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Nuestro secreto por hellblack_sasuke-

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Notas del capitulo:

Hola lectorcitos :3

Espero que estén muy bien. He estado ocupada con la estancia que tomé este intersemestre en la universidad, pero aprovecho desde aquí para actualizar. Como me traje la lap y hay internet, logré terminar el capítulo de hoy y subirlo.

La verdad es que espero ansiosa su reacción, porque creo que di un giro muy dramático xD que ya nos aproxima rumbo al final.

Así que espero que lo disfruten.

 

El único ruido era del reloj que hacía tic-tac.

Sintió ese terrible escalofrío en la nuca; frío, resbaloso. Puede que no hubiera respirado en ese momento.

Definitivamente era Kakashi, ¿por qué regresó? ¿Qué estaba haciendo en ese lugar? ¿Por qué el mundo congeniaba para que no pudiera estar tranquilo ni por una maldita vez en la vida?

-¿A qué viniste? –Sasuke preguntó con un hilo de voz-

-¿En dónde quedaron tus modales? –Kakashi se volteó para verlo. Lucía tan normal, parecía que no cambió en nada, pero, ¿por qué el sexto sentido del menor le decía que sí?

Tal vez en su mirada, su expresión, su voz… ¿qué estaba pasando?- hasta donde tengo entendido, al menos deberías de tocar la puerta antes de entrar

-¿Por qué me vienes con esas cosas?- Contestó enojado- el que hace las preguntas aquí soy yo. Kakashi tú –en ese momento fue interrumpido por el mayor-

-¿Por qué? –Murmuró- ¿qué preguntas deberías de hacerme? –el hombre le dijo a secas. ¿Estaba siendo frío con él?- era tu profesor, eso es todo

-Kakashi… -Sasuke estaba descolocado. ¿Qué tipo de actitud era esa?

Sus manos temblaron un poco, de nuevo un hueco en el estómago se le estaba formando. No, no comprendía….- ¿qué está pasando? –Arrastró las palabras en un hecho casi inaudible-

-Lo entiendo –siguió contestando del mismo modo que antes- ahora mismo contestaré todo –el chico solo tomó saliva, apretó sus puños. Sabía que fuera lo que fuera, no iba a ser bueno-

-No podemos seguir juntos –sentenció-

-No tengo duda de ello –Sasuke respondió tratando de restarle importancia, ¿era por Itachi? ¿Por las cosas que le dijo? ¿Por qué debería de importarle? Al final estaba tan enojado con él, que Sasuke se había prometido partirle la cara en cuanto lo viera; entonces ¿por qué flaqueaba? ¿Por qué dudaba? ¿Aún tenía la esperanza de volver con él? ¿De tener algo? ¿Entonces por qué le dolía?- pero, ¿puedo saber por qué? –Se cruzó de brazos. Intentaba ser fuerte. Estaba seguro que lloraría después de conocer la respuesta-

-El mayor se paró unos segundos. Miró al suelo, después a la ventana; suspiró, se frotó la cien y miró a Sasuke directamente a los ojos- Es que, puede ser que no me gustes tanto –de nuevo habló sin emoción. Vacío, frío, muerto.

Puede que hubiera esperado cualquier cosa; pero Sasuke no estaba preparado para eso-

-¿Cómo eres capaz de decirme esas cosas? –Cerró fuertemente los ojos. La garganta se le cerró, tenía en ella el alarido perfecto para empezar a llorar y ser la persona más dramática del mundo.

Pero tenía que aguantar- ¿Cómo eres capaz de hacerme tanto daño? –Prosiguió sin poder verlo a la cara, en cuanto lo hiciera, sería el fin. Y aunque quisiera, no iba a permitirle verlo así-

-Cuando nos permitimos amar, también nos permitimos ser lastimados –Kakashi no era diferente. Su cara parecía lastimera, desilusionada, cansada, apática. Aunque Sasuke no lo pudiera ver, Kakashi tampoco tenía el valor de mirarlo. Estaba consciente del daño que estaba ocasionando; pero aun así, era necesario-

-Eres cruel –murmuró de nueva cuenta. De hecho, Sasuke ya no podía hablar, la voz se le entrecortaba-

-Lo siento mucho –dijo en un tono sutil-

-Kakashi, ¿por qué?

