Tomé las llaves del auto y lo saqué de la cochera, conduje hacia Hey! MyDona porque seguro Sungmin sabe en dónde está ese café, o si no, lo investigará.
Me siendo terriblemente manipulador.
Y poderoso.
Pisé el acelerador para llegar más rápido, me estacioné con un movimiento de película. Salí del auto y las gafas las aventé por la ventanilla del piloto. Le puse la alarma y caminé a la puerta principal.
-¡Key!- sonreí porque ya me vio. –¿Qué haces aquí?-
-Vine a comprar donas.- sonreí amable para ir por una bandeja y las pinzas. –Cómo has estado.- me acerqué para saludarlo, él me tendió la mano pero tras estrecharlas lo jalé hacia mí para darle un beso en la mejilla.
-B-Bien.- susurró tocando su mejilla.
-Me alegro.- caminé hacia los estantes que tenían donas.
-Tenemos nuevas donas.- lo vi caminar hacia mí. –Sé que saben muy buenas porque se han vendido bien.- asentí mirándolo.
-¿Sabes que va bien con las donas?- le sonreí mirando a sus ojos, vi como sus mejillas se teñían de rojo. –Un café.-
-¿Café?- preguntó.
-Again.- susurré. –¿Te gustaría ir a Again conmigo?-
-¡Por supuesto!-
-Soy doblemente feliz.- susurré mirándolo. La bandeja en la que había puesto la dona se la di mientras me acercaba lentamente a él. –¿Sabes cómo puedo ser triplemente feliz?- susurré sobre su hombro.
-No.- susurró, incluso su voz temblaba.
-Si me dijeras en dónde está ese café.- ¡diablos! Qué puta soy.
-S-si… en un momento.- me retiré de él para que saliera con la bandeja en su mano, ladeé mi cabeza levemente para ver como se iba hacia la zona de panadería.
Ay Jonghyun~
-Again está enfrente de la veterinaria “Little Pets”. Si quieres salimos más tarde.- regresó con la dona en un paquete individual. –Es por la casa.- me la dio sonriendo.
-Gracias.- la tomé. –Eres un amor.- sonreí.
-Gracias.- susurró mirando el suelo pero con las mejillas sonrojadas.
-Nos vemos más tarde.- me giré para caminar hacia la puerta pero antes de salir lo miré por encima de mi hombro. –A las 7 pm.-
-¡Ahí estaré!- no sé por qué pero hizo una reverencia tan efusiva que me hizo sonreír.
-Yo también.- contesté para salir del local. Lo siento Sungmin, pero lo hago porque sé que le dueles a Jonghyun.
Caminé al auto, abrí la puerta y entré, puse el paquete con la dona en el asiento del copiloto, tomé los lentes para ponérmelos e ir hacia ese café.
Al llegar me estacioné con más delicadeza, tampoco quiero estropear las llantas. Miré el reloj de mi celular, aun faltan diez minutos para que Sunny llegue, bien, me da tiempo de pensar qué le diré.
Salí del auto y le puse la alarma, caminé hacia el café y al entrar me fui a una mesa, quité mis gafas para doblarlas y dejarlas sobre la mesa.
-Bienvenido a Again.- miré hacia el mesero. –Mi nombres es Sehun y soy quien le atenderá.- creo que era fue una sonrisa, no estoy seguro.
-Un café arena.- él apuntó en su libretita.
-¿Algún panqué? ¿O algo con que quiera acompañar su café?- negué con la mano. –¿Cuál es tu nombre?-
-Key.- tendí mi mano, él al estrechó.
-En un momento estará, Key.- sonreí y asentí, luego se fue.
Me gusta este café, parece que la mitad es café y la otra mitad es librería, me levanté de la silla y tomé los lentes para ir a ver los libros. Había muchos de aventuras, autobiografías, drama, fantasía, ¿libros de superación? Me acerqué a ese espacio.
“¿Por qué me dejó?” “¿Y si seguimos siendo amigos?” “99 secretos para superar a tu ex” ¡¿qué diablos?!
¿Por qué no hay libros como “cómo hacerlo sufrir?” “¿Por qué fue un idiota?” esos sí los compraría.
-Key ya está tu café.- di un pequeño salto por eso, luego miré hacia la zona del café en donde el barista estaba sonriendo y apuntando a mi café.
-Gracias.- me giré para ir por él.
Después de pagar mi café y con él en mi mano fui hacia la mesa para sentarme. Me hubiera traído la dona, seguro sabría bien. Busqué un reloj en el café y me di cuenta de que ya habían pasado más de los treinta minutos que quedé con Sunny. Fruncí el entrecejo, ¿y si no viene?
-¡Lo siento! ¡Lo siento!- su voz. –Se me hizo un poco tarde.- la fragancia a vainilla de ella me infestó la nariz. –¿Qué es lo que has pensado hasta ahora?- me miró. -¿Jonghyun?- sonrió pero sólo la miré serio.
-He pensado que.- miré mi vaso de café, que va poco más debajo de la mitad. –Ya te puedes quedar con Jonghyun.- dije sonriendo. –Nunca me ha gustado tener algo usado.-
-¿Qué, de qué hablas? Creí que hablaríamos de Jonghyun en mi programa.- me miró confundida.
-Llévalo a tu programa, entrevístalo, hazle el amor, ya no me importa.-