La cabeza le daba vueltas por la borrachera de la noche anterior. En cuanto abrió los ojos, la luz que entraba por una pequeña ventana le lastimaba la vista.
Inmediatamente puso su pie en el suelo para que dejara de tener esa sensación de mareo y ubicar en donde estaba.
Las cosas no le parecían conocidas y su cerebro no iba tan rápido como quisiera. O al menos fue así hasta que de nuevo escuchó una voz familiar llamándolo por su nombre.
-¿En dónde estoy? –Preguntó de mala gana. Su dolor de cabeza era espantoso-
-En un hotel –el mayor le contestaba- aquí es donde he estado quedándome –dijo serio. Estaba en el marco de la puerta del baño-
-¿Ahora me secuestras para llevarme a un hotel? ¿Esta es tu manera de despedirte de mí o qué? –Respondió iracundo. Se levantó de apoco para sentarse en la cama; fue ahí que se percató en que todavía tenía la ropa puesta. ¿De verdad no lo había tocado?-
-A pesar de todo, a veces olvido que sigues siendo muy inmaduro, Sasuke –el mayor seguía con la misma pose de antes.
Definitivamente ya no era el mismo. ¿A dónde se fue todo el amor que un día dijo tenerle? ¿Por qué ahora? por más que lo miraba a la cara, ya no podía ver ese cariño ¿ya no lo quería más?
De repente toda la calidez se convirtió en oscuridad. ¿Por qué lo trataba como si ya no fuera nada? Ni si quiera como si hubiera sido importante en su vida-
-¿Qué quieres ahora? –El chico le cambiaba la jugada- me corriste de tu vida, ya lo sé -¿por qué te tomaste el tiempo de buscarme de nuevo? Hasta donde me quedé, ya te ibas con tu novia, esposa o lo que sea…
-No podía dejarte así –contestó-
-¿Así cómo? –Respondió en mofa- ¿y vienes a decirme que el inmaduro soy yo? Te debiste haber ido de una buena vez –se levantó de la cama para acercarse al escritorio y tomar sus pertenencias- tu decidiste echarme de tu vida; decidiste amar a alguien más. Optaste por cambiarme… no sé qué viste o por qué actuaste de este modo –agachaba el rostro con tristeza, dándole la espalda a Kakashi- pero no me importa –murmuró- ya no me interesa más
-¿Por eso fuiste a perder el control? –Kakashi preguntó preocupado-
-¿Te importa acaso? –Giró a verlo. Le daba mucha rabia que lo tratara de ese modo. Además de que lo rompió en miles de pedazos ahora viene a decirle que se preocupa por él. Por favor, que vaya a hacer eso con Rin o su nueva responsabilidad o lo que sea-
-Sabes a lo que me refiero…
-¡No, no sé y no me interesa¡ -gritó con furia- ¡déjame¡ vete a hacer tu nueva vida. Te deseo lo mejor –hablaba con sarcasmo- ¿cómo esperas que lo tome? ¿De verdad quieres que te aplauda? Que te diga algo como: “Felicidades Kakashi, gracias por dejarme, por destruirme, por echarme a perder mi vida, pero no te preocupes, todo estará bien. Voy a superarte y de todo corazón deseo que te vaya muy bien con tu ex, por la cual me juraste que ya no sentías nada” –hablaba en tono burlón- ni siquiera tú podrías hacer las cosas de forma madura –seguía a la defensiva- me sorprendes pensando que lo tomaría así de bien –se cruzaba de brazos- con todo esto, me doy cuenta que puede ser que no nos conozcamos tanto como pretendíamos –de nuevo sonaba algo triste- si decidiste dejarme… hazlo, pero hazlo bien. Porque si vas a hacer cosas como estas cada vez que se te venga en gana, un día terminarás matándome –susurró-
-Sasuke…
-¿Qué no ves que muero lentamente por ti? –Cerró los ojos con fuerza, comenzaba a llorar de tristeza, coraje, todo junto- yo estoy enamorado de ti. Yo te amo –murmuró- pero si tú ya no me quieres más…
-Yo –el mayor iba a interrumpirlo, pero Sasuke decidió terminar con la conversación-
-Hoy te dejo en libertad –aunque estaba llorando, trató de sonar lo mejor posible; tanto para que Kakashi entendiera, como para no tener que repetirlo- si eso es lo que quieres…
Te dejo en libertad.