-Pasaron muchas cosas –ahora el hombre le daba la espalda y se sentaba en su escritorio- solo vine a terminar de recoger algunas cosas y me iré –dejó unos segundos y continuó ante el cuerpo atento de Sasuke- encontré trabajo en Rusia…

-¿Por qué nadie se queda conmigo? –Tenía la mirada gacha. Al demonio con sus estúpidas explicaciones, ¿a quién le importaba? Al menos él ya no quería escucharlas.

Era claro que algo más pasó, pero sabiendo cómo es Kakashi, definitivamente nunca se enteraría. Al contrario, lo estaba terminando de romper-

-No somos suficientes para ti –contestó apagado. Estaba jugando con un bolígrafo, analizando la reacción del menor. Aunque él, también se sentía devastado-

-¿Acaso algún día alguien lo será? –Preguntó intentando sonar neutro. Se llevó la mano a la cara para cubrirla, jugó un rato con su gesticulación para al final tratar de sonreír-

-Esperaba ser tu única excepción –confesó con un deje de tristeza- pero no podemos estar juntos. Lamento haberte ilusionado tantas veces y por tanto tiempo; así como por todos los daños causados.

Perdóname por haberte hecho perder tu vida conmigo.

Somos profesor y alumno, nada más. Por más que intentes cambiar al mundo… aún hay muchas cosas que no sabes y… -Kakashi miraba a la ventana. Estaba a punto de decir algo, pero se arrepintió- será mejor que te retires –sonó frío nuevamente-

Tengo muchas cosas que hacer –así, sin más. La cara de Sasuke no tenía explicación, ¿de verdad lo estaba corriendo? Incluso podría empezar a reírse, es que… ¿enserio lo estaba echando?-

-No puedes estar hablando… -Su rostro ya tenía rastros de lágrimas; la forma en la que estaba hablando, hacía que Kakashi quisiera abrazarlo. Pero no, tenía que ser más duro que él-

-Sabes, que siempre hablo en serio –así como terminó, se levantó del escritorio y se puso delante de Sasuke- esto es todo… -Sasuke aún estaba en shock, no podía entender lo que sucedía y la verdad era que ya estaba en un estado de euforia-

-¡Kakashi, tú no puedes¡ -El susodicho lo tomó del brazo con fuerza, a regañadientes porque Sasuke se negaba a irse. Literalmente estaba pateando y gritando que le diera una explicación. Que se fueran todos al diablo, simplemente no podía botarlo de ese modo. Kakashi no...

Cuando menos lo sintió, ya estaba fuera de su oficina con algunas cuantas personas viendo lo sucedido. No le importó mucho, solo los vio de forma intimidante y salió corriendo del lugar.

El celular sonaba, era su hermano. No quiso contestar, nada más le mandó un mensaje de que se fueran a casa, el llegaría más tarde.

Pasó cerca de media hora, mientras Sasuke se debatía en que hacer ahora. Ya había llorado por algunos rincones de la facultad, pero en esos instantes la pregunta era, ¿ahora qué?

Tomó el teléfono y llamó a Sakura.

-¿Hace cuánto tiempo que pasó esto? –Le preguntó preocupada-

-Tiene menos de una hora –el chico le contestó apenas-

-Iré para allá, voy saliendo de una clase. Solo déjame encargarle a una compañera unas cosas. No te muevas de donde estás –colgó.

Y aunque Sasuke quisiera, se sentía tan inestable que quería hacer una gran locura.

Intentando calmarse un poco, se limpió la cara y se dirigió de nuevo al cubículo de Kakashi. No para afrontarlo o intentar platicar de nuevo con él. Su idea era otra cosa.

Esperó unos minutos para ver si el mayor seguía ahí o ya se había marchado. Para su fortuna, Kakashi aún se encontraba adentro.

Unos minutos más tarde, salió con una caja entre sus manos; cerró el cubículo y se dirigió al estacionamiento. Sasuke supuso que lo mejor sería seguirlo a donde quiera que fuera.

Iba detrás de él, tratando de hacer el menor ruido posible; ya llegando a la salida, notó que alguien más interceptó a Kakashi. Decidió esperar, oculto detrás de unos casilleros.

-¿Qué tal, eso es todo? –Preguntó con calidez la mujer que estaba parado frente a él. Sasuke estaba expectante; en algún momento, estaba seguro que había visto a la chica. La conocía, pero ¿de dónde?

-Es todo –decía con tranquilidad- ¿nos vamos?

