- ¿Qué es el dolor?
-Un efecto físico desaparece con el tiempo…
-Son los recuerdos… los recuerdos son dolorosos. No sería ideal el olvido…
-Pero no serías la misma persona, no serías la persona que eres ahora.
- ¿Qué pasaría si eso es lo que deseo?
-Las personas que conociste… también serían deferentes. Todos tienen una parte de nosotros, algo los afecta, en algunos casos sus decisiones serían distintas.
-Pero si fuera apático… sé que ellos estarían bien…
-Eso es cruel… Deseando que tu existencia actual no exista, eso es muy egoísta.
-Tal vez, eso es lo que quiero. Quiero ser egoísta… como nunca antes lo fui.
-eso es decir la verdad…
-No, eso es mostrar mi dolor…
-Todos tienen dolor, solo demostrar como realmente somos… ese es el acto más difícil. Mentimos para protegernos, para protegerlos, para disimular la llamada “normalidad”.
-Entonces… ¿Qué somos nosotros? ¿Algo ajeno a la sociedad?
-Somos la misma persona, tan contradictoria como la vida misma…
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-No era diferente a otro día… algo normal y rutinario en mí vida…
El hombre cierra la puerta de la parte trasera del auto. El auto arranca a toda la velocidad.
-Sí… es algo insignificante… el mundo no ha cambiado…
Unas gotas, tras la ventana, traen una fuerte lluvia. Se está haciendo de noche y el auto no ha parado. A pesar de ver el cielo gris, la única imagen que se repite, es la de esa mujer, se está riendo en la puerta de la entrada mientras el dolor aumenta en cada segundo, en cada uno de esas extremidades que una vez me abrazaron.
El auto frena de manera brusca. El menor nota que están en el bosque, en la entrada de “la boca de los lobos”.
-Aquí va hacer…
El hombre baja del coche, aun llueve. Acto seguido, abre la puerta y saca lo que considera carga, cierra la puerta, se sube nuevamente y desaparece.
-Solo una historia más… otra historia perdida… pasará, al igual que antes…
El menor cierra los ojos, la lluvia hacia el barro. Sus heridas frescas tras las ropas se infectaban, pero no sería la primera ni la última.
-Libre, libre, libre, libre, libre, libre…
Esas palabras se repitieron incontables veces hasta que pudo abrir sus ojos nuevamente. Se levanta con lentitud, sus cosas están desparramadas en el suelo. Mete algunas de sus pertenencias del suelo y las pone en una mochila.
-Volveré… y cuando eso suceda. Me las pagaras…
El menor ingreso en el bosque. La idea era no pasar más de una semana allí. Después de todo ya tenía cierta experiencia, había dormido en la calle, había superado la hambruna,había tratado heridas abiertas; producto de lo que los adultos llaman "violencia domiciliaria". Lo curioso es que, por más que gritará, los contactos de su padre lo resolverían al instante.
-Pero eso se acabo... -musito para sí mismo.
Con mucha pena, se retiro del bosque a los tres días, los animales salvajes eran dificiles de tratar. Cuando se acerco a la cuidad, en un pequeño camino en donde las luces de los clubes nocturnos no llegan. Decubrío su futuro en el isntante que se acercaba.
-No es diferente a otro día... algo insignificante...algo que usare...