En ese momento Sasuke despertó. Abrió los ojos conmocionado, no podía creer que aun estuviera soñando con eso. Ya habían pasado cuatro años desde que se vieron la última vez en ese hotel.
Ahora, la vida era diferente pero, ¿por qué cuando la vida te da algo, tiene que quitarte otra cosa?
-¿Estás bien? Ya casi llegamos –escuchó a Itachi hablar. Volteó a verlo y luego miró la ventana. Recordó que estaban en un avión-
-Me quedé dormido –contestó restándole importancia-
-Entonces has de estar cansando –Itachi mantenía esa manera tal calmada de hablar como siempre- ¿estuviste ensayando mucho anoche? Te dije que era necesario que descansaras y estuvieras fresco para hoy
-No estuve ensayando –Sasuke le dedicaba una sonrisa pequeña pero cálida- no tanto –le guiñó el ojo, a lo que el mayor le dio unas palmaditas en el hombro-
-No te preocupes. La presentación de tu libro será un éxito
-¿Sabes algo, hermano? –Sasuke pensó un poco, miró hacia el asiento delantero y continuó- ya lo es –y seguido de una mirada burlona, abrochó su cinturón. Estaban comenzando a descender.
Cuatro años habían pasado desde que el moreno abandonó ese mentado cuarto de hotel con sus sueños e ilusiones de toda una vida.
Recordaba que Kakashi lo dejó partir y que de hecho, incluso pudo haber jurado que el mayor estaba aliviado de que el mismo Sasuke hubiera sido capaz de reconocer que Kakashi iba a irse, que no había marcha atrás y que las explicaciones estaban de sobra, ¿para qué? ¿Para torturarse más? No. No tenía sentido.
Después de esa caída en picada, tuvo dos opciones. Salir adelante o hundirse más.
Obviamente prefirió hundirse más. Decidió tocar fondo, vivir su depresión, su duelo, requerir de la atención de su familia y amigos. Mandar a todos al carajo, pero al mismo tiempo no dejar que se fueran.
Como Itachi lo había mencionado en un principio, estaría ahí para él; solo para escuchar y apoyarlo. Darle las fuerzas necesarias para seguir, sin mencionarle nunca jamás lo que habló con Kakashi.
Al final, no era más que la explicación de por qué estaba dejando a su hermano; aunque, también había otro pequeño detalle.
El último regalo de Kakashi para Sasuke; que a pesar de que se lo dio por adelantado, no se había dado cuenta todavía.
Lo importante era que Itachi había conseguido donante, justo cuando Kakashi desapareció… pero ¿para qué decirle a Sasuke la verdad? Prefería quedarse con esa parte de la historia, que al menor ni le iba ni le venía.
Una vez que Sasuke estaba pasando su época de quedarse solo y acostado en su cama todo el día; simplemente se levantó y decidió borrar todas las historias que tenía guardadas en el ordenador. Una vez que se percató en que su carpeta estaba vacía, abrió un nuevo archivo, miró el teclado y sus dedos empezaron a bailar.
A base de exámenes finales, extraordinarios, cursos intersemestrales y pláticas con sus profesores bien o mal, logró acabar con todas sus materias, no sin antes su crisis existencial de dejar todo. Pero afortunadamente, entre Juugo, Sakura y el resto de la familia Uchiha, salió adelante.
Ya solo le faltaba el título, pero decidió hacer una jugada un poco riesgosa.
Coló el borrador de su proyecto a una editorial que se caracterizaba por lanzar proyectos independientes, así como de autores jóvenes; por lo que una vez enviada su historia, fue cuestión de esperar cerca de dos meses. Cuando recibió la respuesta no lo podía creer.
Por ese simple hecho, era que ahora estaba ahí.
