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Nada en especial por golddie

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Notas del fanfic:

DisclaimerB.A.P no me pertence, ni a ninguna de sus fans, son almas libres hasta lo que TSEntertainment permita.

Advertencia: cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia, todo esto lo inventé, obviamente, que tenga sentido no quiere decir que sea verdad.

- Daehyun es pasivo un rato, así que si no les gusta eso, no lean, porque recibe (y harto).

 

“¿En qué piensas, hyung?”

Era divertido, porque Youngjae no iba a responder esa pregunta sinceramente. Decirle a Junhong lo que realmente pensaba, probablemente iba a arruinar su imagen con él. O tal vez no, porque a pesar de ser el menor del grupo, Zelo solo ponía sonrisitas inocentes cuando hablaba con ellos, pero él sabía varios secretos de sus mayores, pero quedándose en silencio por respeto (o miedo, o porque podría utilizar esa información como chantaje cuando fuera necesario, el chico era así de siniestro a veces).

“En nada en especial”, fue su corta respuesta.

El menor pareció restarle importancia y volvió a sus revistas.

Estaban viajando a Corea por última vez en quien sabe cuánto tiempo. Su compañía les había dado un tiempo de vacaciones (no vacaciones, más bien un hiatus) después de que habían ocurrido un par de problemas debido al choque de decisiones con el CEO y los mayores del grupo. Youngjae tenía un dolor de cabeza cada vez que lo pensaba, así que prefería omitir la situación cada vez que pudiera.

Él iba sentado en los asientos del medio del avión, no haciendo nada en particular: sentía que necesitaba relajar su mente, pero cuando quería dormir sus pensamientos se iba a lugares que no debería estarse yendo si quería descansar.

Se iban a pensar en la cierta persona que estaba en su asiento continuo, junto a Yongguk, pero hacia el lado de la ventana.

Todos sabían que Daehyun había estado extraño; hasta las fans se habían dado cuenta, porque a Daehyun no le gustaba fingir sus emociones y simplemente no quería sonreír cuando no se sintiera contento en lo más mínimo. (Era distinto de Jongup, quien aún molesto parecía estar sonriendo, lo cual era todo un espectáculo, pero a la vez era algo tétrico.) También era conocimiento general el porqué: algo había pasado con su familia, con un pariente de los más entrados a edad, que lo tenía enfadado con todo. Enfadado con ser un idol, enfadado con el estrés de su trabajo, enfadado con no poder ver a su familia cuando él quisiera a pesar de tener el dinero como para comprar un viaje en avión, y enfadado con él mismo.

Daehyun apenas les hablaba últimamente. Himchan decía que lo mejor era darle su espacio, pues él también estaba algo molesto porque había abogado con el Manager y el CEO por que el muchacho pudiera tomarse un par de semanas para ir a Busan, pero la rotunda respuesta había sido un no en mayúsculas, así que Himchan no quería hablar del tema.

Yongguk no había discutido directamente como lo había hecho el segundo mayor, él tenía una forma de alegar que era pacifica-agresiva: Estaba estipulado por la compañía que él trabajaría con Song Jieun para su próximo comeback, que ayudaría a escribir letras, quizás hasta participar en la canción principal, pero Yongguk se había negado a todo, dejando que toda la especulación se fuera y quedaran en rumores.

También se había negado a ir a Costa Rica para filmar un programa, cosa que les había hecho quedar peor a la compañía por tener que cancelar con poco tiempo de antelación.

Realmente todos estaban en una especie de huelga, intentando hacer pequeñas cosas como medida de presión. Los menores no estaban tan informados de la situación para no preocuparlos, pero ninguno de los dos era idiota y entendían que algo estaba pasando, así que su manera de apoyar era no hacer preguntas y solo hablar del tema entre ellos.

Nadie le preguntaba nada a Daehyun. En el Music Bank de México él se había mentalizado en dejar una buena impresión como último stage antes del hiatus, tal como todos, así que dieron lo mejor de sí, tal como si fuera uno más de sus conciertos grupales.

El real problema de Youngjae, sin embargo, era algo completamente diferente.

Daehyun había estado distante, había estado triste y enfadado, por lo tanto, lo máximo que él había obtenido de él en ese largo periodo era un abrazo. Lo que no calmaba sus ganas de llevar al mayor a su cama.

No era difícil de imaginar que Youngjae tenía que controlarse: si se le insinuaba a Daehyun, lo más probable era que el mismo le fuera a acusar de ser un insensible (cosa que no era) y seguramente su abstinencia iba a durar aún más. Así que así estaba: sólido como roca, sin dejar que sus hormonas tomaran control de su cuerpo de ninguna forma. Porque tenía que esperar a Daehyun. Claro, podría masturbarse, pero la satisfacción jamás era la misma, jamás superaría lo que Daehyun dejaba que le hiciera y lo que él le hacía a su cuerpo.

Youngjae adoraba a Daehyun, así que no lo iba a presionar si él no estaba de humor. Por mucho que él estuviera muriendo por dentro por las ganas de poder tenerlo dentro de él y besándolo con agresividad.

Eso tenía que esperar.

De pronto Youngjae sintió que su temperatura corporal estaba aumentando y se golpeó mentalmente. Negó con su cabeza para deshacerse de sus pensamientos sucios e impuros e indignos del Señor para poder relajarse.

Junhong a su lado le miró con una sonrisa traviesa.

“Hyung, vas a hacer que el avión tenga turbulencias si sigues así”, le dijo el menor, ojeando las hojas de una gran revista de moda que había comprado en México. Estaba completamente en español (salvo ciertas palabras en inglés) pero Junhong decía que solo quería mirar la ropa y que algún día iba a entender lo que decía.

