-La salida que quieres tomar no es la correcta.-
-Pero es la más fácil.- susurré.
-Es normal tener miedo, yo también he estado asustado.- me volví a recostar en la cama. –Pero piensa en lo que harás, Minho es una persona muy objetiva pero eso de irte a Japón el día de la ceremonia no se me hace lo correcto.-
-No es literal.-
-Sigue siendo una escapatoria.-
-¿Quieres ser lógico o quieres ser mi amigo?-
-Las dos cosas.- contestó sonriendo. –Creo que querer irte a algún lado con él ese día le demuestras apoyo, pero tu suegra no lo verá así.-
-Quiero que Minho esté bien.- susurré. –Incluso si nos vamos a La Fuente de Sodas o a dónde sea, pero quiero que esté bien.-
-Si quieres que esté bien entonces apóyalo, pero apóyalo correctamente.-
-Es que no sé cómo hacerlo.-
-“Para tener y sostener, para bien y para mal, en la riqueza, la pobreza, en la salud y en la enfermedad”.-
-Hasta que la muerte nos separé.- finalicé. –Pero…-
-No hay ninguna clase de manual en dónde se diga cómo se tiene que hacer, ahí reside lo emocionante de una relación, que cada quién lo hace a su manera.- vaya… eso sonó muy bonito.-Eso dice Minsoo.-
-Minsoo es muy inteligente.-
-Ni tanto.- susurró sonriendo. –Cuando quiere, mejor dicho.-
-¿Sabes besar, Taemin?- alcé la ceja derecha y lo miré extrañado. –Hazlo así con Minho, hazlo lento, tierno, calmado y pasional. Seguro eso lo hará estar más cómodo.-
-¿Quieres que me acueste con él?- pregunté sonriendo. –No te creas, entendí lo que quieres decir.-
-Escucha atentamente.- Niel se sentó en la cama y me miró. –“Eres para mí una descarga, un halo de electricidad.” “Pero no somos tan distintos, mi alma la tripula el viento de tu respiración” “Que no nos duela respirar; una actitud, una mirada, una señal” “Eres para mí una maraña de versos sin adulterar, la longitud, mi debilidad”.- tuve el impulso de aplaudir un poco y así lo hice. –Sonó bien, ¿cierto?-
-Bastante.- contesté sonriendo.
-Eso se lo escribió alguien a Minsoo, él lo convirtió en una especie de reglas. Dijo “si vives tu relación con L. Joe con estas ‘reglas’ te garantizo que vivirán eternamente agradecidos conmigo” te confío las reglas ahora para que puedas vivir eternamente agradecido conmigo.-
-Gracias… Niel.- susurré sonriendo. –¿Eso haces tú con L. Joe?- ambos nos volvimos a recostar.
-Eso intento.- contestó asintiendo. –Pero no es tan fácil como parece.-
-Lo imagino.- dije suspirando. –Todo el tiempo he dicho que seré alguien mejor para Minho, también quiero aportar a la relación, a nosotros, pero cuando llega el momento me acobardo y él termina haciéndolo todo.-
-Bueno, diré que no es tu culpa.-
-Y cada vez que llorábamos yo le juraba “voy a cambiar” “voy a mejorar” “haré que estés orgulloso de mí también” “déjame ser quien cargue el peso esta vez” pero nunca lo conseguía, pero ahora que me has confiado las regla de Minsoo me siento preparado.- ser el halo de electricidad, no somos tan distintos, mi alma la tripula el viento de su respiración. –Mañana seré una persona mejor.-
-Esto es lo que siempre haré por ti, Taemin. Te ayudaré y evitaré que te rompan porque la última vez fue difícil verte a unir tus pedazos.-
-Gracias Niel.- asentí lentamente. –Por todo lo que hiciste en ésta noche.-
-De nada.
End Pov’s Taemin
A la mañana siguiente…
Pov’s Minho
-Buenos días, disculpe que llame tan temprano pero sé que tengo derecho a faltar cinco días, decidí que tomaré dos, hoy y mañana no me presentaré a dar clases.- mis manos no dejaban de temblar, y afiné mi garganta al escuchar la respuesta.
-¿Qué te dice?- susurró Key sobre mi hombro, me moví un poco porque su aliento me pone más nervioso. –Iré a preparar el desayuno.-
-¿Oh en serio? Eso es genial.- contesté sonriendo.
-Ni te emociones, sólo haré licuados.- me giré para apuntarle al teléfono, entonces Key sonrió apenado.
-No, no lo sabía pero gracias por informarme… no se preocupe, estaré el lunes a primera hora.- asentí firme. –Gracias Director y perdón por despertarlo, no era mi intención pero quería que lo supiera antes de sólo no presentarme.- escuché que se rió y luego de despedirse de mí finalizó, entonces también lo hice y suspiré emocionado.
-¿Qué te dijeron? ¿Te dieron el día?- me giré sobre mis tobillos luego de poner el teléfono en su lugar. –Sí ¿verdad? Se te nota.-