Terminó su carrera y se tituló en un lapso total de tres años; no todo fue tan rápido y antes de llegar a su editorial mater, tuvo que tocar muchas puertas que le fueron cerradas en la cara. Sin embargo, en ese último año, la vida se había puesto de cabeza una vez más. Con su historia más reciente, tanto la editorial como él, tomaron relevancia sobre todo con el público joven.
La editorial colocó su libro como lanzamiento del año, por lo que llamó la atención del público en general, pero sobre todo del adolescente. De la noche a la mañana su libro comenzó a vender cientos de copias y a recibir críticas positivas de medios importantes en la industria; seis meses y medio después, ya era un hit mundial.
Y ahora estaba ahí, aterrizando en un país completamente desconocido, al lado de su hermano para empezar con una gira de entrevistas, firmas de libros, programas etc.
Sasuke ya contaba con otras tres novelas terminadas, solo faltaba que su editor se pusiera de acuerdo con los inversionistas para saber el momento adecuado de sus lanzamientos. Sin embargo, tenía toda la presión del mundo encima.
El éxito llegó tan de repente, que aun dudaba en su talento. Pudo haber pegado, ¿pero se mantendría? ¿Le seguiría agradando al público? ¿La fama se le acabaría pronto? Además estaba el hecho de que era un desconocido para todos… y ahora de repente, todas las personas lo saludaban, lo ubicaban, le pedían autógrafos cuando salía o bien, optaban por buscarlo o llamarlo, como si fueran muy conocidos.
Le cayó gente por montón y algunas otras del medio; que si bien, lo agradecía porque era prácticamente el sueño perfecto y sobre todo porque no tuvo que pelear mucho para conseguirlo, entonces ¿por qué se sentía como si le faltara algo? si era la revelación del año y posiblemente de la década.
Al menos su hermano y sus amigos más cercanos lo sabían.
Dos horas y media más tarde, los hermanos Uchiha estaban llegando al hotel. La hora de la comida se acercaba, así que aprovecharían para descansar un poco, comer y arreglarse para ir a la cena de presentación del libro de Sasuke.
Medios internacionales estarían presentes, así como críticos, otros autores y expertos en el tema… nada más.
Sasuke estaba un poco nervioso, no era para menos, pero también estaba feliz.
Sonó su teléfono e inmediatamente atendió-
-Hola mamá –respondió con tono alegre-
-Sasuke, ¿llegaron bien? ¿Qué tal el vuelo? Le dije a Itachi que nos avisara cuando llegaran pero parece ser que a los dos se les olvido…
-No te preocupes mamá –le respondió tranquilo y mirando divertido a Itachi- ya sabes que mi hermano es un idiota olvidadizo
-No tanto como tú –Itachi se unió a la conversación mientras sacaba un traje de su maleta-
-Que gracioso –respondió en sarcasmo-
-Sasuke –Mikoto a pesar de los años siempre los trataría como si fueran unos niños- no le contestes de ese modo a tu hermano…
-Sí, mamá –contestó con hartazgo- cambiando a temas realmente importantes… estamos bien, el vuelo en orden, no tuvimos problemas en el aeropuerto; llegamos rápido al hotel, ya comimos, nos estamos arreglando, todo en orden…
-¿Seguro?
-Sí…
-¿Itachi está ahí contigo?
-¿Pues a dónde más va a estar mamá?
-Pásamelo –contestó a secas. A Sasuke le extrañó un poco, pero su familia siempre fue muy rara- te quiere –le habló a su hermano mayor y le pasó el teléfono. Itachi contestó y aunque no pudo oír que tanto le dijo su madre, solo notaba como el mayor asentía o negaba ¿qué tanto le estaba preguntando?-
-¿Qué dice? –Preguntó el menor sin recibir respuesta de Itachi- ¿Qué tanto dice? –De nuevo una pequeña espera sin recibir nada a cambio- ¡Itachi¡ -Sasuke se acercó lo suficiente como para que su hermano se alejara más-
-No me dejas escuchar, calla –le contestó divertido- sigue así y no te diré nada –le dijo a Sasuke, que solo se cruzó de brazos y prefirió ir a terminar de arreglarse-
-Si mamá yo le digo –Itachi estaba cerca de la ventana- no te preocupes, tomaré muchas fotos y grabaré video. Dile a papá que en cuanto las tenga se las mando. Descuida, está bien –sonreía leve-
¿Qué si está bien? –Murmuraba- lo veo bien, pero ya sabes, de repente se sigue poniendo triste; aunque seguro es porque quisiera que estuvieras aquí con papá –suspiraba- pero igual está consciente que era más importante que se quedaran en la ciudad.
