-Eso haremos.-afirmó.
-Me encanta.- susurré sonriendo. –Creo que llegó alguien a comprar dulces y no ha salido Chunji, tengo que ir a ver.-
-No te preocupes, tú has bien tu trabajo. Nos vemos en la noche, cenaremos y planearemos la compras de mañana.-sonreí tomando mi celular. –Te amo.- sonreí.
-También te amo.- y tronó un beso en la bocina. –Nos vemos, PinKey.- sentí un abrazo cálido con eso que dijo “PinKey”, ya lo extrañaba.
-Nos vemos.- finalicé la llamada. –Lo amo.- me dejé caer en la cama para extenderme. –¡Lo amooooo!- grité con todas mis fuerzas hasta que le aire en mis pulmones se terminó. –Te lo dije, Minho, todo está bien.- sonreí.
End Pov’s Key
En CoffeFriend…
Pov’s YoungMin
-¡La orden de café de la mesa dos!- grité poniendo la bandeja con vasos vacios en la barra, los que tomó Jeongmin para llevárselos a la cocina y asearlo, supongo. –¡La mesa dos!- grité mirando la cocina.
-Aquí están.- llegó mi hermano con los tres cafés. –Un latte, un capuchino y uno moka.- los dejó en mi bandeja, los tomé para ir a dejarlo a los clientes.
Los estaba poniéndolos en la mesa, a las chicas que pidieron café para girarme e ir a la barra, antes de hacerlo pasé la mirada por todo el local, todos tienen sus cafés, así que puedo descansar.
-Disfruten su café, cualquier cosa, llámenme.- sonreí e hice una reverencia para salir de ahí. –Qué día.- ni por ser lunes la gente deja de tomar café.
Me senté en las sillas altas de la barra, subí los codos a la misma para descansar, siento el estrés en los hombros.
Suspiré y me troné los huesos del cuello, los chicos también entraron en reposo porque nadie está trabajando a excepción de Jeongmin que seguía lavando tazas sucias.
Pero alcé la ceja al ver que Minwoo sacaba su celular a prisa, casi dejando caer las galletas al suelo. Afilé la mirada para saber qué está pensando pues alzó las cejas por milésima de segundo y luego sonrió.
¿Estará hablando con Donghyun? ¿Con quién más tendría esa reacción?
-¿Qué miras, hermanito?-
-Minwoo está…-
-¿Siendo infiel?- lo miré sorprendido.
-Wow.- susurré. –¿Lo está?- volví a mirarlo, KwangMin sólo asintió. –Estoy anonadado.- susurré.
-Desde que la pareja del año se rompió, todas lo están haciendo como si se tratara de una reacción en cadena.- no, Minwoo no puede hacerle eso a Donghyun. Es decir, ¿con quién? ¿Una chica? ¿Y qué pasó con el futuro que tenían planeado con Donghyun? ¿Lo de que él estudiar y se mudarían a una casa con él ya siendo empelado?
-Yo tampoco lo podía creer.- miré a KwangMin porque Minwoo me miró. –¿Pero qué se va a hacer?-
-¿Decirle a Donghyun?- susurré.
-No, si le decimos alteraríamos el ritmo de las cosas. Créeme, también me duele pero no podemos decirle “Oye amigo, sucede esto, esto y esto porque sus cejas ¿y la forma en la sonríe?- KwangMin me miró sonriendo, sólo negué riendo.
-No.- dije.
-Exacto, que sea el tiempo el que descubra su mentira.- dijo KwangMin.
-¡Hey, hey, hey! Cuidado, los Jo se están secretando.- llegó Hyunseong a la barra. –¿De quién hablaban?-
-De que hay mucha gente para ser lunes.- dije.
-Tiene razón, será porque es inicio de ciclo escolar.- dijo Hyunseong.
-Oigan gemelos.- miré a Minwoo que venía caminando, muy lento, muy nervioso. –¿Puedo hablar con ustedes?- ambos nos miramos.
-Sí.- dijimos al mismo tiempo.
-En privado.- contestó.
Me levanté para rodear la barra e ir con él pero se escucharon los pasos en la escalera, nos detuvimos para ver quién bajaba.
-YoungMin, tienes una llamada.- dijo Donghyun. –Llegó al teléfono del café.- alcé las cejas, tuve el impulso de quitarme el delantal pero terminé corriendo hacia la planta alta para contestar.
Sólo puede ser una persona, y es mi mamá.
Llegué al vestidor y tomé el teléfono que ya estaba descolgado.
-¿Hola?- pregunté regularizando mi respiración. –¿Mamá? ¿Todo está bien?- le había dicho que si ocurría una emergencia me llamara al café porque los celulares no los traemos cuando estamos trabajando.
-Todo bien, hijo.- suspiré tranquilo. –Me llegaron las calificaciones tuyas y de tu hermano.- oh, bueno. Eso me relaja entonces.
-¿Están mal?- sólo mi hermano tiene un par de decimas menos que yo.
-No, al contrario hijo. También nos llegó una notificación de que eras candidato para tramitar una beca en Larú.- ¿ese colegio súper privado para niños genios? O bueno, súper colegio privado para niños con dinero. –¡Te la tramitamos y fuiste seleccionado!-
-¿Qué?- pregunté sorprendido.