Youngjae gruñó, girándose hacia el lado opuesto del menor para no sentirse pasado a llevar.

Sus ojos cayeron sobre Yongguk, quien estaba masticando algún snack mientras miraba algo de su computadora (seguro estaba leyendo algún correo o algo así de importante. Yongguk era algo misterioso cuando uno quería saber realmente la influencia que tenía), y luego en Daehyun al lado de la ventana.

El chico pareció sentir su mirada, por lo que se giró un poco para verlo y le sonrió suavemente, guiñándole un ojo cómplice.

Youngjae soltó una pequeña risa. Ahora estaba notoriamente de mejor humor debido a las vacaciones forzadas que iban a tener. Daehyun tenía un viaje a Busan ese fin de semana, así que no era raro notarlo de mejor ánimo.

Daehyun observó a Youngjae por un momento, luego llevó su mano libre (con la otra parecía que estaba sosteniendo su ipod) a su rostro e hizo con dos dedos como si fueran las orejas de un conejo, moviendo sus labios en un mudo buing buing. Youngjae se sonrojó y frunciendo el ceño se volteó. No iba a sonreírle de vuelta para reafirmar lo adorable que era.

A pesar de todas ganas que le tuviera al muchacho y de todo lo anterior que había pensado, su dignidad seguiría en pie.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al llegar al dormitorio, luego de casi un día, lo primero que todos hicieron fue ir a dormir. Incluso Yongguk, quien usualmente alegaba que tenía demasiadas ideas como para dormir sin llevarlas a cabo (fue idea de Junhong regalarle una libreta de notas donde pudiera escribir sus ideas para que no las olvide y que así pudiera dormir).

Youngjae estaba en su habitación con la ventana cerrada porque el invierno estaba próximo y no quería pasarse de frío y resfriarse ahora que ya iban a tener un descanso.

Estaba a punto de cerrar los ojos cuando alguien llamó a la puerta. Naturalmente le dejó pasar, indicándolo con un suave pase.

Era Daehyun, a su no-tan-sorpresa (antes del estado de tristeza slash enojo slash frustración, él le iba a ver seguido, a veces solo por compañía, otras veces porque quería algo más), quien entró cerrando la puerta tras él.

“Junhong está usando toda la cama otra vez”, alegó. Daehyun estaba vestido con su pijama, caminaba sobre sus pantuflas y su expresión era más que cansada, “voy a dormir aquí”, no era una petición, él estaba estableciendo que lo iba a hacer y meramente le avisaba al menor.

Siendo Youngjae la persona caritativa, amable y buena que era, no quiso alegar más sobre el asunto, así que se movió hacia el final opuesto a Daehyun de la cama para hacerle espacio. El mayor no dudó en entrar y arroparse hasta arriba. Era sabido por todos que Daehyun era friolento por las noches.

El mayor se acercó y se recostó en su costado, para poder ver el rostro del otro muchacho. Una pequeña sonrisa afloró en sus labios.

“Ha pasado tiempo”, musitó, sin querer entrar en detalle.

Youngjae cerró los ojos y pasó una mano bajo su cabeza para acomodarse mejor.

“Y que lo digas”, respondió en un susurro.

“¿Me extrañas?”, le preguntó a Youngjae, y el mismo abrió los ojos porque necesitaba ver la expresión del mayor.

Daehyun le miraba serio. Y, francamente, Youngjae estaba un poco harto de esa expresión: extrañaba verlo sonreír con la frecuencia que lo hacía antes.

“Sí”, respondió con sinceridad, “pero no voy a presionarte tampoco”, explicó.

El mayor no dijo nada, solo se acercó un poco más a Youngjae, depositando un suave beso en su nariz. Ante la falta de tacto de todos esos días, la más simple demostración de afecto hacia al menor sonrojarse. Esta no fue la excepción.

“Cuando vuelva podremos estar juntos”, le comentó, “cuando vuelva voy a estar mejor”, afirmó.

Youngjae suspiró, pero luego le sonrió dulcemente.

“Eso espero”, le respondió, ahora él acercándose hacia el otro cálido cuerpo y acomodarse contra su pecho. Sintió a Daehyun rodearle con sus brazos, y producto de la comodidad y el cansancio acumulado, no tardaron en dormirse en esa íntima posición.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Daehyun se había ido por un tiempo ya y las cosas (la tensión del ambiente, específicamente) se habían calmado un poco. Yongguk y Himchan tenían constantes reuniones con la compañía, y le aseguraban a Youngjae que todo estaba yendo bien a pesar de que no le dijeran en detalle qué temas hablaban o qué decían. Sin embargo, Youngjae confiaba en ambos mayores a ojos ciegos, así que no hacía preguntas al respecto.

Junhong también había viajado para ir a ver a su familia, mandaba frecuentes mensajes en la sala de chat que tenían en kakao talk, fotos de las mascotas que tenía y mucha de la comida que le preparaba su madre y a los lugares que lo llevaba su padre, y su hermano lo iba a ver a veces pues seguía ocupado con sus estudios. También se estaba juntando con varios de sus amigos para ponerse a día con ellos, al igual que Jongup, quien ya casi no estaba en el dormitorio y se la pasaba saliendo con sus amigos o su hermano y pasaba las tardes con su familia, pero usualmente llegaba a dormir al dormitorio.