-¿No necesitas ayuda? –Miraba la caja que Kakashi llevaba entre sus manos. Parecía pesada-

-No, solo ayúdame con estas velas –le señalaba con el rostro-

-¿Velas? –La mujer de cabello castaño hurgaba para buscarlas- ¿en serio tenías esto en tu cubículo? –Respondió un poco divertida al verlas.

De la caja sacó tres pequeñas velas de gel que en el fondo tenían arena de color azul, flores y algunas ramitas. Ya estaban algo desgastadas por su obvio uso. Sin embargo, la mujer había sonado algo despectiva-

-Sí –sonrió de medio lado, restándole importancia al asunto- necesito tirarlas… -Sasuke se sintió aun peor.

Además de que no sabía que estaba haciendo esa mujer ahí y que muchas cosas pasaron por su cabeza. Esas velas él mismo las había hecho varios años atrás para dárselas a Kakashi en agradecimiento por ayudarlo con un proyecto en la preparatoria. Y ahora…

Sasuke estaba a punto de salir para armarle el escándalo del año. No le importaba las repercusiones o consecuencias que eso implicaría, ni mucho menos lo que le pudiera suceder a Kakashi. Solo quería estallar y no lo haría solo.

Se encaminó para acercarse a ellos y fue cuando la recordó

Días felices del 2014

-Ya que nos estamos confesando, entonces creo que debería de hablarte también acerca de mis amores pasados –respondía con cordialidad, mientras servía el desayuno-

-¿De verdad el hombre de acero, fue capaz de amar a alguien más que a mí? –Sasuke le decía en un tono juguetón.

El chico jamás fue inseguro ni celoso con respecto a esos temas; simplemente no le importaba porque confiaba plenamente en el mayor. Pero, si le resultaba curioso el saber acerca de la vida amorosa de Kakashi, ya que si lo pensaba mejor, nunca había tomado ese punto. Ni siquiera en algún momento lo pensó-

-Pues –el mayor se acercaba para sentarse a su lado, suspiró y prosiguió- a diferencia tuya, nunca fui un galán o un rompecorazones. Pero, hubo alguien –el de cabello blanco desviaba la mirada- existe una persona a la que amé mucho

-¿Sí? –Le respondió con intriga. Lo conocía bien y sabía que estaba siendo sincero-

-Una mujer, llamada Rin –sonreía con algo de nerviosismo- yo la quise mucho

-¿Y qué pasó? –Sasuke no estaba enojado, pero puede que lo hubiera descolocado un poco, ¿por qué? Ni él mismo lo sabía. Solo sintió algo… algo raro, pero no eran celos, era…

-Teníamos intereses muy diferentes –contestó con algo de renuencia- así que decidimos terminar antes de que pasara algo que nos lastimara en verdad a ambos

-Entiendo –dijo a secas-

-Pero eso fue hace tiempo. Hoy en día, quién sabe dónde esté

-¿Perdiste el contacto con ella? –Le dijo sorprendido-

-Sí –dijo sin interés- tenía su número guardado en mi teléfono; pero te estoy hablando de hace unos cinco años. Después perdí ese celular y con él su contacto. No volví a saber más de ella –Kakashi habló con un deje de tristeza que, ¿dejó preocupado a Sasuke?

No. Seguro era porque últimamente estaba un poco paranoico. Él nunca dudaba de esas cosas, pero…-

-Entonces, Rin, ¿es la chica de la foto que cargas en tu cartera? –Preguntó sin ni siquiera pensar. Le salió en automático. Cuando se dio cuenta ya era muy tarde-

-¿Debería de tomar eso como un arranque de celos? –Dijo con algo de ternura-

-Solo la vi un día –trataba de reparar en lo que había dicho- fue cuando tomé dinero para terminar de pagar el taxi…

-No tienes por qué darme explicaciones –Kakashi lo tomaba de la cintura para abrazarlo y después depositar besos en su cuello- la tengo porque al final, siempre será una gran amiga. Y así como tú, fue mi bote de salvación en su momento. Le debo mucho, solo eso…

-Tampoco debes de darme explicaciones –Sasuke correspondía a sus caricias- solo tenía curiosidad por saber si era la misma persona –sonrió de forma sutil, pero aun así, esa sensación no se iba- creo que, debería de darle las gracias por haberte salvado antes de que yo llegara

-El mayor sonrió ampliamente y con una mano acariciando el rostro del moreno dijo- eres muy bueno Sasuke –ante su mirada curiosa, Kakashi sonrió- te amo

-Te amo más –murmuró.

