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Kiss me Baby por yane

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Notas del fanfic:

Hola

 

No hiba a subir esto, es mas lo hiba a borrar de mi USB

creo que fue la primera adaptacion que hice, bueno no deberia decir asi.

pero voy a empezar de apoquito a ver si les gusta.

Notas del capitulo:

Hola

 

Vengo a traerles este

Jk... y 2min...

 

Creo q fue lo primer que hice cn el libro que habia terminado de leer. 

es una adaptacion que tenia escondida en mi USB ._.?  no se como aparecio.

la cosa es probare a ver si les gusta...

si no lo dejo

 

Lamento el nombre  del fic xD

 

 

En el exclusivo Hilton Hotel, apoyado en la barra del bar con una copa de Black velvet en la mano, el inspector de policía Kim Kibum acompañado por varios de sus compañeros, alertados de un posible atentado contra Julián Kang fundador del Seoul Hospital Center, el inspector hablaba con sus compañeros mientras vigilaba con disimulo a su alrededor. No le gustaba nada aquel tipo de operativo.

Pero allí estaba el. Con un traje de Oscar de la Renta color gris, observando todo, tenía que estar atento a cualquier movimiento.

—Ese traje te sienta de maravilla.

 Estás fantástico con él, es más, creo que a quién vigila hoy es a ti—afirmó el inspector Taemin a su amigo.

Onew sonrió ante el comentario. Key suspiró. Todos conocían la relación que tuvo con Woohyun su superior. Algo que él no estaba dispuesta a retomar.

—Uf… -suspiró Key al comprobar por enésima vez que Nam lo miraba—. Paso de él y de sus miraditas.

—Sí… sí  cariño—.sonrió Taemin con disimulo—, lo malo es que él aún no pasa de ti.

Key  volvió a sonreír. Si algo le gustaba de su amigo era su forma de decir las cosas. Taemin y Kibum eran casi parecidos, aunque Taemin era rubio y Key, de cabello oscuro.

—¿Quién me iba a decir que iba a estar acompañado por ustedes dos en un evento de lo más High Class? — dijo Onew.

— No te emociones— dijo Key  con el gesto torcido—, es trabajo.

Onew, era el subinspector y ligón oficial de la comisaría de Seúl. Un tipo moreno y con sonrisa de casanova que había partido a más de un corazón.

-- Umm… ¡qué rico!—susurró Taemin mientras cogía un canapé de la bandeja que el guapo camarero ofrecía.

—¿A qué te refieres? — sonrió su amigo con disimulo—, ¿al canapé o al camarero?

Eso los hizo reír.

Se conocieron en la Academia de Policía años atrás. Donde pasaron por muchas burlas por su apariencia delicada y sus preferencias, pero ellos dos supieron darse a respetar y ganar el respeto de muchos de sus colegas.

Sus caracteres eran parecidos, aunque con ciertas diferencias. Taemin, aunque sus relaciones no fueron nada buenas, creía en el amor, y Key, gracias a Woohyun, su ex, no.

—Ustedes no cambian,—. Dijo Onew, que guiñó un ojo a una rubia que pasó por delante de ellos.

 La rubia, en un minivestido plateado, lo miró, le sonrió con coquetería y siguió hasta detenerse junto a un grupo que había cerca de ellos.

— Ese tipo sí que tiene suerte –dijo Onew al ver a la rubia acercarse a un hombre con esmoquin negro.

Con disimulo, Taemin y Key miraron al tipo que Onew les indicaba. Estaba de espaldas, pero era un hombre de anchos hombros, moreno y con buen porte, al que el esmoquin le quedaba perfecto.

 — Mmmmmm… ¡Qué sexy! –dijo Taemin mientras Key continuaba escaneándolo con la mirada-. ¿Verdad, Bum?

- Tiene buen culo para tener un buen polvo -se carcajeó mientras observaba como la rubia del minivestido se acercaba a él y, con gesto serio, él se alejaba.

— ¿Buen culo? -Onew rió al oírlos.

—¿Qué pasa cariño? —dijo Taemin pícaramente—. ¿Está prohibido ponerle calificación a sus traseros?

— Deberían tener cuidado con ese tipo de comentario -replicó Onew-. Quien los escuche creerá que están desesperados.

Aquel comentario exasperó a Key.—Mira  Onew no comiences a joder.

—Déjalo, reina -suspiró Taemin-, son todos iguales. Anda, toma otro canapé, que están riquísimos y que lo vas a disfrutar más que hablando con el pollo.