Youngjae por su parte había ido a casa un par de veces, pero como él mantenía una comunicación constante entre él y sus padres (y su odioso hermano mayor, que desde que le había contado lo que tenía con Daehyun no había parado de hacer escándalos y dar pistas donde pudiera), no había mucho de qué hablar sobre situaciones personales. Su madre seguía trabajando y su padre también, a veces cenaba con ellos y a veces Youngwon se les unía, pero él prefería estar más en el dormitorio. Con los pocos amigos que tenía antes de volverse idol conversaba a diario por mensajes, pero no planeaba verlos pronto porque no tenía ganas. Peniel lo había invitado un par de veces a CUBE a ver como ensayaban preparando su concierto, pero Youngjae prefería no interrumpirlo a él o a sus compañeros (y sabía que a Daehyun no le gustaba que estuvieran solos mucho tiempo, así que Youngjae prefería evitar darle más problemas de los necesarios).

Los días pasaban rápidamente, Yongguk estaba casi todos los días en el dormitorio, componiendo algunas canciones de su propio gusto y no para vender (era parte de su presión no componer para la compañía, hasta algunas canciones del álbum japonés había dejado sin terminar y debido a eso se había pospuesto,) y Himchan se la pasaba viendo televisión en los canales de los programas de música, a veces miraba recetas y las recreaba para ellos, y otros días salía a ver a sus padres o de compras con su hermana o amigos.

Toda esa situación le recordaba ligeramente a sus días de trainee. Youngjae no acostumbraba tener tanto tiempo para sí mismo, por lo que se encontraba muchas veces tirado en su cama mirando el techo. A veces tenía el impulso de levantarse e ir a ensayar algunas canciones solo por diversión, pero de seguro tendría que pedir la sala de ensayos y eso sería un mensaje erróneo de su supuesta medida de presión. Iba al gimnasio de la Compañía y hablaba con algunos trainees, y con Sunhwa y Jieun que varias veces estaban ahí juntas, eso era lo que más había hecho en su hiatus.

Era aburrido sin Daehyun, sinceramente.

Youngjae dio un respingo cuando su celular vibró en la mesa de la cocina. Había estado esperando que el agua del hervidor se calentara ahí de pie mientras pensaba y tal movimiento lo sorprendió.

Era un mensaje de Daehyun, lo que lo hizo sonreír. Solo para no perder la comunicación, le mandaba un mensaje de buenos días y de buenas noches; no quería ser invasivo cuando se suponía que él tenía que estar con su familia y amigos, así que un mensaje a la mitad del día era algo fuera de la pequeña rutina que habían creado.

dice que quiere conocerte, decía el mensaje. Youngjae sonrió ampliamente.

¿Qué le has dicho sobre mí?, le preguntó, a lo que Daehyun de inmediato respondió:

Lo usual. Que eres especial para mí

Youngjae se sonrojó enternecido ante eso. Daehyun nunca le había dicho esas palabras directamente (a no ser que sea en broma), pero siempre que le explicaba a alguien más sobre su relación, esas eran las palabras favoritas que usaba.

Era bastante dulce.

Pero a ese mensaje le siguió otro:

Pero omití detalles.

Detalles como que básicamente han tenido varias noches de pasión en una habitación de hotel cuando se suponía que debían descansar para funcionar bien en la presentación del día siguiente.

Cuando la situación mejore, quizás vaya a verla, le escribió con una sonrisa.

¿De verdad? O:, respondió Daehyun.

Youngjae rió por el emoji.

Si, de verdad, ¿no te gustaría? :c

No nonononon, me gustaría. Mucho. Sí.

Youngjae escuchó el sonido del agua hirviendo.

Me estoy haciendo ramen, hablamos luego.

Oh de acuerdo <3

Y así las conversaciones día a día fueron en aumento, lo cual a Youngjae solo le dejaba algo en claro: Daehyun ya estaba bien. Seguramente ya había visto o hablado lo que necesitaba para sacarse ese peso de encima.

Lo cual ponía contento a Youngjae también. Lo necesitaba bien y como él mismo. Y en su cama, preferiblemente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El día que se suponía que Daehyun volvía se atrasó a dos días más, así que el día en que realmente volvía a Seoul, su manager le fue a buscar en auto al aeropuerto. La información de sus viajes habían sido privados para evitar que se juntaran muchas fans y entorpecieran su llegada, pero nunca estaba de más que estuviera con algún guarda-espalda y que le llevaran en auto en lugar de tener que volver en el transporte público.

Ese día Youngjae estaba ansioso, por decir menos. Pero había un problema: Himchan y Junhong estaban en el dormitorio y Youngjae no sabía cómo pedirles que le dejaran el lugar para él y Daehyun por un par de horas. No quería ser directo, no quería echarlos tampoco, así que Youngjae solo los observaba desde la cocina. Ambos muchachos miraban televisión, uno al lado del otro, y parecían entretenidos. Youngjae no quería arruinar eso.

La puerta se abrió luego de que se hubiera ingresado la contraseña, Youngjae levantó la vista y sonrió al ver a su manager cargando la maleta de Daehyun y al mismo quitándose sus gafas y dejar su mochila en la entrada.

“Gracias por todo”, le dijo Daehyun al hombre, quien le sonrió de vuelta y le devolvió la maleta.

“Por nada, recuerda que tienes reunión con los  coordinadores de horarios mañana, por mientras puedes descansar”, comentó el mayor, despidiéndose de Daehyun mientras él hacia una pequeña reverencia.

Vio a Daehyun avanzar por el dormitorio luego de cerrar la puerta, hasta la sala de estar.

“Daehyunnie”, exclamó Himchan con voz contenta, “¿cómo está la familia?”, le preguntó con una sonrisa.

Junhong se incorporó en sus rodillas para poder girarse y ver menor al recién llegado. Alzó un puño, esperando que Daehyun chocara nudillos con él.

Daehyun les sonrió a ambos.

“Bien, hyung, ya está todo en orden”, le escuchó decir, mientras saludaba a Zelo con su puño y le sonreía, “¿cómo están las cosas por aquí? ¿Y los demás?”, preguntó con duda mirando alrededor un poco.