De verdad no te apures mamá, Sasuke ya no es el chico frágil de la universidad. Él ya creció –dijo con un deje de melancolía- tu hijo viene con todo, madre.
Debemos de sentirnos muy orgullosos de él…
-Itachi, el jefe de la editorial acaba de llamarme –decía con su otro teléfono en mano- ya es hora de irnos…
-Madre, tengo que colgar, ya han llamado a Sasuke. Estamos en contacto –sonrió ampliamente para luego colgar.
Tomaron sus pertenencias y se encaminaron a la salida del hotel para tomar un taxi que los llevaría al lugar de la ceremonia-
-¿Qué te dijo mamá? –Preguntó con curiosidad-
-Lo que te dijo a ti antes de tomar el avión –lo miraba feliz- que no te pusieras nervioso porque todo saldría bien, que todos estamos orgullosos de ti, que papá estará rezando para que no vayas a caerte con la alfombra y cosas así –Sasuke no pudo evitar la risa- ¿es enserio? –Su hermano solo asintió-
-¿Se tardaron mucho no?
-Pues me preguntó del viaje y si ya habíamos desempacado, comido, arreglado… ya sabes cómo es –decía con desdén a lo que el menor también asintió- ¿Sasuke? –el chico se reacomodó en el sillón para verlo directamente a la cara-
-¿Qué sucede?
-¿Qué se siente? –Preguntó con una sonrisa en el rostro-
-¿Qué? –Frunció el ceño al no entender del todo la pregunta-
-Sí –se reía un poco- el estar aquí, así, en estos momentos
-El joven se quedó pensando un momento, no era capaz de describir muy bien la sensación- pues obviamente se siente bien; estoy feliz, emocionado, siento que podría desmayarme en cualquier momento. Me falta el aire, muero de nervios y estoy a la expectativa de saber que va a pasar, qué me preguntarán, sí haré un buen papel o no y sobre todo si después el público me seguirá queriendo o no…
-Definitivamente, es una ola de emociones, pero… –Itachi de buenas a primeras lo tomaba del brazo para poder darle un abrazo sincero- yo sé que han pasado muchas cosas y por lo mismo quiero que sepas y que recuerdes que gracias a ellas es que hoy estás aquí. Todo el pasado y el presente son lo que te hacen tú; así que no te avergüences nunca de quién eres, de lo que haces y cómo lo haces. Siempre que pienses en esas cosas, ten en cuenta que forman parte de ti, y que a pesar de que muchas veces no quisieras cargarlas contigo, no puedes negarlas porque ahí están, existen y gracias a ellas hoy puedes disfrutar de una lluvia de emociones como esta.
Cuando estés triste, acuérdate que existimos muchos en tu lista esperando a que nos llames.
Ya sabes que estaremos contigo para siempre –en esos momentos Sasuke estaba en silencio sepulcral, no estaba seguro de que decir pero por lo menos correspondía al abrazo cálido de su hermano- solo, nunca te pierdas a ti mismo –y en un gesto cariñoso, besó la mejilla de su hermano menor.
Sasuke sonrió y de sus labios, salió un tímido gracias.
El coche estacionó, ya estaban a las puertas del recinto. Algunos medios ya los estaban esperando.
Alcanzó a sacar su teléfono al sentir que había vibrado, era un mensaje de Sakura
“Si hace unos años me hubieran dicho lo exitoso que serías, hubiera hecho mi lucha para embaucarte y volverme millonaria contigo.
Eres la figura de fuerza y templanza humana. Esta gloria es bien merecida. Me llena de júbilo que después de haberte hundido te hayas dedicado solo una cosa: SUBIR.
Muchas gracias por permitirme ser parte de esta historia, tú historia. Aunque esté lejos, sabes que a tu lado caminaré siempre. Gracias por existir Sasuke.
