-No quiero ignorarlo.- susurró mirándome. –Lo dijiste, y así como tuviste los huevos de decírmelo ahora tenlos para sostenerlo.- alcé las cejas y dejé de abrazarlo para mirarlo sorprendido. –¿Me vas a dejar que te expliqué o no?-
-Sí.- susurré. Taemin tomó mi cuello para volverme a recostar pero ahora yo en su hombro. Como tomando el rol dominante.
-Cuando dices “disimularé” te refieres a que lo vas a soportar o te vas a aguantar. “este miedo” no es tanto miedo, sino el sentimiento que te provocaba el no recibir lo mismo que me dabas. “al contacto con tu cuerpo” o sólo por estar cerca de mí “ahora mira como me deshielo” el deshielo puede ser lo que ocurrió el día de la Final.- ¿qué acaso todos quieren echarme en cara ese día? ¿Hoy?
-…- sólo lo miré esperando a que guardara silencio o cambiara el tema.
-“Tú hazlo cuando tengas tiempo” que esperas que yo te de lo mismo que tú me das, pero que aunque estés muriendo por mi lentitud o estupidez, lo vas a aguantar. “ Yo te espero” es literal, me esperaste.-
-Sí bueno, qué guapos somos todos.- dije deshaciendo el abrazo que tenía con Taemin. –¿Vamos a otro lado, te parece?- se levantó de la banca, tomó mis hombros y me volvió a sentar.
-Y agradezco de que me esperaras.- me miró a los ojos, pero no pude sostenerle la mirada. –De verdad Minho, te lo agradezco mucho.-
-Cuando te lo dije estaba muy molesto porque me di cuenta de ello. Pero no estaba enojado contigo, sino conmigo. Ese día jugué cartas con Nicky, después me di cuenta de lo manipulable que soy. Y de que aunque crea tener un control de acero sobre mis emociones, no es así.- de otra manera no habría reaccionado así contra Taemin.
-Nadie te ha pedido que controles así tus emociones.-
-Sí lo han hecho.- susurré. Taemin me hizo recostar sobre la banca y colocar mi cabeza en sus piernas, como si fuera una almohada. –Ahora no tengo el cabello largo.- susurre sonriendo, porque él me había dicho que uno de sus sueños o deseos era jugar con mi cabello pero no recuerdo si igual estando sentados en una banca o en otro lado.
-Quien te lo haya dicho fue un idiota.- sonreí por eso.
-Mi mamá, por ejemplo.- dije minimizando la situación. –Key también. Esto no te lo dije pero tuve que ser fuerte por todos ellos. Cuando murió mi papá era muy pequeño para asimilar ese hecho, quería llorar pero de alguna manera me dijeron que no lo tenía permitido.- cerré los ojos para estar más cómodo.
-¿Por qué? ¿Quién te lo dijo?- sentía sus dedos jugando con algunos de mis mechones de cabello.
-Todos.- susurré sonriendo. –Todos me decían que no llorara, así que dejé de hacerlo. Con el tiempo fue más fácil, ignoraba todo el hecho que ellos llevaban. Llegó el momento en el que sólo ignoraba todas las emociones. De menos las dolorosas. E intenté hacer eso contigo también, pero llegó el momento en el que sólo no pude hacerlo más.-
-Yo soy tu opuesto.- dijo, así que abrí los ojos para mirarlo. –Si algo me molesta se me nota en la cara, siempre he sido así. Pero es cierto, mi papá decía que siempre tú ponías más en la relación, creí que no era cierto, mi lógica era que yo también movía los labios cuando me besabas, yo cooperaba.- reí por eso.
-Mover los labios es un dos por ciento.- dije.
-Ahora me doy cuenta, pero para ello ¡tuvo que pasar un año! ¡Un año! Menos mal y me esperaste. Me prometí un montón de veces ser alguien mejor, ser recíproco contigo, y alguien me dijo “puedes proponértelo, puedes desearlo con toda el alma, pero no lo conseguirás si no trabajas para ello” fue difícil, sí, porque estoy acostumbrado a que todo lo tengo sin hacer mucho al respecto, pero finalmente pude hacerlo.-
-Lo he notado.- susurré sonriendo. –Pero hay otras cosas que puedes hacer para que funcione tu lado del avión.-
-¡No me digas eso!- se quejó casi chillando. –Me siento muy feliz cuando cargo tu mochila, o cuando es el auto de mi mamá el que usamos. O cuando te quedas s cenar en mi casa, ese tipo de cositas me gustan mucho.-
-A mí también, pero como dije hace rato, en la relación no está definido qué hará cada uno, si yo tomo tu mochila es porque así me enseñaron. Me enseñaron a ayudar a los demás y eso es lo que hago, que tú y todo el mundo lo interpreta como “amor”.- como cuando Nicky azotó como res en CU y lo ayudé a levantarse incluso lo llevé a al enfermería, él lo entendió de otra manera.
-No es divertido cuando me dices esta parte.- se quejó.
-Je, je.-
-Pero está bien, creo. La próxima vez que te vea siendo un caballero con otros y otras, no pensaré que quieres con él o ella, sino que está ayudando al desdichado.- dramatizó esa última parte. –O si no me encelaré.-
-Hablando de celos.- susurré mirándolo. –¿Qué opinas de que sea el Entrenador de la Escuela?- por cómo reaccionó el lunes con el grupo, pues, no me dejó muy cómodo.
-Yo sabía que si entrabas a ser Entrenador, estarían este tipo de cosas entre los dos. Pero más que los celos, es la relación alumno – maestro lo que me resulta preocupante. Y estresante.-
-A mí también me estresa.-
-Estoy seguro de que si mi papá estuviera vivo me hubiera cambiado de escuela. Porque es contra la ley. Ya sabes, por aquello del a ya ya yai.-
-Lo sé.- susurré. –Antes de decirle que sí a Oda para su curso, le platiqué muy bien a mi mamá, también a la mamá de Key y a todos los adultos de confianza, ellos me dijeron que podría hacerlo siempre y cuando, pusiera limites.- por eso mismo no he desayunado con Taemin en la cafetería.