“Ah, Yongguk está en la sala de grabaciones supervisando a las chicas de SONAMOO, Jongup está en lo mismo y Youngjae en su habitación”, le dijo, “tienes que escuchar su canción, Daehyunnie, se han esmerado mucho”, comentó luego, a la par que Junhong asentía la cabeza con emoción.

“Lo haré, eventualmente”, contestó el muchacho, “estaba anticipando mi fiesta de bienvenida pero no veo globos ni pastel”, soltó el chico en tono de chiste, haciendo que Himchan riera.

“Ni se nos pasó por la mente, hyung”, le dijo Zelo con una risa juguetona, “pero podemos conseguirte pastel”, ofreció.

“–Ah, pero si viene llegando de su casa, seguro su madre lo llenó de comida”, bromeó Himchan luego, haciendo a los otros reír.

“Muy graciosos”, musitó Daehyun con tono irónico luego de que se calmó su risa, “me iré a dormir, hablamos luego”, les dijo dándose la media vuelta y caminando hacia la habitación que tenía con Junhong.

Youngjae se puso de pie, algo triste de que Daehyun no lo hubiera buscado de inmediato, pero no se atrevió a interrumpir la conversación de antes.

Justo cuando Youngjae se puso de pie, vio a Himchan apagando la televisión y se puso de pie junto con Junhong. Youngjae pasó por ahí para ser notado e informado de lo que pasaba.

“Ah, Youngjae”, soltó Himchan, “vamos a comprarle un pastel a Daehyun, ¿te importaría quedarte y llamarnos cuando despierte?”, le preguntó con un guiño en el ojo que Youngjae no quiso darle mayor interpretación.

“Vamos a la compañía a buscar a los demás, también”, avisó Junhong, “y volveremos con ellos y así celebraremos todos juntos”, soltó con felicidad.

Youngjae asintió.

“Por supuesto, vayan con cuidado”, musitó a los chicos que pasaron de él hacia la puerta de salida.

“Nos vemos, hyung”, soltó Junhong antes de cerrar la puerta.

Youngjae se quedó afirmado del respaldo del sofá un momento: eso había sido más fácil de lo que pensaba.

En ese momento, la puerta de Daehyun se volvió a abrir y Youngjae miró de inmediato hacia su dirección. Una sonrisa afloró de los labios del mayor apenas notó a Youngjae, pero luego miró alrededor, notando que los otros no estaban.

“¿Y Himchan-hyung y Junhong?”, inquirió, llegando hacia el otro para ponerse en frente de él.

“Salieron”, respondió simplemente. Daehyun le miró a los ojos unos cuantos segundos, Youngjae le imitó y le sonrió, “bienvenido, por cierto”, musitó juguetón.

Daehyun le sonrió más ampliamente y sus brazos rodearon los hombros de Youngjae.

“Te extrañé”, le dijo en tono de secreto.

El menor cerró los ojos y devolvió el abrazo por la cintura del otro.

“También yo a ti”, respondió con sinceridad.

Youngjae se perdió en el calor del otro. No mentía cuando le decía que lo había extrañado: además de extrañar su cuerpo, había extrañado sus estúpidas bromas, su risa de idiota y su cercanía.

En serio lo había extrañado.

Por eso, no pudo evitar preguntar: “¿Todo está bien?”, que iba a algo más que la situación actual, Youngjae quería saber si Daehyun de verdad había vuelto a su estado normal.

El aludido se separó un poco, poniendo su mejilla contra el hombro de Youngjae y sin soltarle porque al parecer él también lo había extrañado.

“Todo está bien”, respondió con una sonrisa en sus labios, “te prometo que ya todo está bien.”

Youngjae sonrió por el gesto de cariño, pero muy sutilmente pasó sus manos por la espalda del mayor, creando un ritmo lento de arriba hacia abajo. Sus labios dieron un corto beso en la mejilla del otro, esperando reacción, y al no ser rechazado, fue más allá, dando un beso en el lóbulo de su oreja más cercana.

“Daehyun”, le llamó, esperando no sonar tan necesitado como se sentía.

El aludido se separó un poco y observó los ojos brillantes de Youngjae. Sonrió de lado al darse cuenta y sin esperar más, unió sus labios con los otros que al más pronto contacto parecieron quemar.

Youngjae sostuvo a Daehyun de sus caderas, y sin dejar de besarse, le dirigió hasta su habitación.

Evitaron tropezarse con sus propios pies, a penas conscientes de eso por estar tan concentrados en el calor de sus labios y lengua; había pasado mucho tiempo desde que se habían besado de otra forma que no fuera un solo beso en la comisura de los labios (antes de que Daehyun se fuera le besó de esa forma en despedida), así que la sensación era magnífica, tal y como la recordaban.

Daehyun le sostuvo del cuello cuando su espalda chocó contra la puerta de la habitación de Youngjae. El menor aprovechó la situación poniendo una de sus piernas entre las de Daehyun e insinuarle una caricia con su muslo. Ambos tenían la respiración agitada por solo besarse, pero no querían parar. Youngjae se apegaba imposiblemente cerca del cuerpo de Daehyun, sin dejar de besarle con todo la pasión acumulada y sus manos le seguían sosteniendo de sus caderas con fuerza.

Daehyun tuvo que ser el que se apartara, moviendo su rostro hacia un lado para poder respirar, sin embargo Youngjae vio eso como una oportunidad de atacar la piel de su cuello.

“Ah, Youngjae”, gimió el mayor, soltando una mano para poder buscar la manilla de la puerta, “Youngjae, llévame a tu cama, vamos”, le susurró, y después de eso por fin encontró la perilla y abrió.

