-Déjame, estoy dolido, cualquier cosa que me divierta está bien.- escuché el sonido de la motocicleta de Niel y suspiré para calmarme. Me prometí que ya no lo intimidaría más.
-¡Minho!- ese es Taemin. –¡Te traje lonche!- sonreí pero extraño a Jonghyun, como cuando le llevaba la cena a Buena Miel.
-Gracias.- dijo Minho acercándose a Taemin, que estaba bajando de la motocicleta de Niel.
-¿Dolió?- escuché a ChangMin, giré mi rostro por encima de mi hombro y asentí. –Habla con Jonghyun cuando estés listo.-
-¿Qué pasa si regreso con él? ¿En donde quedará mi dignidad?-
-La razón por la que no regresé con Kyuhyun no es por mi dignidad u orgullo herido, sino porque encontré a una persona que me hace más feliz y con quien me siento pleno. Tienes que aprender que tu dignidad no la define ni definirá tu situación con Jonghyun.- sólo vi como Minho abrazaba a Taemin y le daba un besito en la mejilla.
-Aun lo amo.- susurré sin dejar de verlo.
-Me di cuenta. Por la manera en la que dijiste “soy una papa casada” y porque no escuché rencor cuando hablaste de él. Sé que duele, que dolió como si te jalaras un vello de la nariz, pero tienes dos opciones.- me mostró dos de sus dedos alzados.
-¿Matar a Sunny o matar a Jonghyun?- pero ChangMin negó.
-Quemarte entre el fuego o salir de entre las cenizas.- sonreí por esa analogía. –Eres fuerte, Kibum, pero eres más fuerte cuando aceptas tus errores y los de los demás.-
-¿De esto hablas con Yui?- veo a ChangMin pero la escucho a ella.
-No, ella no quiere darme consejos por su ética, lo que te estoy diciendo me lo dijo el psicólogo. Desde luego, si quieres tragar alcohol o helado, está bien, disfruta de tu depresión que sé que Jonghyun también lo hará.-
-Jonghyun es tan tonto que tengo miedo.- susurré viendo como Taemin volvía a besar a Minho. –No sé qué clase de locuras podrá hacer.-
-Los suicidas no trabajan como lo hace Jonghyun.- justo es ese consejo y todas las veces que lo vi y escuché decir eso, es lo que me da más miedo. –Jonghyun sabe que si muere, todo habrá terminado. Y no podrá recuperarte.-
-¿Crees que él quiera recuperarme?- tengo miedo de lo que pueda contestar.
-La mejor pregunta sería si tú quieres recuperarlo.-
-Quiero ser feliz.-
End Pov’s Key
Pov’s Minho
-¿Te veo más tarde?- susurró Taemin mirándome.
-Si ya terminaste tu tarea, sí.- le sonreí.
-Me apuraré a hacerla.- eso me gusta. –No te puedes quedar a cenar, ¿cierto?- negué ante su mirada lastimera y suplicante.
-¿Qué te parece si mejor vamos a cenar a algún lado?- hace mucho que no lo hacemos. –Estaré juntos un rato y luego te dejaré en tu casa.-
-Sí.- sonrió. –No lo había pensado antes. Pero sí, cenemos en algún lado.- asintió efusivamente. –¿A qué hora?-
-Yo voy a tu casa a las siete de la noche, ¿te parece? A las nueve estarás en tu casa para que duermas temprano y estés en forma mañana para la escuela.- vi que frunció el entrecejo pero terminó asintiendo.
-Las siete es muy temprano.- se quejó.
-Pero más tarde es, vaya, muy tarde para que regreses a tu casa.- Taemin sólo suspiró y me miró con un pucherito en los labios. –No hagas eso que me dan ganas de besarte.-
Asomó más su labio inferior, yo rodé los ojos divertido. Pero tomé su barbilla para acercarlo a mis labios y besarlo.
-No te quiero interrumpir ni nada, Taemin, pero Minsoo me está esperando.- los labios de Taemin se movía muy lento sobre los míos pero tuve que separarme de él.
-Nos vemos más tarde.- susurró mirándome, como estaba muy cerca de mí casi abrazándome, sus pupilas se veían tiernas mirando hacia arriba.
-Te llevaré flores.- sonreí.
-Lleva tus labios también.- sonrió besándome una vez más.
End Pov’s Minho
Pov’s Niel
Si Taemin no se apura Minsoo se va a molestar conmigo, ya llevo algunos minutos de retraso.
-¡Tae...!- guardé silencio porque venía Key para acá. –Hola.- susurré nervioso.
-Dale esto a Minsoo.- me tendió un papelito, lo tomé rápido. –Gracias.-
-Ne.- susurré para guardarlo en la chaqueta, cerca de mi celular.
-Gracias por esperarme.- miré a Taemin que estaba metiéndose al asiento adherible. –¿A dónde vamos?-
-Vamos a ir por Minsoo que se quedó en la entrada de Seúl.- me puse el casco también.
-¿Qué hace allá?- arranqué.
-Fue a ver a un amigo a Ciudad Universitaria pero el auto se quedó sin gasolina entrando a Seúl.- me detuve en un semáforo.
-¡Ja! Qué tonto.- reí por eso.