 —¡Pues me la suda que todos sean iguales! -levantó la voz Key. Pero al ver que las personas que estaban al lado lo miraban, para disimular añadió-: Oh… ¿Ella es de áfrica?

- Precioso país… precioso… - dijo Taemin metiéndole un canapé en la boca.

 Incrédulo por aquel arranque de furia, Onew cerró la boca, mientras ellos dos continuaban una absurda conversación.

Una hora después, tras muchos canapés y alguna copa de más…

- Key haz visto la pelirroja esa del vestido blanco. ¿Si que tiene? pues que a lo lejos se le ve el letrero de zorra-se burló Taemin.

- Son crueles - se burló Onew.

 - Discúlpenme un segundo, necesito ir al baño -masculló Key. Sin esperar respuesta, se encaminó hacia los baños. Como siempre, había cola para entrar. «Dios… cómo odio esto», pensó colocándose en la fila.

Desesperado porque la fila no avanzaba, miró a su alrededor para intentar olvidar su desesperación por vaciar la vejiga y se sorprendió al ver al moreno de buen culo pocos metros de él. Apoyado en una pared, su postura indicaba tranquilidad, algo que no parecía tener el chico castaño que frente a él movía los brazos.

Con disimulo se movió hacia su derecha. Eso le permitió oír la voz chillona de aquel castaño.

- Pero yo quería asistir a la fiesta - protestó el castaño-. De no ser por Jang y su acompañante no me hubieran dejado entrar. Eso no me ha gustado nada.

 - Te dije que yo no pasaría a buscarte, Luhan. Siempre he sido claro contigo -respondió él moreno sin alterarse, pero cansado del acoso de aquel castaño tonto-. Las cosas entre tú y yo acabaron antes de comenzar, por lo tanto, ni yo tengo nada que ver contigo, ni tú conmigo.

- Pero cachorrito…

Sin poder evitarlo, a Key se le escapó una carcajada al oírlo, y aunque rápidamente disimuló, ya era tarde. Aquella risotada había atraído la mirada del moreno a él, que ahora lo observaba con curiosidad mientras el castaño proseguía con sus protestas.

Cinco minutos después y tras varios intentos del castaño por besar y abrazar al mencionado cachorro, él comenzó a echar humo. Se estaba poniendo muy terco aquel castaño que conocía de dos noches locas. «Joder, que chico más estresante», pensó Key a quien solo le quedaban tres personas por delante para pasar al baño. Comenzaba a compadecer al cachorro.

- Luhan, por favor. ¡Basta ya! -gruñó molesto el moreno-. Tú y yo salimos un par de veces, lo pasamos bien juntos y punto, ¿de acuerdo?

Pero el castaño era terco como el solo y volvió al ataque.

- Pues no entiendo por qué no quieres estar conmigo… Key no pudo más.

Aquel chico era insufrible, y el tipo comenzaba a darle pena. Así que le pidió al chico de la fila que le guardara un segundo el lugar, se acercó hasta ellos y ante la mirada incrédula de él, Key gritó bien alto para ser oído.

 - Cariño… donde andabas… llevo buscándote un buen rato…

Y antes de que el castaño se moviera, Key se acercó a él moreno con descaro y le plantó un rápido beso en los labios. Aunque él lo miró sorprendido, al verlo gesticular, sonrió y sin perder un segundo, lo agarró por la cintura y lo apretó contra él.

- Lo siento, cariño, no me volveré a perder - respondió él tan cerca que Key apenas podía apartar su boca de la de él-. ¿Por qué has tardado tanto?

Aquel castaño se quedó petrificado ante el descaro de aquellos dos. Quiso decir algo, pero al ver cómo él bajaba sus manos posesivamente hacia el trasero del chico que besaba, sin decir ni una sola palabra, levantó la barbilla y se marchó.

Por el rabillo del ojo y mientras él continuaba besándolo, Key vio que aquel castaño, con un exagerado  movimiento de caderas, se alejaba. Se apartó unos milímetros de aquel moreno que tan fascinado parecía y le indicó:

 - Ya puede soltarme, amigo.

El pesado se tu amiguito se ha marchado y yo tengo la vejiga a punto de reventar. Él lo oyó, pero se negaba a soltarlo. ¿De dónde había salido aquel hermoso chico? Incrédulo, lo observó.