El menor gruñó por las palabras del otro muchacho, cada cosa que Daehyun hacía, cada movimiento, cada respiración, iba directamente hacia su creciente erección, imposibilitándole pensar lógicamente.

Simplemente había esperado demasiado por eso y ahora no se iba a poder contener.

Con poca paciencia Youngjae se separó de Daehyun y ambos entraron de la mano, luego cerrando la puerta con seguro por si las dudas. Dentro, Youngjae miró al otro del otro y con una sonrisa juguetona le empujó suavemente hasta que Daehyun quedara de espaldas contra la cama y riendo por alguna razón.

Estúpido Daehyun y sus incoherentes risas.

Youngjae trepó sobre él y lo acalló de inmediato iniciando otro fogoso beso. Daehyun rodeó sus hombros con sus brazos, atrayéndolo lo más posible hacia su cuerpo mientras sus lenguas se acariciaban por placer. Youngjae se afirmaba con ambas manos puestas en los costados del otro, sin intenciones de dejarlo escapar.

Pronto ambos tenían la respiración agitada de nuevo y Youngjae simplemente podía sentir a Daehyun duro contra su estómago, por lo que decidió dejar de besarle para que pudiera tomar algo de aire, así que repartió besos en su cuello, ambas manos buscando el borde de su playera para quitarla hacia arriba.

“Youngjae”, susurró el mayor, recibiendo el ataque de besos y lamidas en su cuello, “recuerda que estamos en vacaciones.”

El aludido se detuvo un momento, pensando a qué se refería el otro. De verdad que no podía pensar.

“No tienes que contenerte”, musitó luego, como entendiendo que Youngjae se había detenido por no haber captado su mensaje.

Entonces sonrió. Era cierto: usualmente cuando tenían presentaciones los chupones estaban fuera del trato. Solo un par de veces se les había pasado la mano y habían tenido que aguantar ser fotografiados con las evidencias de sus escapadas tras bambalinas, y a la vez tenido que aguantarse los regaños de maquillistas, así que se había hecho costumbre no dejarse marcas (visibles), pero ahora era diferente. No tenían que cuidarse de esas cosas por ese periodo.

Perfecto.

Youngjae levantó la playera de Daehyun para poder quitársela, el mayor se incorporó un poco para que el otro pudiese hacerlo con mayor facilidad.

El menor sostuvo a Daehyun por sus costados y le movió hacia arriba, indicándole al otro que se moviera hacia donde él lo quería. Daehyun hizo caso y se movió hasta que su cabeza tocó la almohada, descubriendo a un muy contento Youngjae entre sus piernas.

Youngjae le dio un beso en su estómago, dulce y ligero. Siguiendo por toda la expansión hasta su camino feliz, moviendo sus pantalones hacia abajo.

Daehyun suspiró, incorporándose en sus codos para observar lo que Youngjae iba a hacer.

Tan pronto como sus pantalones y ropa interior cayeron al suelo, Youngjae le sostuvo entre sus manos, imponiendo un ritmo satisfactorio para Daehyun, solo para dejar que se pusiera completamente duro.

“Uh”, soltó Youngjae, “por fin.”

Cuando Daehyun ya estaba completamente listo, Youngjae tomó la punta de su pene en su boca, sin dejar de mirarlo mientras bajaba por la extensión de piel, hasta que su nariz tocara el final.

Youngjae tomó las piernas de Daehyun por detrás de la rodilla, flexionándolas hasta que sus muslos estuvieran cubriendo sus orejas. Amaba esa sensación de estar rodeado por el mayor.

Mientras él comenzaba a succionarlo, Daehyun solo podía dejarse hacer. Solo una mano tocaba el cabello de Youngjae, evitando que se detuviera. Él gemía, a veces profundo en su garganta, otras veces solo un pequeño sollozo, pero de todas formas no podía dejar de disfrutar. Youngjae le conocía: sabía qué tenía que hacer para dejarlo sin poder pensar en absolutamente nada, y, fue por eso, que cuando sintió un dedo penetrando su trasero, cerró fuertemente los ojos y soltó un grito.

“Ah, Youngjae, ya”, le dijo, queriendo sonar consistente, “solo hazlo”, logró decir antes de que el muchacho mirase hacia arriba, aún con su miembro dentro de su boca y le sonriera.

“¿Eso quieres, bebé?”, le preguntó Youngjae con voz suave, moviendo su dedo dentro del mayor, quien asintió con euforia ante la pregunta, “de acuerdo. Voltéate”, le ordenó.

Daehyun no tuvo cómo objetar, hizo caso a las órdenes de Youngjae y esperó pacientemente ser llenado. Youngjae, por su parte, se dio cuenta de que aún estaba vestido, por lo que rápidamente se quitó su camiseta y sus pantalones, seguido de su ropa interior. Aprovechó de buscar el lubricante en su buró: si bien no era la primera vez que Daehyun recibía, hacía un tiempo que había hecho algo así, así que prefería hacer que el mayor disfrutase en tal posición tal como él le hacía cuando él estaba en su lugar.

Lubricó dos de sus dedos y sin chistar los introdujo en la pequeña entrada del muchacho bajo él. Youngjae no pudo evitar llevar una mano a su propia erección cuando Daehyun se relajó luego de la intromisión y comenzó a penetrarse él mismo.

No era posible que fuera tan sensual.

“Oh Youngjae”, escuchaba decir al otro, “ah, Youngjae, ya es su-suficiente”, le pidió.

Pero el muchacho estaba en trance: ver a Daehyun de esa forma no era usual. Realmente no podía parar de tocarse.

“¡Youngjae!”, exclamó, “¿tengo que hacerlo yo?”, le preguntó luego, quedándose quieto.

El aludido negó para poder concentrarse.