 

Sí. Cuando se acercó para armarle el espectáculo de su vida a Kakashi, pudo reconocerla. Vio su cara, había cambiado un poco, no en balde los años, pero definitivamente era ella.

Era Rin.

Sasuke se detuvo a unos pasos de ellos, al final el pasillo tenía el suficiente espacio como para hacerlo. Su mente ideaba cada vez teorías peores acerca de lo que estaba sucediendo, y cuando en verdad estaba dispuesto a gritarle a Kakashi para que volteara a verlo, Rin tomó del brazo al mayor y se paró de puntas para besarlo, cosa que Kakashi aceptó de muy buena gana.

Sasuke notó cómo la miró, cómo ella lo miró a él.

Era obvio.

Se quedó parado como un idiota, no sabía qué hacer. Cerró los puños con fuerza, en ese momento solo sentía el coraje arder en sus entrañas. Solo, solo…

-¡Kakashi¡ -Exclamó para que el susodicho volteara a verlo. Cuando lo hizo, su expresión de felicidad cambió. Probablemente tampoco sabía cómo reaccionar, Sasuke lo tomó por sorpresa; mientras que Rin se limitó solamente a mirar y…-

-¿Es uno de tus alumnos, amor? –En cuanto escuchó eso, nuevamente salió corriendo de ahí. A lo lejos escuchaba como Kakashi gritaba su nombre.

Tal vez a veces sería mejor no conocer a algunas personas. Nunca.

Fue por ello que después de crisis nerviosas, lloriqueos, destrozos de cosas y demás, Sasuke le pidió a Sakura que salieran el viernes por la noche. No sin antes contarle todo a Itachi, hacer alborotos por aquí y por allá; preocupar a sus padres, a Juugo y a todos.

En cuanto a sus padres, la versión oficial creada por Itachi, era que su hermano menor estaba sufriendo por el amor no correspondido de una chica anónima. Bueno, que en realidad tenía novia y ella lo había dejado por alguien más; por lo que especialmente su madre, sugirió que Sasuke tomara una terapia psicológica para poder afrontar la situación, pues su andar errático la asustaba mucho.

Jamás se permitiría que a su bebé le pasara algo malo, y menos por una chica.

Mientras que Fugaku, pensaba igual. Aunque al principio era de la idea que estaban siendo muy exagerados, después reparó en el hecho de que para ellos, era la primera novia de Sasuke; así que si esa era la mejor opción, entonces estaría bien.

Fue así que el viernes, una vez que Sasuke se separó de Sakura y estuvo bailando con quién sabe cuanta gente, llegó a un punto donde estaba lo suficientemente borracho como para no reconocer ni la cara, ni la voz ni nada de nadie.

Esa noche quería terminar en la cama de alguien más sin importarle quién fuera, igual solo lo hacía para olvidarlo, para regresarle un poco de todo lo malo que le dejó. Solo, el acostón para desahogarse.

Sintió la mano de alguien tocar la suya; parecía que su cuerpo se movía hacia algún lugar. La verdad era que no tenía la menor idea de que estaba pasando.

Creía escuchar varias veces su nombre, miraba a su alrededor, de repente ya no escuchaba la música, ni el bullicio de la gente; era como si estuviera en un sitio tranquilo, ¿acaso lo habían sacado del antro? ¿Quién?

Sintió moverse de nuevo y luego algo lo obligó a sentarse, ¿estaba dentro de un coche? Escuchó una puerta al lado de él cerrarse, luego otra y el motor del auto.

De nuevo alguien repetía su nombre pero no podía identificar de quién era esa voz. Escuchaba que le decía más cosas que no lograba entender. Comprendía alguna que otra palabra, pero las oraciones completas salían de su cabeza sin siquiera analizarlas. Y él, solo decía cuanta burrada se le cruzaba en el camino.

Desde que no era de noche sino de día, hasta que Kakashi era un idiota, inmaduro, desgraciado y que lo había dejado no una, sino dos veces y ahora, por una mujer.

Jamás se percató que a quién le exclamaba la manera en la que se sentía en esos momentos, se trataba nada más ni nada menos que del mismísimo rey de Roma.

Kakashi estaba con él.

Notas finales:

Bueno, como siempre mil gracias por leer.

Cuídense 


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