Era alto, cabello negro y con unos preciosos ojos felinos marrones. Vestía un traje gris que le sentaba bien a su cuerpo, y eso le gustó. Aunque no tanto como su manera de hablar.

 - Eh… ¡Tú! -dijo Key para espabilarle-. O apartas tus manitas de mi culo en este instante o te juro que lo vas a lamentar.

Al oír aquello, el moreno soltó una carcajada y lo soltó. A sus casi treinta y cinco años, y acostumbrado a ser él quien se quitara a hombres y mujeres de encima, se sorprendió de que le hablaran así.

- Bonita canción la que suena, ¿no crees? -dijo él, divertido.

-No está mal.–dijo Key.

Pero yo soy más actual y prefiero moverme y no bailar como un robot. En ese momento, Key miró hacia el baño. Era el siguiente para entrar y no estaba dispuesto a perder su turno. Se volvió hacia él, que aún lo miraba con gesto extraño, y mientras se alejaba le dijo:

- Me debes una, cachorrito, y ten más cuidado con quién te enredas.

La puerta del baño se abrió y Key entró, dejándolo confundido y con la boca abierta.

 

**

 

A las tres de la madrugada Key y Taemin, agotados y con sueño tenían un humor de perros. El operativo que habían montado parecía no servir para nada. Allí la gente solo se divertía, comía y bailaba.

- ¡Por Dios! Pero ¿es que esta gente no se cansa? -se quejó Taemin, a quien le molestaba la corbata-. Te juro que estoy por quitarme la corbata y ponérmela en la cabeza.

 - Te entiendo -gruñó Key-. Estoy tan cansado que hasta veo feos a los camareros más guapos.

Aquello hizo sonreír a Onew que, igual que ellos estaba cansado. - ¿Qué sabes de Victoria? ¿Ha dado señales de vida ya?-preguntó Taemin a su amigo.

 Al pensar en su prima, Key sonrió. Hacía tres años que se había marchado a vivir a HongKong y aún la echaba de menos.

- Hace cerca de un mes que no sé nada de ella. Le envié al apartado de correos que ella nos dio la medallita que Sulli le compró a la niña, pero claro, como no tienen teléfono, no sé si la han recibido o no.

- Bueno… bueno, y cuando viene a visitarnos -susurró Taemin-. Para que nos enseñe a la pequeña SoEun.

- Aún no sabemos si y ya me tiene loco buscando un regalo para la pequeña, muero por conocerla-. Con solo pensar en Victoria, a Key se le alegraba el día. Su prima Victoria, Sulli y él se habían criado con sus abuelos. Sus padres habían muerto años atrás en un accidente de avión, y su familia eran ellas dos, y ahora la pequeña SoEun.

 En ese momento, Woohyun,  el comisario, les hizo una seña y los tres se pusieron alerta. Al parecer, el señor Julián se marchaba. Para ellos eso significaba que el operativo podía acabar en pocos minutos. Pero no… el buen señor parecía no arrancar.

- ¡Joder, con el abuelo! - exclamó Taemin-. Al final voy a tener que ir yo y meterlo en el auto, para poder irnos a casa.

Key sonrió, pero la sonrisa se le heló al encontrarse con los ojos de Woohyun. Esos ojos duros que él conocía de verdad. Durante unos segundos se miraron, hasta que él, incómodo, desvió la mirada.

- ¿Quién dio el aviso de que atentarían contra el abuelo? -preguntó Key, enfadado por lo que Woohyun le había sugerido con la mirada.

- Gary -respondió Taemin.

– Joder con Gary, esta vez se ha reído de todos nosotros -se quejó Key.

- Calma.

 Ese sinvergüenza nunca nos ha fallado -animó Onew, que se adelantó unos metros para hablar con Amber, una de sus compañeras.

El señor Kang parecía despedirse de algunos invitados. A sus setenta años era un hombre alto, con una espesa cabellera y una excelente salud. A su alrededor, Key observó a sus dos guardaespaldas, que en ese momento ayudaban a levantarse a una invitada que había caído a sus pies.

- Vamos abuelo -susurró Taemin mientras miraba al anciano-. No te pares… sigue… sigue… vamos… ¡Oh… no, mierda! -soltó al ver que él se paraba a hablar con la mujer que había tropezado.

- ¡Mierda! Pero ese señor….. por fin te encuentro -dijo una voz detrás de ellos. Taemin sorprendido reaccionó rápidamente y miro a Key. El que se dirigía a su amigo era el moreno que antes habían visto. Aunque Key al verlo solo pensó: «Joder… y ahora este».

