End Pov’s Minho
De regreso en casa de Jonghyun…
Pov’s Jonghyun
-Vuelve a decirme qué fue lo que hiciste.- miré a mi papá, asentí y bajé la taza de mis labios a la mesa.
Flash Back
-Lo siento, no me encuentro bien, será otro día.- Key hizo una reverencia frente a mí, di un paso hacia adelante para ir tras él pero su padre me hizo parar.
-Déjalo.- susurró, hice puños mis manos, comencé a temblar. ¡Él no puede decirme que lo deje cuando lo abandonó por tanto tiempo! Me giré y golpeé la pared. No soy el malo, yo no golpeé a Key para que dejara de ser homosexual. Debería ser él quien salga y me dejé a cargo de Key como siempre lo ha hecho.
-Una vez cometí mucho errores.- miré a mi suegro. –Me entristecí por mucho tiempo, seguramente los lastimé y fui incapaz de hacer algo. Seguramente las mismas cosas se repetirán por el miedo que se tienen a perderse.- yo, yo conozco esa canción.
-Para, para estar cerca de ti…- suspiré para tranquilizarme. –Traté de borrar aquel día, que o pude olvidar por completo, tú simplemente sostuviste mi mano sin preguntar.- susurré conteniendo mis emociones. “Incluso si tus sentimiento se desvanecen mañana, lo seguiré amando”.
-Déjalo estar solo.- limpié mis ojos para mirar a mi suegro. –Necesitan enfriarse.- suspiré molesto, no dije nada sólo salí de su casa azotando la puerta, golpeando mi hombro contra el de el Sr. Kim.
Saqué mi celular y busqué el número de Sunny.
“Hazle como quieras pero te quiero en ese hotel en media hora”. Relamí mis labios molesto, volteé hacia la casa de Key. Sonreí de medio lado al sentir mi celular vibrar “Ahí estaré” lo guardé en mi bolsillo para salir corriendo hacia mi casa.
Pienso que él no me entiende y no hace el intento de quererlo hacer. Y yo ya no puedo seguir soportando todas esas pequeñeces, deja de los calcetines en el aniversario, sino que siempre tenga que decir que yo hago mal las cosas, que él siempre sea el perfecto en la relación. Estoy más que harto de todo esto, pero no quiero separarme de él.
Entré a mi casa a toda prisa, busqué las llaves del auto y salí en él rumbo a una tienda de conveniencia en donde compré seis latas de cerveza y un condón. Salí de ahí con las latas en una bolsa plástica, caminé hacia el auto para entrar en él.
Abrí una y el sonido de esta abriéndose sólo me hizo sentir nostálgico. Si él me conoce y sabe que me muero por él, ¿por qué me hace esto? ¿Por qué tiene que presumirme quienes quieren con él? ¿Por qué es tan tonto que no ve cómo me destrozan sus “nuevas amistades”?
Sorbí mi nariz y bebí el contenido de la lata de una sola, al terminarla bajé la mirada; sentí que todo se movía. Tuve que sostenerme del volante para no marearme de más. Apreté la lata con mi mano para lanzarla a los asientos traseros y sacar otra más.
La abrí y dejé en los portavasos, busqué en la guantera la cajetilla de cigarros de Onew, sonreí al encontrarla, saqué uno y lo prendí con su encendedor. Di una calada fuerte que se consumió algún porcentaje del tabaco.
Giré mi rostro hacia la ventana para expulsar el humo.
-No sé que voy a hacer.- susurré golpeando la colilla del cigarro para que cayera la ceniza en mi pantalón. –Idiota, te amo tanto.- bebí un poco más de la cerveza, noté que mi celular estaba vibrando así que me estiré para tomarlo.
Era Sunny.
“Estoy lista”. Sonreí y eché en reversa el auto. El cigarrillo lo lancé por la ventana, me dirigí al hotel. Sentía la boca seca así que volví a tomar de la lata hasta terminar con su contenido, la apreté para lanzarla de nuevo hacia atrás. Llegué al hotel y estacioné el auto.
Tomé la bolsa de la tienda y los cigarros de Onew.
Bajé del auto y caminé hacia la recepción, fui directo hacia el elevador. Marqué el piso cuando se cerraron las puertas saqué la cajetilla de cigarros para sacar uno y fumarlo. Lo tomé entre mis labios, busqué el encendedor en mis bolsillos pero no sentí nada. Recuerdo que sí lo tomé. Ya qué, seguramente ya estoy algo ebrio.
El cigarrillo lo dejé en el elevador para salir de él y caminé hacia la habitación de Sunny.
Tomé la perilla y abrí la puerta.
Ella estaba de nuevo en baby doll, eso me hizo sonreír.
-No tardaste.- se levantó de lacama para caminar hacia mí meneando sus caderas. –Creí que me plantarías.- susurró acercándose a mi cuerpo, coloqué mi mano en su cintura, la tibieza de su cuerpo me gustó.
-Sería incapaz de faltar a mi palabra.- susurré en su cuello, ella ladeó su cabeza para permitirme más el tacto. Sentí sus manos pasar por mis costados para abrazarme, pegó sus pechos contra el mío, la sensación me agradó bastante.
-¿Quieres hacerlo esta noche?- fue susurrando desde mi barbilla hasta que llegó a mis labios. Instintivamente los abrí, fue un beso corto, la pintura en los suyos me desagradó pero igual lo disfruté. Uno más que yo provoqué fue más rápido, mis labios se movían con más decisión, mi mano en su cintura la acercaba contra mí mientras dábamos pasos hacia atrás hasta que caímos en la cama.
Yo sobre ella, separó sus piernas para dejarme posar entre ellas, la bolsa con el resto de las latas quedó al borde de la cama.
-No puedo creerlo.- susurró mirándome desde abajo. –Vas a ser mío.- sonreí.