Removió sus dedos con cuidado, sacándole un quejido de placer al otro. Daehyun miró hacia atrás para poder ver al muchacho lubricarse a sí mismo. Eso siempre le gustaba.

Youngjae se inclinó hacia adelante y atrajo a Daehyun hasta que su espalda tocó su pecho, mientras la punta de su miembro penetraba lentamente su trasero.

“Mhh”, gimió Daehyun sintiéndose lleno de la forma que solo Youngjae podía hacerle sentir. Las manos del menor le sostenían de sus caderas y le guiaban por sí mismo para poder sentarlo en su regazo. Daehyun se posicionó de rodillas, cambiando el peso de su cuerpo entre sentarse en Youngjae y sus rodillas, y así empezó el vaivén. “Ah, Dios, Dios”, soltó con voz callada apenas sintió al menor moviéndose dentro de él.

Youngjae tenía sus labios pegados a la nuca del mayor, mordiéndose y besándole, con ambos ojos cerrados para poder concentrarse en lo que hacía. El cuerpo de Daehyun era tan caliente, y la forma en que lo aprisionaba entre sus paredes de piel sensible era exquisita. Era lo que Youngjae estaba necesitando, la proximidad que necesitó todos esos días  y que por fin tenía literalmente al alcance de sus manos. Daehyun lo recibía bien y gemía con gusto por lo que le provocaba, el mismo imponía el ritmo y con sus manos se tocaba a sí mismo lentamente, porque seguramente quería durar tanto como Youngjae pudiera, a pesar de que seguro los dos no iban a hacerlo por mucho tiempo dado  a que había pasado un buen tiempo desde que lo hacían.

El menor empezó a mover sus caderas también y con ambas manos separó un poco más el trasero del muchacho sobre él, para así poder tocar aún más profundo dentro de su cuerpo.

“Youngjae”, gimió Daehyun, bajando su rostro, intentando acoplarse a las nuevas sensaciones. Estando tan cerca de su espalda, Youngjae pudo notar como un escalofrío le recorrió al mayor, “Youngjae, no te contengas”, le pidió entre más sonidos de placer.

Y él no era nadie para negarse a la petición, por lo que, soltando un gruñido y ahora con más fuerza que antes, se concentró en penetrar a Daehyun y a la vez sosteniendo con firmeza sus caderas.

Daehyun se sintió desfallecer por el nuevo ritmo.

“Ah, sí”, soltó, ahora prácticamente sin moverse y dejando que Youngjae hiciera todo el trabajo. Daehyun no sabía qué hacer con sus manos, así que decidió moverse más hacia atrás, hasta que su espalda estuviera junto al pecho del menor, y descansó su cabeza en el hombro ajeno, sonriendo en seguida al recibir besos en su cuello y rostro. Sus manos pararon sobre las manos de Youngjae que le sostenían y así se permitió relajar su cuerpo y sentir todo lo que el muchacho quería darle.

Youngjae sentía su cama moverse por el ritmo impuesto, ayudándole a embestir con fuerza, escuchaba los quejidos y gemidos que Daehyun soltaba hacia el cielo, que lo motivaban a hacer terminar al mayor. Quería que Daehyun terminara violentamente, por lo que aprovechó su descuido y relajo, y con una mano le sostuvo de su erección y comenzó a masturbarlo, notando lo húmedo que ya estaba, lo que le sacó una sonrisa satisfactoria.

“N-no, Youngjae, no”, soltó Daehyun, pero sin hacer nada para evitar que el aludido hiciera lo que quisiera, de hecho, sus piernas se separaron aún más, como pidiéndole que siguiera.

Había que ver lo contradictorio que podía ser.

El orgasmo de Daehyun llegó tal como él quería. Youngjae no pudo evitar encontrar ligeramente divertida la resistencia que puso, no queriendo terminar antes que el otro, pero finalmente cuando se rindió, tan fuerte fueron las corrientes de placer que Daehyun se inclinó hacia adelante y tuvo que sujetarse de las sábanas, sin que Youngjae se siguiera moviendo tras él.

Sin embargo, cuando Daehyun terminó, gritando incoherencias, fue el momento donde sus paredes se cerraron en su miembro, como si pidieran que se corriera ahí mismo, y Youngjae no iba a negarse tampoco, por lo que, sin resistencia, su orgasmo llegó placentero y duradero, moviéndose sobre Daehyun para seguir besándole toda la piel que pudiera tener a su alcance.

Youngjae se movió a un lado, recostándose sobre su espalda mientras Daehyun quedaba boca abajo, con el rostro girado hacia su lado opuesto, recobrando aliento.

Después de un buen rato de no decir nada, Youngjae pensó que el mayor quizás se había dormido por lo quieto que estaba, sin embargo, al poner una mano sobre su espalda, Daehyun se volteó y le sonrió ampliamente, moviéndose hasta darle un beso en los labios.

Al separarse, Youngjae dijo:

“Lo siento si fui rudo”, con tono sincero.

Daehyun negó con una sonrisa.

“Fue fantástico”, respondió, moviéndose hasta quedar sobre Youngjae son una sonrisa, bajo la atenta mirada del menor, “y ahora es mi turno”, agregó, poniendo sus piernas dentro de las otras con un poco de fuerza.

Youngjae rió nerviosamente.

“¿No estás cansado?”, inquirió mirando hacia otro lado, “Himchan-hyung seguro ya viene en camino”, soltó, pero Daehyun rió por la actitud del otro, mientras que con ambas manos acariciaba con deseo los muslos del menor.

“Mírate queriendo eludir esto cuando hace solo unos minutos no te importó venirte dentro mío”, dijo Daehyun con una sonrisa, luego bajando su rostro para darle un beso en sus labios, “¿en serio no lo quieres tanto como yo, Youngjae?”, le preguntó coquetamente.