- Hola. Te buscaba para invitarte a una copa -y tendiéndole la mano a modo de saludo señaló-: Mi nombre es J… Key no lo dejó terminar de hablar. Estaba cansado y lo que menos le apetecía era que intentaran ligar con él.

- Mira, guapo… vamos a dejar las cosas claras. Lo de antes fue por ayudarte. Te quité de encima aun odioso que no aguantan ni en su casa. Pero yo no tengo ninguna intención de ligar contigo, y como desde hace tiempo elijo yo solito con quién quiero estar o no… hasta ahí llegó nuestra amistad. Él retiró la mano.

 Se quedó tan sorprendido por aquella reacción que no supo qué decir.

- Por lo tanto -continuó Key con voz cortante-, mueve tu culito de mi campo de visión si no quieres tener verdaderos problemas conmigo. ¿Lo has entendido, amigo? Sin decir nada más, Key volvió a mirar hacia Julián Kang, que reía a carcajadas con unas señoritas. Mientras, Taemin miraba a su compañero y a aquel moreno tan sexy, que se encogió de hombros con una divertida sonrisa, se dio la vuelta y se marchó.

 - Oye, reina -susurró Taemin acercándose a Key-. Pero ¿ese no es el bizcochito de enante?

- El mismo.

- ¿Cuándo has sacado a ese pedazo de macho de apuros? ¿Y dónde carajos estaba yo? Key comprobó de reojo que el tipo se había alejado, miró a su amigo y sonrió.

- Una de las veces que fui al baño lo vi en un aprieto, y ya sabes cómo soy, no puedo ver a alguien en apuros y le ayudé a salir de él.

- ¿Cómo? -preguntó Taemin asombrado.

 - Lo besé. Hice creer a un odioso que yo era su pareja. Nada más. Taemin abrió la boca, miró hacia la barra.

El moreno, los estaba observando, le sonrió y levantó su copa.

 - ¿Besaste a ese sexy boy y lo dices así como si nada? - Fue un beso, nada más - respondió de mala gana.

De pronto, Key observó un movimiento extraño cerca de la puerta. Miró rápidamente a Onew; él también lo había visto. Woohyun ya corría. Taemin vio a Amber y Taewoon correr hacia el señor Kang y supo que debía actuar.

Con decisión, Key se abrió el saco y tiró de su liga para coger la pistola. En ese momento se oyeron varios tiros y el caos se apoderó del lugar. Los invitados corrían despavoridos pisándose unos a otros. El glamour y las buenas formas habían desaparecido parecía que todos pensaban: «Sálvese quien pueda».

Taemin y Key corrían zigzagueando contracorriente pistola en mano. Al llegar junto al anciano Kang, Key vio sangre en el brazo del anciano y rápidamente le atendió.

- ¿Está usted bien? -preguntó tirándose encima de él mientras se oían chillidos y disparos. El hombre sonrió.

- Solo me ha rozado la bala, jovencito -habló en un perfecto coreano, sabían de ante mano que el señor Kang había nacido en Canadá y no hablaba bien coreano, aunque su manera de hablar hizo sonreír a Key-.Mi familia está bien.

- No se preocupe por nada, estoy convencido de que sí -Key tiró de él hasta ponerlo tras una mesa que él se encargó de volcar-; pronto le atenderán en un hospital.

- Jovencito, siento decirle que acabo de manchar su traje con mi sangre -informó el anciano. Key miró la mancha y sonrió.

 - Esto en una lavadora se quita, no se preocupe -y para relajar la tensión del hombre añadió-: Por cierto, señor Kang, qué bien habla coreano.

- Mi madre era coreana y mi esposa Gajoon, mi hija Jessica nació aquí. Todos en mi familia hablamos perfectamente coreano e inglés.

Key cruzó una mirada divertida con el anciano y luego miró a su alrededor. Woohyun corría escaleras arriba con Taewoon. Onew esposaba a la barra a las dos mujeres que habían comenzado aquello, y Taemin hacía un torniquete en la pierna a uno de los guardaespaldas del anciano, que se revolvía de dolor. Como si de un vendaval se tratase, de pronto Key se vio arrastrado hacia un lateral cuando un hombre se agachó ante el anciano.

Key iba a protestar, pero Taemin con un silbido atrajo su atención y le indicó que, desde la primera planta, Woohyun hacía señas para que subieran.