Gracias por Nacer.
Gracias por ser tú”.
-¿Sakura? –Itachi preguntó con sorna al ver la cara de felicidad y ganas de llorar empedernida de Sasuke-
-Ella y su biblia –trataba de restarle importancia.
Tanto Sakura como Juugo siguieron su vida; tal vez un poco distante con el pasar del tiempo, pero siempre presentes cuando en verdad se les requería. Juugo incursionó en el mundo de las finanzas, mientras que Sakura decidió a último momento cambiarse de carrera y estudiar para chef.
Para el año que corría, ambos ya comenzaban a trabajar formalmente, parecía que tendrían buen futuro, lo cual resultaba alentador.
Pudiera que siempre estuvieran faltos de tiempo, pero a veces solo bastaban unos minutos para platicar o mandarse un mensaje. Aunque no se vieran, Sasuke sabía que estaban ahí y que les estaba yendo bien-
-¿Y Juugo? ¿No te mandó nada? –Preguntó curioso-
-Desde antes de subirme al avión –dijo rascándose la sien- es un psicópata –sonreía ampliamente-
-Entiendo –Itachi le regresó la sonrisa y abrió la puerta del coche, se bajó y esperó a su hermano. Los flashes de las fotos comenzaban a alumbrar la noche- ¿Listo?
-Sasuke suspiró, todo el día no dejó de comerse las uñas por los nervios. Las manos le sudaban, su cuerpo temblaba, ya tenía esa sensación de querer ir al baño y vomitar por lo nervioso que estaba. Tenía miedo, quería escapar pero, cerró los ojos, reacomodó su postura y después de volver a abrirlos y ver la figura de su hermano tan cálida y protectora, salió del coche con una enorme y hermosa sonrisa en el rostro. Saludó a la pequeña multitud que estaba esperando por él y fue cuando con toda la seguridad del mundo le contestó a su hermano-
-Yo nací listo –se miraron cómplices y la noche siguió con el curso que debía de seguir.
Ya solo faltaba la pequeña conferencia que estaba programada para concluir la velada, donde solo el director en jefe y su editor hablarían, pero una periodista se dirigió directamente a él; lo sacó un poco de contexto porque no estaba seguro de sí debería contestar o no, pero con la aprobación de su staff, aceptó la pregunta-
-Uchiha Sasuke –en ese momento todos en el salón guardó silencio. La periodista que estaba hablando era de las más aclamadas y respetadas del medio- Ciertamente todos estamos asombrados de lo hilarante y extremo que resultó ser la fama que tomaría su libro; es decir, de la noche a la mañana ya estaba ganando fama e interés mundial –Sasuke solo asintió, tenía curiosidad por lo que fuera a preguntarle-
Tengo que decir que personalmente una vez que terminé de leerlo, me quedé con una sensación difícil de explicar –el ambiente se sintió algo tenso. Todos en la habitación sabían que venía la parte donde diría si le daba el visto bueno o no- Y es por eso que es muy bueno –la periodista terminó hablando como una fanática más, cosa que divirtió a propios y extraños, así como ganarse el aplauso de los presentes. De inmediato todos se relajaron, especialmente Sasuke- Es fresco, juvenil, retoma uno de los muchos problemas por los que creo que todos hemos pasado cuando somos jóvenes… creo que el lector que es adolescente, puede identificarse fácilmente con los personajes y el público más adulto, posiblemente recuerde como fue su juventud al leerte; lo cual genera una sensación melancólica exquisita.
Somos capaces de recordar al primer amor, los veranos por la noche, los buenos y los malos momentos para después hacer el contraste con lo que tenemos hoy en día y de lo que nosotros mismos forjamos a base de lucha y sacrificio.
En el caso del público más joven, logras que estos chicos, luchen, sueñen y que aunque no todo sea perfecto, les das esperanza. Lo que hoy en día es sumamente necesario e importante de inculcar en las siguientes generaciones –Sasuke nuevamente asintió contento-
Así que después de mi enorme introducción y de comerme el tiempo de mis demás colegas, mi pregunta es –Sasuke tomó saliva, cuando terminó la pregunta, no estaba seguro de qué decir-
-¿Qué fue o cuál fue la situación real por la que te inspiraste para crear esta hermosa, dramática y triste historia? ¿A caso fue una experiencia personal? –Todos estaban emocionados y a la expectativa. Era algo necesario de preguntar y que el mundo entero a esas alturas moría por conocer.
