-¿Así que se embriagaron?- yo no he podido celebrarlo más que con él.
-Sí, Kristal, Luna, Victoria, Jessica, Sooyoung, Yuri, Sunny, Yonna, ellas, nos juntamos en la casa de Victoria.-
-Y bebieron mucho alcohol.- susurré riendo.
-¡Bastante! Se terminaron algunas botellas, todas se embriagaron, yo siempre tuve el mismo vaso.- quieres tanto a Henry que no ibas a beber para poder hacer lo de Spartan. –Luego todas comenzamos a brindar por Jonghyun, que por las paletas que les vendió, por los consejos que les dio, y así.- siento que me empieza doler la cabeza.
-Me alegro.- susurré, me tapé la boca porque mi voz también tembló.
-Key, no sé si me corresponda decirte esto… pero eres mi amigo y siento que es mi responsabilidad contigo.- sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas. –Sunny…- cerré los ojos. –Se acostó con Jonghyun.- sentí lagrimas caer por mis mejillas.
-Ya estando ebria nos contó que él la citó en un hotel, que llevaba unas cervezas y condones. Nos dijo qué fue lo que pasó y cómo la tocó.- mi respiración se entrecortó.
-Lo siento tanto.-
-Gracias por avisarme.- susurré. –Suerte en Spartan.- finalicé la llamada.
End Pov’s Key
Quería aventar el celular lejos, quería matar a Amber por haberle reventado su burbuja, quería regresar el tiempo y no haber tomado esa llamada, quería… quería olvidar eso que había escuchado de Jonghyun.
Sintió un vacio en su pecho, sus ojos no paraban de producir lágrimas y su respiración no quería calmarse.
Tomó un cojín de su sofá para lanzarlo lejos de él. Se levantó para salir de ese lugar, caminó hacia el comedor para intentar tranquilizarse pero sólo consiguió llamarle a Jonghyun para pedirle que fuera a su casa.
Pero Jonghyun le dijo que no podía hacerlo ahora, pero en cuanto pudiera, iría.
De alguna manera eso lo relajó, dentro de su estado de conmoción le agradó la tranquilidad que dejó esa llamada con él. Mientras se duchaba veía su cuerpo desnudo y le daban repulsiones saber que las mismas manos que ayer quiso que le tocaran habían estado sobre el cuerpo de Sunny.
Tembló en una repulsión y terminó en una arcada tan potente que le hizo escupir parte de la fruta que consumió mientras le hacia el licuado a Jonghyun. Su mano estaba sosteniéndolo contra la pared, miró el agua que caía al suelo y como los restos de bilis se iban por el drenaje.
Sintió que eso era todo lo que tenía de Jonghyun y que ahora se había liberado de él.
Tras salir de la ducha se vistió por la ropa que recién había llevado su padre a casa, ese pantalón ajustado, con la playera que acentuaba su color de piel. También se puso un par de pirsin para arreglar su imagen y terminó por peinarse hacia arriba, mostrando su frente.
Fue hacia su armario para sacar un par de botines que igual se puso.
Regresó a su espejo para ponerse un poco de maquillaje, delineador para marcar el rasgado de sus ojos, bálsamo labial para que se vieran más gruesos y rosas.
Quería mostrarle que él era mucho más, mejor y hermoso que Sunny.
Tras mirarse en el espejo y notar que todo estaba en orden se sonrió. Antes de bajar de su habitación quitó las cobijas y las sabanas de su cama, esas que había tocado Jonghyun para meterlas en el cesto de ropa sucia, luego se desharía de ellas.
Estaba bien si por un tiempo dormía en la habitación de su madre, después de todo ella no estaba en casa.
Quitó todo lo que Jonghyun le había regalado en esos años de relación, que parecía, para él no habían significado nada. Quitó las fotografías, los peluches, la ropa, se desharía de todo.
Hasta que tomó el marco de una fotografía de hacia ya un tiempo, quizá cuando se graduaron del nivel secundario; una en la que Jonghyun no tenía músculos, ni perforaciones. Una en la que ambos tenían su calor natural en el cabello. Sonrió pero una gota de agua cayó sobre la misma.
Tomó la fotografía fuera del marco, la partió en dos cuidando de cortar exactamente en dónde ambos se unían, la imagen de Jonghyun la dejó sobre el cesto de ropa sucia mientras que la suya la regresó al marco para colocarla en donde estaba.
Bajó de su habitación hasta llegar a la cocina. Sintió un poco de asco al ver el vaso de cristal que había usado Jonghyun. Caminó a prisa hacia él para tomarlo y lanzarlo hacia la pared. ¡No quería nada de él!
Si no le basto con su amor, con su compresión, ¡con su cuerpo! Entonces se podría ir mucho al infierno.
Hiperventiló tocándose el pecho pero intentó controlar su respiración, si lloraba se iba a arruinar su cara y era lo que no quería.
Apenas Jonghyun cerró la puerta de Key un tenis se estrelló contra la misma, muy, muy cerca de su rostro.
Tragó saliva asustado.
-¿Cuánto tiempo más iba a seguir siendo tu juguete?- presionó los ojos avergonzado, se dio cuenta de que también estaba mordiendo sus labios con algo de fuerza. –Contéstame Jonghyun.-