Youngjae no quería decir que no realmente, solo intentaba hacerse el difícil.

“Pero tú ya estas estirado y listo, si quieres segunda ronda, quizás debería ir yo arriba de nuevo”, respondió bromeando.

Daehyun rió, pero aun así puso ambas manos a ambos lados de la cabeza de Youngjae, sosteniéndolo en posición.

“Muy gracioso, bebé”, le dijo antes de volver a unir sus labios.

El beso fue calmado en comparación con los otros, ambos sabían que iban a tener que esperar un momento para poder empezar porque a pesar de que lo mucho que se deseaban, sus cuerpos necesitaban recobrar fuerzas. Daehyun le daba suaves besos que Youngjae respondió con la misma intensidad, mientras sus manos se perdían y enredaban en el cabello del mayor, luego descendiendo hasta su espalda y volviendo a subir.

Daehyun se separó, luego, dándole besos en su cuello. Besos pequeños, que le hacían reír.

“No se supone que te rías”, musitaba Daehyun, queriendo parecer ofendido, pero en realidad estaba divertido de igual manera.

Youngjae detuvo su risa lo mejor que pudo.

“Hace cosquillas”, explicó, poniendo una de sus manos sobre el hombro de Daehyun. Estaba tan cerca que apenas podía creer que hubiera aguantado tanto tiempo sin tenerlo de esa forma.

“¿Ah sí?”, le preguntó, “¿qué tal esto?”, susurró, ahora mordiendo ligeramente el lóbulo de su oreja derecha. Por reflejo, Youngjae intentó escapar de la sensación, pero solo consiguió gemir cuando Daehyun besó el cartílago de arriba y le lamió un poco.

“Eso se siente mejor”, soltó Youngjae, sintiendo las pequeñas corrientes de placer viajar por su sangre.

Daehyun no respondió, siguió haciendo el mismo trato, luego bajando de nuevo hacia su cuello y repartir pequeñas mordidas y succiones en los puntos donde Youngjae parecía ser más sensible.

Era bastante romántico, si se lo preguntaban.

Pero pronto el ser dulce desapareció de sus acciones, lo cual sucedió tan pronto como Daehyun comenzó a sentirse ligeramente erecto, por lo que se separó del menor y con una sonrisa tomó su pierna izquierda y la movió hacia el lado para que quedara sobre la otra. Youngjae seguía mirando hacia arriba con algo de curiosidad, solo siguiendo las mudas órdenes que le daba el mayor en cuanto a su posición. Youngjae relamió sus labios cuando Daehyun comenzó a buscar el lubricante y lo trajo consigo cuando lo encontró a punto de caer de la cama. El menor disfrutó viendo cómo el otro lubricaba dos de sus dedos y le sonreía lascivamente. Con una mano separó el trasero de Youngjae, provocando que el menor se volteara un poco, casi quedando a mirar hacia la pared, e introdujo un dedo por aquel pasaje, disfrutando lo cálido que se sentía y la resistencia que se oponía.

Daehyun se inclinó hacia abajo y siguió besando la oreja de Youngjae, haciendo al mismo soltar un patético gemido por la acción y el movimiento de su dedo dentro de él, que iba hacia adentro y luego salía casi por completo en un lento ritmo.

“¿Hiciste esto cuando yo no podía estar contigo, Youngjae?”, le preguntó, haciendo al menor estremecer por la voz grave contra su sensible piel, “¿te tocaste con tus propios dedos, bebé?”

Youngjae negó con la cabeza con fuerza.

“¿No?”, inquirió Daehyun, besando el costado de su cuello, preparando el otro dedo para acompañar al otro cuando sintió al menor relajarse lo suficiente, “¿ni siquiera un poco?”, insistió.

“No, quería esperar por ti”, confesó Youngjae con ojos cerrados y disfrutando del trato que recibía, “mete el otro”, le pidió cuando sintió que lo necesitaba.

Daehyun no se hizo esperar en demasía, solo volvió a poner más lubricante y de inmediato puso dos de sus dedos dentro de Youngjae, comenzando a moverlos, simulando las embestidas.

Youngjae sintió las lágrimas formarse en las esquinas de sus ojos, por lo que puso su mejilla aún más contra la almohada intentando ocultar su rostro, moviendo un brazo hacia el otro lado para que su pecho estuviese contra la cama, pero sus dos piernas aún estaban juntas a un lado: lo cual le gustaba porque la pequeña fricción que tenía su erección con ellas se le hacía desquiciante.

“Daehyunnie”, gimió Youngjae, y ante eso el aludido comenzó a acelerar un poco el ritmo de sus dedos, comenzando a desesperar por el deseo de entrar en el muchacho. “Ahh, sí, sí”, musitó, algo perdido en su nube de placer.

Daehyun relamió sus labios, volviendo a bajar hasta la altura del cuello del menor, esta vez mordiendo una buena porción de piel, haciendo al menor gritar por tal acción.

“¡Daehyun, ya!”, exclamó luego, algo desesperado.

Y la verdad era que Daehyun tampoco quería esperar mucho más, por lo que de inmediato retiró sus dedos y se lubricó a si mismo hasta estar completamente duro en su mano, para luego buscar la entrada del menor y embestir con fuerza hasta llenarlo por completo.