Itachi bajó su celular con el que estaba grabando la entrevista; hasta a él le había dado miedo cómo reaccionaría su hermano ante ese tipo de cuestionamientos. Aun no estaba preparado.
Su editor y director lo voltearon a ver, Sasuke había agachado la mirada y por un momento se olvidó de dónde estaba y qué estaba haciendo. Cerró los puños con fuerza; todavía era débil.
Kakashi seguía siendo su debilidad.
Respiró y abrió los ojos con premura cuando escuchó a otros periodistas preguntar si estaba bien y su nombre que emanaba de la boca de su staff.
Se aclaró la garganta y se repuso. Arregló el micrófono y prosiguió- perdonen, es que mi vida sin drama, no es vida –el público se relajó después del ambiente preocupado que generó su actitud.
Itachi también se calmó, ya estaba listo para sacar a su hermano de ese lugar por si llegaba a darle un ataque de pánico o alguna crisis. Pero se recuperó, ni él mismo lo esperaba.
La actitud divertida y desenfadada de los presentes regresó a la normalidad.
Sasuke sabía que esa entrevista saldría a nivel internacional, así que no se callaría nada-
-Ciertamente tienes razón en que la gran mayoría del público podría identificarse con los personajes del libro, por el simple hecho de que todos hemos sufrido y llorado por amor –suspiraba un poco para después frotarse la frente y pasar ambas manos a la mesa- pero también hemos gozado y nos hemos sentido felices y plenos a pesar de que no siempre haya acabado bien.
El amor nos deja muchas cosas. Aprendes de ti mismo, te fortaleces, maduras, miras las cosas con otro enfoque, te enseña a seguir adelante, independientemente de que la persona esté a tu lado o no.
Lo único que puedo decir es que los personajes son reales –sonreía con algo de melancolía- tal vez es por ello que el lector puede tener mucha mayor conexión con ellos; los tomé de la vida real y decidí dedicarles una historia elocuente, apasionada, sexy, con puntos buenos y malos… una historia muy apegada a la realidad. Una historia, que incluso ahora mismo podría estar pasando en algún lugar del mundo –la gente lo miraba curioso, alegre, respetuoso- y sí. Puede que la inspiración haya sido de un suceso personal; pero lo que quise darle a la gente, es un enfoque distinto. El de salir adelante sin importar que pase; el no estar triste suceda lo que suceda; que viva el hoy, porque mañana uno nunca sabe.
La idea de este libro, es darle al lector todo lo que desea para que crea que la historia es bonita y con final feliz; y sí, si es bonita con final feliz, pero la idea central es que una vez que el lector se siente cómodo con lo que tiene, la historia cambia de repente y les quita todo. Simplemente se oscurece y ya no hay caminos. Como lector esperarías un desenlace fatídico, pero no.
La verdadera finalidad de dar todo y después perderlo de ese mismo modo, es que el lector vea cómo puede levantarse; como después de haber tocado fondo y hundirse, lo único que puede hacer ahora, es subir –el chico sonreía, al menos su discurso había quedado bien; aunque solo fuera de dientes para fuera porque aunque quisiera darle esperanza y sentido de la vida a la humanidad; él para esos momentos era el único incapaz de sentirlo.
La audiencia aplaudió estallando en júbilo y con eso dieron fin a la entrevista y al evento de la noche.
Sasuke solo quería ir a dormir, al otro día y el resto de la semana estaría muy ocupado y quería descansar.
Aunque pareciera que todo estaba bien, Itachi sabía que Sasuke seguía mal. Puede que a ratos lo olvidara, pero Kakashi estaría siempre ahí, por el simple hecho de que…
-¿Cómo no podría ser exitosa? A fin de cuentas, no es una simple historia. Es mi historia. La historia de Kakashi. Nuestra –fue lo último que pensó Sasuke antes de quedarse dormido-