- ¿Estás bien, abuelo? -preguntó el hombre que, como todos, vestía esmoquin.

 - Jong, ¿dónde están los demás?

 - Tranquilo, abuelo. Están bien.

Al oír aquella voz, Key miró de nuevo a Taemin, quien con un seco gesto sonrió. ¡Aquel que había llamado abuelo a Julián era nada más y nada menos que el moreno sexy! Y lo peor de todo era que ahora se dirigía a él.

 - ¿Está usted bien? -le preguntó al ver sangre en su traje.

- Perfectamente –dijo Key. En ese momento sonaron varios disparos, y al levantar la cara Key, vio a Amber contraer el gesto. Había sido alcanzada por una bala.

- Pide refuerzos y que vengan rápidamente varias ambulancias -gritó Key a Taemin, mientras corría tras Onew hacia las escaleras. Pero de pronto sintió que alguien le agarraba el brazo y tiraba de él. Al volverse se encontró con la cara desencajada del moreno.

- ¿Dónde vas? ¿Quieres que te maten?

- ¿Quieres soltarme, idiota? - exclamo enfadado. Amber estaba herida y él estaba perdiendo el tiempo.

- ¡Pero estás loco! -exclamó el moreno, sin soltarlo, incapaz de entender que un chico tan bonito como  él se expusiera a ese peligro.

 En ese momento llegó Taemin hasta ellos.

 - ¿Qué ocurre? -preguntó al ver cómo se retaban con la mirada. - O haces que el imbécil me suelte el brazo -siseó Key muy enfadado- o te juro que me lo cargo. Taemin iba a abrir la boca, pero la voz de Onew lo interrumpió. - Inspector -gritó-, Amber está herida, pero por señas me dice que está bien, que no nos preocupemos.

- ¿Inspector? -susurró incrédulo el moreno ¿Eres inspector de policía? - ¿A ti que te parece, idiota? -gritó a punto de golpearlo-. ¿Quieres hacer el favor de soltarme? - Iré contigo. Soy médico y puedo ayudar -se ofreció el hombre. Key resopló.

Taemin intentó volver a hablar, pero lo interrumpieron de nuevo.

- No. No vendrás conmigo o no me quedará más remedio que detenerte, ¿has entendido? -respondió Key con seriedad.

- Pero… - Maldita sea, ¡aquí mando yo! – grito Key desesperado mientras se soltaba de un tirón-, y ordeno que muevas tu culito y te alejes de aquí.

Agachado al final de la escalera, Onew gritó: - ¡Kibum, joder! Necesito que me cubras para llegar hasta Amber. Key sintió que la adrenalina le bombeaba con fuerza el corazón y antes de correr escaleras arriba le dijo a Taemin, que se había interpuesto entre él y aquel individuo:

- Llévate de aquí al doctor Iluminado antes de que le ocurra algo o se manche su precioso traje.

 Y con una agilidad increíble, Key subió los escalones de dos en dos. En cuanto se acercó a Onew, este se levantó y, mientras él lo cubría, llegó hasta Amber.

- Será mejor que te apartes y nos dejes trabajar -indicó Taemin al ver que aquel hombre no se achantaba ante el mal genio de su compañero-. Por favor, doctor. Espere allí con ellos hasta que controlemos la situación. Sin mucho convencimiento, Jong volvió junto a su abuelo. Desde allí oyó el fuerte tiroteo y las voces procedentes del piso de arriba. Sintió que el vello de cuerpo se le erizaba.

 

**

 

Veinte minutos después, el tiroteo había acabado. El comisario Woohyun y su equipo dieron captura al médico convicto y en las ambulancias aparcadas en la calle atendían a los heridos en un orden que dependía de su gravedad.

 - No te preocupes, Amber. –Taemin animó a su compañera mientras la subían a la ambulancia-. Sin que te des cuenta ya estarás de nuevo con nosotros.

 - ¡Joder! -protestó ella, dolorida en la camilla-. Mi madre me va a matar. Este fin de semana se casa mi hermano y le voy a joder la boda.

- Iré yo en tu lugar –se burló Onew, haciéndolos sonreír. - Creo que tu  madre preferirá que estés en el hospital el sábado a que hubieras estado en el cementerio.

 - No sé yo -bromeó Amber a pesar de su dolor. - Anda… anda -señaló Taemin.

Todos sonrieron y Woohyun, que acompañaba a Amber en la ambulancia, clavó sus ojos en Key. Él no lo miró.