Youngjae sollozó por la ruda entrada, pero el ritmo lento que le siguió le hizo calmarse: No esperó que Daehyun fuera a tomarlo de esa forma. Las manos del mayor se pusieron sobre las suyas y le besaba constantemente la piel de los hombros, su cuello y sus mejillas, bajo un ritmo realmente dulce y lento. Youngjae no podía evitar gemir por la combinación de delicadeza y placer que recibía, Daehyun le estaba penetrando con toda la paciencia del mundo como si fuese a romperlo si iba demasiado rápido, y aprisionaba su cuerpo bajo el suyo de tal manera que Youngjae no podía moverse para pedirle que fuese más rápido. Sus dedos se entrelazaron con los suyos y lo mantenía en su lugar, su pecho presionado contra su espalda, evitando que se levantara y sus piernas estaban ambas para el lado, y por la posición de Daehyun, tan cerca de él, no podía moverlas para quedar de rodillas y hacer fuerza con sus caderas.

Básicamente, de esa forma tenía total control sobre él, podía hacer lo que él quisiese y en vez de ser rudo con él, el ritmo iba lento y placentero.

Youngjae sospechaba que no iba a durar.

Daehyun besó su mejilla, y Youngjae buscó su boca para que se pudieran besar. No era la forma más cómoda de hacerlo, pero se sentía bien. Al separarse, Daehyun afirmó su frente contra su sien, gruñendo y gimiendo, observando cómo Youngjae cerraba los ojos y se quejaba al igual que él.

“Daehyun”, le llamó, “Daehyun, más rápido”, le pidió al borde de la locura, porque si no le hacía caso, Youngjae no iba a terminar y eso podía durar por siempre.

“Nada de eso”, soltó el mayor contra su piel, “es más sensual así, ¿no te parece?”, le preguntó entre gemidos.

Youngjae negó con la cabeza.

“Quiero terminar”, le dijo sin rodeos.

Daehyun soltó una pequeña risita.

“También yo, pero entre más lo esperes, mejor se siente”, explicó.

“A-Aprecio que intentes hacerme sentir bien, pero hablo en serio, voy a tener un orgasmo seco si sigues”, soltó Youngjae, su voz sonando algo desesperada porque realmente no quería que eso pasara.

Daehyun rió suavemente contra su oído.

“¿No te gustaría eso?”, preguntó el mayor, pero contrario a sus palabras, de pronto sus caderas se movieron a un ritmo más rápido, “así podrías venirte muchas veces.”

“¡Ah, sí!”, gritó el muchacho cuando sintió a Daehyun tocar muy profundo dentro de él, “no, eso duele”, le respondió a lo dicho.

Daehyun se dio por vencido y se movió hacia atrás, ubicándose de tal forma que ahora podría embestir mucho más rápido. Con una mano levantó la pierna izquierda de Youngjae y la puso sobre su hombro derecho, y con una mano sostuvo el miembro de Youngjae, comenzando a masturbarle mientras entraba aún más en su cuerpo.

Youngjae ahora miraba hacia arriba por el cambio de posición, y estaba terriblemente excitado por la forma en que Daehyun quería hacerlo. De esa forma sus piernas estaban muy separadas y ligeramente hacia arriba, entonces podía ver a la perfección como la mano de Daehyun trabajaba sobre él, a la vez sintiendo como su trasero era penetrado por el mismo muchacho.

“Daehyun, voy a–”, intentó decir Youngjae, pero una corriente de placer atravesó su cuerpo cuando su punto de nervios fue tocada en su interior repetidas veces, “¡ahh!, ¡Daehyun voy a–”, intentó decir de nuevo, pero el mayor parecía no querer que lo dijera, pues su mano se movió más rápido, así que antes de Youngjae pudiera avisar, su clímax llegó más rápido de lo que pensó en cortas oleadas de placer. Youngjae sollozó y se agitó durante todo lo que duró su orgasmo, y cuando se calmó, Daehyun bajó hasta su altura y con ambas manos sujetó sus caderas para embestirle con fuerza. Youngjae sostuvo el rostro de Daehyun y lo miró a los ojos, intentando poner resistencia para que el mayor pudiera terminar pronto, “vamos, Daehyun”, le susurró.

“Uhm”, soltó el mayor, cerrando los ojos, “Youngjae”, gimió.

“Sí, vamos, termina dentro”, le pidió, ante lo que el mayor rápidamente soltó su último grito, escondiendo su rostro en el pecho de Youngjae y arremetiendo contra su cuerpo por última vez antes de alcanzar su orgasmo, luego mostrando una sonrisa satisfactoria, moviéndose un poco hacia arriba y darle un suave beso en los labios.

“Estoy cansado”, confesó, perdiendo fuerza en sus brazos y quedar apoyado en el cuerpo del menor.

Youngjae rió un poco.

“Es normal”, respondió, una de sus manos acarició el cabello de Daehyun con cariño, “acabas de volver de un viaje y no te podías conformar con una sola ronda”, explicó con tono irónico.

Daehyun rió contra su pecho y le dio un beso ahí antes de usar el resto de la fuerza que tenía para moverse a un lado. Pasó sus manos por su rostro, notando lo sudado que estaba. Ni se había percatado.

“¿Vas a dormir?”, le preguntó Youngjae en un susurro, ante lo que simplemente asintió suavemente. Cerró los ojos y rápidamente el cansancio se apoderó de su cuerpo.

Youngjae se acurrucó a su lado, abrazando uno de los brazos de Daehyun. “Estoy muy contento de que estés de vuelta”, musitó el menor, cerrando los ojos también, pero Daehyun no le escuchó ya que se había quedado dormido. Cuando Youngjae notó eso, sonrió aún más y le restó importancia.

Ya se lo diría cuando estuviera despierto.

 

 

Notas finales:

 

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son 7000+ palabras para un oneshot, pero en serio quería dejarlo como tal, así que perdón si quedaron ciegos(?) ;; 

ojalá les haya gustado, no planeaba que resultara así, pero quedé bastante conforme, huehue<3


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