sintiendo algo desnudo pero no sé en qué sentido.
-Sólo le dices que “sí soy mayor de edad” y ya.-
No dije nada pero me di cuenta de que tenía un pequeño puchero en mis labios.
-¿Quieres ir a comer algo? ¿O a casa?- nos detuvimos cerca de La Fuente de Sodas.
-¿Qué quieres hacer tú?- pregunté.
-Yo pregunté primero.- susurró sonriéndome. –Cualquiera de las dos está bien.-
-Tomemos algo en La Fuente de Sodas, luego vamos a casa.-
-Bien.- tiró de mi mano de nuevo para entrar a la tienda y pedir un par de sodas, con ellas fuimos a sentarnos en una mesa sólo que me levanté para ir a tomar una revista. Tomé Tiger Pop y El Zumbadero para él. Esa revista es más científica así que es buena para él.
-¿Te puedo hacer una pregunta?- deslicé la revista por la mesa hasta que llegó a su lado.
-Dime.-
-¿Estás bien?- pasé saliva porque Minho dejó de moverse, miró la revista y relamió sus labios.
-Sí.- contestó abriéndola.
-¿Seguro?- pregunté. –Porque has estado actuando un poco raro, y cada día que pasa es aún más raro que el anterior.- su rareza se intensificó el sábado cuando le dijeron que ChangMin ya tenía el traje para la boda.
-Todo está bien.- susurró mirándome. –No te preocupes.- me sonrió pero eso me hizo alzar las cejas un poco nervioso.
-¿Te quieres ir a Japón?-
-El sábado estaría bien.- susurró cambiando de hoja, no lo dudé más, me levanté de mi asiento para ir a sentarme a su lado.
-No te preocupes.- susurré abrazándolo por la cintura. –Todo va a estar bien.- incluso recargué mi mejilla en su hombro.
-No lo sé, Taemin.- su voz incluso sonaba un poco rota. –Pero quiero creer que sí.-
-Si no quieres ir a Japón podemos buscar un destino diferente.-
-Taemin… ¿tú vas a ir a la boda de mi mamá?- su voz sonó tan pequeña que temblé un poco.
-Debería de ir.- susurré. –¿Porque sabes? Me gustaría que ella estuviera en la nuestra pero no haría algo que te lastimara.- incluso le besé el hombro para volver a recargarme en él. –¿Tú vas a ir?-
-Voy a ir a Japón ese día.- contestó riéndose un poco, eso me hizo sentir mejor.
-Nos vamos a ir a Japón ese día, querrás decir.-
…
-Voy a pasear a Jocker y haré mi tarea, también tú tienes que hacer lo del diplomado y descansar.- dije parado bajo el umbral de mi casa. –Cuando te desocupes puedes hablarme e iré a tu casa a prepararte la cena.- susurró tomando sus mejillas para presionarlas y hacer que sus labios se alzaran. –¿Okey?- Los besé por un segundo.