- Key, ¿puedes llamar a mi madre y explicarle lo que ha pasado? –pidió Amber.

- Por supuesto -asintió el-. No te preocupes.

 Cuando el conductor de la ambulancia cerró el portón, Key le preguntó:

- ¿A qué hospital la llevan? - Tenemos orden de llevarle al Seoul Hospital Center -señaló el muchacho.

 - Vaya… ¡Qué lujo! –dijo Taemin mientras miraba a Onew.

- Uyuyui… qué elegancia Amber -rió Taewoon.

- Bueno a casa -dijo Key a sus compañeros-. Es una tontería que todos vayamos al hospital. Avisaré a la madre de Amber y pasaré a recogerla.

- Ni lo pienses, cariño –dijo Taemin-. Yo me voy contigo.

- Y yo -asintió Taewoon.

 - Pues yo no voy a ser menos - protestó Onew y, tras cruzar una mirada con Taewoon, dijo-: Llama a la madre de Amber, como te pidió Woohyun, y cuéntale lo ocurrido. Nosotros pasaremos a recogerla mientras ustedes dos van a casa y se cambian de ropa.

- Sí. Creo que será lo mejor –dijo Key al ver su traje destrozado.

- La verdad -suspiró Taemin al ver su traje- es que así vestidos parecemos recién salidos de una orgía satánica.

Se rieron a carcajadas y enseguida Key llamó a la mamá de Amber. Luego se montó en el coche de Taemin para ir a sus casas a cambiarse de ropa mientras los compañeros se marchaban a buscar a la madre de su compañera.

 A las cinco de la madrugada y vestidos con vaqueros y abrigos en el parking subterráneo privado del hospital. Mientras caminaban hacia la salida observaron los autos lujosos que estaban aparcados allí.

 - ¡Joder! -murmuró Key-. ¿Has visto aquel Jaguar XK?

- Bueno… bueno… bueno… ¿ese de ahí es un Lotus?

- Mierda -asintió Key con los ojos como platos-. ¡Qué juguete! Lo que daría yo por darme una vuelta con él. Tiene que ser de lo mejor conducirlo.

 - Por la mierda, Key -exclamó Taemin-. Pero si está el coche de Batman.

Key se dio la vuelta y los dos se quedaron sin palabras ante un Lamborghini Murciélago LP640 Versace color negro.

- Doce cilindros, cambio de caja automático, seiscientos cuarenta caballos de potencia, de 0 a 100 en 1,6 segundos, suspensión independiente, asientos de cuero, articulación de acero y amortiguadores hidráulicos -suspiró Key.

 - Uf… creo que me corrí-susurró Taemin.

 De pronto un ruido los sacó de sus sueños y los dos giraron la cabeza para fijarse en un Porsche 911 amarillo que se bamboleaba y tenía los cristales empañados.

- ¡Joder, qué ímpetu! -sonrió Key-. ¿Piensas lo mismo que yo?

- Sí, reina, a alguien le están dando duro y del bueno.

Con una sonrisa se encaminaron hacia el ascensor sin poder dejar de sorprenderse por los coches allí aparcados y en especial sin poder dejar de oír los gemidos que salían del Porsche.

- Uf… eso mismo necesito yo con urgencia -dijo Taemin mientras llamaba el ascensor.

- Pídeselo al profesor.

 Estoy seguro de que no te dirá que no.

 - Este fin de semana lo veré -suspiró Taemin- y que se prepare porque estoy caliente.

Mientras se reían a carcajadas de aquel comentario vieron que las puertas del Porsche 911 se abrían. De él salieron un chico alto muy guapo y un muchacho más joven y de cabello rojizo. Se dieron un beso, él se montó en una moto y se marchó, y el chico  de cabello rojizo se encaminó hacia el ascensor, que en ese momento se cerraba.

- ¡Espérenme, por favor! -gritó mientras comenzaba correr.

Key y Taemin retuvieron el ascensor hasta que él entró.

- Muchas gracias.

No me gusta nada quedarme solo en el parking. ¡Me dan pánico! -explicó mientras se miraba en el espejo del ascensor y se arreglaba la ropa.

Notas finales:

Comence... *-*

 

espero les lame la atencion ^^ 

 

ustedes saben como trabajo yo rw...  y actu... 

xDD este bueno ya lo terimine hace mucho ,, mucho tiempo 

 

 

bye bye


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